SHADOWS: gossip girl.

By stxrk-

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GOSSIP GIRL.| La princesa Archibald siempre se las arreglaba para solucionar todos sus problemas, pero e... More

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๐Ÿฌ๐Ÿฌ๐Ÿญ the blonde devil is back
๐Ÿฌ๐Ÿฌ๐Ÿฎ kiss on the lips
๐Ÿฌ๐Ÿฌ๐Ÿฏ appetite of destruction
๐Ÿฌ๐Ÿฌ๐Ÿฐ ticking time bomb
๐Ÿฌ๐Ÿฌ๐Ÿฑ heartbreak
๐Ÿฌ๐Ÿฌ๐Ÿฒ sinner seventeen
๐Ÿฌ๐Ÿฌ๐Ÿณ thanksgiving
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๐Ÿฌ๐Ÿฌ๐Ÿต family's worth
๐Ÿฌ๐Ÿญ๐Ÿฌ the deception queen
๐Ÿฌ๐Ÿญ๐Ÿญ the real kingdom
๐Ÿฌ๐Ÿญ๐Ÿฎ the real story
๐Ÿฌ๐Ÿญ๐Ÿฏ the sneaky snake
๐Ÿฌ๐Ÿญ๐Ÿฐ the chaotic wedding
๐Ÿฌ๐Ÿญ๐Ÿฑ something wicked
๐Ÿฌ๐Ÿญ๐Ÿฒ karma
๐Ÿฌ๐Ÿญ๐Ÿณ kiss and no tale
๐Ÿฌ๐Ÿญ๐Ÿด fake identities
๐Ÿฌ๐Ÿญ๐Ÿต the duchess
๐Ÿฌ๐Ÿฎ๐Ÿฌ hot encounter
๐Ÿฌ๐Ÿฎ๐Ÿญ bubbling night
๐Ÿฌ๐Ÿฎ๐Ÿฎ changing skins
๐Ÿฌ๐Ÿฎ๐Ÿฏ indecision
๐Ÿฌ๐Ÿฎ๐Ÿฐ all black day
๐Ÿฌ๐Ÿฎ๐Ÿฑ avoiding trouble
๐Ÿฌ๐Ÿฎ๐Ÿฒ a promised deed
๐Ÿฌ๐Ÿฎ๐Ÿณ the age of innocence
๐Ÿฌ๐Ÿฎ๐Ÿด family meeting
๐Ÿฌ๐Ÿฎ๐Ÿต power couple?
๐Ÿฌ๐Ÿฏ๐Ÿฌ an scammy boyfriend
๐Ÿฌ๐Ÿฏ๐Ÿญ failed plan
๐Ÿฌ๐Ÿฏ๐Ÿฎ prom ball
๐Ÿฌ๐Ÿฏ๐Ÿฏ kiss goodbye to freedom
๐–†๐–ˆ๐–™ ๐–™๐–œ๐–”: ๐–œ๐–Ž๐–˜๐–๐–Š๐–˜ ๐–†๐–“๐–‰ ๐–‰๐–Š๐–˜๐–Ž๐–—๐–Š๐–˜
๐Ÿฌ๐Ÿฏ๐Ÿฐ back to new york
๐Ÿฌ๐Ÿฏ๐Ÿฑ sweet poisoned smiles
๐Ÿฌ๐Ÿฏ๐Ÿฒ election day
๐Ÿฌ๐Ÿฏ๐Ÿณ thirst for revenge
๐Ÿฌ๐Ÿฏ๐Ÿด double trouble
๐Ÿฌ๐Ÿฏ๐Ÿต drowning in a glass of water
๐Ÿฌ๐Ÿฐ๐Ÿญ immaculate judgement
๐Ÿฌ๐Ÿฐ๐Ÿฎ the hard cold truth
๐Ÿฌ๐Ÿฐ๐Ÿฏ surprise party
๐Ÿฌ๐Ÿฐ๐Ÿฐ razor sharp smile
๐Ÿฌ๐Ÿฐ๐Ÿฑ how to kill a narcissist?
๐Ÿฌ๐Ÿฐ๐Ÿฒ emotional annihilation

๐Ÿฌ๐Ÿฐ๐Ÿฌ a lost parent

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By stxrk-

𝖘𝖊𝖌𝖚𝖓𝖉𝖔 𝖆𝖈𝖙𝖔 • 𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖈𝖚𝖆𝖗𝖊𝖓𝖙𝖆:
𝖚𝖓 𝖕𝖆𝖉𝖗𝖊 𝖕𝖊𝖗𝖉𝖎𝖉𝖔.

      Nina hundió su cabeza en la almohada y tomó otra para cubrirse mientras escuchaba a su amiga gritar y gemir el nombre de su novio. Como si no hubiera tenido suficiente con tener que escuchar a su hermano tener relaciones con Serena, ahora debía lidiar con compartir la cama con su mejor amiga gritando en celo.

      No fue hasta que Blair cerró la boca que la chica salió de su pequeño escondite. Cuando se encontró con Serena, volvió a hundir su rostro en la almohada.

      — ¿Estás intentando demostrar algo?—, inquirió Serena.

      — ¿Tú qué crees?—, murmuró Nina, su voz sonando ahogada ya que no se molestó en levantar su rostro. Blair la golpeó en el brazo, y la morena emitió un sonido de queja aunque no se movió.

      — ¡Sí! ¡Pero no debería hacerlo! Solo me alegro de que haya mandado a proteger el sofá—, contestó Blair, lo que provocó que la morena volviera soltar un sonido, ésta vez de asco —. Ahora, si me disculpas, Louis Vuitton tiene botas metálicas para la primavera.

      Nina volvió a alzar su cabeza cuando escuchó la puerta cerrarse, y posó su rostro entre sus manos cuando Serena se acercó y se sentó entre las dos chicas. La rubia la miró un momento antes de desviar su mirada a su otra amiga —. ¿B?

      —S—, mencionó en respuesta Blair.

     Serena volvió a mirar a Nina, haciendo una mueca —. Háblame. Dime qué pasa.

      La morena se estiró en su lugar antes de sentarse, quitándole la revista de entre las manos a Blair —. Ya nos tienes a las dos, abre la boca de una vez.

      — ¡Nina!—, regañó Blair, pero su amiga se limitó a negar.

      —Tu excusa cuando te pregunté fue que no querías tener que contarlo dos veces—, arrojó la revista al suelo, a lo que Blair hizo un puchero —. Cuéntanos.

      Blair suspiró y cerró los ojos, antes de echarse hacia atrás para apoyar su cabeza sobre las piernas de Serena —. Chuck y yo no nos estamos conectando últimamente.

      — ¿Te refieres a...?—, balbuceó Serena, y Nina tuvo que físicamente sacudir la cabeza para quitarse la idea de su mejor amiga acostándose con su ex-algo y (aparente) mejor amigo.

      —No es solo eso—, negó Blair, ajena a la reacción de la morena —. Pero gracias por el recordatorio constante.

      Serena tiró de las mangas de la camiseta que llevaba puesta, y Nina tuvo que contenerse de rodar los ojos cuando notó que era una que ella misma le había regalado a su hermano —. Lo siento.

      Blair se tomó un momento en silencio para organizar su mente antes de proseguir —. Me está alejando... todo el tiempo. Normalmente diría que solo está siendo él, pero... hace días él pasó por algo.

      Nina se mordió el labio inferior. Recordó la noche que se encontró con Chuck para hablar sobre cómo sospechaba que una mujer era en realidad su madre, y él mencionó que lo estaba hablando antes con ella que con Blair. No entendía por qué siempre pasaba esto, ninguno de ellos. Sin embargo, por alguna razón, ambos siempre parecían acabar entre los brazos del otro cuando estaban vulnerables.

      La chica se concentró en mantenerse normal, intentando no delatarse a sí misma con su comportamiento. Esa noche acabaron durmiendo en la suite que siempre estaba reservada para ella en el hotel Empire (que estaba desafortunadamente justo frente a la suite en la que Chuck vivía, y la que Blair ahora ocupaba prácticamente todo el tiempo). Claro que no pasó nada, Nina no se lo permitiría. No obstante, la confidencialidad que había compartido con Chuck, y ahora esto, la estaban volviendo loca.

      —Y le sigue afectando—, continuó Blair —. Quisiera que lo hablara conmigo.

      — ¿Cómo has arreglado esto antes con él?—, inquirió Serena, su mirada fijada en la chica.

      Blair rió —. Más o menos como lo oíste, pero sin una revista de modas—, informó, a lo que Serena y Nina rieron —. Ya intenté mis trucos. No está interesado. Solo quiero que se sienta mejor.

      La morena presionó sus labios antes de moverse para acercarse más a Blair y alzar los brazos —. Ven aquí—, la llamó y Blair se levantó con una suave sonrisa sobre sus labios antes de abrazarla.

      —Aw—, chilló Serena, rápidamente uniéndose al abrazo —. Esto es lindo.

      —Lo sería incluso más si no tuvieras puesta la camisa que le regalé a mi hermano la semana pasada—, comentó Nina cuando se separaron, a lo que Serena rió un poco apenada y fue a disculparse, pero la chica alzó su mano —. Oh, no. Al menos alguien la usa, y ese alguien no es otra chica que solo lo está utilizando para acercarse a alguien más.

      Serena pestañeó ante ese comentario, antes que una enorme sonrisa se apoderara de su rostro —. ¿Esa es tu forma de decir que apruebas nuestra relación?

      La morena rió —. No que la necesiten, pero sí. Haces feliz a mi hermano, eso es algo por lo que debo darte las gracias.

      — ¡Ven aquí!—, animó la rubia, alzando sus brazos y las dos chicas volvieron a fundirse en un abrazo, estallando en carcajadas cuando Blair comenzó a empujarlas.

      — ¿Por qué estamos hablando de Nate?—, recriminó la castaña —. ¿Podemos volver a hablar de mí?

      Las dos chicas se separaron, y Nina se giró a Blair con una sonrisa amable —. ¿Crees que hay algo que pueda hacer para ayudarte?

      —Bueno...—, comenzó Blair con un brillo de travesura en sus ojos, pero fue interrumpida por Nate Archibald, a lo que la chica bufó —. Hablando del rey de Roma... ¿qué estás haciendo?

      Nina tuvo que contener la risa cuando Nate abrió los ojos y lució como un ciervo frente a las luces de un auto —. Uh... mi teléfono está muerto. Así que voy a usar el de Chuck.

      —Hay un teléfono en el recibidor—, señaló Blair.

      Nate vaciló —. Lo sé, pero quería twittear algo.

      —Espera—, llamó Serena —. Chuck te pidió que tomaras su teléfono cuando te llamó, ¿no?

      Nina soltó la carcajada cuando vio el rostro de su hermano —. ¡Atrapado!—, se burló, y Nate tomó la almohada que estaba en el suelo para arrojársela a su hermana, pero la chica logró taparse y el objeto impactó contra sus brazos cruzados antes de volver a impactar contra el suelo —. Honestamente, parece como si no compartiéramos sangre, hermanito.

      —Ja, ja—, respondió Nate, claramente molesto —. Nina--.

      — ¿Chuck llamó?—, interrumpió Blair su discusión.

      —No.

      Nina casi se cayó de la cama en un ataque de risa ante el tono de voz de su hermano. Era tan obvio que estaba mintiendo que hasta casi dolía verlo. Nate fulminó a su hermana con la mirada, y tragó saliva cuando se enfrentó a la mirada inquisidora de Blair —. Quiero decir, sí. Pero solo quería que pusiera su teléfono en su portafolio.

      —Oh, Dios. Extraño eso—, gimió Blair.

      — ¿Qué?

      —Salir con alguien que es terrible mintiendo—, explicó —. Es mucho más sencillo. Chuck no quería que viera su teléfono. Dámelo, Archibald.

      Nate lucía indignado. Aunque Nina no supo descifrar si se debía a que lo habían acusado de ser un mal mentiroso, o porque había prácticamente traicionado a su amigo.

      —Nate—, insistió Serena.

      Entonces, la morena se levantó de la cama y se acercó a su hermano, quitándole el celular de la mano y pasándoselo a su mejor amiga, que inmediatamente comenzó a investigar —. Acéptalo, hermanito. La cagaste, ya no hay vuelta atrás.

      Nate rodó los ojos —. ¿Podrías dejar de actuar como si fueras la mayor?

      Nina pellizcó su mejilla —. Sí, cuando tú demuestres ser el mayor—, contestó con burla y el rubio golpeó su mano para alejar su mano, a lo que ella hizo un puchero. Nina se paró sobre las puntas de sus pies y colocó sus manos sobre sus hombros, empezando a empujarlo hacia la puerta de la habitación —. Ya vuelvo, chicas, voy a ver si puede enseñarle alguna cosa a mi hermano sobre mentir.

      — ¡No tardes!—, llamó Blair antes que Nina cerrara la puerta.

      — ¿A qué estás jugando?—, inquirió Nate en cuanto la puerta hizo un clic detrás de ellos. Cuando Nina alzó las cejas para demostrar que no sabía a qué se refería, el chico continuó —. Sé que Chuck y tú durmier--.

      Alarmada, la chica presionó su mano sobre la boca de su hermano y lo miró con los ojos abiertos. Giró su cabeza hacia la habitación detrás de ellos y, cuando escuchó a Blair hablando calmadamente con Serena, ella empujó a su hermano hasta la sala de estar y lo golpeó en el brazo.

      — ¿Estás loco? ¿Qué si Blair te escucha?—, reclamó la morena en un susurro.

      —Tal vez podrías demostrarme cómo mentir hasta escapar del problema—, murmuró Nate, y cuando Nina entrecerró los ojos, torciendo su cabeza a un lado, suspiró —. Bien, perdón. Se me escapó.

      — ¿Cómo lo sabes?

      —Chuck lo mencionó cuando me llamó hace un rato—, suspiró el rubio en respuesta.

      Nina jadeó —. Voy a matarlo.

      —En realidad—, agregó rápidamente el chico —. Él no quiso hacerlo – creo que probablemente no debería haberte dicho que me lo dijo.

      La morena asintió —. Probablemente.

      Nate bufó, arrojando su rostro a sus manos mientras se apoyaba contra la mesa de pool —. No estoy dejando de cagarla.

      La chica observó a su hermano un momento antes de acercarse y hacerle que se destapara el rostro —. Está bien. Esto pasa porque eres mucho más bueno que lo que nosotros alguna vez lo seremos. Creo que ya me estoy cansando de todos estos secretos.

      —Nina—, llamó Nate después de un momento en silencio —. Chuck y tú... ¿ustedes no...?

      Los ojos de la morena se abrieron de par en par en cuanto comprendió a qué se refería su hermano —. ¡Dios, no! ¡Nate! ¡No!

      —Menos mal—, suspiró el rubio, y sus hombros cayeron notablemente en alivio —. Creo que no iba a poder a lidiar otra vez con Blair en busca de venganza.

      Nina sacudió su cabeza —. Nunca sería capaz de hacer eso. Mucho menos a mi mejor amiga.

      —Sí, bueno, yo creí lo mismo hasta que pasó—, balbuceó Nate y ambos se volvieron a sumir en silencio.

      Nina tomó una bocanada de aire, a punto de preguntarle algo a su hermano, justo en cuanto las puertas de la habitación en la que Blair y Serena se encontraban se abrieran de par en par con un gran estruendo. A continuación, las dos chicas salieron de allí y se acercaron inmediatamente a ellos. Blair lucía más que acalorada.

     — ¡No debería hacerlo!—, negó la chica fervientemente ante la idea de revisar los mensajes del teléfono de Chuck, aunque claramente eso era lo que quería hacer —. Tenemos un acuerdo. ¡Un nuevo acuerdo de completa confianza! Si él quiere tener secretos, entonces... pero no debería tenerlos. Si hay algo que lo está molestando y no me lo cuenta, ¿qué se supone que debo hacer?

      —Blair, deja el teléfono y habla con él cuando vuelva—, habló Serena con calma y Blair suspiró pero le devolvió el teléfono a Nate. El rubio miró de reojo la pantalla, y su rostro cambió —. ¿Qué?

      —El número—, mencionó Nate —. Es el mismo número de donde me llamó ésta mañana.

      Blair contuvo su respiración y miró a Nina, claramente ahora mucho más preocupada —. ¿Lo hago o no lo hago?

      —Si tú no lo haces, lo voy a hacer yo—, culminó Nina, quitándole el teléfono a su hermano y colocándolo frente a Blair, dejándole elegir si lo hacía ella misma. En un instante, la castaña tomó el celular y presionó la tecla para escuchar el mensaje de voz.

      —Charles, soy yo otra vez. Sé que sigo llamando, pero no me respondes. Hay algunas cosas que debes saber y necesito decirte. Sigo en el Algonquin, pero hoy me voy a ir. Espero que cambies de opinión.

      Nina supo inmediatamente que aquella mujer era la misma que Chuck sospechaba que era su madre. Sintió un escalofrío recorrer su espalda, pero lo disimuló al caminar detrás del sofá, yendo de un lado al otro.

      —Elizabeth Fisher estaba en el Algonquin—, anunció Blair.

      Serena frunció el ceño —. ¿Quién es Elizabeth Fisher?

      La morena sintió que le faltaba el aire, por lo que fue a la puerta con la intención de salir un momento de aquella habitación, pero casi se chocó con Chuck y ella soltó un pequeña chillido cuando lo vio frente a ella. El castaño la miró, su rostro indescifrable antes de mencionar —. Su nombre solía ser Evelyn.

      El resto del grupo se giró para notar la presencia de Chuck, y Nina dio un paso atrás antes de correrse a un lado para no interferir en el campo de la visión de todos. De repente sentía que la habitación era demasiado pequeña y solo quería disculparse con Chuck por haberse entrometido. Su espalda chocó contra la pared, mientras todos observaban en silencio al recién llegado.

      —Y ella es mi madre—, culminó Chuck.

      —Chuck, ¿cómo es eso posible?—, cuestionó Nate —. Bart te dijo que tu madre murió.

      —También me dijo que los niños usaban traje en kínder, y que las acciones blue-chip eran un muy buen regalo. Me decía lo que quería que creyera—, murmuró, caminando hasta sentarse al lado de Blair.

      Nina inspiró antes de caminar lentamente y sentarse al lado de su hermano, sobre el brazo del sofá. Nate notó sus nervios, por lo que simuladamente pasó su brazo por sobre sus hombros en un intento de reconfortarla.

      —Chuck se encontró a una mujer en la tumba de Bart y la buscó—, explicó Blair, creyendo que ella era la única que sabía sobre el asunto —. Ella le dijo que era una de las novias de Bart, pero supongo que...

      —Hombre, ¿estás bien?—, preguntó Nate.

      Chuck alzó la mirada del pequeño adorno con el que estaba jugando —. ¿Por qué no lo estaría?

      —No luces emocionado—, señaló Serena, provocando que Nina la mirara con el ceño fruncido —. Creíste que tu madre estaba muerta, y ahora tienes una segunda oportunidad.

      — ¿Una oportunidad para qué? ¿Para qué volvió?—, cuestionó Chuck, siendo tan desconfiado como siempre.

      —Está aquí, no importa el por qué—, instó Serena, provocando que Nina soltara un resoplido, provocando que el grupo la mirara.

      —Tengo una buena idea de por qué puede ser—, murmuró Chuck, desviando su vista de la morena y volviendo a mirar el dije dorado entre sus manos.

      Ante la mirada fulminante de Serena, Nina se vio obligada a explicar su actitud —. S, no puedes ser tan ilusa, en serio.

      — ¿Ilusa?—, repitió la rubia, alzando la voz, pero fue interrumpida cuando Nate les dedicó una mirada a ambas de regaño, recordándoles que esto no se trataba sobre ellas, sino sobre Chuck.

      —Tira esto a la basura—, pidió Chuck a Blair, dándole el dije.

      —Chuck, no—, gimió Serena.

      —Serena—, intentó Nate, pero ésta vez su novia no le prestó atención.

      —No tienes idea de lo que pasó veinte años atrás, de por qué se alejó, al menos debes dejarla explicarse.

      —No, no quiero—, negó Chuck, levantándose y dirigiéndose a la puerta —. Voy a ir al bar por un trago. Si planean seguir haciendo indagaciones a mis espaldas, puedo dejarlas la combinación de la caja del hotel.

      Nina suspiró cuando su amigo finalmente dejó la habitación. Sus hombros cayeron notablemente, a lo que su hermano la apretó contra su cuerpo —. Él va a estar bien—, aseguró.

      —Está actuando como loco—, negó Serena, lo que hizo que la morena se levantara inmediatamente de su lugar.

      —Voy a disculparme con él—, anunció, casi corriendo tras de él, sin darle tiempo a nadie para que comentara algo sobre ello. Nina apenas alcanzó el ascensor, pero logró colocar su pie para frenar las puertas y que éstas se volvieran a abrir.

      Chuck apenas la miró cuando ella ingresó al pequeño ascensor, y las puertas lentamente volvieron a cerrarse.

      —Lo siento—, murmuró Nina, apoyando su espalda contra una de las paredes y observándolo, esperando encontrar alguna señal que delatara si lo estaba convenciendo o no —. Es solo que – yo no... bueno – ¡ugh!—, dio una pausa, inspirando aire por la nariz y soltándolo en un largo suspiro —. Blair estaba enloqueciendo, lo que me hizo enloquecer también y, antes de que me diera cuenta de lo que estaba haciendo, ya estábamos escuchando el mensaje de--. Lo lamento. Sé que no justifica mis acciones, pero realmente no quise hacerlo.

      Chuck asintió, siendo casi imperceptible —. Está bien, Nina.

      Su voz era monótona, y la chica entonces se acercó —. ¿Quieres hablarlo?

      —No. No sin un trago.

      Ella le dio una suave sonrisa simpática —. Entonces, conseguiremos un trago.

      Un par de segundos después, la puerta del ascensor se abrió y ambos caminaron directamente al bar. El barman rápidamente cumplió con el pedido de su jefe, y Chuck ahogó el vaso de un trago antes de pedir otro y ésta vez, tomar la mitad antes de volver a posarlo sobre la barra.

      —Tranquilo, tigre—, sonrió Nina.

      Chuck inspiró, echándose hacia atrás sobre la silla y mirándola a los ojos —. Incluso si ella es mi madre, no lo es. No cambia nada. El pasado pertenece al pasado.

      Nina estiró su mano para tomar la de él, pero se detuvo y, en su lugar, se aferró a su muñeca. La acarició con su pulgar, en un intento de confort, antes de que Chuck moviera su mano para tomar la de ella. La chica bajó su mirada a sus manos unidas, como para asegurarse de que realmente estaba pasando y no solo era su imaginación, antes de volver a mirarlo a los ojos.

      —Está bien si tienes miedo, Chuck. Cualquier persona lo tendría—, asintió Nina, apretando su mano —. Lo importante es que tomes tu decisión, no dejes que nadie más la tome por ti. Y ya sea que elijas verla como no, nosotros te apoyaremos, Blair, Nate, Serena. Vamos a estar allí para ti—, aseguró, antes de llevar su mano libre a su cuello y alzar el collar, con el dije en forma de corazón colgando entre sus dedos —. Es por eso que llevo esto, ¿recuerdas? Porque siempre estaré para apoyarte en lo que necesites, no importa qué.

      Chuck sonrió —. Es todo lo que necesito.

      —Hola—, exclamó Blair, colocando sus manos sobre los hombros de Nina y posando su mentón sobre una de sus manos. La chica inmediatamente soltó la mano del chico, casi sintiéndose como si acabara de atraparla en un momento íntimo con él, antes de girarse y sonreírle a su amiga —. Debo disculparme con alguien.

      Nina se levantó, riendo —. Buena suerte.

      —Espera, ¿te disculpó a ti?—, preguntó Blair, abriendo los ojos con temor por un momento.

      La chica en respuesta colocó un rostro indescifrable, pasando su mano por sobre sus labios para demostrar que estaban sellados, antes de alejarse. Encontró a Nate y a Serena murmurando algo entre ellos, pero antes de que pudiera alcanzarlos, su teléfono sonó. Se detuvo para tomar el pequeño aparato de su bolso, y leyó el nombre como si se tratara del destino burlándose de ella.

      Sus labios se estiraron en una sonrisa cuando escuchó su voz al otro lado de la línea —. ¡Hola, Rem!—, saludó.

      Un par de minutos después, el grupo de adolescentes se encontraba en un restaurante para almorzar. No les tomó mucho tiempo a Blair y Nina notar que Serena y Nate continuamente estaban desviando su mirada en dirección a la puerta.

      — ¿Qué?—, cuestionó Blair finalmente, cansada del comportamiento de la rubia.

      —Nada. Unos tragos estarían bien, tal vez un poco de pan.

      —No has comido pan desde la primaria—, murmuró Blair, sabiendo que estaba intentando ocultar algo.

      —Entonces, amigo—, llamó Nate, captando la atención de Chuck —. ¿Cómo estás? ¿Estás bien?

      —Sí, estoy bien—, asintió Chuck con una pequeña sonrisa.

      En ese mismo instante, Nate y Serena comenzaron a actuar incluso más raro. Nina golpeó a su hermano, ya que estaba sentada a su lado, para captar su atención —. ¿Qué te pasa?

      —Uh, yo-no-—, balbuceó, volviendo a desviar su mirada y Nina la siguió. Su boca cayó abierta cuando notó a Elizabeth Fisher cruzar la puerta del establecimiento, y pronto Blair y Chuck la imitaron.

      —No fui yo—, Blair alzó las manos al aire cuando Chuck la miró.

      Nina frunció el ceño cuando entonces sus ojos se posaron sobre ella —. ¡Acabo de disculparme por entrometerme! ¡Al menos hasta mañana no haré nada más!

      —Nosotros—, mencionó Nate, captando la atención —, nosotros la llamamos.

      —Creemos que estás cometiendo un error—, explicó Serena —. Uno del que te arrepentirás por el resto de tu vida. ¿Por qué no la escuchas?

      —Eso es todo. Vámonos—, asintió Blair, tomando el brazo de su novio.

      —Blair—, llamó Serena —. Sabes que tengo razón. No importa lo que diga ahora, la duda lo comerá vivo. Chuck, ella está aquí ahora, y quiere hablar contigo. Sea lo que tenga para decir, será mejor a no saber nada.

      —Disculpen—, asintió Chuck antes de levantarse y acercarse a la mujer.

      Nina observó a la rubia, y cuando Serena alzó las cejas como animándola a desafiarla, ella rodó los ojos y se giró en dirección a Chuck. Movió su silla para acercarse más a Blair y darle la espalda a su hermano, demostrando que estaba molesta con ambos. Nate suspiró, pero no dijo nada, sabiendo que intentar explicarse ahora solo resultaría en una explosión por parte de las dos castañas presentes en la mesa.

      Serena se giró a su novio, casi pidiéndole con la mirada que interviniera, pero él negó ligeramente con la cabeza antes de pasar su brazo por sobre sus hombros e intentar calmarla. Tuvieran razón o no, lo último que necesitaban ahora era recaer en una discusión.

      El grupo se sumió en silencio, observando con atención la interacción. No obstante, todos se tensaron cuando notaron a Chuck tomar su chequera y colocarla sobre la mesa, claramente comenzando a llenar un cheque.

      — ¿Qué está haciendo?—, inquirió Serena.

      — ¿Qué crees que está haciendo?—, murmuró Nina en respuesta con una filosidad que logró que la rubia le dedicara una mala mirada.

      —Oh, Chuck—, suspiró Blair.

      —E-ella no quiere el dinero. Solo quiere hablar con él, no lo tomará—, aseguró la rubia, soltando un suspiro —. Voy a ir.

      —Serena, no te muevas—, ordenó Blair inmediatamente.

      —Si ella no lo quiere, no lo tomará—, continuó Nina, desviando por primera su mirada de Chuck para mirar a Serena y darle a entender con la seriedad que estaba hablando —. Deja que lo demuestre.

      Y entonces, Elizabeth Fisher tomó el cheque y salió del lugar.

      Inmediatamente, los cuatro se levantaron de la mesa y se acercaron lo más rápido que pudieron a Chuck Bass.

      —Fue un almuerzo costoso—, asintió el castaño —. Pero lo valió. Por cierto, estabas equivocada—, agregó a Serena antes de salir del establecimiento.

      Blair apenas miró a la rubia antes de salir tras su novio, dejando al trío a solas. Nina sacudió su cabeza, mirando a ambos.

      —Nina—, Nate intentó, tomando su brazo cuando ella fue a marcharse, pero ella se libró de su agarre bruscamente.

      —Ni lo intentes—, siseó la morena, dando un paso atrás para crear más distancia entre ellos —. Este pequeño juego que tenían aquí acaba de lastimar a Chuck seriamente.

      —No fue nuestra intención—, negó Serena —. Creíamos que--.

      —Cállate—, suspiró Nina, realmente luciendo derrotada —. No actúes como si hubieras hecho esto por Chuck—, mencionó y cuando Serena pestañeó como si un balde de agua fría le hubiera caído encima, agregó —. Deberías entender que no todos nos sentimos igual. Algunos de nosotros solo preferimos olvidar a quienes nos traicionan—, culminó, dedicándole una última mirada a Nate antes de marcharse.

      — ¿Por qué siento que eso no fue solo un golpe para mí?—, inquirió Serena una vez que se recuperó del ataque.

      Nate suspiró —. He estado sugiriendo de una manera, al parecer no tan sutil, que deberíamos visitar a papá en la cárcel.





¡ día uno de actualizaciones diarias !
no creí que habría tanta gente interesada en una actualización todos los días y, encima, todos fueron súper amables y comprensivos ♥ voy a intentar cumplir y traerles un nuevo capítulo cada tarde pero, claro, no puedo prometerles nada
anyways, espero que les haya gustado el capítulo ♥ 

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