¿Soy la única que piensa que sus ojos gritan cocaína? Sé que soy una escritora y lectora que adora las fics donde este man se droga and the shit pero no puedo evitar sentirme un poco decepcionada lol :(
whatever, enjoy
Harry
Miro por encima de las hojas a la castaña que estaba frente a mi con la pluma entre sus labios mientras leía el contrato. Tengo que admitir que era una chica atractiva: tiene unos lindos ojos claros, un gran cuerpo e intenta resaltar sus senos con esa blusa tan ajustada que trae puesta. Pero tampoco puedo ignorar el hecho de que es extremadamente lenta en todos los putos sentidos y quiero ahorcarla por esa simple y sencilla razón. Es linda, si, lástima que Rose es millones de veces más hermosa que ella. En otra ocasión la calentura quizás me hubiera ayudado a soportarla un poco más, pero simplemente me repugna tenerla aquí. Lleva como treinta putos minutos leyendo un contrato de cinco hojas.
Todo esto me esta cansando tanto mental como físicamente. Tengo que admitir que extraño a Rose en mi oficina, extraño que me ayude a terminar con estas mierdas lo más rápido posible para así irnos a casa y hacer el amor o salir en una cita. Extraño nuestros juegos de coqueteos, que se siente sobre mis piernas mientras leemos un contrato, que duerma en mi sillón, su voz, sus labios, su cuerpo, su cabello, mierda, la extraño tanto. En serio desearía que estuviera aquí a mi lado. Maldita escuela en casa y maldita expansión. Odio tener que estar aquí, pero sé que tengo que hacerlo por el bien de la empresa. Miro de nuevo a la castaña quien muerde su labio inferior mientras lee el contrato. Podría apostar mi casa a que solo finge leer.
—¿Cómo vas, Adeline?— pregunto en un susurro y ella chasquea su lengua. Entonces baja el contrato y me mira directamente, hago exactamente lo mismo.
—Bien.
¿Bien? Al carajo esto, no puedo tenerla aquí un minuto más. Sus labios forman una pequeña sonrisa y ahora toma otro contrato. Junto mis labios en una línea firme y luego suspiro —¿Sabes? Creo que deberíamos tomar un descanso, ve por un refrigerio o algo así. Vuelve cuando salga de la junta— murmuro y ella me mira confundida. Entonces antes de que pueda decir algo, tomo mi teléfono y finjo marcar un número, le sonrío y entonces ella se retira. Suspiro de alivio. Maldito y estúpido Roger por ponerme a esta chica como ayudante por toda una puta semana. Mi cabeza va a explotar en cualquier momento lo juro. De pronto alguien golpea la puerta y yo exclamo un adelante, y justamente entra el hijo de puta del que hablaba con una gran sonrisa en su rostro. Ruedo mis ojos.
—Oh, vamos— este exclama sentándose frente a mi—. Puse a la secretaria más buena de esta empresa a trabajar contigo ¿y tu solo la pones a leer contratos? Estoy empezando a creerte lo del compromiso, pero tengo mis dudas— río y niego con mi cabeza.
—Amo a mi prometida. No necesito a otra mujer que no sea ella. Aparte las infidelidades son de idiotas— me encojo en hombros. Rogers me mira con los ojos entrecerrados y chasquea su lengua.
—En serio solo haces que piense que esa chica es una diosa, ¿desde cuándo eres tan correcto y cursi?— me pregunta, ruedo los ojos y le enseño mi dedo de corazón— Como sea, vi a una chica caliente como el infierno entrar al edificio hace como unos minutos, ire a ver si sigue aquí y a ver si tengo suerte. Te veo en la junta en veinte— me guiña un ojo y se levanta, niego con mi cabeza y es cuando él se acomoda el saco que la puerta es golpeada, alzo mis cejas y miro como Roger me hace un ademán en señal de que él abriría la puerta, asiento y me cruzo de brazos.
—Uh, disculpa, creo que me he equivocado de oficina— su voz suena por la habitación y juro que mi corazón se había acelerado a mil por hora. Me levanto con rapidez y corro hacia la puerta para ver su angelical rostro. Su cabello rubio estaba suelto con unos mechones agarrados en una pequeña coleta que la hacia lucir jodidamente hermosa y usaba un vestido sencillo amarillo de tirantes delgados que me permitían observar su cuerpo casi a la perfección. No mejor que sin él, obviamente.
—¿Qué carajos haces aquí?— pregunto, empujando a Roger y abrazándola con fuerza. Escucho su risa y beso su mejilla— Digo, estoy más que feliz porque estés aquí pero, ¿por qué no me dijiste nada?
—Te extrañaba— se encoge en hombros y yo sonrío de lado—. Pensé que sería bueno darte una pequeña sorpresa después de tanto tiempo sin vernos— susurra y yo extiendo mi sonrisa. Dios mío, por poco olvidaba que esta mujer es cada vez más hermosa. Escucho a Roger aclarar su garganta y yo bufo.
—Rose, este es Roger hijo del señor Milton, dueño de la empresa. Roger, esta es Rose, mi prometida— los presento y ambos estrechan sus manos, aunque Roger lleva estas hacia su boca y besa el dorso de la mano de Rose, frunzo el ceño y tomo la cintura de la anteriormente mencionada.
—Es un gusto por fin conocer a la encantadora de idiotas— este bromea y yo ruedo mis ojos por milésima vez desde que este ser llego a mi oficina. Rose responde en un susurro con un "el gusto es mío" y la sala se llena unos microsegundos de un silencio incómodo—. Como sea, yo ya me iba. No olvides la junta, Harold.
Entonces se va y yo no evito tomar a Rose de las caderas, acercarla a mi y besarla. Extrañaba tanto esto. Nuestro beso se extiende y se vuelve cada vez más profundo, necesitado y pasional. No necesitaba de sus palabras para entender que ella me extrañaba de la misma manera en que yo lo hacia. Sus besos y sus toques me lo decían todo. Entonces ella trata de desabrochar mis pantalones y yo río entre el beso.
—Tranquila, pequeña. Esta no es mi empresa, ni mi oficina oficial, hay cámaras— le recuerdo y me separo levemente de ella para observar sus mejillas tornarse color carmesí.
—Mierda, Harry. Van a matarte si ven–
—Oh, para. Eres mi prometida y solamente nos besamos— me encojo en hombros, ella esconde su rostro entre sus manos y yo no evito sonreír de ternura—. La única razón por la que no te hago el amor justo aquí, es porque no quiero que otras personas te vean desnuda y mucho menos lo tengan grabado. Eso es algo que solo me corresponde a mi y mis ojos, no más— susurro. Rose muerde su mejilla interior y yo acaricio el exterior de esta. Ella cierra sus ojos ante el tacto y yo simplemente me dejo deleitar por su belleza.
—¿A qué hora sales de aquí?— me pregunta y yo hago un mohín con mis labios. Tarareo levemente y miro mi reloj. Tengo que estar en la sala de juntas en diez minutos, y después volver a terminar el papeleo. Miro a Rose quien tenía su rostro ladeado, me miraba directamente con atención, sonrío de lado.
—Tengo una reunión en diez minutos, en cuanto termine podemos irnos— me encojo en hombros y ella sonríe.
—Genial, suerte en tu junta— este dice simplemente y yo frunzo el ceño ante su falta de beso. La miro unos segundos y no es hasta que yo hago un puchero que ella se digna a besarme. Carajo, esta mujer es cada día más difícil. La tomo de la cintura y acaricio esta.
—¿Quieres venir?— pregunto entre el beso. Rose pasa sus manos por mi cuello y acaricia este para luego separarse de mi levemente. Niega con su cabeza y recarga su frente en la mía.
—Te espero aquí.
Entonces bastan de unos cortos besos más para que Rose casi me saque a patadas de mi oficina y así ir a la sala de juntas donde todos ya me estaban esperando. Me siento rápidamente en mi silla y la junta comienza. Puedo sentir la ansiedad comiéndome vivo sabiendo que Rose estaba unos pisos más abajo que yo, esperándome para poder irnos. Todo esto causa que el tiempo se me pase cada vez más lento y causa tanto desespero en mi interior. Noto como John, dueño de la empresa da algunos comentarios acerca de unos cambios que pensaba buenos para la empresa y yo simplemente coincido con él. Jamás dejaré de decir que este hombre es un genio, pero a la vez un gran cabrón. Entonces la junta termina y todos comienzan a salir. Suspiro y no evito sonreír de oreja a oreja. Al fin soy–
—Harry, quisiera hablar un segundo contigo— John dice y yo alzo levemente mis cejas pero asiento. La puta que me parió.
Entonces él comienza a decirme sobre como la expansión parecía tener una respuesta asombrosa, había cada vez más interesados en asociarse a esto y que él incluso pensaba que podríamos expandirnos por más territorio del que nos imaginábamos. Abro mis ojos como platos y conversamos unos cortos minutos más, él parece querer seguir hablando y mi poca cordura casi me causa que salga corriendo y lo ignore pero logro salir invicto de esta. Woah, mi paciencia a crecido bastante. Una vez completamente fuera de la casa me dedico a llegar a mi oficina lo más rápido posible y abrir la puerta.
—Lo siento tanto, amor. El señor Banners necesitaba hablar conmigo y–¿Qué haces?— pregunto en cuanto la veo recostada en el suelo con un contrato en su mano, ella bufa y me mira.
—Tenías mucho trabajo así que traté de ayudarte un poco— se encoge en hombros y yo hago un puchero de ternura—. Si me esperas unos minutos más puedo terminarlos— murmura y yo alzo mis cejas. Me siento frente a ella y comienzo a leer algunos contratos. Al pasar alrededor de veinte minutos más Rose me entrega el último—. Sólo subrayé las cosas importantes y les puse unos post-its resumiéndolo por si te da mucha flojera leerlo, sé que has de estar muy cansado con tanto trabajo— esta susurra acurrucándose entre mis brazos. Sonrío de oreja a oreja y beso su frente.
—¿Qué te parece si vamos a mi departamento y pedimos una pizza?— pregunto y ella simplemente asiente. Y entonces eso es justo lo que hacemos... Casi.
Ella pide la pizza en el auto y una vez dentro mira a su alrededor por unos segundos pero es cuando yo comienzo a besar su hombro que ella presta su atención en mi. Muerdo mi labio inferior cuando ella acaricia mi mandíbula, acercando su anatomía a la mía. Seguimos con nuestros besos por unos minutos hasta que yo tomo el borde de su vestido y trato de quitárselo, es ahí cuando ella me detiene. Frunzo el ceño y la miro.
—Hay algo... Yo... Nosotros...
—No tienes que hablar amor— me encojo en hombros y beso su cuello, ella suspira pero me empuja levemente, arrugo mi nariz. Rose camina hasta el sillón de la estancia y toma asiento, gruño—. Bien, ¿qué es lo que pasa?
—Tenemos que hablar, yo vine a hablar— esta dice y yo alzo mis cejas. Esa frase no es muy buena, me pone de nervios, carajo. Rose me mira y puedo notar en su lenguaje corporal como estaba teniendo una batalla interna para decir lo que quería decir.
—¿Sobre qué?— pregunto, incitándola a soltar todo. Ella traga saliva y luego suelta un aire que parecía haber estado sosteniendo durante mucho tiempo.
—Nosotros— susurra y yo frunzo el ceño.
—¿Qué hay sobre nosotros?— pregunto y esta vez presto completamente toda mi atención en ella. Rose rasca su nuca para luego esconder su rostro entre sus manos— Rose, ¿qué es lo que quieres–?
—Harry, estoy embarazada.
De pronto mi corazón se detiene por un microsegundo. Puedo sentir mi piel erizarse y mis latidos acelerarse. Trago saliva y Rose muerde su labio inferior nerviosa.
—¿Qué?— pregunto y ella solloza. Mis ojos inevitablemente se van a su vientre y una gran sonrisa se plasma inconscientemente en mi rostro— Rose, ¿estás segura?— pregunto y ella asiente, suelto una pequeña risa— ¿vamos a ser padres?— Rose vuelve a asentir y es ahí cuando yo tapo mi boca con mi mano.
—Mañana cumpliré tres meses de embarazo— esta susurra y yo abro mis ojos como platos—. Me acabo de enterar la semana pasada y quería decírtelo en persona.
—Y-yo simplemente... Mierda.
—¿Estás enojado?— esta pregunta en un tono de voz tan dulce, hago una mueca y la miro confundido.
—¿Enojado? ¡Por Dios! Me diste la mejor noticia de mi puta vida— admito y ella sonríe de oreja a oreja—. Simplemente no lo esperaba, digo, si lo esperaba pero no tan pronto. Aunque es genial. No puedo creer que por fin vamos a formar una familia... Tenemos que casarnos pronto, este fin de semana, yo–
—Woah, woah, espera— ella dice estupefacta—. ¿Qué dijiste?
—¡Si! Rose, estamos a punto de formar una familia— exclamo y ella abre sus ojos como platos. Justo como su aún no lo procesara correctamente—. ¿Por qué esperar más tiempo? Podemos volver a Londres esta noche y haremos una fiesta pequeña solamente con nuestras familia y amigos más cercanos, una linda ceremonia en un hermoso jardín, incluso planearemos nuestra luna de miel. Podemos hacerlo en el camino a Londres. La fiesta quizá no será algo extravagante pero será especial, lo haré especial, lo prometo— murmuro levantando mi dedo meñique. Rose hace un puchero de ternura, responde mi seña y acaricia mi rostro para luego besarme, acto el cual yo sigo. De pronto ella se sienta a horcajadas de mi—. ¿Eso es un si?— pregunto entre el beso y ella ríe.
—Nada me haría más feliz.
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gracias por su paciencia
quedan dos caps más y el epílogo :(
all the love -MA