Estábamos en física y volteaba a verlo cada minuto que podía. Si, parecía una maniática, pero quería preguntarle porqué no me había escrito nada, ni siquiera para agendarlo.
Los de baseball no se metían con Tommy, todo el colegio sabía porqué y no se necesita tener años en la preparatoria para saberlo. Así que supe que de cierta manera era bueno su regreso, porque Vince no era seguro de nada, no toleraba a Nikki y de ser por él, lo entregaría maniatado para que lo hicieran trizas.Por la tarde, el equipo tuvo entrenamiento y alumnos aparte practicaban una especie de atletismo pero no para competir, aunque el entrenador alentaba a Sixx que corriera más. Las chicas hacíamos estiramiento antes de un poco de soccer, las que no querían jugar, hacían ejercicios aparte. De un momento a otro, vimos que los jugadores de baseball salían corriendo como locos del campo mientras se iban desvistiendo y rascándose a los gritos. Todos nos detuvimos a verlos y tuve miedo de que algún enjambre de abeja en búsqueda de un nuevo lugar para anidar, haya pasado y los haya atacado, así que salí de la cancha por precaución. Una de las chicas se levantó de inmediato y salió corriendo hacia un grupo de compañeras diciendo que había muchísimas hormigas. La profesora nos hizo salir a todas y el profesor de atletismo llamó al personal de limpieza que estaba cerca para que se encargaran. Las clases de gimnasia quedaron suspendidas.Al parecer, las hormigas habían sido puestas en la cancha, porque el personal dijo no haber encontrado hormiguero alguno que exterminar y como el suceso llegó a dirección, anunciaron que el "gracioso" o la "graciosa" se iba a llevar una fuerte reprimenda seguida de una suspensión indeterminada.Durante el almuerzo, Nikki estaba muy tranquilo mientras que yo lo miraba disimuladamente y contenía las ganas de preguntarle a los gritos porqué no me había escrito, pero no era nada mío, ni siquiera éramos amigos como para reclamarle algo.Vince y Tommy hablaban y reían por lo bajo, así que Lucy se pasó a mi lado y nos pusimos de acuerdo para ir al centro comercial después de clases. Mi amiga comenzaba a estar molesta porque su novio ya no le daba tanta atención como antes. Nikki era el único que estaba a mi lado en silencio mientras terminaba de almorzar y reía con lo poco que escuchaba de la conversación que ni siquiera Lucy alcanzó a oír.Antes de alcanzar a mi amiga, fui a la biblioteca. Cuando llegué, no lo vi en ninguna mesa y el bibliotecario me dijo que estaba en donde terminaban las estanterías. Fui hasta allí y estaba relajado leyendo un libro de muchas hojas. Me senté a su lado y susurré:
-No me escribiste ni me llamaste.
-No sabía que escribir y... las llamadas no me gustan demasiado.
-Pensé que te enojaste por algo, hoy casi ni hablamos.
-Estamos bien. No estoy enojado contigo. Solo que no sabía qué escribirte.
Cerró el libro, se levantó, lo puso en el estante y fue a hablar con el bibliotecario. Yo salí directamente al pasillo a esperarlo, esta vez no se me iba a escapar.En cuanto salió, casi que me abalanzo sobre él.
-No entiendo porqué hace un par de días querías conocerme y ser amigos, ayer que te di mi número, ni siquiera me escribiste.
-¿Estás reclamándomelo? -"si".
-No, es solo que trato de entenderte. Pero no lo estaría logrando.
-No quiero conocerte mediante celular, quiero hacerlo así como estamos ahora, en un lugar tranquilos.
Me sentía una tonta, una gran y verdadera tonta. Ahora era yo quien iba deprisa.
-De acuerdo, pero, podemos escribirnos un poco. Digo, es una manera de estar más en contacto -me miró y lo pensó un momento.
-Si. Es cierto -no lo escuché muy convencido.
Salí del colegio a buscar a Lucy que estaba en el auto de Vince. La cara de mi amiga no era la mejor, mientras los observaba, vi a Tommy sentado en el borde del césped fumando y rogaba que no me viera. Le envié un mensaje a Lucy para que volteara a verme, cuando lo hizo y bajó, Tommy subió al auto que tras cerrarse la puerta salió a toda velocidad.
-¿Todo bien?
-No. Creo que los hombres se empeñan en querer Separarme de la gente que quiero -la miré extrañada.
-¿De qué hablas?
-De Tommy y de Nikki. Desde que esos dos llegaron, uno se encargó de robarme a mi amiga y el otro, a mi novio. Y lo peor es que uno de ellos planea matar a mi amiga -lo que escuchaba me parecía disparatado y me daba escalofríos.
-¿Vince te engaña con su amigo? -bromee para sacarme de la cabeza mi propia imagen bañada en sangre tras ser apuñalada varias veces.
-No me extraña que tengan sexo. He intentado salir con Vince y lo único que él me responde es que ya quedó con Tommy.
-Oye, creo que tendrías que recurrir un poco al desapego con él. Podríamos volver a salir juntas y dejarlos a ellos que se diviertan por su lado.
-Es que no sabes como es Tommy, no lo conoces. Si fuese por él, andarían cada uno con tres chicas distintas solo porque él está solo.
-¿Y por qué querías que estuviese con él si es un mujeriego?
-Porque sería bueno salir los cuatro juntos y Vince estaría mas conmigo. Tommy tendría novia, creéme, cuando está con alguien es muy fiel.
-Yo creo que me tiene que gustar Tommy primero y eso no va a pasar. No tenemos que estar juntos nosotros si se supone que se aman, Lucy. Creo que tendrías que estar menos insegura sobre ustedes dos. Peor es que se droguen o roben, o que Vince se contagie de algo y te lo pase a ti, o te embaraces.
Intentaba tratar de calmarla, pero le parecía mejor que se drogara, se emborrachara a que lo engañara con otra chica y ella no lo supiera y después de tener relaciones, ella cayera enferma. Me enloquecía su pensamiento y a su ver tenía que respetarlo, pero yo no podía pensar que Nikki era inocente porque a toda costa quería cambiarme el pensamiento.Mientras mirábamos vitrinas en en el centro comercial, Lucy me platicaba una y otra vez del mismo problema, yo solo llevaba en mi cabeza la idea de que Nikki me llamara, desde luego que no prestaba atención a lo que mi amiga me decía, estaba mal no escucharla, pero era como tener a Tommy otra vez mencionando lo de su fiesta.
-No te lo conté pero mi madre me llevó a planificación familiar, ¿puedes creerlo? -comentó mientras bebíamos jugos sentadas alrededor de una fuente.
-Creo que está bien. Tu madre se preocupa porque no seas madre tan joven o te enfermes de algo que no quieres tener.
-No te das idea de lo que dices, tuve que escuchar como ocurre todo delante de mi madre. La doctora dijo que a pesar de que en la preparatoria nos enseñaron sobre sexo o como cuidarnos, era necesario que lo repasara y lo hizo palabra por palabra, paso a paso.
-Quizás hasta tu madre se enteró de cosas que ni sabía.
-De hecho salió del consultorio hablando de lo que se puso todo al tanto y como si fuéramos mejores amigas, o sea, somos madre e hija -hizo gesto de escalofríos con cara de asco mediante.
Lucy era todo un caso, pero no se daba cuenta de las cosas buenas que tenía a favor y a pesar de que yo tenía que hacérselas ver, aveces me cansaba.Mi madre hizo el favor de pasar a buscarnos y le contaba sobre las cosas bonitas que había visto. Mi madre era secretaria en un hospital privado y tenía muy buen gusto para la moda, así que siempre que iba al centro comercial sin ella, tenía que comentarle lo que había visto por si sonaba bien para ir juntas a comprar algo. Yo no necesitaba que me acompañara a hablar con una médica sobre planificación familiar, una doctora era amiga suya y desde niña siempre me hablaron de todo sin tapujos.Estaba acostada mirando la estantería de mis libros. Mis padres organizarían una venta de garaje y habían algunas cosas de las cuales deshacerme, entre eso, unos libros que no me habían gustado y solo estaban juntando telarañas y polvillo. Mi celular sonó y no vi quién llamaba, simplemente atendí. Cuando recibí el saludo del otro lado, sentí que se me cortaba la respiración. Tartamudeé y reí de los nervios antes de seguir hablando.
-Vaya... que rápido llamaste...
-No me subestimes o corto ahora mismo.
-¡No! Disculpa, es que, como ayer no lo hiciste.
La charla fluyó muy tranquila, hablamos de mi amistad con Lucy, de su tiempo de novia con Vince pero mucho más sobre mi. No me atrevía a preguntar nada sobre su otra escuela si él no quería contarlo, porque de hecho, ni siquiera hablaba sobre lo que hacía como deportes o sus amigos. Solo me habló de sus cosas favoritas, como siempre y alguna que otras cosas, como lo que le molestaba, su signo del zodiaco. Tampoco me habló sobre su familia, no sabía como tocar el tema.
-Disculpa que te pregunte sobre esto, sé que no es mi tema, pero... ¿qué pasa entre Tommy y tú? -quedé sorprendida sobre su pregunta.
-¿Con Tommy? Nada. Solo ha estado insistiéndome en que fuera a su fiesta el sábado.
-¿Irás?
-No. No me interesa nada que tenga que ver con él.
Nikki hizo un leve silencio y luego cambió de tema, pero puedo jurar que lo escuché largar una pequeña risa pero supuse que era mi imaginación. Seguimos charlando un rato más, perdimos la noción del tiempo. Menos mal que no le gustaba charlar por celular. Cuando miré mi preciado radio reloj, eran las dos de la madrugada y casi me dio un ataque de todo. La batería estaba a la mitad y yo tenía que dormir porque en la mañana iba a costarme demasiado salir de la cama.Nos costó despedirnos pero lo hicimos. Cuando terminamos, sentía mi oreja ardiendo y mi brazo muy cansado, pero una sensación de felicidad me invadía por completo.Por la mañana, me lo encontré en la biblioteca y me senté muy animada a su lado. Lo saludé pero no respondió. Me pareció extraño, porque la noche anterior nos habíamos cansado de hablar y ahora ni siquiera respondió a mi "buen día".Cuando sonó el timbre para entrar a clases, no hizo ni por levantarse, pero yo si.Tenía una forma de ser muy rara y tratar de entenderlo iba a ser complicado, así que preferí no molestarlo. Él entró un minuto antes de que la profesora ingresara al salón, me sonrió y se acomodó en su lugar. Dicho y hecho, era algo raro.Antes de que terminara la clase, dejó caer por encima de su hombro, otra nota sobre mi cuaderno. En ella estaba escrito que terminaríamos el trabajo de historia después de clases y así lo hicimos. En cuanto escribimos la última letra, Nikki hizo lo mismo de siempre, juntar sus cosas y devolver los libros. Habló un poco con el bibliotecario que era muy extraño, realmente lo era y más que Nikki. Luego se fue, tuve que correr para alcanzarlo. La exigencia del entrenador de atletismo le llegaba unas horas después y razoné: o huye de mi o tiene cosas verdaderamente importantes que hacer.
-Anoche charlamos genial y hoy apenas me hablaste -le dije poniéndome frente a él tras perseguirlo.
-Es que tengo que cuidar tu imagen aquí. No es bueno que estés tanto conmigo, de hecho, la idea de sentarme a tu lado en historia, no sabía que influiría en que estemos cerca.
Sus palabras me desconcertaban y sentía la imperiosa necesidad de preguntarle sobre su familia, Macy, la investigación, pero no podía, sentía que eso iba a molestarle.
-No es necesario que me cuides, sé hacerlo sola -bromeé.
Él me sujetó de la nuca y levantando levemente mi rostro desde mi mandíbula inferior, acercó sus labios a mi frente y la besó. Me quedé paralizada mirándolo y quería revivirlo para saber si había ocurrido de verdad o era solo un sueño, uno por demás agradable.
-No lo entiendes... -susurró- debo cuidarte de mi, Daphne.
Y me soltó dejándome parada en el pasillo mirando hacia las puertas que daban hacia el interior de la preparatoria, muy, demasiado confundida.