Lo que despertó a Calum al día siguiente fue el sonido de su teléfono explotando con mensajes de su novio.
Novio. La palabra le daba un conquilleo en el estómago y un sentimiento que se describiría con-- con... Muchas letritas juntas y un corazón al final.
Tomó su teléfono a ciegas y lo desbloqueó, leyendo lo que decía la brillante y táctil pantalla.
Siete mensajes nuevos.
lukey: cALUM
lukey: omg
lukey: encontré a la cosita más adorable del univeRSO
lukey: ¡nueva imagen adjunta!
lukey: awwwe :-(
lukey: oops eso es lo que comí ayer
lukey: oh bueno lo verás cuando llegue a casa. te quiero, novio
Calum frunció el ceño, sus facciones demostrando el sueño que tenía. La cama se sentía un poco fría porque Luke ya no estaba a su lado, pero el rubio había dejado a su pingüino de peluche para que no se sintiera solo.
Es tan tierno.
Calum forzó su cuerpo a sentarse lentamente, provocando que sus articulaciones sonaran, algo entumidas. El chico hizo una pequeña mueca que automáticamente se transformó en una sonrisa al re-leer el último mensaje. "Te quiero, novio."
Luke, por otro lado, se encontraba a unas calles de su casa, con un pequeño gatito de color entre naranja y amarillo con un poco de blanco. Adorable.
Cuando el rubio finalmente llegó la casa, Calum estaba recostado en el sofá del living, abrazado al pingüino que le había dejado y con sus pequeños ojos marrones cerrados-- escondiendo el color chocolate del mundo, deleitando con su imagen, recompensando lo que no permitía ver al tener sus ojos cerrados.
Luke, enternecido, caminó lentamente hacia su novio que parecía estar dormido. Dejó al gatito en el suelo y se posó frente al moreno.
Pasó sus tibias manos por el acondicionado y suave cabello del mayor, saltando de sorpresa cuando escuchó la voz de Calum hablarle, con una voz algo ronca pero aún así increíblemente melodiosa.
— AsdfsuéltameLukey -murmuró el moreno, extendiendo sus brazos y esperando a que Luke se hundiera en ellos para acurrucarse.
Cuando el rubio no lo abrazó, frunció el ceño ligeramente y abrió los ojos, que estaban ligeramente hinchados y con un tono rojizo debido al sueño.
— Lukey -gruñó el mayor, haciendo puchero y ojos de cachorrito.
Y cuando abrió bien sus ojos, pasó su mirada por todo el suelo, y tuvo que retroceder un poco; fijándose en una pequeña criatura que yacía en el suelo.
— ¿Lukey? -preguntó el mayor, ladeando su cabeza sin saber si lo que estaba viendo era una ilusión por el sueño
— ¿Sí?
— Hay un gatito en el suelo -aclaró lo obvio, como si Luke fuese ciego o algo parecido y no pudiese ver al gatito que los miraba de vuelta, obviamente sin tener idea de lo que pasaba.
— Lo sé -rió suavemente el rubio.
Calum se sentó en el sofá, con sus piernas cruzadas. Se inclinó un poco y tomó al gatito en sus manos cuidadosamente. Vio como el felino cerraba sus ojitos azules y su oreja derecha se inclinaba hacia adelante.- ¿Y sólo lo viste y dijiste "Oh, lo llevaré a casa y cuidaré de él"? -preguntó Calum, acariciando la cabeza del gato, encontrando la situación algo graciosa.
— En realidad, lo que pensé fue algo como... -después de recordar atentamente cada palabra que había pasado por su mente hace básicamente minutos atrás, y ponerlos en una oración que no pareciese un idiota, dijo-. "El gatito es muy tierno, oh mi Dios, ¡podría ser como un hijo para Calum y para mí! Lo llevaré" y lo tomé.
Calum sonrió.
Y Luke pensaba que era la sonrisa más hermosa del mundo.
Había una gran posibilidad de que lo fuera.
— Puede ser como un hijo nuestro -concordó el moreno, acariciando el suave cabello de su nueva mascota-- no, nuevo hijo.
—.
Los chicos estaban en otra entrevista, los cuatro algo cansados y con unas ganas inmensas de volver a su casa a descansar. Últimamente todo era demasiado. Conciertos, entrevistas, conocer a fans, más entrevistas y (tal vez) un vuelo a otro lugar del mundo. Amaban estar cumpliendo su sueño, pero a veces sólo querían descansar.
— Así que... ¡Ha habido mucho drama recurrentemente en la vida de 5 Seconds of Summer! -exclamó el entrevistador, levantando su mano libre en el aire para dar énfasis.
Inmediatamente, Calum se tensó al lado de Luke, y el rubio inmediatamente llevó su brazo alrededor de la delgada cintura de Calum.
De una manera amistosa.
Pf, claro. Amistosa.
— ¿Ah, sí? -preguntó el mayor de los cuatro chicos, Ashton, tratando de evitar el tema.
Los delgados dedos de Hemmings viajaron por la cubierta piel de Calum, tratando de calmarlo un poco para lo que obviamente venía.
— ¡Calum! ¿Qué fueron ésas fotos? Alguien cometió un pequeño error, eh -rió el señor, obviamente pensando que la situación era divertida.
Al terminar su oración, en todas las televisiones que había en el estudio, se mostró la foto de Calum, una foto algo inapropiada. Un error.
Los ojos del moreno pasaron por todas las fotos que había en el gran estudio, sus orbes cafés llenándose de lágrimas. Haciéndolo ver pequeño y como un cachorrito en la lluvia que había sido pateado.
El rubio notó aquello y deseó poder abrazarlo y besarlo con todas sus fuerzas, alejando cualquier inseguridad o cualquier tristeza.
Nadie dijo nada, más bien, Calum no escuchaba nada; voces bloqueaban sus sentidos y hacían más prominente el nudo en su estómago y garganta.
Y de pronto una cálida mano jalaba de la suya y lo sacaba de ése repugnante estudio, llevándolo a la camioneta que los llevaría a su casa.
Cuando ya habían llegado, Calum rompió en un desastre de palabras incoherentes, sollozos y muchas lágrimas. Era una escena totalmente triste y lograba que el corazón de Luke se rompiera cada vez más.
— Sh... Ay, bebé... Ven aquí -Luke abrió sus brazos, permitiéndole a Calum esconderse entre ellos y abrazarlo muy fuerte.
Triste, asustado.
Los sollozos del moreno era el único sonido que retumbaba en las cuatro paredes de la habitación, pero pronto también se escuchaban las dulces palabras que el chico de ojos azules le susurraba a su novio.
— Fue un pequeño error, Cal... Está bien. No importa lo que ellos piensen, ¿sí? Está bien... Todo está bien -murmuró, ahora, contra el suave cabello de Calum.
— P-pero... Todo-os se... Se bur-burlan de mí... Y me duele, Luke. S-soy un hu-umano y... -se interrumpió a sí mismo con otro sollozo, sabiendo que no iba a poder completar la oración. Así que Luke lo hizo por él.
— Y cometes errores, y está bien. No tienes por qué estar triste... Hey, mírame -cuando no lo hizo, llevó su dedo índice y el medio a su mandíbula, levantando su cabeza con delicadeza y mucha suavidad-. Cal, no llores... Sh, sh...
Y aunque no logró que las lágrimas pararan, los sollozos se habían disminuido a pequeños hipidos y no se veía tan-- tan vulnerable y triste.
Luke atrapó sus labios en un inocente beso, logrando calmarlo aún más con la calidez de sus labios y el amor que irradiaban.
Los dedos de Luke acariciaron todo el camino desde su cabello hasta su cintura, donde dio un pequeño apretón que provocó una risita de Calum.
Cuando se separaron, lo único que pasó por la mente de Luke para reconfortar a su novio, fue darle muchos besos por todo su rostro para sacarle una sonrisa-- por lo menos.
Y obviamente lo logró.
— Eres tan hermoso -murmuró contra los rellenos labios del mayor, recorriendo la suave piel con sus finos labios, enviando golpes de electricidad en todos lados.
Calum sonrió nuevamente, sus mejillas enrojeciendo notablemente y haciéndolo ver aún más adorable de lo que ya era.
De pronto se escucharon unos aplausos y un llanto falso, creado por Ashton.
Luke alzó una ceja, observando a su mejor amigo limpiar falsas lágrimas debajo de sus ojos, y fingiendo algunos sollozos más.
— ¡Eso fue hermoso! -gritó prácticamente, aún aplaudiendo.
Y los otros tres lo miraron como si tuviera tres cabezas.
— ¿Qué? -preguntó el ruloso, pasando su mirada por la habitación.
—.
— ¿Cómo te sientes? -murmuró un Luke medio-dormido, abrazando por la cintura a Calum, preparándose para dormir un poco.
— Mucho mejor -contestó el mayor, sinceridad clara en su voz y una sonrisa en su rostro.
— Me alegro mucho, amor mío... -dijo en un tono de voz bajo y arrastrado, reconociendo los síntomas del sueño afectando su sistema.
Hubo un silencio largo, reconfortante. Calum podía sentir los rápidos latidos del corazón de Luke contra su ancha espalda.
— Lukey, ¿vas a dormir ya? -preguntó el moreno, sintiendo un pequeño peso en su pierna. Y cuando miró hacia ésta, estaba su nuevo hijo ahí.
— Sólo una pequeña siesta, mhm... -confirmó en un murmuro, asintiendo con su cabeza.
Y después de unos minutos, el moreno podía escuchar los pequeños y apenas audibles ronquidos del menor, y podía escuchar algunas cosas que murmuraba en su sueño.
— Te quiero, Calum -fue una de aquellas frases, arrancando una sonrisa en los labios de el chico despierto.
— Yo te quiero más -fue su respuesta.
Y así fue como, en los brazos del otro, cayeron dormidos. Con una preocupación más en sus cabezas, pero se iba yendo lentamente hasta desaparecer en la distancia.
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♡ Sigue sin convencerme, pero es la tercera vez que lo escribo y no quería hacerlos esperar.
Aw, Calum triste es igual a Natalia triste.
Gracias por todos los votos y comentarios, los amo mucho. ♡