Jinyoung no dejaba de fruncir el ceño mientras se miraba al espejo, que mierda había estado pensado cuando acepto tal cosa. El dinero era tentador, claro le vendría bien tener cien mil wones y por fin pagar su deuda con su amigo, pero esto era más de lo que había imaginado hacer solo por deber cincuenta mil wones.
—Vamos Jinyoung, te esperan en maquillaje —la voz cantaría de Jaebum se escuchó al otro lado de la puerta de vestuario donde se encontraba.
—Ya voy —respondió secamente —maldito idiota — agregó en un murmuro antes de comprobar por última vez su vestuario.
Acomodando el cuello de la camisa de jeans que dejaba apenas el primer botón abierto y acababa fajada dentro de una falda blanca en su cintura y holgada sobre sus muslos pocos centímetros sobre la rodilla, no podía decir que estaba completamente incomodo después de todo con sus hermanas ya se había acostumbrado a juegos de moda desde pequeño y ahora dentro de la escuela de actuación ya había probado un par de papeles femeninos dentro de las clases.
Jaebum escuchó la respuesta sin evitar reír al oír a su mejor amigo, está era la mejor manera de conseguir su dinero y tener un constante recuerdo para humillar al chico y por qué no, chantajearlo si es que algo deseaba.
—JB, debes ir a ver al fotógrafo para que veas de que trata la sesión—una de las asistentes le llamó logrando que suspirara y dejara para más adelante la fotografía que planeaba haces del menor siguiendo a la joven hasta el set de fotografía.
Por su parte el castaño salió dirigiéndose a la zona de maquillaje, había acompañado un par de veces a Jaebum a otras sesiones y por lo mismo conocía a parte de los trabajadores regulares, aunque la gran mayoría eran cambiados dependiendo del fotógrafo o la revista que estaba a cargo y no muchos le habían reconocido.
—Pensé que realmente era una chica la que vendría, pero no imaginé que serías tu Jinyoung—Habló la maquilladora con clara sorpresa en su rostro y un poco de diversión.
—Lo sé, es humillante, JB no dejara de reírse.
—No digas estupideces —sonrió confiada la mujer —haré que te veas mucho mejor que cualquier modelo, y Jaebum se quedara como el idiota que es.
Jinyoung solamente rió ante el comentario tomando asiento en tocador de maquillaje para que la mujer trabajara con comodidad. Los minutos pasaron y Jinyoung estaba prácticamente listo y asombrado al ver el trabajo de la mujer, sus palabras no fueron mentiras, él mismo se encontró atónito con lo hermoso que se veía. Sus ojos delineados y con sombra en los párpados dándoles un toque angelical, grandes y alargados; sus pómulos con un toque de rubor rosa y lo que más destacaba, sus labios rosas en un degrade desde el interior al exterior, todo eso acompañando de la larga cabellera castaña natural que les habían puesto. Jinyoung fácilmente podía pasar por una chica.
—¿No crees que mi trabajo es estupendo?
—Eres definitivamente la mejor en esto —respondió con una risa Jinyoung contagiando a la mujer.
—Vamos, disfrutemos de la cara idiota que pondrá JB al ver como su broma se le devuelve. —Jinyoung asintió y agradeció por última vez, lleno de confianza se levantó y caminó hasta el set.
A los pocos minutos llegó al set para la sesión y aunque la gran mayoría lo saludó cómo si de una verdadera mujer se tratase, los que si reconocieron la verdadera identidad quedaron totalmente sorprendidos con el cambio y la naturalidad de Jinyoung al actuar femenino. Si era objetivo, su apariencia era mucho mejor que alguna de las idols que debutaban en aquel momento y ese era precisamente el punto débil de su mejor amigo. JB siempre aspiraba a una novia idol, que fuera guapa y tierna, pero que también tuviera momentos sexys, y por su apariencia Jinyoung pasaría largos momentos torturando la cabeza de su amigo aquel día.
Jaebum fue el último en verlo, había estado retocando su maquillaje, así que levantó su teléfono con una sonrisa burlona al oír el golpeteo de los tacones, pero rápidamente esta se desvaneció al ver como su mejor amigo se volvía la mujer más hermosa que había visto a través de la cámara de su teléfono, haciendo la fotografía de manera automática, aunque claro su finalidad se volvió diferente a la de una broma, ahora no sería para reírse, sino para conservar secretamente para uso personal, sin embargo eso sería su secreto.
Viendo la reacción del mayor, una sonrisa triunfal y burlona se apoderó de Jinyoung y fue hasta el fotógrafo recibiendo las indicaciones de lo que el productor deseaba. Al parecer debían actuar como una pareja, algo sencillo si tenían en cuenta los tres años de amistad entre ambos, y aunque habría más cercanía y contacto físico entre ellos -mucho más allá que un abrazo-.
Sí Jaebum era un chico guapo no podía negar aquello, incluso pensó que él hombre era su tipo en el primer momento que lo vio, pero las apariencias engañan, y Jinyoung lo descubrió al par de días de hablar con él, Jaebum era un idiota y eso derrumbó todos los posibles chances de ligar con él para Jinyoung manteniéndose únicamente como un amigo del pelinegro.
─Entonces, ¿Estás lista? ─sonrió el fotógrafo a Jinyoung que solamente asintió acercándose hasta el set preparado.
El trabajo resultaba fácil, estaba junto a su amigo bajo todo aquel conjunto e imagen de mujer, y aunque debía realmente aparentar que todo estaba bien, manteniendo siempre el profesionalismo, en su interior estaba todo derrumbándose, "la mujer" con la que estaba posando era hermosa, y la cercanía que crecía con cada cambio de vestuario era un infierno para un hombre sano, como se denominaba JB, su cuerpo inevitablemente reaccionaba al proximidad de los labios, el toque y el aroma de Jinyoung quien se dejaba abrazar por la espalda, mientras sus rostros se encontraban a escasos centímetros. Lo peor no eran aquellos abultados y rosados labios que se separaban de los propios únicamente por la distancia que sus narices imponían, sentir el firme trasero de Jinyoung pegado a su entrepierna era la peor tortura que podía recibir estando vivo, al punto que esta comenzaba a crecer molestando y avergonzando al mismo tiempo a Jaebum.
Tomó un largo suspiró cuando estuvo de vuelta en su propia ropa, un ancho pantalón de chandal, y la gran playera negra, no retiró el maquillaje, solo deseaba volver a casa lo más rápido posible y tomar una ducha que se lleve todos aquellos pensamientos que estaban rondando en su cabeza, después de todo él era hetero, le gustaban las mujeres hermosas y adorables como las idols. Jinyoung salió del vestuario minutos después, estaba de vuelva como un hombre, como su amigo, y por lo mismo debía dejar de recordar aquel prominente trasero.
─¿Nos vamos? ─llamó el menor un par de pasos delante de Jaebum.
Dios necesitaba esa ducha mucho más de lo que imaginaba al ver aquel trasero en esos ajustados jeans negros.
─Voy ─sonrió trotando hasta el lado de Jinyoung iniciando una charla banal con un par de bromas con respecto a lo ocurrido, aunque claro, tenía que el castaño mencionase lo de "la carpa" en sus pantalones.
Al día siguiente en la universidad, Jaebum vagaba por los campos del lugar, sus amigos estaban en clases y él tenía un largo periodo libre. Estaba reacio a acercarse al campo de deportes, pero terminó llegando al lugar de todas formas para ver el entrenamiento de Jinyoung, podía hacer el tiempo suficiente sentado en las gradas mientras el grupo jugaba un partido amistoso entre los regulares y los suplentes. Deseó centrarte en las jugadas, pero toda su atención iba dirigida a castaño de su amigo quien levantaba los brazos, agitaba las manos para pedir el balón y lograr un par de anotaciones. No entendía como ese chico no era más popular en la universidad, tenía todo para llevar ese título era guapo, amable y misterioso, pero Jaebum no veía a gran cantidad de chicas rondando a su alrededor. Frunciendo el ceño vio como su amigo celebraba una anotación directa al ángulo del arco saltando sobre su compañero de felicidad, el juego acabo minutos después con el silbato del árbitro dando por ganador al equipo de Jinyoung. Cada uno de los jugadores se retiró la pechera que identificaba su equipo y más de alguno retiró su playera para quitar el sudor de su rostro y cuello, Jinyoung entre ellos, pero él no fue camino a los camarines junto al resto, él trató hasta las gradas donde Jaebum estaba mirando con una sonrisa.
─Me ducho y vamos a comer ─dijo antes de reunirse con sus compañeros.
Debió ser algo normal, después de todo cada martes y jueves almorzaban juntos tras el entrenamiento del menor, pero se sintió tan insano prestarle más atención al pecho desnudo y tonificado de Jinyoung que a sus palabras.
El almuerzo fue otro reto para su cordura, el ramen caliente y picante lograron que Jaebum mantuviera la vista en los abultados labios más de una vez, apartando la mirada solo cuando se percataba que estaba al pendiente de aquellos rojos labios.
Durante esa noche, Jaebeom se encontraba en su cuarto, recostado sobre la cama viendo diversas aplicaciones hasta que recordó aquella fotografía, la imagen capturada de Jinyoung vestido de mujer, y muy diferente a la risa que imaginó que le produciría verla, simplemente acabó dando zoom en el maquillado rostro, recordando aquellos labios rosados que desprendían un suave aroma a fresas, la suavidad de su piel, la estrecha cintura que poseía y aquel trasero que jamás había sentido, claro que lo había visto, pero sentir aquellos globos fue totalmente diferente. Al punto que mientras cerraba sus ojos recordando cada detalle de su amigo, su mano había viajado dentro de sus ropas para acariciar la erección que consiguió con sus recuerdos, pero no le bastó imaginarlo cómo mujer, pronto las prendas, el maquillaje y la larga peluca habían desaparecido en su cabeza y solo estaba su amigo sin camiseta con sus músculos definidos y aquellos labios. Se imagino besándolo cada parte, y más de un beso fogoso dejando en la boca de su amigo, mientras su mano apretaba un poco más, subiendo y bajando cada vez más rápido.
Acabó, se corrió con la imagen de un hombre, con el hombre que era su amigo.
─Dios, estoy enfermó ─se dijo mientras se limpiaba y cubría su rostro con la almohada.
҉
Un par de días se ausentó en la universidad, no se sentía bien, su cabeza no estaba bien, debía descansar de sus compañeros y amigos, pero sobre todo descansar de Jinyoung.
─Cariño, iré con Seulgi a casa de los abuelos, la comida está en el refrigerador ─su madre le avisó tras dar un par de golpes en la puerta ─Descansa.
Oyó la puerta cerrarse y el silencio reinó en su hogar, cubriendo su cabeza con las mantas intentó volver a su centro, antes de aquella maldita sesión de fotos, antes que sintiera algo por Jinyoung. Se obligó a dormir finalmente.
Un peso sintió en su cama que lo despertó, no sabiendo cuanto tiempo permaneció dormido retiró las mantas buscando el rostro de quien estaba en su cuarto.
─Te ves terrible.
Jinyoung estaba allí, claro que lo estaría, el único que sabía la clave del apartamento, el único que se preocuparía por su ausencia.
─No deberías estar aquí ─respondió con su voz grave, probablemente por el poco uso que le había dado esos días en cama.
─Estaba preocupado, tu teléfono apagado, no vas a clases. ¿Qué ocurrió?
«Tú» ─pensó Jaebum viendo al menor acercando su mano hasta su frente.
─No tienes fiebre. ─murmuró mirando fijamente al mayor.
Jaebum apretó los puños mientras la mano de Jinyoung se deslizaba hasta sus mejillas comprobando su temperatura.
─Todo parece bien ─dijo antes de ser atraído por sorpresa dentro de un abrazo.
─Eres tú lo que me pasa... tú me tienes pensando en ti todo el tiempo, enfermando mi cabeza, imaginándote en diferentes posiciones. ─habló una vez más con su grave en el oído de Jinyoung. Sonriendo cuando percibió el estremecimiento de su cuerpo. ─¿Te gusta, verdad?, ¿Quieres oír lo que te haría?
Jinyoung se mordió el labio, él también había pasado los últimos días con JB en su cabeza, como su miembro se había sentido clavar su trasero. Deseaba sacarlo de su sistema, alejarlo de su cabeza y volver a disfrutar del sexo como antes. Un solo asentimiento bastó para encontrarse con la espalda en el colchón, Jaebum sobre él mirándolo fijamente, probablemente podía ver su reflejo en aquellos oscuros orbes, pero solo deseaba una cosa, jalar al mayor y devorarle la boca.
Suspiros, suaves gemidos y húmedos sonidos de sus labios chocando una y otra vez, mientras apegaban sus cuerpos con cada beso, pero ambos necesitaban más. Las manos viajaban por la espalda de Jaebum y el torso de Jinyoung deseando empujar lejos las molestas prendas de ropa, mientras sus ingles se rozaban en cada movimiento, sumando el factor de que era algo que no debía ocurrir y la posible fracción en la amistad que podía generar, solamente aumentaba las ganas de follar en ambos.
La ropa estaba regaba por el piso, los besos de Jaebum solamente intensificaban los gemidos de Jinyoung quien curvaba la espalda en el lento pero placentero recorrido de ellos por su abdomen y un poco más abajo. El calor le invadió cuando su miembro fue rodeado y solamente pudo llevas sus manos al cabello negro entre sus piernas, sosteniéndolo allí antes de comenzar a mover sus caderas contra la húmeda cavidad. Probablemente era el oral más inexperto que había recibido, pero por mucho era el más placentero, podía sentir la presión que se acumulaba a sus entrepiernas, gimiendo y degustando las vibraciones por los mismos gemidos que luchaban por salir de la boca del mayor.
No le importó cuando Jinyoung se corrió en su boca, disfrutó el particular sabor en su boca mientras se acomodó entre sus piernas relamiendo sus labios quitando cualquier rastro que pudiese quedar en ellos. Jinyoung siguió el movimiento, sintiendo ansias por sentir aquella polla en su interior, si fuese una mujer probablemente estaría completamente mojado por aquel pedazo grueso de carne.
─¿Necesitas prepararte? ─preguntó estirándose hasta su mesa de noche buscando un condón y lubricante.
─Un poco...
Jinyoung estaba ansioso, deseaba apurar las cosas, pero era verdad que por culpa de este pelinegro su frecuencia de sexo había disminuido y por lo mismo no estaba dispuesto a sufrir quemaduras. Miró la botella en las manos del mayor y no dudo en tomar un poco del viscoso liquido para comenzar a prepararse el mismo. Sintió la mirada fija de Jaebum en sus dedos, como estos se adentraban y salían cada vez más rápido acostumbrándose a lo que vendría.
─Ya... ya ─dijo jadeando a la par que sus dedos salían de su interior y ambas manos sostenían la parte trasera de sus rodillas, mientras JB lubricaba un poco más el condón.
─Mierda ─chasqueó la lengua el mayor al sentir la presión a su alrededor.
Jinyoung jaló al pelinegro perdiéndose nuevamente en un beso mientras el movimiento de ambas caderas comenzaba. Estaban envueltos en el maldito placer, los gemidos eran fuertes a cada respiración que tomaban más el par de mordidas en los hinchados labios de ambos. Un infierno se había desatado en la habitación de Jaebum mientras sus caderas se molían golpeando sus pieles, sosteniéndose el uno al otro de tal manera que posiblemente sus manos quedarían marcadas en el otro.
Sus pieles no tardando en perlarse de sudor mientras más fuerte y rápidas se volvían las embestidas, la presión de Jinyoung incrementó alrededor del mayor cuando la mano de este volvió a su miembro masturbándole con la misma velocidad de sus embestidas, no tardó en derramarse sobre su abdomen y la mano del pelinegro, tensándose a tal punto de obligar prácticamente a Jaebum a terminar y caer agotado sobre sobre Jinyoung.
Recuperar la respiración no les demoró mucho tiempo, y cuando estuvo con suficientes fuerzas Jaebum se retiró de Jinyoung con una mirada de sorpresa.
─Mierda Jinyoung ─dijo preocupando instantáneamente al otro.
─¿Qué-qué pasó? ─tartamudeó sentándose en la cama para mirarlo mejor.
─Estás obligado a comer conmigo... estoy muriendo de hambre ─rió quitándose el condón para atarlo y botarlo en el papelero.
─Eres un maldito imbécil ─Jinyoung rió lanzando un golpe al mayor, pero no resultó como lo esperó, Jaebum lo jaló para robarle un beso antes de vestirse un poco con ropa holgada y entregarle un par de prendas al castaño.
─Apurate, tengo hambre ─exigió desde la puerta perdiéndose a los segundos en el pasillo hasta llegar a la cocina.
҉
─Mierda JB, ¿Quién carajos es ella? ─Habló Irene con aquella revista en sus manos.
─De seguro es su novia, solo vean como se miran ─Jackson se rió quitando la revista de las manos de la chica.
─Ahora las chicas no tienen como competir con ella. ─Irene atacó mirando la reacción del hombre.
─¿Es tu novia de verdad? ─Mark observó atentamente la imagen frunciendo apenas su ceño, ─No se parece a...
─¡Jinyoung! ─gritó Jaebum alzando su mano para indicarle al castaño donde se encontraban.
─¿Por qué tanto alboroto? ─Cuestionó sentándose junto a JB.
─¿No has visto a la novia de JB?
─¿Novia?
─Mi chica es todo un encanto ─bromeó apuntando la imagen de Jinyoung en aquella revista, mientras bajo la mesa apretaba el muslo del menor con esa sonrisa idiota y arrogante que tanto odiaba y amaba a la vez el castaño.
─Idiota ─murmuró cuando el alboroto por aquellas imágenes se retomó.