Tú: ¿Cómo que qué me hizo Andy?
Christa: A mí no me vas a mentir.
Tú: Promete que no lo hablarás y no me molestarás.
Christa: Lo prometo.
Tú: Ayer, me enteré de que Densel y Andy son amigos… y fueron a mi casa ayer, entonces yo me encerré en mi cuarto y Andy entró…
Christa: Yyyyy?
Tú: Me besó…
Christa: ¡¿Queeee?!
Tú: Por favor no me molestes.
Christa: No lo haré, tranquila… pero ¡Qué asco!
Tú: ¡Lo sé!
Al llegar a mi casa, eran como las 18:30, no había nadie, así que subí a mi cuarto a darme una ducha, lo necesitaba. Salí envuelta en una toalla y caminé al ropero, tomé un conjunto de ropa interior de encaje negra, luego me senté en la cama y comencé a aplicarme la crema corporal. Después de eso me puse de pié a buscar algún pijama, me agaché hasta en último cajón de la cómoda donde tenía mis pijamas, me dispuse a buscar uno cuando sentí unas manos en mi trasero.
xXx: Otra vez lo mismo preciosa.
Tú: ¡Andy no me toques! –me puse de pié y él me rodeó por completo con sus brazos-.
Andy: -pasó sus labios por mi hombro hasta mi cuello- Que bien hueles ___________ (tn).
Tú: Eres un… depravado.
Andy: Tú me conviertes en uno.
Me dio la vuelta y nos miramos cara a cara, miré sus hermosos ojos color azul, me perdí en ellos, su hermoso rostro… Al ver que yo no hacía nada me tomó por las mejillas y me besó, no pude no corresponderlo, la sensación que me invadía era incontrolable. La puerta estaba cerrada y nos acercamos sin dejar de besarnos a la cama y él calló sobre mí, lo rodeé con mis piernas y con mis brazos, él acarició mi cintura hasta llegar a uno de mis pechos y lo apretó. ¿Pero qué estaba haciendo? En ese momento reaccioné.
Tú: ¡Aléjate! –lo empujé-.
Andy: ¿Pero qué?
Tú: No puedo hacer esto… yo te odio.
Andy: Pero me deseas.
Tú: No. No puedo hacerlo contigo.
Andy: Si claro ¿Piensas dejarme así? –su “amiguito” estaba muy feliz-.
Tú: Largo que mi cuarto Biersack.
Andy: Escucha –me besó– No creas que estaré conforme –me volvió a besar – Me voy a vengar –Se puso de pié y salió de mi cuarto–.
Tú: ¡Eres un estúpido Biersack! –me limpié la boca–. Qué asco…
Al fin era la hora de dormir, me puse un pijama ligero, no podía dejar de pensar en lo que iba a hacer con Andy. Pero tenía que dormir, al día siguiente era viernes y había quedado con Christa y su hermano Gerard. ¿Cómo olvidarlo? Casi tuve mi primera vez con el tipo que más odiaba, no lo podía creer, esa no era yo, realmente no era yo, pero… ¿Por qué Andy me ponía así?...
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Muy corto lo sé, pero no tuve mucho tiempo.
lo siento.
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