— Mark, no veo nada, ¿Seguro que está todo bien? —Sus manos tocan la mesa, buscando cualquier cosa peligrosa, sus ojos están tapados con un cubre ojos afelpado con temática de oso.
— ¡Que si! No hagas trampa papá. —El pequeño lo obliga a quitar las manos de la mesa.
— Es sólo que parece que escuché la puerta abrirse, ¿No habrás dejado a un extraño entrar, verdad? —No lo alucinó, juraría que también escucha más pasos al rededor.
— Soy un niño listo papá. —El niño hace un bufido y Taeyong ríe, puede imaginarse esas grandes mejillas abultadas.
— Lo siento campeón, sólo quería asegurarme. —Cruza los brazos en espera, sabe que Mark está preparando algo por la fecha, pero le preocupa un poco con lo que pueda encontrarse al remover la obscuridad de sus ojos. Ojalá no sea un pastel de lodo como el que hizo su hijo cuando tenía 3 años.
Hay movimiento alrededor, está completamente seguro de eso, continúa preocupándose, ¿Y si Mark trajo un animal callejero a la casa? No es que estuviera mal, pero al menos debían hablar primero de eso, necesita cama y comederos y vacunas y muchas más cosas, ¿Y si está sucio y duerme sobre la ropa limpia? No es fácil remover lodo de las prendas blancas.
— ¡Listo! Ahora si, puedes mirar.
Se quita la venda con rapidez, sus ojos buscan instantáneamente un perro o gato con un moño improvisado, pero se lleva una grata sorpresa al ver un pastel con velas frente suyo, y no solo eso, tres personas lo acompañan en vez de sólo una.
— ¡Feliz cumpleaños! —Gritan los tres.
Jeno y Mark corren a abrazarlo, el hijo de Doyoung luce un poco tímido pero le entrega una caja con envoltorio de diversos colores, deseándole un feliz cumpleaños y aclarando que el regalo fue elección suya y del otro mayor. Taeyong agradece al pequeño y revuelve su cabello, Jeno es tan adorable.
— ¿En qué momento planearon esto? —Pregunta tras darle un abrazo a cada niño, Mark le coloca un gorro de fiesta y Doyoung se acerca para colocarse detrás de él y poner cada mano en sus hombros.
— ¿Te gusta? Mark me lo dijo la semana pasada, cuando estabas muy ocupado decidiendo qué sabor de helado comprar. —Le comenta el pelinegro.— Ahora pide un deseo, esto es un pastel de helado así que debes darte prisa.
— ¡Rápido! —Repiten los dos niños, quienes claramente están ansiosos por probar el postre.
Desde hacía años eran sólo el y Mark en su cumpleaños, ellos dos y el recuerdo de su madre. Tener a esos dos allí encoje su corazón, sus ojos arden un poco pero lo ignora para soplar las velas, no hace falta pedir un deseo, todo lo que él quiere está allí mismo. Doyoung se inclina y deposita un rápido beso en su mejilla.
— Feliz cumpleaños, Taeyongie. —Susurra con tanta dulzura.
El pastel el dulce, Doyoung es dulce, los niños son dulces.
La vida es dulce cuando tienes con quién compartir los momentos especiales.
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¡Feliz cumpleaños a nuestro rapero salvaje! Espero que lo esté pasando de lo más bonito y que Doyoung le de muchos besos.