XV
—Jimin, ¿hay algo malo conmigo? —preguntó Taehyung, mientras ambos estaban recostados en la cama de este último, hojeando las revistas sobre curiosidades de animales que había traído el padre de Taehyung.
Vio como el rubio fruncía tanto el ceño que parecía que iba a quedar unicejo.
—¿A-a-alg-go malo-o-o conti-i-igo?
Taehyung soltó un suspiro.
—Sí. Creo que no le agrado a los amigos de la escuela de Hoseokie—contestó Tae, desganado—. El otro día fuimos a buscarlo con mamá y no me presentó a nadie. Creo que ya no me quiere.
Jimin frunció los labios, pero terminó negando con la cabeza.
—Hose-e-eokie hyung-g te q-q-quiere mu-mucho, Tae—contestó Jimin con su dificultad habitual.
—Lo sé—dijo rezongó Taehyung, frustrado y dándose vuelta en la cama, mirando hacia el techo—. Sé que Hoseokie me quiere mucho. Yo también lo quiero mucho a él—aclaró—. Es solo que... Ahg, mamá dice que estoy exagerando y que seguramente no fue nada.
—Y-ya v-v-erás que H-hoseo-kie-e hyung v-vendrá a pre-presentarte-te a sus a-a-amigos—le tranquilizó Jimin, restándole importancia.
—Eso espero—suspiró el omega.
Jimin, entonces, se quedó callado un rato y luego murmuró con la voz más suave que tenía.
—C-creo-o q-que yo no le caig-go b-b-bie-e-e-en a-a-a-a Y-y-y-yo-yoongi h-hyungg-g-g-g—trató de decirle a Tae, tartamudeando muchísimo más de lo usual.
El omega volvió a darse vuelta en la cama, notando el ligero sonrojo en las mejillas del rubio.
—Yoongi hyung es un tonto en ocasiones—le tranquilizó Tae esta vez—. No te preocupes, trata así a tooodo el mundo.
—Mi-mi lo-lo-lobito y-y-y yo n-nos senti-timos-s-s mu-muy nervio-o-osos cuando-do él a-a-a-anda cer-cerca—murmuró Jimin con dificultad, tomando un color rojo aún más intenso.
Taehyung soltó una risa, abrazando a Jimin por la espalda y dándole un sonoro beso en la mejilla.
—Si te presentas como omega y Yoongi hyung como un alfa, estoy seguro de que los voy a shippear taaaaaaaanto—bromeó Tae, mientras recibía la severa mirada de Jimin, seguido de muchos golpes de un peluche con forma de corazón.
Pero Tae estaba equivocado.