El Poder. Camren

By ShitabL

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A sus Veinticuatro años de edad estaba jugando en uno de los equipos más Grande de Europa a nivel femenino, E... More

Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
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Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 30
Capitulo 31
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Capitulo 33
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Capitulo 39
Capitulo 40
Capitulo 41
Capitulo 42
Capitulo 43
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Capitulo 46
Capitulo 47
Capitulo 48
Capitulo 49
Capitulo 50
Capitulo 51
Capitulo 52
Capitulo 53
Capitulo 54
Capitulo 55
Capitulo 56
Capitulo 57
Capitulo 58
Capitulo 59
Capitulo 60
Capitulo 61
Capitulo 62
Capitulo 63
Capitulo 64
Capitulo 65
Capitulo 66
Capitulo 67
Capitulo 68
Capitulo 69
Capitulo 70
Capitulo 71
El Poder.

Capitulo 12

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By ShitabL

Omnisciente.

Lauren no hablo y tan solo le mostró a Camila en la pantalla de su celular donde debían ir a buscar el famoso Sushi que comerían. Así que la morena se dirigió al restaurante, Lauren se bajo sola porque ella iba a pagar y Camila acepto sin contraatacar porque era lo mínimo que la idiota hiciera luego de tenerla como Uber, de haberla estado esperando mil horas afuera y tener que aguantar todos sus tontos comentarios vulgares que hacía sobre ella en cada momento, así que mínimo que pagará el Sushi, ademas tenia que llevarla a su casa, eran muchas cosas para no pagar la cena de ambas, mínimo que Jáuregui se sacrificará algo.

Maldita Lauren pensaba Camila en todo momento.

Es que estaba enojada con ella como la mayoría del tiempo por ser una maldita vulgar que lo único que hacía era hablar de sexo, como si eso fuera el único tema de conversación que tenía, además de debatirle todo con sexo y sus tontos comentarios sin sentido alguno. ¿Tendría problemas con el sexo? ¿Será alguna enferma sexual? No la conocía bien, de hecho la conocía poco solo había hablado con ella por mensajes de textos y si Lauren era de esas mujeres que acosaban... no lo creía, confiaba en ella aún así y sabía que no era una mala persona, de hecho era súper buena persona pero eso no quitaba su enojo, su molestia y todo el odio que sentía por ella esa maldita noche.

Más si la había tenido que ver sin camiseta otra vez y eso era lo que más la enojaba. ¡¿Por que tenía que verse tan caliente?! ¡¿Por que deseaba pasar sus manos por ese maldito abdomen y luego lamerlo para saber que se siente?! ¡¿Por que quería que cumpliera todo lo que pensaba cuando se masturbo pensando en ella?! ¡¿Por que tenía que provocarla de esa maldita forma a ella?! ¡No se daba cuenta que dañaba su mente y le daban ganas de dejar todo de lado para caer aunque supiera que no estaba bien!

¡Me cae mal! ¡La odio! Eso pensaba Camila en todo ese momento que estuvo esperándola cuando fue buscar el tonto Sushi al tonto restaurante la tonta de Lauren.

Es que no había dejado darle tregua desde que despertó, había estado con sus comentarios que la hacían enojar pero al mismo tiempo provocaban cosas en ella que le costaba controlar. Luego cuando le mando la camiseta, fue tierno y luego todo lo que hizo después del partido hasta ahora, el que la molestara con Matthew había sido el alivio que tuvo, pero todo lo demás había sido una maldita tortura porque en el fondo quería que Lauren la tomara como quisiera y le hiciera todo lo que quería en su casa, que follaran sin parar y que no la dejara descansar hasta el día siguiente cuando ya no pudiera más, quería llenarse de Lauren Jáuregui aunque la odiará, quería sentirla y saber si todas las cosas que imagina son ciertas.

¡Estúpida y sensual Lauren! Se grito nuevamente.

Más si ahora caminaba con una bolsa metiendose al auto otra vez con una sonrisa arrogante como siempre, pero no le dijo nada, quizás el que la llevara a su casa había sido suficiente por ahora. Camila la miro un momento volviendo a gruñir para comenzar a conducir rumbo a su casa hermosa y tranquila, y una parte de ella estaba nerviosa por lo que podía suceder, no sabía si iba a hacer capaz de resistirse, no sabía si Lauren iba a seguir haciendo su maldito juego y sus provocaciones hacia ella sin ningún filtro.

Temia hasta qué punto iba a poder resistir.

¿Que pasaba si ella jugaba el mismo juego de Lauren?

¿Podría provocarla a su manera? ¿En sus enojos sin ser directa? ¿Si no más bien con sus actos? ¿Acciones?

Podría lucir su cuerpo, mostrarle más de la cuerda y dejarla callada por un momento cuando se perdiera en su belleza, podría hacerla sufrir y torturarla, podría jugar igual de sucio como Lauren lo había hecho. ¿Pero ella sería lo suficientemente fuerte para soportarlo también? No estaba segura luego de que dos veces se haya masturbado pensando en Lauren y todo lo que podía hacerle, sería como jugar con fuego esa noche.

¿Era muy malo quemarse?

Estaba segura que no, pero aún así no quería ceder ante Lauren y darle el maldito gusto de ganar esa batalla que ambas habían creado desde la primera conversación que tuvieron, no quería que ella quedara como la ganadora de esto, menos que tuviera la satisfacción de sacárselo en cara. Sabía lo engreida que era la futbolista, que su ego se alimentaba quizás de hacer caer mujeres ante ellas y quizás ella era la que más se había demorado en hacerlo, porque no era una fácil, era Camila Cabello de quien hablamos la más difícil de todas.

Pero también entendía que Lauren no era una hija de puta, no iba a jugar con ella y luego abandonarla, no era ese tipo de mujer, creía en ella, a pesar de que solo fuera sexo entre ambas sabía que no la iba a lastimar menos solo usar, Lauren no era así y eso admiraba de ella desde el primer momento que hablo con esa mujer... aún así no quería ceder, al menos no su mente porque si fuera por su cuerpo estaría de piernas abiertas ante Lauren en esos momentos.

Camila estaba en un lío entre lo que su mente queria y su cuerpo deseaba.

No sabía que juego tomar con Lauren, como ganar en todos los sentidos con ella. Pero principalmente como no dejarla a ella como la gran ganadora, no iba a ser posible.

Le cae muy mal, más ahora cuando la hacía tener dilemas principales.

-¿Está es tu casa princesita?.- Lauren hablo una vez que llegaron al estacionamiento.

-No, la robe y la estoy usando.- dice ironía. -Idiota.- murmuro.

-Quizás uno nunca sabe lo que hacen los hijos de los políticos.- Lauren bromea riendo. -¿Me vas a abrir la puerta?,- cuestiona.

-¡No! Tu deberías abrirme a mi.- le dice y luego se dio cuenta de lo mal que sonó eso.

-¿Quieres que te la abra?.- dijo Lauren entre risas, Camila la golpeó en el brazo.

-¡Me refiero a la puerta idiota!,- le exclamó. -¡Me caes mal!.- le dice.

-Esta bien princesita, pero tú eres la dueña de casa y yo soy tu invitada, pero bueno.- Lauren se bajo del auto girando por delante del auto para abrirle la puerta a la morena. -Puede ir a su castillo princesita.- le dice y Camila la empujó.

-Esperó que el príncipe sea alguien atractivo y no idiotas, porque últimamente me llueven empezando por ti.- le señala, Lauren sacó su su bolso junto con el Sushi riendo.

-Su novio tucán quiere venir a combatir con el dragón y sus poderes de nariz espada.- bromea y Camila rodó los ojos.

-No seas idiota, ojalá el dragón lo mate para que deje de hinchar, pero no quiero seguir acordándome de él, me fastidia.- le pide.

Lauren le encontró toda la razón.

-Apoyó eso.- Le dice con una sonrisa. -Quiero conocer tu casa.- Camila soltó un suspiro caminando a la puerta.

Cuando ambas entraron Lauren miro a su alrededor con una sonrisa, era una casa hermosa, no gigante pero si lo suficiente como para vivir solo una persona. Miro algunos cuadros y el sofá cómodo en la sala, junto con una hermosa cocina, era todo súper elegante y sofisticado, no era moderno pero tampoco muy antiguo, estaba todo muy lindo a decir verdad, se sentía acogedor. Dejó su bolso en el armario que Camila le indicó para llevar el Sushi a la cocina no sin antes caminar unos pasos más atrás disfrutando la vista del cuerpo de la morena, era un gran privilegio.

-¡No me mires el culo!.- Camila le grito lanzándole un cubo de hielo, Lauren río por lo bajo.

-Eso si lo lamento, no debía hacerlo.- dice sincera arrepintiéndose, tampoco le faltaría el respeto de esa manera. -Solo fue inevitable pero lo lamento.- le dice.

-Bien, no lo hagas de nuevo.- le dice Camila.

Lauren sacó el Sushi de la bolsa mientras Camila le pasaba unas fuentes elegantes donde pusieron pieza por pieza, Camila no le permitió comerse nada antes advirtiéndole con la mirada y Lauren intentaba ser lo más sofisticada del mundo porque jamás había tenido una clase de protocolo, era educada pero no sabía con qué cuchillos y tenendores comer aún, eso le costaba y siempre ocupaba sus manos a la hora de comer hamburguesas, no como Camila que ocupaba cuchillo y tenedor para todo porque era una dama de la alta sociedad. Eran mundos diferentes, pero eso era genial aún así, no era diferentes cuando peleaban, cuando hablaban e incluso todo lo de sofisticación eran cosas superficiales porque lo que valía eran los valores que ambas tenían y esos eran similares, así que podían no ser de la misma clase social, pero si tenían grandes valores que era el mayor precio en una persona.

-Muero de hambre.- confiesa Lauren sobando su panza.

-Aguántate, pareces una niña chica.- le dice Camila acomodando la salsa de soya.

-No puedo.- un puchero se formó en su labio. -Soy deportista, ¿sabes lo que es eso?.- dijo con voz tierna y Camila casi se derritió pero mantuvo su compostura.

-Comes mucho.- Lauren asintió con efusividad.

-Y hoy he comido poco para no estar hinchada cuando esté contigo.- bromea riendo y Camila la miro rodando sus ojos.

-De verdad eres tonta.- declara Camila.

-Es Broma princesita, nunca como mucho el día de los partidos.- le confiesa. -Tengo mucha hambre.- le vuelve a decir.

Camila tomó un Sushi y se lo metió entero a la boca, para callarla. Lauren se lo comió con una sonrisa pero con la boca cerrada, tan poco iba a actuar con una puerca ante la princesa, no era tan Shrek con Fiona cuando la conoció. Debía ser un poco señorita aunque eso le costó toda su vida.

-Esta rico.- dijo Lauren al terminar de tragar.

-Más te vale porque tú los pediste.- le advierte. -Vamos a la sala.- le pide.

-¿Tienes una bolsa con hielo?.- pregunta antes de ir.

-Si... ¿Por que?.- cuestiona Camila.

-Para apagarte lo caliente.- le dice y Camila gruño otra vez apunto de golpearla pero Lauren volvió a hablar. -Es para mi pantorrilla, debo ponerme otra vez.- le confiesa.

-Saca del frío, deben haber.- le dice Camila.

-Gracias.- Lauren le sonrió.

Camila la espero en la sala sentada con el Sushi y dos copas de vino, Lauren volvió tomando asiento poniendo el hielo en su pantorrilla envolviéndolo con su hoddie de la selección, le habían dado una entrada fuerte en el partido antes de su gol de tiro libre, estaba un poco inflamado por eso debía ponerse para que la hinchazón bajara, pero no era grave y podía controlarlo, tampoco le dolía mucho solo era precaución, más si tenía muchos compromisos importantes para adelante.

-Esta bueno.- confiesa Camila comiendo de a poco la pieza de sushi mientras que Lauren ya llevaba como tres.

-No mantendré las apariencias, lo lamento.- Lauren le dice cuando Camila la miro impresionada.

-Es que... bueno tienes razón debes gastar mucho más de lo que comes.- se explica más a ella misma.

-Exacto, hago mucho ejercicio aparte del entrenamiento para estar en forma.- le dice con una sonrisa. -Pero no hablemos de fútbol, ya se que soy genial y que hice mucho goles, háblame de ti.- le pide.

Camila hizo una mueca.

-No hay mucho que decir, soy la hija del presidente, soy dueña del banco Cabello y eso básicamente.- le dice.

-Pero eso es lo banal, eso es lo que muestras a todo el mundo, quiero saber sobre ti... ¿Cual es tu sueño?.- pregunta directamente, tomando un sorbo de vino.

-Me gustaría poder ser la presidenta de los Estados Unidos en un futuro.- dice con una sonrisa. -No por mi papá, sino por mi misma.- le explica.

-Eso es sorprendente.- dice Lauren con una media sonrisa. -¿Por que quieres ser la presidenta?.- cuestiona.

-Me gusta el hecho de poder cambiar las cosas, de hacer un cambio en nuestra sociedad... y bueno me gusta ayudar a las personas Mucho.- le confiesa. -He tenido la oportunidad de conocer tantas realidades, no sólo por la pobreza sino en todo ámbito.- dice con sus ojos brillando levemente, Lauren admiraba eso. -Quisiera poder hacerlo siempre, y ser la presidenta me daría esa oportunidad no solo de conocer sino también de actuar.- le explica.

-Eso es muy bonito Camila, deberías luchar por eso.- le dice sincera. -No lo veas como un sueño, velo como una meta porque los sueños son inalcanzables pero las metas son hechos reales.- le aconseja. -Tienes un gran potencial.- le asegura.

-¿Tú crees?.- pregunta Algo insegura.

-Lo Tienes, eres genial Camila, lo poco que te he conocido además de pelear se nota que te apasiona lo qué haces... y eso es algo que pocos tienen, confía en ti.- le dice sincera.

-Gracias, eso es lindo.- le sonríe.

-Soy linda, no me lo recuerdes.- presume Lauren y Camila rodó sus ojos.

-Aun así me caes mal.- le dice.

-Es mutuo.- Lauren río. -Ahora es cuando te subes sobre mi y me besas apasionadamente.- le dice tranquila.

-¡No sucederá!.- Solo bastó un comentario para sacar de las casillas a la morena. -No me gustas Lauren, entiéndelo.- le dice sería.

-Esta bien.- Lauren la miro a los ojos para tomar la copa y terminarla.

-¿Por que me buscaste?.- cuestiona.

-Te lo dije, me pareciste atractiva, no te conocía y sólo decidí hacerlo, ¿Que Tan malo podía ser?.- le dice sincera.

-No lo debiste haber hecho, no cuando no ibas a conseguir nada.- le contraataca.

-Si conseguí, estoy aquí comiendo sushi contigo, si es no es conseguir nada entonces no se que es conseguir algo.- le explica.

-No me acostare contigo.- le aclara Camila.

-No lo haremos Camila.- Lauren giró su rostro para mirarla a los ojos. -Un no es un no, lo tengo claro.- le dice tranquila. -No te puedo obligar a hacerlo.- Le dice sincera.

-No me digas Camila, es como si te enojaras, no me gusta.- protesta.

-Eres caprichosa.- Lauren río levemente. -No estoy enojada princesita.- le aclara. -¿Me prestas tu baño?.- le pide.

-Si.- Camila se puso de pie de inmediato.

-Tome mucho líquido, y mi vejiga necesita liberarse.- le dice riendo, Camila prefiero no decir nada.

-Antes de la escalera hay una puerta, ahí está el baño.- le explica.

-Gracias.- Lauren fue disparada hacia allá.

Camila soltó un largo suspiro tomando lo que quedaba del vino, pensando en lo que Lauren le dijo. ¿Era posible que de verdad se haya rendido? ¿No era parte de su juego? Sabía que Lauren no mentía y que quizás lo decía muy enserio... pero una parte de ella no quería que fuera así, quería que la provocara, que le dijera esas cosas que la hacían enojar, quería tratarla mal por ponerla aún más en duda pero al mismo tiempo quizás era lo correcto... no lo era no cuando su cuero la necesitaba.

No cuando se había puesto la maldita ropa interior blanca, así que una idea estupida pasó por su mente, más cuando Lauren volvió del baño y se sentó nuevamente revisando su celular por un momento para dejarlo sobre la mesa y volver a mirarla a ella con una sonrisa en el rostro. Maldita y tonta Lauren que se veía guapa de todas las maneras que estaba, que manera de caerle mal esa tonta mujer que solo la hacía sufrir y tener tontos dilemas mentales.

-Mientras estabas en el baño.- Camila se acomodó en el sofá con las piernas cruzadas de manera sofisticada como ella. -Pense en que podríamos ver una película.- le comenta.

-No sería una mala idea, pero debo irme al hotel y no te haré ir tan tarde cuando es peligroso.- Le dice Lauren y Camila se sorprendió.

No bromeaba cuando dijo que no se acostarían entonces, Lauren no iba a insistir más.

Mierda.

Mucha mierda en esos momentos.

-Pero si quieres ver una película ahora si puedo pedir un Uber.- le propone.

Les diré algo. Lauren seguía ocupando su método Jáuregui.

Paso número diez, hacerle creer que todo termino y confundirla más.

-¿De verdad Lauren?.- cuestiono Camila alzando una ceja. -¿Tan fácil te rindes?.- le dice de manera directa.

-¿De que me hablas?.- cuestiona Lauren confundida.

-¡No te hagas la tonta!.- le exclama fuertemente. -¡Pense que era más batalladora maldita idiota!.- Camila salió de sus casillas ella sola.

Lauren aprobo un paso más a su lista sin evitar reír.

-¿Puedo saber por qué te enojas?.- Cuestiona Lauren.

-No te lo dire, me caes mal.- le lanzó un sushi por la cabeza.

-¡La comida no se tira!.- exclama Lauren ofendida.

-¡Te lo mereces por tonta!.- le grito la otra.

-Estoy haciendo lo que me pediste.- Lauren le dice tomando el sushi de su cuerpo para comérselo.

-¡Sabes! ¡Puedes irte a la misma mierda!.- Camila se puso de pie.

Eran tan raras.

-¿Que estas haciendo?.- cuestiono cuando le tomó el celular poniéndolo delante de su cara para que lo desbloqueara.

-¡Te estoy pidiendo el maldito Uber para que te vayas de mi casa!.- buscaba la a aplicación en el celular, caminando lejos de ella.

-Princesita.- Lauren se puso de pie yendo a buscar su celular pero Camila se alejó.

-¡No te acerques que te lo rompo y me importa una mierda!.- le sigue gritando.

-De verdad a ti te falta sexo.- Lauren estaba riéndose, acercándose a ella lentamente.

-¡Deja de ser una vulgar!.- le grita otra vez, buscando la dirección del hotel.

-Pero si es la verdad, estas histérica por nada.- le dice, Y Camila casi le lanzo el celular por la cabeza. -Eso es una señal que te falta sexo, pero sexo conmigo eso te deja anti neurótica.- Camila le saco el dedo de al medio.

-Eres una idiota presumida que ni siquiera debes ser buena en la cama, solo presumes.- le dice enojada.

-¿Es un reto?.- Lauren se acercó a un más a ella, Camila la miro por un momento. -¿Quieres saber tú misma que Tan mala soy en la cama?.- Camila trago saliva por un momento.

-¡No me voy a acostar contigo! ¡Supéralo!.- exclama.

-¿Entonces por que dices que me rindo fácil?.- Lauren camino más donde ella.

-No seas tonta.- Camila le dice seria.

-Sabes princesita, entiendo que es lo qué pasa...- Lauren la miro a los ojos. -Quieres que te provoque hasta el punto que no puedas más, quieres que siga jugando este juego para no dejarte chances de seguir luchando, pero tú no estás luchando conmigo sino contigo.- dice con una sonrisa arrogante. -¿Me equivocó?.- Le dice.

-¡Claro que si!.- le exclama. -¡No me voy acostar contigo!.- le dice segura.

-¿Segura?.- Lauren tomó el celular de sus manos marcando la dirección del hotel. -El Uber puede llegar en dos minutos, ¿Quieres que me vaya o quieres que me quede aquí contigo?.- le dice alzando una ceja.

-No te dejare ganar.- Camila le dice segura.

-La única que ganas en esto eres tú Camila, mírame...- le pide. -Estoy aquí en tu casa, dispuesta a todo por ti, te daré todo lo que necesitas, y te prometo que disfrutarás cada segundo que lo hagamos, no perderás en este juego, solo vas a ganar.- Camila la miro a los malditos ojos verdes que si le gustaban.

-Dame tu celular.- le pide.

-¿Que harás?.- cuestiona Lauren.

-Dámelo.- le vuelvo a pedir.

-¿Para que?,- insiste.

-¿Me lo darás o no?,- dice la morena sería.

-Tome .- Lauren accedió.

Camila tomó el celular cancelando el Uber, para acercarse a Lauren no sin antes lanzar el maldito celular lejos de su maldita dueña. Lauren la miraba con una media sonrisa, sin arrogancia, sin ser triunfante.

-¿Que significa esto?.- cuestiona Lauren.

-Significa que te odio y me caes Tan mal que debería echarte a patadas de mi casa.- le dice sería, enojada y todo lo demás, pero al mismo tiempo caliente.

-¿Pero?.- Dice Lauren, Camila pasó los brazos por su cuello quedando más cerca de ella.

-Pero eso sería la peor forma, porque si tú pierdes yo también pierdo.- La miro a los ojos directamente. -Quiero que me folles y más vale que lo hagas bien, porque odio perder.- le dice sería y firme.

Inserte Pikachu para Lauren.

-¿Hablas enserio?.- Lauren estaba sorprendida.

¡Su maldito método había funcionado!

Pero solo a ella le funciona, no lo intenten en casa niñas.

-No te hagas la tonta ahora Jáuregui.- le dice Camila sería, Lauren tomó un largo respiro.

-Es que Camila... Dios...- estaba impresionada aún.

-Lauren, no me digas que eres Virgen.- le dice y Lauren río negando.

-Eso no, solo que mierda... tengo temor también.- le confiesa, Camila la miro confundida.

-¿A que le temes?.- cuestiona.

-Primero a tus uñas.- bromea y Camila río levemente.

Que hermosa su risa, pensó Lauren.

-Pero también temo, a que no pueda olvidarte después de esto.- le dice sincera. -Una vez que te pruebe no sé si seré capaz de borrar tu sabor de mi.- Camila trago saliva.

-No lo sabrás si no te arriesgas...- Acarició su cabeza con sus uñas largas. -Se mi primera mujer Lauren, te deseo demasiado y si quieres que me humille, no lo voy a hacer, la única que estará de rodilla esta noche serás tú.- le advierte.

Camila amaba su control y Lauren lo supo en esos momentos.

-Con gusto estoy de rodillas por ti.- Fue todo.

Lauren se acercó a sus labios sintiendo su respiración cerca y si quieren un beso romántico aquí no lo habrá. Lauren atrapó su labio inferior succionándolo sintiendo la mejor sensación de su vida... y lo qué pasó después era impresionante.

Fin.

Camila tomó sus mejillas alejándola para ella besarla a su manera tomando sus labios para moverlos de manera rápida sintiendo la mezcla de sus salivas, Lauren intentó ganar el control en esos momentos pero Camila no se lo permitió y tan solo se apoderó de tal manera que Lauren perdió el ritmo del besos entregándose por completo en el beso. Estaba siendo sometida a lo que Camila quería y le fascinaba, más si sus manos bajaron directamente a su trasero cuando sus lenguas se mezclaron en un control de Camila, Lauren la acercó más a ella apretando una de sus nalgas subiendo su otra mano a la cabeza de la morena alejándola un poco para mirarla a los ojos.

-Princesita...- la miro a los ojos. -Dejame besarte.- le pidió y Camila negó con una sonrisa en el rostro.

-Es suficiente como yo quiero.- Le declara.

-No soy como los demás, déjame a mi.- le dice dejando un beso corto en sus labios. -Dejame descubrirte Mi autoritaria.- la volvió a besar cortamente. -Lo haré bien, confia en mi.- Camila la miro asintiendo levemente.

Lauren la beso suave esta vez, para aumentar el ritmo tratándola como una princesa pero al mismo tiempo con pasión, demostrando lo que sentía y lo que anhelaba esa noche para ambas. Camila se desarmó levemente ante el beso, olvidando todo lo demás olvidando el control que siempre había tenido.

Sé sintio bien.

La tomó de los muslos alzándola por las nalgas para que la morena enrollara las piernas en su cintura. Sin dejar de besarse, sin dejar de acariciarse llegaron al sofá, al cómodo sofá, Lauren la recostó quedando sobre ella mirándola nuevamente para besarla en los labios cortamente deslizando besos a su mandíbula, a pesar de que el amor no existía aún entre ambas, se sentía suave, cómodo lo que estaban viviendo.

-No quiero hacerlo aquí.- Camila le dijo, Lauren la siguió besando por el cuello.

-¿Por que no?.- cuestiono.

-Por que si me voy a acordar de esto prefiero que sea en mi habitación.- Lauren río sobre su cuello suavemente.

-¿Para masturbaste después recordando?.- le dice, Camila no iba a protestar.

-Si lo haces bien obviamente que si.- Una mano de Lauren se metió bajo la camiseta de la selección buscando sus senos.

Y si tenía senos, dos tetas Algo grandes que Lauren amaría por completo.

-Vamos a tu cuarto entonces Princesita.- Lauren la volvió a besar y Camila se dejó porque la boca de Lauren se sentía tan bien.

Estaba cediendo su control por ella.

Lauren la volvió a tomar entre sus brazos subiendo las escaleras sintiendo las mordidas de Camila en su cuello mientras le daba las indicaciones de donde estaba, Lauren vio la puerta que se ponía a las demás parando al medio del pasillo apoyándola contra la pared para mirarla nuevamente más si Camila estaba luchando con sacarle la camiseta ahí mismo.

-No desesperes Princesita, podrás desnudarme entera.- le dice, Camila la miro sería otra vez.

-Lo quiero ahora.- dice insistente.

-No seas caprichosa.- la beso, apretando sus nalgas.

-No lo soy.- le asegura.

-Lo eres.- Lauren la beso otra vez cortamente. Para meterse en la habitación.

Camila se bajo de sus piernas tomando el borde de la camiseta para sacársela de inmediato y besarla a su manera, de manera salvaje, Lauren le siguió el ritmo esta vez sintiendo una de sus manos en su abdomen acariciandolo, la otra estaba en su nuca para no alejarla. Lauren casi gimió al sentir como le mordía el labio, se sentía tan bien todo lo que estaban haciendo.

Quería follarla.

Se separó de ella, mirándola a los ojos decidida. Tomó su camiseta para sacarla lejos del delgado cuerpo de la morena dejando besos en sus hombros, luego en sus clavículas chupando la zona para ir a su cuello otra vez tomando su cabeza para liberar más espacio apoderándose de ella completamente. La giro con cuidado apegando su espalda a su pecho dejando besos en la nuca; subió sus manos a sus senos apretándolo sobre la tela del sostén, deseando hacer todo de inmediato pero debía tomar su tiempo, no iba actuar como una desesperada, quería que Camila disfrutara y sabía que lo haría.

-Mi boca tiene un iman con tu cuerpo.- Lauren susurró dejando besos en su espalda descendiendo lentamente hasta desabrochar su sostén.

-Tú boca sucia...-

Las manos de Lauren descendieron por su cuerpo sacándole el sosten apretando sus senos desnudos y erectos, que ganas de chuparlos pero aún no. Siguió besando su espalda para bajar aún más hasta quedar de rodillas, la giro mirándola hacia arriba besando su abdomen. Camila la miraba con una sonrisa llena de lujuria al igual que sus ojos, se sentía tan bien todo. Tanto que solo dejó que Lauren actuara.

El broche de su pantalón se abrió y los besos bajaron al mismo tiempo que el, hasta que Lauren los bajo por completo quitándole los zapatos junto con el pantalón. Río al ver la ropa interior blanca, razón por la cual beso sus bravas antes de volver a ponerse de pie y volver a besarla.

-Princesita... debía comprobar si su cuerpo era de porcelana, pero ahora se que no.- Lauren apretó fuerte sus nalgas llegándola a levantar del suelo por un instante. -Veremos cuanto resistes.- la beso de manera húmeda.

Tanto que Camila gimió entre el beso, quería que Lauren la tocara, que hiciera lo que quisiera como tanto pensó esos días, pero lo quería de inmediato, tanto que le sacó los pantalones de manera rápida junto con el resto de su ropa, dejándola p desnuda y ese cuerpo había causado todo los malditos estragos esos días.

Lauren la tomó de la cintura llevándola a la cama para estirarla en ella en el medio subiendo sobre su cuerpo, Camila abrió sus piernas dejando que se pusiera al medio. Lauren chocó sus caderas un momento mirándola a los ojos, la volvió a besar de manera húmeda sintiendo algo de nervios. Era normal, lo sabía, pero al mismo tiempo sabía que esto no era del todo normal.

-Eres Tan hermosa.- Lauren la miro a los ojos, Camila tomó con sus dedos su labio inferior acariciandolo.

-Tú también lo eres y eres caliente, te odio por eso.- le reclama sería, Lauren río.

-Hice cuatro goles hoy.- le dice recordándolo. -Partiremos con cuatro goles para ti.- Camila se mordió el labio.

-Veremos si eres capaz de hacerlo.- la desafía.

-Creeme que eso sólo será el principio.- Lauren no siguió hablando.

Tan solo bajo hasta sus senos tomando uno en su boca, lo succiono, lo mordió y lo apretó con una de sus manos. La otra acariciaba su otro seno escuchando los primeros gemidos de Camila sintiendo sus caderas moverse contra ella, pero no se lo permitió, más cuando su boca hizo Un caminos de besos húmedos hasta su vientre bajo, tomando las bragas con los dientes para deslizarla hacia abajo dejándola completamente desnuda ante su ojos.

Su coño... su coño era hermoso, y se veía Tan apetecible que sus sentidos se nublaron, tan solo quería probarlo. Lo hizo, envolvió su boca alrededor de su clitoris, chupandola, Camila gimió aún más alto, y sus manos de inmediato se fueron a la cabeza de la futbolista. Lauren pasó su lengua por todo su coño una y otra vez probando su sabor, hasta detenerse en su centro, metiéndole la lengua dándole el mejor sexo oral de su vida, no era exageración, Lauren era una experta con su boca. Camila respiraba con dificultad y todo lo que hizo con sus propias manos no se comparaban con lo que Lauren hacía.

-Dame más...- Camila le pidió. -Dame más Lauren, se que puedes...- le rogó.

Lauren subió otra vez su boca hacia el clitoris, moviendo su legua rápidamente, hasta provocarle los espasmos, Camila se corrio en su boca por primera vez. Que cosa más buena.

Lauren no le dio tregua, no cuando quería demostrarle que el sexo con ella sería el mejor que tendría en su vida, se acomodó mejor sin sacar su boca de su clitoris para meter un dedo dentro de ella moviéndolo lentamente.

-Me caes mal...- dijo Camila apenas. -Necesito más Lauren.- le ordena. -Damelo, dame toda la mierda que tienes, follame duro.- le dice la princesita.

-¿Algo más princesita?- Lauren le dijo metiendo dos dedos más dejando tres en su interior.

-Hazlo ahora.- le ordena.

Lauren aumentó su ritmo, aumentó su boca y sus dedos entrando y saliendo de ella, hasta escuchar su nombre una vez más y las uñas enterrarse en el su cabeza, en su cuello pero se sentía de maravilla. Sacó sus dedos dentro de ella subiendo besos por su abdomen hasta sus labios para mirarla a los ojos y meterse los dedos dentro de la boca con una sonrisa llena de satisfacción.

-Vamos dos recién.- le dice Camila desafiante, pero agitada.

-Date vuelta.- le ordena, Camila alzó ambas cejas. -Quiero ver tú culo, date vuelta.- le dice otra vez.

-Maldita Lauren.- gruñó la morena girándose en la cama.

-Veremos si vas a querer desafiarme otra vez.- le dice en el odio mordiendo su hombro.

Lauren le levantó el trasero poniéndo su coño nuevamente a su Merced, apretó sus nalgas fuertemente para morderle una como tanto había deseado. Sin pensarlo la embistió con dos dedos escuchando el grito de la morena, su coño se sentía tan bien, tanto que comenzar a darle tan duro que no supo cuántas veces Camila se corrio, solo supo que su brazo comenzó a doler de tanto hacerlo, y su boca no tenía otro sabor más que el de Camila al estar constantemente chupandola, succionándola y probándola completamente, la morena sabía que esa noche no había perdido en lo Absoluto.

Cuatro goles metió Lauren en el partido.

Pero eso no fue nada a todos los orgasmos que le dio a la morena esa noche.

-No puedo más...- Camila logro decir luego de su último orgasmo, Lauren la giro subiendo sobre ella

-¿Como estas princesita?,- la miro a los ojos, Camila la tomó de las mejillas.

-Eres una... salvaje.- logró decirle.

-Aun no hemos terminado tu y yo.- le aclara.

-Perdi la cuenta Lauren.- le dice sincera.

-Lo se, yo también lo hice.- la beso cortamente. -Estoy más que agotada.- le confiesa.

-No sabes los estragos que has causado en mi...- Camila la miro a los ojos pasando las manos por su torso, llegando a su abdomen. -Se que estás agotada, pero no te dejaré sin nada.- Camila llego a su centro buscando su clitoris hasta que lo encontró.

-Camila...- Lauren dijo con la voz ronca, sintiendo los dedos de la morena moverse lentamente. -Tus uñas.- le recuerda.

-Puedes soportarlo.- le dice Camila, aumentando su ritmo. -Maldita Lauren.- murmuro en su oído, Lauren mordió su hombro sintiendo sus piernas tensarse sobre su cuerpo.

Camila sonrió aún más escuchando los gemidos de la futbolista directamente en su oído hasta sentirla temblar sobre ella ante el orgasmo que ella le brindo.

Ella le provocó, a una mujer, a la mejor mujer de todas. A Lauren. Se sentía aún mejor.

El sexo con Lauren había sido el mejor de su vida.

-Quiero llegar contigo princesita.- Lauren murmuro en su oído chupando el lóbulo de su oreja sintiendo el sudo de sus cuerpos.

-Tambien lo quiero.- Se besaron cortamente.

Lauren se acomodó sobre ella comenzando a frotarse contra la morena escuchando los sonidos de ambas acoplarse, aumentando él ritmos de cadenas y Camila acarició su espalda, más bien dañó su espalda con esas uñas largas de diseñador que tenía siempre la princesita, aún así Lauren no protestó porque se sentía de maravillas todo lo que había hecho con la morena esa noche.

Llegaron juntas al orgasmo.

El último.

Camila la beso de manera humeda antes de dejarla recostarse a su lado, de inmediato se abrazó a ella tapándolas a ambas para no sentir el cambio de temperatura. Lauren se lo agradeció y Camila la besaba en el cuello suavemente, se sentía tan cómoda a su lado... tanto que era como si siempre hubieran estado así, sus piernas enlazadas y sus manos aún acariciandose a pesar de todo lo vivido.

-¿Ganaste?.- pregunto Lauren a Camila.

-Gane mucho.- le asegura, Lauren le sonrió.

-¿Aún te caigo mal?.- Camila asintió de inmediato.

-Siempre será así, solo que ahora se como me puedes caer mejor.- la beso cortamente.

-Es un avance Princesita.- Lauren bostezo. -Creo que mañana no podré entrenar tranquila.- le dice riendo.

Camila no quería que se fuera tan pronto y Lauren no quería irse Tan pronto.

-Buenas noches princesita.- Lauren le dijo.

-Buenas noches idiota.- le dijo Camila con una sonrisa volviendo a besar para abrazarse más a ella.

Se durmieron profundamente.

Tan profundamente que despertaron cuando el celular de la morena no dejaba de soñar con una canción de Taylor Swift en su celular. Media adormilada lo tomó deslizando el dedo por la pantalla sin ver quien era.

-¿Alo?.- dijo adormilada, Lauren recién estaba reaccionando de todo.

-¿Estas en tu casa?.- Era su papá.

-Si, ¿Por que?.- cuestiono la morena.

-Estoy tocando el timbre hace diez minutos y no me abres, así que ven abrirme la puerta.- dice el hombre firme cortando la llamada.

-Mierda.- Camila dijo mirando a Lauren.

*
*

Uhhhh

Comenten!!!

Casi seis mil palabras.

¿Les gustó?

¿Que pasará ahora que ya tuvieron sexo?

¿Como se dará su relación?

¿Podrán estar juntas?

¿Tendrán miedos?

¿Que quieren que pase?

Comenten mucho!!!

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