Extraños «MinKey»

_HannaStar_

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A los ojos del público, eran indiferentes, se desconocían y hasta pasaban el uno del otro pero en la soledad... Еще

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Diez
Once
Doce
Trece
Catorce
Quince
Dieciséis
Diecisiete
Dieciocho
Diecinueve

Veinte

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Una semana después de aquel incidente, MinHo y KiBum se mudaron al hogar del rubio, el que pertenecía a sus padres y en el cual ahora crecerían sus hijos. JongHyun fue participe de la mudanza puesto que pese a no ser amigo íntimo, se sentía en confianza con la pareja, KiBum por su parte se encontraba relajado, después de haber sido dado de alta sin problema alguno pudo respirar y decirle adiós a la tensión, solo restaba el que se desvanecieran con el tiempo los golpes que opacaban su mejilla y por supuesto la marca de las manos de JinKi en su cuello.

Una semana en la que no supieron de JinKi ni de TaeMin, este último porque seguía de viaje y el primero porque se negaba a creer la verdad, se negaba a ver a la pareja y aunque ya había llegado un papel a sus manos en referencia a su divorcio, él seguía reacio a soltar al rubio.

—El abogado te dio la opción de un divorcio exprés dada la violencia física que sufriste —argumentó MinHo mientras leía el acuerdo de divorcio previamente escrito por el abogado—, pero también dice que puedes enfrentar cargos por adulterio y engaño respecto a YooGeun.

—Iré a hablar con JinKi. —El rubio se acostó en la espaciosa cama observando la espalda de su prometido quien yacía sentado en el borde.

—Debes estar bromeando ¿cierto?

—No —KiBum acomodó las almohadas de tal forma en que pudo apoyar la espalda en la elegante cabecera color marfil—, puedes ir conmigo, tú y yo debemos enfrentarnos a él, hacerle saber que nos amamos, no deseo seguir haciéndole daño porque en su momento me hizo feliz, así como sucedió con TaeMin, él también te hizo feliz.

—Lo sé —soltó un suspiro, rodeó la cama y tomó asiento para sujetar con suavidad las manos ajenas— es solo que jamás me había sentido tan cobarde en mi vida por tener que enfrentar la verdad.

—Somos dos cobardes, tarde o temprano debía suceder esto, es necesario acabar con esto, las personas que nos hicieron felices merecen encontrar su propia felicidad al sacarnos de sus vidas, seremos los villanos a costa de un amor que nació sin planearlo.

—Te amo KiBum —el moreno besó sus manos con parsimonia, deslizando sus belfos por la suave y lisa piel de cada dorso—, te amo tanto que no concibo un futuro sin ti.

—¿Debo tomar tus palabras como aprobación al hecho de verme con JinKi? —El rubio esbozó una sonrisa al ver que su moreno reía con suavidad.

—Hecho. Iremos juntos a ver a JinKi.

—Ese es mi hombre.

La habitación quedó reducida al silencio, los amantes se acostaron y abrazaron, KiBum logró sentirse protegido en los brazos de MinHo quien le sostuvo gran parte de la noche, solo así el rubio podía sentirse fuerte, solo con él podía sentir que su valor regresaba para hacer frente a sus acciones.

▒•••▒

JinKi abrazó amorosamente el álbum de fotos, sonrió con los ojos cerrados aun cuando estos derramaron lágrimas silenciosas de un hombre roto, en el suelo frente a él yacían los papeles del divorcio exprés que el abogado de KiBum había mandado hacía cuatro días, sin embargo él seguía sin creerlo.

Escuchó la puerta abrirse más no prestó atención ya que toda yacía concentrada en los recuerdos de una felicidad ficticia a lado de aquel ser inalcanzable; al abrir los ojos observó a KiBum al pie de la entrada al salón, JinKi sonrió con los ojos nublados debido a las lágrimas, su Bummie estaba de regreso.

—Estoy trayendo de vuelta tu recuerdo. —Musitó abrazando con fuerza el álbum.

—JinKi. —Musitó tan bajo debido al impacto de ver al ajeno en aquel deplorable estado, con el rostro cansado, las ojeras marcadas y la barba de días.

—Los momentos que me pudiste dar ahora se han ido.

La sonrisa del mayor desapareció cuando detrás de KiBum apareció MinHo quien protectoramente se apegó al rubio, fue entonces cuando bajó la vista y empezó a reír, una risa dolorosa que resonó en toda la destruida casa.

—Eres hermoso, aún si esa belleza ya no se quedará a mi lado, aun así eres hermoso Kim KiBum.

El nombrado respiró hondo al ver así al hombre que falsamente había jurado amar ante el juez, fue inevitable el sentir que sus ojos se volvían acuosos, no lo atribuyó al embarazo, aquel sentimiento floreció cargado de culpa y dolor por haber lastimado tan cruelmente a un hombre que se había entregado al amor ciegamente.

KiBum contuvo un sollozo, quiso irse de su antiguo hogar, quiso huir y ser un fugitivo porque aquello era más fácil que enfrentarse ante la realidad de un hombre devastado. Apoyándose del marco de la entrada, contempló como una obra de arte a ese ser viviente que se deshacía en risas mientras sus lágrimas fluían estampándose furiosamente contra el papel del divorcio que yacía a sus pies.

—JinKi...

—Aún si te pido que volvamos a estar juntos no lo harás ¿verdad? —musitó con la voz quebrada—, podría fingir que nada pasó y que esto fue un mal sueño, que volviste de Londres para caer en mis brazos y decirme que me amas.

—Yo...

—Pero eso es soñar demasiado porque nunca dijiste que me amabas, sería un reflejo de lo que mi corazón anhela.

—Quise decírtelo, quise ser valiente —para ese momento las lágrimas de KiBum eran limpiadas por sus manos evitando mostrar que le dolía decir la verdad—, debí detener esto pero no lo logré.

—¿Sabes que me duele más? —el mayor tomó aire, este se mezcló con un nuevo sollozo puesto que su labio inferior vibró ante el dolor que sentía su corazón—, di todo mi esfuerzo por enamorarte, te entregué lo mejor de mí, intenté ser lo más romántico posible, te llevaba a elegantes restaurantes, te compraba las cosas más caras, intentaba mantenerme siempre positivo para ti, ¿qué tiene MinHo que no tenga yo?

KiBum bajó la cabeza, avergonzado por la pregunta, por enfrentarse por primera vez ante alguien que no necesitaba decir palabras hirientes para hacerte sentir culpable puesto que todo era cierto, todo el esfuerzo del mayor se veía anulado cuando MinHo estaba cerca.

—Solo pasó.

—¿Dinero? No lo creo, tú eres incluso más adinerado que yo. ¿Belleza? Creo que sí, es más guapo que yo... dime, ¿qué tiene él?

—No lo sé JinKi, no lo sé —KiBum alzó la voz al tiempo en que avanzaba hacia el mayor—, solo pasó, él llegó un día a la casa cuando no estabas, abrí la puerta y conversamos, todo fue tan natural, tan espontaneo que no necesitó de hacer esfuerzo alguno para enamorarme.

JinKi sonrió, observó a Choi quien solo mantenía la mirada en KiBum, para el mayor no pasó desapercibido el que las manos morenas se mantuvieran unidas a la cadera y cintura ajena intentando proteger a quien en palabras de JongHyun, era el hijo no nacido. Y aquello dolió más.

—Dime algo, ¿no sentiste vergüenza de hacer pasar a YooGeun como mi hijo?

KiBum abrió asombrado los ojos, le sostuvo la mirada al mayor quedando estático.

—¿Tanto asco te daba acostarte conmigo? —Expresó dolido.

—No, no me dabas asco —el rubio giró un poco su cuerpo para mantenerse cerca de MinHo, sentía que el valor se iba de su cuerpo—, pero no te amaba y sin amor no deseaba traer al mundo a un niño no amado por mí.

—Supongo que tienes razón —lentamente la mirada se deslizó hacia MinHo—, ¿por eso TaeMin jamás pudo embarazarse?

Choi observó al mayor, se sostuvieron la mirada hasta que finalmente el moreno mostró vergüenza.

—Sí. —Confesó.

—¿Qué pasó contigo MinHo? Te casaste antes que yo, te veía enamorado de mi hermano ¿por qué herirlo en su más grande deseo? ¿por qué negarle la felicidad de tener un hijo?

—Porque aunque quise a TaeMin al conocer a KiBum supe que lo nuestro era más fuerte, no deseaba nada que me atara a tu hermano.

—¿Nunca te sentiste culpable? —el mayor habló cada vez más tranquilo, olvidando las lágrimas pero sin dejar ese rastro de tristeza.

—No.

—¿No?

—Cuando KiBum me dijo que esperaba un hijo mío, todo amor que sentía por TaeMin se eliminó por completo.

—Así que... me negaste por años la dicha de un hijo solo por estar con KiBum —la voz del menor sorprendió a la pareja, quien se giró para ver en la entrada a un falsamente sonriente TaeMin—, que bien jugaron con nosotros dos al fingir que se odiaban.

El recién llegado avanzó cauteloso hasta tomar asiento a lado de su hermano, su rostro se mantenía relajado a la espera de seguir oyendo más sobre la verdad.

—Supongo que su falso odio era recompensado después, ¿no? —el menor posó la vista en las manos del moreno quien se aferraba al cuerpo de KiBum, tras esbozar una sonrisa no pudo evitar bajar la cabeza—, nunca me sujetaste así, aun cuando te insinuaba el que me abrazaras de tal forma, tú nunca lo hiciste.

—Lo siento. —Se atrevió a decir.

—¿Sabes? —tras tomar una bocanada de aire se recompuso y se enfrentó al alto, esta vez en sus ojos había indicios de lágrimas—, por muchas noches me puse a llorar en silencio, por muchos días contemplaba tu distanciamiento, primero fueron días, te encerrabas en tu mundo para dedicarme algunas palabras, después fueron semanas donde tu presencia comenzó a marchitarse de la casa, luego siguieron los meses y finalmente los años, donde te mostrabas más lejos de mí, lejos de todo.

MinHo observó al menor, quien de un momento a otro calló verbalmente para dar paso a un llanto doloroso, tanto que se refugió en los brazos de su hermano mayor quien le abrazó protectoramente, tanto él como KiBum eran participes de ser los villanos crueles que habían destruido a dos hermanos sin necesidad de golpes o una declaración de guerra.

—Por años rogaba al cielo que escuchara mis plegarias —TaeMin alzó la voz entrecortada—, por años le pedí a Dios que me volvieras a amar de la misma forma que lo hacías cuando éramos novios, lloré días y noches tu ausencia, lloraba por no hacerte feliz, me encerré en un mundo donde solo deseaba embarazarme para hacerte feliz, fui ignorante de las miradas que le dedicabas a KiBum cuando este hablaba por teléfono o yacía a lado de mi hermano porque de todas las personas traidoras de quien menos lo esperé fue de ti. ¡Te odio!

MinHo se mantuvo callado, no podía exigirle ni decir nada, deseaba que el menor sacara todo el coraje que se merecía.

—¡Los odio a los dos! —se alejó de su hermano para levantarse y acercarse a los dos, su objetivo era KiBum puesto que alzó la mano dispuesto a abofetearlo pero MinHo se interpuso y fue él quien recibió el impacto— ¡Los odio! ¡Te odio KiBum por quitarme lo que más amaba! ¡Te odio! ¡No defiendas a este ser sin sentimientos MinHo! ¡No lo hagas! —Golpeó su pecho repetidas veces intentando sacar el coraje.

MinHo se volvió una barrera cuando KiBum se escondió tras de él, las manos del rubio instintivamente protegieron su vientre mientras aguantaba recelosamente el que sus lágrimas cayeran por todo el caos que habían generado.

—Por favor Minnie, golpéame a mí, a él no.

—¡Quítate! —gruñó el menor— ¡KiBum fue quien te sedujo! ¡Yo lo sé!

Antes de que el menor fuese capaz de golpear al rubio, JinKi lo sujetó de la cintura para retornarlo al sofá donde lo sentó, haciendo uso de ser el hermano mayor tomó asiento a su lado y lo abrazó.

—No lo hagas TaeMin.

—¿Por qué KiBum? —gritó para ser escuchado— ¿por qué de todos los hombres te fijaste en el que amaba?

—Solo sucedió. —Musitó el rubio.

—¿Por qué me arrebataste la felicidad? ¿Qué hicimos nosotros para merecer tal traición?

—Cometimos errores, actuamos sin pensar —empezó MinHo sin dejar de proteger al rubio—, pero pasó, KiBum me mostró una faceta diferente, me enseñó que las apariencias engañan, me mostró un lado suyo que nadie conocía y me enamoré.

—A costa de nuestros sentimientos.

—TaeMin en verdad lo siento.

—Tu sentir no ayuda en nada —las lágrimas eran derramadas cargadas de coraje—, te entregué mi vida, mis sueños y deseos. Todo te valió solo por estar con él.

—TaeMin...

—KiBum —el menor ignoró a Choi para centrarse en el rubio—, ¿qué sentías cuando te veías a escondidas con él?

—¿Qué sientes tú? —cuestionó el rubio con suavidad.

—¿Qué siento yo? ¿De qué hablas?

—Sé que tienes un amante —el rubio expresó observando como JinKi fijaba la mirada en su hermano menor—, ¿qué sientes tú al verte a escondidas con él?

—¡Es una mentira!

—TaeMin, no hagas las cosas más complicadas —empezó MinHo—, ambos cometimos adulterio, no soy nadie para juzgarte pero estamos siendo sinceros, no ocultes la verdad.

—¡No tengo ningún amante!

—TaeMin, sé sincero —JinKi suspiró al ver la mirada furiosa de su hermano sobre él—, MinHo lo fue, ¿acaso él no debe saber la verdad?

—¿Sabes lo que sentí? —el menor frunció el ceño, observando directamente a KiBum—, me sentí libre y amado, sentí que mi vida volvía a valer la pena aun sabiendo que era algo clandestino. ¿Así te sentías tú?

—No —el rubio esbozó una sonrisa—, solo me sentía amado y con el sueño de ser feliz, porque mi libertad se limitaba a solo unas horas. ¡Lamento haberte arrebatado a MinHo!

—Olvídalo —gruñó despectivo—, los odio a ambos por haberme hecho infeliz.

—Acepto tu odio, no hay excusa ni pienso persuadir un perdón, solo pido que con esto le otorgues el divorcio a MinHo para que seas feliz a lado del hombre que amas.

—Lo dices tan fácil, como si en verdad todo fuese un cuento de hadas.

—No, no lo es pero deseo que esto acabe, quiero ser libre, quiero que mis hijos crezcan a lado de su padre.

La mirada de TaeMin viajó al instante hacia el abdomen de KiBum, quien mantenía las manos sobre esa zona, aquello dolió más. La sonrisa de total perdida apareció en ese momento.

—¡Ah, serán padres! Lo que yo jamás pude darle, un hijo.

—TaeMin...

—Y ahora que se revela la verdad finalmente puedo decir que acudí al doctor y me ha revelado que sí puedo tener hijos ¿alguien puede explicarme por qué razón no ocurrió nada en mi matrimonio? —Su vista se enfocó en Choi.

—Lo siento, necesitaba asegurarme de no tener ningún vínculo contigo. TaeMin, en verdad lo siento.

El mencionado se acercó al moreno, le propinó otra bofetada que el contrario silenciosamente aceptó por haber cometido tan cruel acto. Seguidamente el menor se detuvo frente a KiBum y negó.

—Por primera vez empatizo en algo contigo, ¿cómo te sentiste cuando descubriste que estabas esperando un hijo del hombre que amabas pero estabas casado con alguien más?

—Yo...

—Estoy esperando un hijo de JongIn —el silencio reinó unos segundos antes de que TaeMin comenzara a reír con lágrimas de felicidad en los ojos—, estoy esperando un hijo del hombre que amo.

KiBum se abrazó del brazo moreno esperando alguna otra reacción, un golpe cargado de odio por parte de TaeMin o de nuevo un ataque por parte de JinKi quien se mantenía sereno y alejado del trío en el sofá.

—Te digo adiós MinHo —el menor esbozó una sonrisa—, ambos cometimos errores, yo por rogar tu amor y tú por enamorarte de alguien prohibido, te sigo odiando por lo que nos hiciste, te detesto por haberme engañado y hacerme creer que el problema era yo pero en algo te doy la razón, los extraños se vuelven algo indispensable en tu vida.

—TaeMin, solo quiero decirte que el tiempo que pasé contigo antes de KiBum fui feliz a tu lado.

—Lo sé, también lo fui pero esto acabó, hemos llegado al final, no estábamos destinados —tras un suave encogimiento de hombros se alejó de la pareja—, KiBum, espero que tu hijo nazca sano, el odio va contra ti, no contra ese ser que aún no nace, me enseñaste que la indiferencia puede volverse un arma filosa pero no te culpo, creo que todos quisiéramos un Choi MinHo en nuestras vidas, aún si duele cuando te lo quitan.

—Lo siento TaeMin —se disculpó el rubio—, en verdad lo siento.

—¡Basta de pedir perdón! —negó tomando asiento de nueva cuenta—, basta de sentirse avergonzados de su amor, sucedió, nos engañaron y lastimaron pero creo que lo mejor es seguir adelante, dejarlos libres, aún si eso duele.

—El dolor pasa. —Mencionó MinHo.

—KiBum —JinKi se atrevió a hablar, dubitativo por lo que diría—, ¿en verdad amas a MinHo?

—Lo hago. —Sinceró sonriente.

—Supongo que después de todo nunca fui alguien digno para ser amado.

—Te equivocas JinKi, hay alguien que espera por ti, hay alguien que será digno de tu amor y volvió solo con el propósito de enseñarte que hay ciclos dolorosos que se cierran pero uno nuevo se abre a la espera de que descubras lo que hay.

—No, no lo creo —negó sintiendo la miseria recorrer su ser—, nadie me ama, ni creo amar con la misma intensidad que lo hice contigo.

—Cuando te des cuenta de la verdad, comprenderás que detrás de toda esta verdad hay un héroe que acudió para salvarte a ti y a mí.

JinKi frunció el ceño con curiosidad, observó desconfiado a KiBum quien se separó de MinHo solo un poco para caminar hacia la salida. Después de todo aquél era el adiós.

—Cuídate. —Susurró sintiendo que su mundo se venía debajo de nuevo al ver como las manos de aquella radiante pareja se unían amorosamente para retirarse del hogar— ¡Sé feliz!

Y volvió a llorar siendo ahora consolado por su hermano menor, aquél que sin dudarlo lo retuvo entre sus brazos demostrando el apoyo que tanto necesitaba porque una vida sin KiBum era monotonía, era blanco y negro, debía acostumbrarse a lidiar con ello el resto de su vida ahora que había aceptado finalmente la verdad.

Los hermanos quedaron unidos por un abrazo, habían sido destrozados por una pareja que se había marchado tomada de la mano, aun cuando su felicidad fuese dolorosa para los demás, solo necesitaban tiempo.

▒•••▒

—¡Papá! —el grito de un niño de casi cuatro años fue lo suficientemente alto como para causar un perceptible eco en la tienda de ropa— ¡papá!

—Dios, que pulmones tiene este niño. —MinHo se acercó a su hijo para cargarlo, sonrió al ver a su ahora esposo caminar hacia él con un pronunciado vientre.

—Solo está feliz de verte.

—¿Por cuánto tiempo hemos estado separados? —Preguntó el alto a su hijo quien solo rió y lo abrazó por el cuello dando un beso en su mejilla— ¡Oh, ya recordé! fueron solo diez minutos.

—¡Te quiero! —El menor sonrió dando otro beso a su padre.

—Y yo a ti.

KiBum contempló la escena desde su lugar, imaginar aquella escena era algo que en el pasado se veía como un futuro imposible, ahora era todo lo contrario puesto que sus sueños de tener una familia y ser felices se hacían realidad.

Deslizó lentamente una mano por la extensión de su vientre, aquel que guardaba recelosamente a su hijo, uno que estaba a semanas de nacer y que sin duda alguna les traía a todos en casa con la ansiedad de verlo llegar.

Habían pasado siete meses desde su separación con los hermanos Lee, aquellos meses en los cuales no se habían vuelto a ver y de los cuales desconocían sus actividades, incluso JongHyun se había mantenido ciertamente alejado por cuestiones de trabajo, aunque la realidad para KiBum fuese que el moreno estaba trabajando arduamente en conquistar a JinKi.

—¿Nos vamos? —MinHo preguntó al ver a su esposo aún entre los maniquís prontos a colocar para la nueva temporada.

—Vamos.

Con una sonrisa y desechando cualquier pensamiento, el rubio tomó la mano de su esposo, luciendo en la mano libre no solo el anillo de compromiso, también el aro matrimonial que hacía escasos cinco meses le había colocado su moreno.

Caminaron lentamente por el centro comercial, la llegada de su hijo hacía que el caminar fuese pausado en ciertos tiempos por lo que la pareja disfrutó de hablar de lo que habían hecho en sus respectivos trabajos, eran felices, se notaba y más plenos no podían ser porque finalmente eran libres de exponerse sin tener ninguna limitación.

Entre pasos y palabras, KiBum observó a lo lejos a cuatro personas demasiado conocidas, ahí a la distancia y rodeando una mesa, yacían los hermanos Lee acompañados de JongHyun y JongIn, la sonrisa radiante de TaeMin hizo a KiBum sonreír, su corazón se llenó de calidez cuando vio a JinKi sonreír al tomar de la mano a JongHyun, los cuatro lucían animados y demasiado sumidos en su propio mundo que fueron ajenos a la familia que avanzaba hacia la salida.

Los extraños terminaron enamorado, expuestos y liberados, mientras que aquellos que conocían se volvieron ajenos al mundo clandestino que habían creado, quienes estaban unidos terminaron separados y dolidos y quienes estaban alejados volvieron realidad el anhelo de ser felices.

Ahora no había temor a ser descubiertos, no existían barreras ni amores prohibidos todo había concluido de una forma no esperada pero sin complicaciones.

Aquel inicio de los extraños que se volvieron amantes y los conocidos, extraños, eso fue solo el inicio de un buen final.

Fin

07/03/19 – 07/07/19



. . . . . . . . . . 

N/A: ¡FINALMENTEEE! ¡He acabado otra historia más! *Clap clap clap* 

¿Cómo están? ¡Espero esta historia les haya gustado! Uhhh amé escribirla, la verdad, debo agradecer a las fotos que me inspiraron para escribir esto, fue algo fugaz, a veces me gusta ver imágenes, escuchar canciones o ver acciones cotidianas para imaginarme toda una historia, Extraños no fue la excepción, quería algo que no empezara como el típico matrimonio MinKey junto y sin problemas, la verdad.

¡Uh, JinKi y TaeMin sufrieron mucho pero era inevitable! 

Finalmente y como es mi costumbre recién adoptada desde hace algunos fanfics (ahora inexistentes, gracias wattpad sigues jodiendome y doliendome aún), mostré que no hay buenos ni malos, no existe un enemigo ni una victima, el amor es así, a veces lastimamos a quienes nos aman por amar a quien es prohibido, hay amores que si se realizan y otros que no.

Esta historia le sucedió a mi hermano, no tuvo un final feliz, la traición duele y más cuando viene de tus amigos más cercanos, solo que yo no quise darle un final triste ni con cruda realidad porque es fanfic y en mis fanfics siempre habrá felicidad, yupi yupi el muñeco Bummie, haha.

Espero en verdad espero que algo les haya transmitido, no lo tomen como lección, no, no, solo disfruten la lectura.

¿Más fanfics? ¿Más proyectos?

Lastimosamente, no.

¿Por qué Hanna? ¿Por qué?

He tomado dos años de descanso que realmente fue un bloqueo, sumándole a eso cuando me estaba reponiendo esta plataforma eliminó mi cuenta y con ello se fueron mis ganas de escribir, sumándole doblemente eso, plagiaron mis historias ¿saben cuanto lloré de coraje por ver mis historias en otras parejas y siendo yo acusada de la plagiadora? El fanfic que más me ha calado porque sigue siendo plagiado es Esclavo perfecto, por favor si ven ese documento en cualquier plataforma, avísenme, :c 

Mis ganas de escribir se fueron por el caño, sin embargo me propuse re publicar los fanfics que tenía aquí, a partir de ello retomaré los inconclusos y debo advertir algo, no escribiré más long fics, estoy cansada, devastada, harta del plagio pero tampoco quiero detenerme porque amo el MinKey y escasea demasiado, no quiero que esta ship muera así, ese es mi motor y claro, ustedes quienes ya reconozco a quienes me apoyan y comentan, las amo niñas, neta que sí.

Ahora, este fanfic lo dedico a lovely_minkey por años esperó que le escribiera algo, no era ciega, me daba cuenta pero yo trabajo en tantas ideas que al final ninguna me gustó y por eso demoraba, así que, bebé este es tu fanfic, disfrútalo y espero no haberte defraudado. 

¡Gracias por leer la mega nota final, gggg! No es lindo a veces porque no aportas nada, aiñs.

Siguientes fanfics:

—¿Qué soy? (Heterosexual)

—Ámame (Mitología griega)

—Saga Moon (Modificada)

—Clue (Misterio)

—Black mirror (Re subido)

¡Gracias por su apoyo, las amo y nos veremos en otro fanfic! 

Hanna Star.~~

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