Maizak

By SaylaTrack

441K 43.3K 4.2K

Libro #7 de "Bestias" Inicio: 30/05/2019 More

Inicio
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
▶️ ACLARACIONES ◀️
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33 -Especial Kumi-
Epílogo

Capítulo 26

8.4K 1K 35
By SaylaTrack

—¿Para qué es este lugar, Mai? —preguntó curiosa Shana.

—Esto es un centro de salud, y sirve para tratar a las personas que están enfermas, o necesitan atención médica. Cuando alguien se lastima, y no se siente bien, viene aquí —sonrió.

—¿Y por qué estamos aquí? ¿Quién se siente mal?

—Nadie, pero Ayrata vino para que le pongan una inyección, y así evitar el celo.

—¿Qué es una inyección?

Río bajo, y observó esos grandes ojos cafés.

—Cuando estemos en el consultorio, la enfermera les explicará mejor.

Maizak fue quien habló en la recepción, explicando porqué estaban allí, y luego los tres esperaron a que atendieran a Ayrata. En la sala de espera, Maizak se sentó junto a la castaña, mientras la niña miraba curiosa los dibujos en los afiches de información.

—¿No te sientes bien? Cuando salgamos de aquí, podemos volver al hotel —le dijo en un tono bajo él.

—Tenerte cerca, hace que mi piel queme —susurró Ayrata, mirando hacia abajo—. E-Eres el primer... Macho que está cerca de m-mí, durante mi celo.

—Tú aroma ha aumentado un poco.

—Es porque tú estás cerca, mi cuerpo... Reacciona a tí.

Maizak respiró profundo, intentando controlar aquellos impulsos.

—Sólo unos minutos más, y ya pronto todo desaparecerá —sonrió.

Ella levantó la cabeza, y al mirarlo, bajó sus orejitas, luciendo tan malditamente adorable, que el muchacho apretó sus puños, sintiendo su pulso acelerarse.

—¿Seguro funcionará?

Asintió con la cabeza, sin poder dejar de observar sus ojos verdes, sus labios gruesos. Cuanto deseaba probarlos.

—M-Maizak —pronunció bajo, antes de lamerse el labio inferior suavemente—. Yo-

—Ayrata Shira —pronunció la enfermera, saliendo del consultorio.

La castaña se separó rápidamente de él, y miró a la señora que la había llamado.

—Soy yo.

—Ven cariño —sonrió.

Ella se acercó hasta el consultorio, sintiendo sus piernas flojas, y Shana la tomó de la mano, entrando ambas, antes de que la puerta se cerrará.

Maizak cerró los ojos, y se pasó una mano por el rostro. Malditos deseos.

***

Sí, había dolido un poquito el pinchazo, pero la enfermera le había explicado que tendría que darle dos dosis más, debido a que ella se encontraba en su celo.

¿Cómo era posible que ya estuviera de la mañana al mediodía? Bueno, todo culpa de Maizak.

La naturaleza seguía su curso, y al tener un macho cerca, aceleraba todos los procesos. Es por eso que necesitaría dos dosis más, para evitar un embarazo.

Lo cual era imposible, segundo Maizak le había dicho, él no podía tener bebés... ¿Y por qué estaba pensando en la posibilidad?

Tal vez, era por el hecho de que no había podido dejar de mirarlo, el celeste de sus ojos, su sonrisa, su cuerpo fuerte y marcado. Lo amable y dulce que era con su hermanita, como siempre se preocupaba por ellas, como les explicaba todo.

Ayrata no había querido regresar al hotel, para no estar en un lugar tan pequeño a solas con él. Así que, los tres se encontraban paseando, y Shana no podía más de feliz.

—¡Quiero uno de esos! —exclamó la voz chillona de la pequeña rubia, señalando un algodón de azúcar.

Maizak sonrió suavemente, y fue hasta el puesto, comprando dos. Uno rosa para la niña, y otro celeste para Ayrata. Le entregó el algodón a Shana, y ella lo tomó emocionada, corriendo hasta una hamaca para comerlo.

—Es para tí, pruébalo —le dijo con una suave sonrisa a Ayrata.

—Gracias —pronunció bajo, tomándolo, rozando sus dedos con los de él.

El rubio la miró curioso, y le luego sonrió, quitándole un poco de algodón, antes de ir hasta Shana, que lo estaba llamando para que la empujara.

Y Ayrata se sentía frustrada ¿Por qué no podía actuar rápido esa inyección?

***

Iban de camino a buscar algo para comer, cuando Maizak sintió la incomodidad de Ayrata. Al parecer, los demás machos ya podían oler el aroma de ella.

Miró molesto a un grupo de hombres que pasaban junto a ellos, y abrazó a la castaña con uno de sus brazos, y tomó a Shana con su mano libre.

La niña lo miró, y sonrió, tomando su mano.

—Mai, yo quiero comer hamburguesa.

—De acuerdo, iremos a comprar hamburguesas entonces —sonrió.

Sintió que Ayrata entrelazaba sus dedos con los suyos, y como su corazón comenzaba a latir con fuerza. Ese dulce aroma, no sabía ya cuánto más podría soportarlo.

Fueron hasta un local de comidas rápidas, y al sentarse, ella no lo soltó de la mano, continuó sujetándola, por lo que no le quedó más que sentarse a su lado.

Maizak le pidió al camarero las órdenes, y Shana se entretuvo coloreando un libro de dibujos infantiles, que le habían dejado junto a unos crayones, mientras esperaban sus órdenes.

Se aclaró la garganta, y miró a Ayrata, con una suave sonrisa.

—¿Cómo te sientes?

—M-Mal —susurró, para no preocupar a Shana—. Siento mi cuerpo quemar.

—Creí que esa inyección funcionaría.

Lo miró a los labios, y soltó la mano de él. Necesitaba alejarse.

—Ahora regreso, iré al baño. Cuida a Shana por favor.

—Claro —le dijo confundido.

La castaña se escabulló rápidamente, y Shana no le tomó mucha importancia. Estaba entretenida con sus crayones.

Unos minutos después, les trajeron sus hamburguesas.

—¡Sí! —exclamó ansiosa.

Maizak rio bajo, y la ayudó a tomar su hamburguesa, sin que se le cayera. Miró hacia los baños, y se sintió preocupado. Ya habían pasado unos diez minutos, y Ayrata no regresaba.

Tomó una papa, y se la llevó a la boca. Esperaría unos cinco minutos más, y si la castaña no volvía, iría a buscarla. Mientras tanto, continuó pintando con la niña.

—¿Y Ayra? —preguntó Shana, al ir por la mitad de su hamburguesa.

Él miró nuevamente hacia los baños, y luego le sonrió a la niña, para no preocuparla.

—Iré a buscarla, pero tú te quedas aquí ¿De acuerdo? No te muevas ni te vayas con nadie.

—Bien ¿Puedo comerme tus papas?

—Sí —sonrió, dándole una caricia en la cabeza—. No te muevas de aquí, Shana, ya regreso.

—De acuerdo —sonrió la niña.

Maizak se fue rápidamente hacia los baños, y entró al de mujeres.

—Ayra ¿Estás aquí?

Sintió unos delgados brazos rodeándolo desde atrás, y al girarse, ella se apoderó de sus labios, en un hambriento beso, que él correspondió.

Se abrazó a él, pasando sus brazos por encima de sus hombros, y Maizak la sujetó de las caderas, pegándola a su cuerpo, y la puerta detrás de ella.

La cerró, y Ayrata enredó sus piernas alrededor de su cintura, al sentir que él la tomaba por debajo de sus muslos. Produjo un sonido suave, y él gruñó, apretándola contra su entrepierna, sin dejar de besarla.

Ayrata lo sujetó por la nuca, de su cabello, y respiró pesado, al sentir que él bajaba hacia su cuello.

—Tuya —pronunció en un tono bajo, suave, acariciando su mejilla con la de él—. Quiero ser tuya.

—Ayra —gruñó.

Ella produjo un sonido leve, casi un llamado para él, que le pedía lo mismo.

—Tuya —susurró casi en una súplica, rozando sus labios con los de él.

Guió una de una manos hacia su trasero, y lo apretó suavemente. Sabía que no podía hacerlo, ella no estaba pensando con claridad.

...

Continue Reading

You'll Also Like

91.1K 4.5K 22
T/N llegó dentro del mundo digital mucho antes que pomni, tn se lleva bien con todos menos con Jax.
29.9K 4.7K 15
¡Wei Wuxian se fue de viaje! Lan Wangji, como buen alfa y padre tendra que cuidar a su recion nacido cachorro. Pero simplemente no puede estar en paz...
294K 38.2K 127
#FANFIC. #Narrada en capítulos cortos. INCLUIDA "la trilogia completa" "Tan cerca de ella...y tan lejos de ser mia" Eramos como dos polos opues...
100K 7.3K 29
un joven de 22 años, fanático de Ben 10 viaja a ese universo luego de morir en un trágico accidente, estará preparado para enfrentar los peligros de...