Si tan sólo él hubiera despertado ese día, si hubiera peleado por lo que era suyo, si hubiera podido mencionar sus sentimientos antes de aquel fatídico día...
{•••}
[De voz de haku.]
Te eh contado cada detalle, cada sentimiento... No estoy cansado de hacerlo, pero el que ahora es mi pareja dice que ya no debería de venir a verte, me prometió que él seguirá pagando el hospital y que nos avisarán cualquier cosa que suceda contigo, dice que debo soltarte por qué tal vez ya no despiertes ... No quiero creer que es verdad pero sé que no te gustaría saber qué me eh pasado más de medio año pegado a una cama, dirías que es una perdida de tiempo.
Sé y confío en que estarás bien, pero prefiero no estar aquí si es que él no se equivoca; si no vuelves a abrir tus ojos, si nunca vuelvo a escuchar tu voz, si no puedo sonreír te una vez más, si no me reprendes por ser un blando, si no sonríes para mí y tratas tontamente de disimularlo... No puedo seguir aquí, él no me lo permitiría, ni tú tampoco...
Debes estar tranquilo, es un buen hombre, me entiende como pocos, es amable y cariñoso conmigo, no le quiero tanto como a ti pero no me presiona para que lo haga, creo que finalmente con el tiempo llegaré a amarlo y confío en que estarás feliz de que lo haga.
Volveré a verte cuando haya algo nuevo que pueda contarte, tengo que alejarme porque aunque no quiero hacerlo sé que será peor si me quedo, espero que trates de entenderme... /Sollozo, se detuvo justo antes de salir, se dio la media vuelta y depósito un breve beso que pareció más un susurro contra los labios del mayor, una lágrima se desprendió de uno de sus lagrimales mojando la mejilla de el que estaba postrado en aquella cama./ Te amo.... Cuento con que por lo menos puedes escucharme... /Mencionó y se dirigió con prisa a la salida de la habitación de aquel enorme hospital, apenas estuvo fuera se derrumbó en llanto, no quería seguir así, jamás su vida había estado tan falta de propósito como ahora./
{•••}
Los días pasaron sin que la parejita lo notará, Haku por fin había vuelto a sonreír, un gesto tan genuino en él desde que vivía con su adorado Albino...
- Oye Kimi..., cariño... ¿Crees que tú y yo podríamos tener una mascota?...- había puesto carita de cachorrito triste a lo que el Kaguya no pudo resistirse y depósito un tierno beso sobre la pálida frente de su amado.
-como tú quieras mi hermoso niño.
Tendremos todas las mascotas que tú me pidas si me miras de esa forma.- el castaño no pudo evitar sonrojarse de sobremanera al escucharle, kimimaro era lo más hermoso que pudo encontrar después de perder de esa horrible forma a su tan amado maestro.
-Solo quiero un conejito, que sea blanco. Una vez tuve uno y lo ame con toda mi alma.- No pudo evitar sentir nostalgia al recordarle, al pensar en el pequeño animal inmediatamente vinieron a su memoria la imagen de Zabuza recostado contra el árbol y el conejito corriendo por el verde pastizal mientras él sonreía como un bobo.
-¿Que le ocurrió?.- no obtuvo respuesta por parte del de apariencia femenina pero no tardó en abrazarle y acariciar su cabellera, gesto que al castaño le relajaba en demasía.
Un poco más tarde....}
-Oye, cariño.-
-Dime, Haku.-
-¿Cuanto crees que dure nuestro amor?.- El albino apretó el cuerpo del más esbelto contra el suyo.
-creo que nuestro amor va a ir más allá de la muerte.- respondió con franqueza descansando su cabeza contra el pequeño del castaño.
Haku se limitó a sonreír como ya era costumbre con el albino.
Más y más días, incluso algunos meses pasaron, la pareja estaba por demás feliz, y entonces fue cuando algo se atravesó de repente, la salud de kimimaro había empezado a deteriorarse espontáneamente, ya no podía ni salir de la habitación, con dificultad podía ponerse en pié, los médicos no había encontrado algún tratamiento que frenará como mínimo la velocidad con la que la enfermedad avanzaba, el pobre Haku no daba crédito a su maldito destino, se había enamorado perdidamente y ahora sentía que lo perdería todo en un parpadeo.
- Cariño... No puedes dejarme ... Te necesito mucho, no quiero volver a estar sólo, no puedo... Te lo suplico ~ ... Ponte bien, ¿Si?, Quiero que nos casemos, dijiste que me harías tú esposo ... - kimimaro se limitó a cerrar los ojos y bajar la cabeza, quería con todas sus fuerzas ponerse bien pero sabía que no era posible... Recién el médico había hablado con él, su única opción era terminar con su vida de una forma pacífica, ya no sentiría todo ese dolor y cansancio, pero se había negado rotundamente, no podía hacerle algo semejante al único hombre que lo había amado en su corta vida, ambos contaban con apenas 17 años.
- casemonos ahora.- apenas pudo pronunciar aquello y comenzó a toser como desquiciado. -¿Si?, Se mi esposo Haku, amor.- la tos cedio y él había guardado silencio luego de aquello, le costaba incluso respirar así que no debía hablar demasiado.
-¿Hablas enserio?.- sus ojos se inundaron al escucharle, claramente quería ser su esposo pero estaba consciente de que como mucho tendrían un par de días más, la enfermedad era terminal y no había nada que hacer. -hagamozlo.- se aferró al deteriorado cuerpo de novio mientras lloraba amargamente.
No era justo, ambos habían sufrido ya bastante en su niñez, todo parecía un mal sueño pero desafortunadamente era tan real como ellos mismos y los sentimientos que ambos albergaba en lo más profundo de su ser.
Los preparativos fueron hechos ese mismo día, ambos se casarían antes de la puesta de sol, parecía imposible de creer, el ambiente era tan armonioso, el jardín estaba perfectamente ordenado, había arreglos florales por todas partes, no había más invitados que ellos mismos, el juez esperaba pacientemente, algunos subordinados del albino les serviría como testigos, se lo debían.
Kimimaro vestía un reluciente esmoquin negro, estaba sentado con su respirador y el oxígeno a un costado, Haku por su parte llevaba un traje en color blanco y su cabellera atada en una coleta, suplico al Albino que no se levantará de la cama pero él así quería hacerlo y el castaño no podía hacer más que complacerlo como un último favor.
La ceremonia transcurrió con normalidad, hubo algunos instantes donde el albino pareció desfallecer pero no había nada que quisiera más que desposarse con su amado Haku y así lo hizo, después de eso inmediatamente lo llevaron a su cama donde su ahora esposo cuido toda la noche de él.
Dos días después kimimaro fallece no sin antes entregarle una carta al castaño, con todo el sufrimiento que había experimentado no quiso leer aquel trozo de papel hasta que había terminado de asimilar que ya no volvería a ver al segundo más grande amor de su vida.
•
•
•
Por fin rompió el sobre y se dispuso a leer la última voluntad de su esposo.
____________{♪}____________
Amor... fuiste y serás para toda la eternidad lo que más quise en vida y sin duda lo seguiré haciendo aún después de muerto.
Siento no haber tenido el valor para confersarte esto antes de marcharme, Él, tu maestro... despertó un mes después de que dejaste de visitarlo, lo primero que hizo fue preguntar por ti, moría por verte... Yo no quería perderte, creí que yo siempre estaría para protegerte y así se lo prometí, le dije que yo si podría darte la vida que tú te merecías y no una miserable como la que él te dio, que ingenuo fuí...
Sé que no merezco que me perdones pero tengo fé en que terminarás haciéndolo, tienes un corazón enorme.
Búscalo, no quiero que estés sólo, sé que sabes cómo rastrearlo, no pienses en mí, yo estaré bien, iré contigo a donde quiera que vayas.
Esta de más mencionar que todo lo que poseía ahora te pertenece solo a ti, puedes usar ese dinero para encontrarlo, no creo que esté muy lejos, lo ví espiando el día que te convertiste en mi esposo.
No te mencioné nada porque no quería que decidieras irte con él y dejarme agonizando en soledad, fuí egoísta y lo lamento... Recuérdame como alguien que te amo desde la primera vez que te vió.
Siempre tuyo...
kimimaro Kaguya.
____________{♪}____________
[Gracias por leer, espero que esta corta historia haya sido de su agrado.]
(No se pierdan el último capítulo.)