Ya con la pijama puesta trate de dormir un poco, pero por más que intentaba conciliar el sueño este no llegaba a mi. Algo en la historia de Zac no estaba bien, algo por lo cual Rich no había podido decirme, algo por lo que Zac se tensaba y no me miraba a los ojos cuando le preguntaba.
Trataba de acordarme de ese tiempo, algo tan grande me tendría que acordar. Tendría que saber que mi hermano no estaba en la casa por mas de una semana por cuidar a Zac en el hospital. Pero no lograba recordar nada.
Pensé en como era mi vida hace tres años, yo estaba en secundaria. Mi hermano y los demás estaban en preparatoria. Recordaba estar en clases de baile con Jen. Solíamos pasar todo el tiempo en su casa, viendo películas y comiendo palomitas. También recuerdo que ambas teníamos novios. Los dos eran más grandes que nosotros. Ambos iban a preparatoria en nuestra escuela, eran jugadores de americano y tenían una banda. Recuerdo haber conocido a Chase después de un partido de americano. Jen había insistido en ir a ese partido para conocer a Erick. Esa noche después del partido Erick nos había invitado a la fiesta del equipo. Todo era alcohol, cigarros y jugadores de americano.
Recuerdo que Erick tenia su propio coche y todos los jueves después de la escuela nos llevaban a ver como ensayaba su banda. Jen y yo solíamos sentarnos en el porche y escucharlos. Erick era el baterista y Chase el guitarrista.
De ese año no recordaba mucho de la vida de los chicos. Recuerdo que Alex entrenaba americano como todos los años y que al igual que yo pasaba la mayor parte del tiempo en fiestas o en casa de uno de los chicos. No tenia recuerdos de Zac ese año. Y como todos los años desde el incidente de la escuela, pasaba mis veranos en un internado para niñas en Francia. Esa era la peor parte del año, tener que asistir a clases de ética en el extranjero por culpa de mi tía Lily.
-Será realmente divertido- decía la tía Lily cada vez que ella y mamá me acompañaban al aeropuerto.
No supe a que hora quede dormida, pero no podía dejar de pensar en Zac.
Al día siguiente en la escuela Jen me sentó en la banca mientras me interrogaba.
-¿Pudiste sacarle información?- me pregunto
-No- dije bostezando
-Vamos Summer, no es tan difícil hacer que un chico te diga algo y tu lo sabes-
-Me dijo que fue un accidente de motocicleta, pero algo en esa historia no parece ser del todo cierto.-
Jen empezó a hablar sobre diferentes formas para que yo supiera la verdad, pero cada vez me sentía más cansada. Los párpados me pesaban y el cuerpo se me debilitaba.
-¡Summer!- grito Jen y yo pegue un brinco. -¿Acaso escuchaste algo de lo que dije?- pregunto
Sonreí tiernamente para que ella no se enojara.
-¿Vas a venir al partido de esta noche conmigo?- pregunte mientras ella se sentaba a mi lado.
-¿Piensas que me perdería la oportunidad de ver a los chicos más guapos del otro instituto?, por supuesto que voy- dijo aplaudiendo en su lugar.
Hoy era uno de los partidos más importantes de americano para los chicos, se enfrentaban contra uno de los mejores equipos de la ciudad. Rich había estado bastante nervioso sobre este partido. Si ganaban calificarían para la final. Ese había sido el sueño de Rich; llevar a su equipo a la final y ganar siendo el capitán del equipo.
Zac había insistido en que fuera a verlos, diciendo que yo era su amuleto de la suerte. Pero como todos ellos estarían en la cancha, decidí invitar a Jen conmigo para apoyarlos a todos. Teníamos una pancarta con los números de todos. El # 69 de Rich (decía que era un ligue fantástico), el #72 de Alex, el #53 de Brent, el #8 de Marcus, el # 37 de James y el #24 de Zac. El partido sería hasta las ocho así que decidí dormir lo que restaba del día.
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ZAC Pov
No había podido dormir. Estaba nervioso, y yo nunca me pongo así por alguien. Ella me ponía la piel de punta y hacia que me sintiera diferente. Con tan solo verla sentía que yo era diferente. Una sonrisa suya te hacia sentir que todo estaba bien. Y de tocarla no debería hablar. Sus caricias y sus besos me quemaban por dentro y me hacían sentír como pequeñas descargas por todo el cuerpo. A veces me preguntaba como había logrado hacer que alguien como Summer hablara con migo. Desde pequeño me sentía así, como si fuera un honor poder estar con ella. Como si tuviera que pensar las cosas antes de decirlas para que todo fuera perfecto. Pero no tenia ni que pensar en que decir, por que con ella todo era muy natural.
Recuerdo la primera vez que me beso, ella tenía cinco años y yo siete. Ese día mi pez había muerto, y yo estaba muy triste para ir a jugar con ellos. Recuerdo estar sentado en la entrada de mi casa, con la pecera en mis manos. Todos estaban jugando con una pelota en el jardín.
-¿Qué tienes Zac?- dijo Summer mientras se sentaba junto a mi. Tenia el cabello amarrado en dos trenzas que le llegaban a los hombros, vestía con unos jeans y una blusa verde. Recuerdo que ese día sus ojos parecían mas verdes de lo normal. Siempre usaba unos tenis a juego con su blusa, y eso me encantaba de ella.
-No tengo ganas de jugar- había dicho yo.
-¿Es por la muerte de Atún?- Recuerdo que había escogido ese nombre para mi pez por que se parecía mucho al del dibujo de las latas.
Había bajado la vista a la pecera, no quería llorar, no en frente de Summer.
-Mi papá dice que esta bien que los hombres lloren, que eso no les quita lo hombre- dijo mientras chupaba una paleta, de esas circulares de muchos colores
-No voy a llorar- dije apretando los ojos para que las lágrimas no salieran.
Nos quedamos un buen tiempo en silencio hasta que Summer hablo.
-Se algo que puede hacerte sentir mejor- dijo y se acerco un poco más a mi. Ella era más pequeña que yo, su cabeza apenas y rebasaba mi hombro. Yo seguía con la cabeza hacia abajo pero cuando la sentí junto a mi mi cuerpo se tenso.
Levante la cabeza y luego me gire hacia ella. Estaba con la cabeza inclinada y sonreía mientras con sus manos sujetaba su paleta.
-¿Qué cosa me va a hacer sentir mejor?- pregunte un poco nervioso.
-Tienes que cerrar los ojos- dijo y yo los cerré
Me dió un rápido beso y mi corazón se empezó a acelerar como nunca antes.
Esuché su hermosa risa y abrí los ojos.
-Te pusiste rojo- dijo riendo y yo también me reí. No sabia de que reír pero su risa era tan encantadora que se contagiaba con facilidad.
Dio un brinquito y se puso frente a mi. -¿Vas a venir a jugar?- preguntó con su paleta en la mano.
-Voy en un momento- dije y ella salio hacia el jardín dando pequeños brinquitos.
Recuerdo como mi primer beso me sabia a dulce, por el sabor de sus labios y el de su paleta. Recuerdo haber mordido mi labio tratando de contener el beso que ella me había dado en lo mas profundo de mi.
Los chicos me había ayudado a planearlo todo, hoy seria el día que le pediría a Summer que fuera mi novia. Tenia que ser perfecto, todo lo mejor para ella. Estábamos en los casilleros preparándonos para el gran partido. Había ido a mojarme la cara para estar activo durante el partido. Revise mi celular para ver si tenia algún mensaje de Summer y luego me fui a vestir. Cuando ya estaba con el equipo puesto fui por el pasillo para asegurarme que todo estuviera en su lugar.
Rich nos llamo a todos y nos dio unas palabras de animo, todo el equipo estaba emocionado por este día, era un partido importante por el que habíamos entrenado mucho. Se podía escuchar el sonido de la gente en las tribunas, gritando y haciendo porras a nuestro equipo.
-¿Listos?- gritó Rich
-¡Listos!- gritamos todos y corrimos hacia la cancha. Rompimos el cartel de entrada y la gente estalló en gritos.
Trate de buscar a Summer entre la gente pero no la logre ver. Pude ver a su amiga en una de las primeras filas y me acerque a preguntarle.
-¿Donde esta Summer?- grite para que me lograra escuchar.
-No lo se- dijo mientras me enseñaba su celular con cinco llamadas que Summer no había contestado.
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Mi alarma sonó puntual una hora antes del partido para que me pudiera arreglar. Apague la alarma y cerré los ojos por un instante más. Cuando volví a abrir los ojos ya era de noche. Pegue un brinco. ¡YA ERA DE NOCHE! comprobé la hora y tenía solo diez minutos antes de que el partido empezara. Empecé a maldecir mientras tomaba unos jeans y el Jersey que Zac me había dado. Me quedaba enorme pero tenia su olor y su nombre en la parte de atrás. Tome mi celular mientras salia de mi casa.
-Mierda, mierda mierda- decía yo mientras veía las llamadas perdidas de Jen. Era imposible que llegara a tiempo al partido. Solo podía esperar un milagro.
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-¡Zac a la cancha!- escuche como gritaba el coach.
-Ella va a llegar- me dijo Jen mientras yo trotaba hacia el centro de la cancha.
Estaba preocupado, ¿Y si a Summer le había pasado algo? Sentí como mi corazón empezaba acelerase y mis manos empezaban a temblar.
Empezó el partido y yo corrí hacia el frente esperando el pase de Rich, pero cuando este venia hacia mi un defensa me tácelo.
-¡Zac concéntrate!- me gritaba el coach, pero mi mente solo pensaba en Summer. Gire para ver a su amiga y el lugar de Summer seguía vacío.
Volví a la linea esperando indicaciones de Rich, trataba de concentrarme, veía al jugador que tenía en frente, tenia las cejas pobladas y los ojos verdes. Verdes de un verde mas claro que el de Summer. ¡Por que todo me tenia que recordar a ella en este momento!.
Volví a fallar cuando me lanzaron el pase, esto no era nada bueno. Brent se acercó y junto nuestros cascos.
-Mírame a los ojos Zac- dijo y lo mire. -Vas a concentrarte y dejar de pensar en lo que estas pensando. Hemos estado entrenando para esto y no lo vamos a arruinar-.
Yo asentí y Brent se alejó de mi.
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-¿Summer?- dijo Jen por el teléfono.
-Si- dije yo.
-¡Donde carajos estas!- me gritó por el celular
-Me quede dormida, ya estoy a punto de llegar- dije
-Más te vale que llegues en los próximos cinco minutos por que Zac esta completamente alterado-
Mierda, mierda, mierda me decía a mi misma.
-Estoy a dos cuadras del instituto-
-¡Corre!- me gritó y supe que las cosas no estaban bien.
Llegue al instituto, la entrada estaba vacía. Habían pasado tantos años desde que había venido a este instituto. Tenia tantas memorias de este colegio, todas las bromas que habíamos hecho los chicos y yo, todas las veces que había ido por los ductos de ventilación para espiar en los diferentes salones. Las veces que nos escondíamos en el cuarto del conserje para que no nos encontraran. Sabia el camino hacia la cancha de americano. Cada vez podía escuchar mas claro el sonido de la gente gritando.
Abrí las puertas y logre ver a Jen entre la gente.
-¡Donde carajos estabas!- me dijo sacudiendo las manos.
-Ya te dije que me quede dormida-
-Pues tu novio esta sacando de quiso a todo el equipo por que van perdiendo, 14-0.-
Abrí los ojos como platos y me giré para buscar a Zac entre los jugadores. Yo lo podía ver pero el no me podía ver a mi.
-¡ZAC!- grité pero este no me miro. -¡ZAC!- volví a gritar pero había tanto ruido que no lograba escucharme. -¡Zac!- grite con las manos en la boca para que sonara mas fuerte.
Pude ver como una cabeza se levantaba en la linea horizontal que hacían los jugadores, me subí a la barda para que me pudiera ver mejor. Podía jurar que lo vi sonreír.
Se empezaron a recuperar poco a poco, para los siguientes veinte minutos el marcador había cambiado a 32-14. Cada vez que los chicos anotaban se juntaban para hacer un pequeño baile moviendo la cadera y señalando a la gente del estrado.
Zac salió corriendo esperando un pase de Rich, cuando lo atrapo salio corriendo y llego haciendo un perfecto touchdown. Hizo algún gesto con las manos y me señaló. La gente me empezó a aplaudir y yo solo sonreí.
-Significa que te dedica ese touchdown- me explico un chico a lado de mi.
-Gracias- dije un poco avergonzada de no saber eso.
El chico me miro por un momento y luego se acercó a mi. -Yo te conozco- dijo tratando de recordar quien era yo. Abrió mucho los ojos pero no dijo nada. -¿Summer?- preguntó
Yo asentí y el se dio un apequeña palmada en la boca. -No lo puedo creer,¡Estoy a lado de Summer Bennet!- grito como si fuera un famoso.
Jen nos miró confundida.
-Tengo que tomarme una fotografía contigo- dijo el chico sacando su celular. -Seré famoso con esto- dijo viendo nuestra foto.
-¿Qué tiene de especial Summer?- pregunto Jen. -Es la chica mas famosa de esta escuela, hizo la mejor broma que alguien podría haber hecho alguna vez.- Jen me miro confundida y yo baje los hombros.
El chico se quedo contándole a Jen la historia de la gran broma que había hecho yo, mientras el partido acababa. Los chicos habían ganado y toda la gente aplaudía y gritaba.
-Ahora un anuncio muy especial- dijo Rich con un micrófono en la mano. La gente empezó a guardar silencio mientras los jugadores se acomodaban en la mitad de la cancha. Hicieron una linea horizontal y se incaron con la pierna derecha apoyada hacia el frente y la izquierda en el pasto. Todos al miso tiempo se quitaron el casco y lo dejaron a un lado. Luego todos se quitaron la camisa, lo que hizo que muchas de las chicas gritaran. Me di cuenta que tenían escrito letras en sus abdómenes marcados y musculosos.
S-U-M-M-E-R Q-U-I-E-R-E-S S-E-R M-I N-O-V-I-A ? juntaban las letras. Abrí los ojos como platos y lleve mis manos a la cara. De un lado de la cancha salió Zac con un ramo de rosas y se incó a lado de los chicos.
-Que esperas, ¡Ve!- me dijo Jen
Baje a la cancha y me puse frente a Zac, esto era algo grande. Algo que me marcaría por mucho tiempo. ¿Estaba dispuesta a aceptar?-
-¿Entonces que dices?- pregunto Rich mientras me ponía el micrófono cerca.
-Yo....- dije dando un paso atrás.