Cuando sus labios se apartaron de los míos, toda la angustia que me abarcaba se disipó. Abro los ojos y me siento completa. Todas las piezas que se han perdido desde esa noche llena de acontecimientos parecen haber desaparecido. Admito que este secreto me ayudó. Finalmente, después de varios años de estar aterrorizada, casi me siento bien. Los toques de dolor que me quedan no me preocupan porque tengo la esperanza de que algún día desaparecerán - con la ayuda de Theo, por supuesto.
Sonrío. Es una sonrisa pequeña, nadie se merece este momento tan especial. El también sonríe, pero con un toque de tristeza. De repente obtengo la sensación de que el me besó solamente para distraerme del dolor. Pero antes de que ese pensamiento pueda introducirse por completo en mi mente, nuestros labios se conectan una vez más.
Este no es el tímido primer beso, es el segundo lleno de sed y ansiedad. Todo lo que quisimos decir pero no pudimos está expresado con la conexión de dos labios.
Mis brazos se envuelven alrededor de su cuello, cerrando casi todo el espacio posible entre nuestros cuerpos expuestos. Seguimos en nuestros trajes de baño de cuando me desmayé. Su brazo se atrapa mi piel, aferrándose a esta mientras nuestro beso continúa profundizándose.
He soñado con besar a Theo. Imaginé como se sentirían sus labios.
A veces cuando hablaba, miraba sus labios, tratando de pensar en que sería si se encontraran con los míos.
Ninguno de mis sueños se compara. Sus besos son perfectos. Los movimientos de su lengua son precisos. Sus labios son suaves y acogedores. La sensación de su cuerpo contra el mío es maravillosa.
Finalmente decidimos separarnos. Nuestras respiraciones son irregulares, pero de alguna manera están en el mismo patrón. La sincronía es increíble.
Cuando habla su voz tambalea, aún recuperándose de nuestro poderoso momento. -Haley.- Es todo lo que dice.
-Por favor, dime que eso no fue un accidente,- le respondo.
La linea de sus labios se dobla hacia arriba formando una brillante sonrisa. -Eso no fue un accidente. Te lo prometo.
También lo debió haber sentido. El tuvo que haberlo sentido. Algo de ese beso encendió una conversación. Ese sentimiento que una vez probó estar en mí, ahora esta burbujeando, cada vez más alto. El tacto de su piel ahora se siente neutral porque estoy en la misma temperatura que él. A pesar de que no hay ninguna diferencia , cada vez que lo siento, ya se trate de un dedo o de un pelo, hormigueos erupciónan. Se disparan hacia atrás y adelante como la electricidad estática. Invisible, pero visible al mismo tiempo.
-¿Qué significa esto?- susurro, apoyando mi cabeza en su torso esculpido.
-No lo se,- su voz genera eco mientras apoyo mi oreja en su pecho. Sus brazo me rodean, asegurándome.
-¿Esto siquiera significa algo?- Me trago ante la idea de mañana se convierta en otro día con los mismos silencios sin costura e inexcusables.
-Por supuesto que significa algo, no puedo entender qué significa aún,- dice.
-¿Puedo ayudar?- Digo, girando mi cabeza para mirar a sus ojos. Son tibios y suaves. Son confidentes pero aun acogedores. Son perfectos.
-¿Qué crees que significa esto?- Ahora me pregunta él.
-Ya no podemos ser sólo amigos.
-Estoy de acuerdo. Completamente. Pero Haley, no compliquemos las cosas. Tomemos esto con calma y veamos como el tiempo nos va ayudando.
Tiempo. Nunca pense que amaría que el dijera eso refiriéndose a nosotros. Eso significa futuro, significa mas duración de nuestro no-tan-simple-encuentro. Significa esperanza.
-Dejémoslo así,- dice antes de besarme dulcemente. Es algo más que un beso, pero aún así, sigue siendo perfecto.
-Suena como una buena idea para mí.
Con eso, vuelvo a apoyar mi cabeza en su pecho. El sonido de su respiración calma mis latidos acelerados por la adrenalina. Muy pronto me encuentro a la deriva, cada vez más lejos de la oscuridad. Arrollada por los latidos de su corazón.