Fiesta
¿Cuál es la mejor manera de declararse? Pues las hay muy diferentes, pero definitivamente no cuando estés borracho. Por desgracia, Kaminari no pudo evitarlo.
Kirishima había hecho una fiesta por su 18 cumpleaños, y había invitado a todos sus amigos. Como buenos compañeros, llevaron bebidas con alcohol ya que la mayoría eran mayores de edad ya.
Todos bailaban y disfrutaban, sobretodo el cumpleañero, pero esta historia no se centra en él, no. Nuestro protagonista es un chico rubio con un rayo negro, estudiante de literatura ese año en la universidad.
El joven había tomado más de lo que debería, y se encontraba muy borracho, para preocupación de su querido amigo Hanta Sero. El pelinegro estaba atento a que Kaminari no hiciese ninguna idiotez, mientras el rubio se divertía bailando entre la multitud, tambaleándose un poco.
Mientras le observaba preocupado con un refresco en la mano, Mina se acercó a él.
-¿No vas a tomar nada de alcohol?
-No, prefiero estar sobrio la verdad.-Negó el chico dando un sorbo a su bebida.
-Bueno, tú te lo pierdes.-La chica se sentó en el sofá a su lado bebiendo también de lo que, suponía, era Vodka.-¿Cuándo te vas a confesar a Denki? Llevas así desde el instituto, y ya estamos en el primer año de la universidad.
-No lo sé Mina.-Sero suspiró.-No creo que le interese, ni creo que le gusten los chicos. Siempre habla con Mineta de chicas lindas. Además, sólo me ve como un amigo.
-Claro, vuestra relación es de amigos, como Kirishima y Bakugo que ahora tienen que estar en la habitación de Kiri solitos.
Los dos rieron con ese comentario. Sus dos amigos habían intentado fingir durante meses que no había nada entre ellos, pero no funcionó. Se veía a simple vista que estaban enamorados, y al poco tiempo empezaron a salir.
Siguieron hablando de diversas cosas, como de la universidad. Sero había comenzado la carrera de Arte, y Mina Medicina. Hablaron de las clases y sobre los profesores. La chica le estaba contando una anécdota muy graciosa cuando Denki apareció dando brinquitos y con un evidente sonrojo en la cara.
El rubio se sentó sobre las piernas de Sero ya que no había más espacio en el sofá, y se acomodó tranquilamente sin saber el problema interno que le causaba a su amigo.
-Chicos, no veo a mi bro ni al musulmán, ¿dónde están?
Los otros dos chicos cruzaron una mirada cómplice y contuvieron la risa. Por mucho que Kaminari no quisiese admitirlo, a la hora de la verdad era demasiado inocente.
-Creo que están haciendo "cosas de amigos".-Le dijo Mina.
-Ah, como nosotros Sero.-El rubio miró a su amigo, que luchaba por no reírse. Pudo calmarse, pero no podría decirse lo mismo de la chica, que estalló en carcajadas.
Kaminari no entendía lo que pasaba, y se quedó con cara de confusión mientras Mina se desternillaba de risa al lado de Sero. Cuando al fin se calmó un poco, se levantó del sofá.
-En fin chicos, iré a buscar un ligue. ¡Recordad tener cuidado cuando hagáis cosas de amigos!
Se fue rápido de allí, perdiéndose entre la multitud, dejando a los dos solos. Ahora ya había espacio para Denki, pero él no se quitó de encima de Sero.
-Seguro que ella consigue ligar... Ah, yo no tengo tanta suerte.-Mientras hablaba, se recostó en el hombro del otro chico, que comenzaba a ponerse nervioso.
-A lo mejor ligas pero no lo sabes...
-Bueno, podría ser.-Se quedaron en silencio un momento, hasta que Denki se movió. Se levantó un poco y puso sus piernas alrededor de la cintura de Sero, quedando otra vez encima de él, pero frente a frente.- Ne, Sero, hay algo que quiero preguntarte desde hace tiempo.
Por la cara del chico pareciera que no estaba borracho, pero el sonrojo de su cara y sus torpes movimientos le delataban.
-Di-dime.-El pobre chico no sabía si iba a poder aguantar mucho más si Kaminari seguía así más tiempo.
-¿Te gusta alguien?
Esa pregunta le pilló desprevenido, y se puso muy nervioso. Miró los dorados ojos de su amigo y se perdió en ellos. Amaba todo de él, pero sin duda sus ojos eran hipnóticos. Al final pudo hacer un leve asentimiento con la cabeza, mientras se ponía rojo de la vergüenza.
Pero lo que no esperaba es que el rubio quitase la cara de seriedad para dar paso a una triste. Parecía que lloraría en cualquier momento, cosa que lo alarmó.
-¡Denki, ¿por qué estás así?!-Le tomó de las mejillas preocupado. No le gustaba ver a la persona que amaba dolida, aunque no sabía por qué. Con un puchero, le dijo:
-Porque te gusta alguien. Yo quería que no te gustase nadie porque quería conquistarte.
Poco más y le daba un paro cardíaco al pobre Sero. Iba a contestarle, pero antes de que pudiese articular palabra, notó algo suave en sus labios. ¡Kaminari lo estaba besando!
El rubio había comenzado un beso dulce y tranquilo, que por el shock Sero no correspondió al momento. Al notar eso, Denki iba a separarse, pero Hanta le sujetó el cuello con su mano izquierda y comenzó otro, ésta vez más agresivo pero sin dejar atrás un toque dulce.
Kaminari pasó sus brazos por el cuello de Sero, mientras éste llevó sus dos manos a la cintura del rubio, acariciándola por encima de la ropa. Sero mordió el labio inferior de Denki, y cuando el chico abrió la boca aprovechó para introducir su lengua, dando paso a un beso francés.
Permanecieron así un buen rato, hasta que, agotados y casi sin aire, se separaron dejando un fino hilo de saliva entre sus bocas.
Se miraron sin vergüenza alguna, y para cuando quisieron darse cuenta, habían sido inmortalizados en una foto hecha por Jirou, que los miraba con una sonrisa pícara.
-Esto va a ir directo a internet.
Sero se alarmó de inmediato. Sabía que Kaminari estaba borracho, y seguramente se iba a arrepentir de lo que habían hecho, pero tenía una vaga esperanza de que no lo recordase y así declararse.
Iba a levantarse para impedir que la chica subiese la foto, pero notó un peso muerto sobre él. Kaminari se había quedado profundamente dormido.
Con cuidado de no despertarle, se lo quitó de encima para después tomarlo al estilo princesa y sacarlo de la casa de Kirishima. Fue hasta su coche y lo dejó con sumo cuidado sobre los asientos traseros, mientras él se sentaba en el asiento del conductor, e iba hasta la casa del rubio.
Llegó y con una llave que él tenía, abrió la puerta de la entrada. Fue muy despacio para no despertar a los padres del chico que dormía entre sus brazos, y con bastante esfuerzo lo dejó en su cuarto. Le tapó con las sábanas y salió de allí dejando una nota sobre su mesita de noche.
El chico despertó con los primeros rayos del sol, y con mucha resaca. Por desgracia, no recordaba gran parte de la fiesta, y como no se había llevado su móvil, no podía tener vídeos. Se sentó en el borde de la cama desperezándose y reparó en la nota que había sobre su mesita.
Querido Denki,
Te emborrachaste mucho hasta quedarte dormido, así que te traje a casa. No te preocupes, no la liaste.
Tu amigo, Sero.
Sonrió inconscientemente. Llevaba por lo menos un año enamorado de su mejor amigo, pero no se atrevía a dar el paso.
-Será mejor que le dé las gracias.
Encendió su teléfono, pero antes de llamar a su amigo, decidió ver los mensajes que le habían llegado. Fue leyéndolos sin mucho interés, la mayoría eran tonterías sin importancia, al menos hasta que llegó a Jirou. Tenía dos mensajes de ella. Abrió el chat encontrándose un vídeo y una foto.
Pinchó primero en el vídeo, y lo que vio le dejó de piedra. En él se veía a sí mismo sobre Sero, diciéndole con cara triste que quería conquistarlo para después besarlo. Hasta ahí duraba, pero pudo saber por la siguiente foto que el pelinegro no le había rechazado el beso, porque se encontraban besándose apasionadamente en la misma posición.
Y así llegamos a la situación actual, en la que el chico está dando vueltas por toda su habitación muy preocupado.
-¿Y si ahora no quiere ser mi amigo? ¿Y si me rechaza y se burla de mí?
-Yo nunca haría eso Denki.
El pobre rubio estuvo a poco de desmayarse cuando vio a Sero parado en el marco de la puerta, con su típica sonrisa.
-Y-yo... Sero... ¡Lo siento mucho! ¡No sé qué me pasó, estaba muy borracho! ¡Fue un accidente, lo juro!
Kaminari estaba muy nervioso, y comenzó a temblar cuando Sero se acercó a él. Dio algunos pasos hacia atrás, pero chocó contra la pared de su habitación. El pelinegro puso sus brazos a los lados de Denki, dejándolo sin escapatoria.
-¿Está seguro de que fue un accidente?
-S-sí...
Sero acercó su rostro, sin quitar la sonrisa que le caracterizaba, y susurró en el oído del chico:
-Denki, los borrachos no mienten. Y tú, querido, estabas como una cuba.
Tras esto le miró a esos ojos que lo traían loco, y le besó. El beso duró varios minutos, hasta que necesitaron respirar.
-Denki, no creo que lo recuerdes, pero me preguntaste si me gustaba alguien, y yo dije que sí. Ese alguien eres tú, así que; Denki Kaminari, ¿me darías el placer de ser tu novio?
Aún acorralado contra la pared, el chico se abrazó a Sero con mucha fuerza, casi echándolo para atrás.
-¡Sí, me encantaría!
Se besaron otra vez, ya por fin como pareja oficial. Duraron así un largo rato, hasta que Kaminari le preguntó:
-¿Cómo entraste a mi casa?
-Oh, es fácil. Tu madre me abrió. Le dije que te había traído la noche anterior, y me amenazó con que no me iría hasta que te dijese mis sentimientos.
-Ay no, que vergüenza.-Los dos se rieron por esa situación.
-Aunque la verdad, ya pensaba hacerlo hoy. Después de lo de anoche, me dio el coraje suficiente, así que debería agradecerle a Kirishima por montar esa fiesta.
-Es verdad. Y al final no supe dónde se fue con Bakugo. De eso sí me acuerdo, los estuve buscando un buen rato.
-Denki.
-¿Sí, Hanta?
-Será mejor que por ahora no sepas qué estaban haciendo.
¿Qué estarían haciendo 7v7? Podría escribir un one-shot aparte con la versión +18 Kiribaku... No sé no sé, ¿sería buena idea?