Celos
⚠️Advertencia⚠️ Hay contenido explícito, además de actitudes que no son sanas en una pareja. Pido por favor que no se romanticen este tipo de situaciones en la vida real.
Desde que Shinsou había entrado a la clase de héroes, Sero estaba de mal humor. Dado que el pelimorado había participado con Denki en las batallas de equipo contra la clase B, era con quien más se juntaba.
Los dos hablaban mucho, y Kaminari dejó de juntarse tanto con sus amigos para estar al lado de Shinsou, lo que molestaba a Sero. Al principio no fue para tanto; seguía quedando con el bakusquad y no les ignoraba. Pero a medida que pasaron las semanas la cosa fue cambiando.
Primero dejó de hablarles durante los descansos entre clase y clase, lo que tampoco les molestó mucho porque a veces su rayito era demasiado energético para todos ellos. Luego no se sentaba a comer con ellos para "no dejar solo a Shinsou ya que es nuevo". Y para rematar, les canceló todas las salidas que planeaban, ya que según él tenía que estudiar con Shinsou.
Siempre ponía la excusa de que no quería tener más clases de recuperación con Aizawa, así que todas las tardes se encerraban en el cuarto del pelimorado y no salían de allí casi hasta la hora de la cena, riendo o hablando de cualquier tema.
A ningún miembro del bakusquad le importó que Kaminari se alejase de ellos, es más, se alegraban de que se llevase tan bien con Hitoshi. Mina incluso comenzó a decir que faltaba poco para que fuesen pareja, y Kirishima estuvo de acuerdo con ella. Porque el rubio era el único que hacía sonreír a Shinsou, y eso debía ser una señal según ellos.
Sin embargo Sero no lo sentía así. Hasta la llegada de ese ojeroso él había sido el mejor amigo de Kaminari, hacían todo juntos, se contaban secretos, y le ayudaba a estudiar. Ahora el pelimorado en un abrir y cerrar de ojos le había quitado a su Pikachu, y no estaba nada contento.
-¿No lo veis? Seguro que ha utilizado su kosei con él y le obliga a dejarnos plantados.
Mina y Kirishima se miraron intentando contener la risa. Los otros cuatro miembros del squad estaban comiendo en la cafetería en una mesa no muy alejada de la de Denki y Shinsou. Sero los había obligado a quedarse allí y no paraba de criticar a la pareja, que hablaba animadamente.
El chico del kosei de cintas siguió quejándose, hasta que la bomba explotó. Y no, no me refiero a una bomba literal, sino a un rubio que estaba hasta las narices del pelinegro.
-¡Ya deja de quejarte maldito cara plana! ¡Si tanto te gusta el Pikachu ve y secuéstralo para declararle tus putos sentimientos!
Toda la cafetería quedó en silencio durante unos minutos, observando a los cuatro chicos, de los cuales tres se encontraban en shock. Sin importarle haber expuesto a su amigo, Katsuki se fue agarrando a Kirishima y arrastrándolo fuera de la cafetería.
Sero y Mina se quedaron allí, siendo analizados por prácticamente toda la U.A., incluidos Kaminari y Shinsou, el primero con un leve sonrojo en sus mejillas.
-Pst, Sero. ¿Nos vamos?
Él asintió, y salieron de la cafetería. Cuando ya estaba en la salida, Sero se giró y vio a Denki abrazar a Shinsou. Ese pequeño acto por parte del pequeño rubio le provocó un revoltijo en su interior. Tenía ganas de quitar a la copia de Aizawa de en medio y quedarse a Kaminari para él solo.
No fue al resto de las clases y se encerró en su habitación, que quedaba al lado de la del rubio. A las pocas horas le escuchó en el pasillo. Abrió la puerta encontrándolo, obviamente, con cierto chico. Les miró con el ceño fruncido, extrañando a los dos.
-Sero, ¿ocurre algo?-Kaminari le preguntó algo preocupado.
Sin hacer caso a su pregunta, Sero se acercó y tomó a Denki por el antebrazo.
-Si no te importa, te robaré al pequeño rayito por un rato.
Sin esperar respuesta, se llevó al rubio ante la divertida mirada de Shinsou. Sero empujó a Kaminari dentro de su habitación y cerró la puerta con pestillo.
-¡¿Qué acabas de hacer Sero?! ¡Hitoshi y yo íbamos a estudiar juntos!
-¿Desde cuándo le llamas por su nombre? ¿Tanta confianza tenéis en tan poco tiempo?-Dijo mirándole a los ojos.
El tono que usó más la mirada que le dirigía provocó en Denki un escalofrío. Retrocedió un poco al ver que Sero se acercaba a él, y acabó por chocar contra la pared. El pelinegro puso sus manos a los lados de la cabeza del rubio, atrapándolo.
-¿Sero? ¿Qué haces?
-Hacer lo que tendría que haber hecho hace semanas. Cada vez que estabas con Shinsou me daban unos celos terribles, así que ahora hazte responsable.
Cortó la poca distancia que quedaba entre los dos y le besó. Sero mordió el labio inferior del más pequeño, y al notar que abría su boca de la sorpresa introdujo su lengua rápidamente. Denki soltaba pequeños suspiros que alteraban a Sero de sobremanera.
El rubio pasó sus brazos por el cuello del pelinegro profundizando el beso, mientras el otro chico le tomó de la cintura, apretándola con fuerza. Tras unos minutos se separaron jadeando, y dejando un fino hilo de saliva entre ambos.
Sin mediar alguna palabra, volvieron a besarse, subiendo la temperatura que había en la habitación. Sero guió al otro chico hasta la cama y lo dejó debajo de él. Pasó a dar besos en su cuello mientras acariciaba su pecho por debajo de la camisa.
-O-oye, Sero, ¿Q-qué haces?
-Ya te lo dije, voy a cobrarme los celos lindo.-Le sonrió con los ojos brillando y le quitó la corbata del uniforme, usándola para atar sus manos y seguir besando su cuello, dejando alguna mordida que seguramente iba a verse al día siguiente.
El rubio en el fondo estaba disfrutando de las caricias que su amigo le repartía, aunque ya no sabía si eran amigos o no. Llevaba mucho tiempo esperando que Sero se fijase en él, pero era muy despistado, y tuvo que pedir ayuda a su nuevo amigo para al fin lograr que su crush se diese cuenta de sus estúpidos sentimientos, porque él había pasado lo mismo con Monoma.
Cuando Hanta dio una mordida más profunda no pudo evitar soltar un gemido más audible que los anteriores, cubriendo su boca avergonzado, jamás había hecho ese tipo de sonido. No es que fuese inocente ni nada, pero nunca había hecho eso con nadie porque no había tenido pareja, así que no estaba para nada experimentado en esas cosas.
-Ni se te ocurra callarte Denki, quiero escuchar todos los sonidos que salgan de tu boca.-El pelinegro quitó la mano del rubio y volvió a besarle en los labios desabrochando los molestos botones de la camisa del uniforme.
Kaminari se dejó hacer, notando de pronto que solo estaba con el bóxer y con la camisa desabrochada, dejando ver todas las mordidas y chupetones que le había dejado el pelinegro. Sero estaba satisfecho con la vista que le daba el rubio, y pegó su miembro cubierto con la ropa a la entrada de Denki.
-No es justo que solo yo esté desnudo Hanta...
-Parece que alguien quiere verme desnudo, qué travieso eres Denki.-Rio pero acabó obedeciéndole, sacándose la camisa y el pantalón, quedando en igualdad de condiciones.- ¿Así mejor?-Alzó una ceja sonriendo de lado, mientras acariciaba su cintura.
Kaminari asintió comiéndose con la mirada a Sero. Éste quitó la última prenda en Denki y abrió un cajón de su mesita de noche, sacando un bote de lubricante.
-Iré despacio, ¿vale?-El otro asintió, y se relajó mientras veía como Sero echaba el líquido en sus dedos, llevando uno a su entrada.
Lo introdujo lentamente, escuchando un suspiro ahogado por parte de Denki. Trató de no excitarse más al ver su cara sonrojada, y se concentró en comenzar a dilatar su entrada. Cuando sintió que ya se movía con facilidad metió el segundo, haciendo tijeras.
Escuchaba a Kaminari gemir suavemente; al principio por el dolor porque no era agradable la primera vez, pero luego disfrutando la sensación de los dedos de Sero en su interior. Cuando sintió que ya estaba abierto y que no le dolía metió el tercer dedo simulando embestidas. Verle en ese estado, y que fuese él quien provocase ese tipo de sensaciones en el chico, le alegraba y excitaba al mismo tiempo.
-Kami, no aguanto más, necesito meterlo.
-Ha-hazlo...-dijo con un hilo de voz el menor, abriendo ligeramente los ojos y mirándole.
Sero cogió rápido un condón, poniéndoselo y acercando a la entrada del rubio su erección, metiéndola de golpe y sacando un grito ahogado a Kaminari, que agarró las sábanas por el dolor.
-Hanta duele, dios eres un bruto pensé que lo harías lento.-Entrecerró los ojos dolorido, mirando al mencionado.
-Lo siento no pude contenerme.- El interior de Kaminari estaba apretado, así que comenzó a moverse, tomando al rubio de la cadera. Denki se sentía incómodo, le dolía aún y le molestaba su entrada al ser virgen.
Tras unos minutos por suerte el dolor se redujo. Se iba sintiendo mejor, así que soltó las sábanas, comenzando a moverse también buscando más contacto. Sero notó eso, así que fue aumentando el ritmo de las embestidas, llegando al punto dulce de Denki, notándolo por el jadeo de placer que dio en ese momento. Sonrió volviendo a embestir de la misma forma, y continuó así.
A los pocos minutos notó que Kaminari buscaba soltar sus muñecas así que le embistió de manera profunda, evitando que se desatase. Sacó su miembro y le dio la vuelta, poniéndolo a cuatro.
-No te dije que podías soltarte cariño.-Le susurró en el oído, escuchando cómo el más bajo se estremecía.
Volvió a meter su miembro, comenzando a moverse de inmediato y perdiéndose en los gemidos y jadeos que liberaba Kaminari contra la almohada. Los empujes eran rápidos, y por como había entrado al comienzo estaba seguro de que Denki le reñiría por la mañana, tal vez incluso termine con una descarga eléctrica, pero sin duda valdría la pena con tener a su pequeño y adorable rubio de vuelta en esta forma, sólo para él. Iba a dejar su marca en cada parte de piel del rubio, para que todos supiesen quién era el único que podía tocar a ese chico.
Fue sacado de ese placer por un jadeo entrecortado de Denki, y notó que el rubio estaba a punto de correrse. Sonrió de lado, y llevó una de sus manos al miembro del rubio, masturbándolo, y haciendo las penetraciones más profundas.
Tras unas embestidas más, el rubio se corrió por completo. Sero soltó un gruñido al notar como Denki le apretaba más, y se corrió también, relajando su respiración. Esperó unos segundos para salir del interior de Kaminari y darle la vuelta.
Se miraron a los ojos y Sero le dio otro beso en los labios, pero más tranquilo. Se separaron y el pelinegro le quitó la corbata de las muñecas para que el chico pudiese limpiarse mientras tiraba el condón. Volvió a la cama y abrazó a Denki por la cintura, quedándose dormido completamente.
A la mañana siguiente Sero despertó, pero gruñó al no sentir el cuerpecito de su Pikachu. Se sentó en la cama y vio que tenía una nota al lado de su lamparita de noche.
"Tenía que ir a cambiarme y a ducharme, nos vemos en clase"
Tenía un pequeño rayito dibujado al lado y eso le hizo sonreír. Se levantó y se duchó tranquilamente, se puso el uniforme y cogió su mochila saliendo de su habitación para ir a clase y poder ver a su lindo rubio.
Pero cuando llegó de nuevo estaba Shinsou junto a su pequeño Pikachu, y de nuevo sus celos volvieron. Sin embargo, se acercó a ellos con una sonrisa totalmente falsa y tomó a Kaminari de la cintura, besándole frente a toda la clase.
-Hola precioso, buenos días.
-B-buenos días Hanta.-Denki le saludó sonrojado, sonriendo.
-Bueno, parece que por fin todo acabó. Si me disculpáis iré con Monoma, le tengo que compensar el tiempo perdido después de todo.-Se levantó riendo de su asiento y salió del aula, dejando algo confundido al pelinegro.
-¿A qué se refiere?-Miró a Kaminari buscando respuestas, y el chico negó suspirando.
-Shin me ayudaba a darte celos. Eres un ciego Sero Hanta.
-Hmp, pero ahora eres solo mío rayito.
-Sí, sí, solo tuyo.-Le dio un beso en los labios y se sentó en su sitio.
Sero asintió, la verdad es que tendría que agradecerle a la ojerosa copia de Aizawa el que le hubiese ayudado a darse cuenta de que quería a ese lindo idiota.