Estuvimos abrazándonos durante un buen rato. Cuando parecía encontrarme algo mejor, fui soltando poco a poco a Matt, hasta que finalmente nos acabamos soltando y cuando notaba que sus manos seguían acariciándome, levantamos nuestras cabezas hasta que nuestros ojos se encontraron, y nos quedamos mirando fijamente.
Comencé a mirarle con una mirada envolvente, y cada vez más perdida en su rostro. Lentamente extendió su mano, y suavemente acercó su mano a mi cara y me secó las lágrimas, y seguidamente me cogió de la mano.
—No te preocupes Dylan, yo nunca te abandonaré— me dijo Matt susurrándome al oído.
Me acerqué cada vez más a él y no pude contener mis ganas de besar a Matt que cada vez iban más en aumento, nuestras cabezas se fueron acercando lentamente hasta que poco a poco nuestros labios se iban juntando, Matt me cogió de nuevo la mano, me rodeó el hombro con la otra, cerró los ojos y estiró sus labios, yo hice lo mismo.
Finalmente, nuestros labios se juntaron de manera apasionada mientras sostenía su cabeza entre mis manos. Pude sentir en ese mismo instante como todos mis sentimientos, mis tristezas y mis problemas, desaparecían lentamente. Aquella habitación pasó de ser un lugar triste y lleno de problemas, a una habitación llena de sueños, sueños en los que tus deseos se cumplían exitosamente.
Después de besarnos, retiramos nuestros labios el uno del otro y volvimos a abrir los ojos y nos miramos mutuamente, ambos sabíamos lo que sucedió en aquella habitación. Al juntarse nuestros ojos ambos sonreímos simultáneamente. Me levanté de la cama y abrí la puerta.
—Te dejo descansar tranquilo— dije mientras soltaba una sonrisa dirigida a Matt.
—No espera— gritó rápidamente dirigiéndose hacia mí.
—Dime Ma... — dije sin poder terminar su nombre debido a que me interrumpió antes de poder terminar su nombre y me abrazó con entusiasmo.
Acompañé ese abrazo de manera gratificante y sonreí, alegrándome por finalmente haber encontrado no solo al amigo perfecto, sino también al que parecía ser el chico perfecto.
—Quédate por favor... Te necesito— me dijo Matt susurrándome.
Esas palabras llegaron a mi corazón e ignoré mis ganas de irme a casa, y me quede haciéndole compañía. Nos quedamos sentados y abrazados durante varios minutos, y cuando vi que al abrazarme sonreía supe que esas heridas no habían sido en vano.
Cerca de las 21:30 de la noche, Matt y yo decidimos volver a nuestras casas. Estaba a punto de irme a mi casa, cuando vi a Matt alejándose y no pude evitar hablarle.
—Matt, espera— grité desde la lejanía, mientras sacudía mi brazo para que me viera.
Matt se percató de mi llamada, dio media vuelta y contestó a mi llamada.
—¡Dime Dylan!— Gritó Matt, desde la distancia para poder escucharle.
—¿Quieres... Quieres venirte a mi casa a dormir? No creo que pueda pasar esta noche solo— dije como excusa para pasar más tiempo con Matt, y para que no volviera a ver a su hermanastro hasta pasado un tiempo.
—Claro, pero déjame un minuto que llame a mi madre— dijo Matt mientras ilusionado por poder pasar la noche conmigo, extendía su brazo y cogía el teléfono de su bolsillo.
Tras llamar a su madre y obtener el permiso de su madre, cogimos el autobús, y mientras realizábamos el trayecto, Matt cansado, se durmió en mi hombro, y contento, apoyé mi cabeza junto a la suya mientras sonreía.
Finalmente, llegamos a mi casa, y mi madre nos pidió unas pizzas por teléfono, y nos pasamos el resto de la noche viendo películas y series hasta tarde, en la televisión del salón. Vimos una película de amor mientras estábamos abrazados el uno al otro y al acabar nos dirigimos a cambiar, le presté un pijama, y una vez cambiados y después de darle las buenas noches a mi madre, nos dirigimos de nuevo a mi cama.
Y al no haber camas libres, tuvimos que dormir juntos en mi cama, lo cual me encantó y a Matt también.
Aquella noche hacia mucho calor, así que abrí la ventana de mi cuarto, puse el ventilador y ambos nos quitamos la camiseta, y me quedé toda la noche babeando viendo su cuerpo. Nos tumbamos de nuevo en la cama y apagué la luz, me acurruqué hacia él, y me quedé pegado a él, le di las gracias por haberme intentado proteger todo este tiempo, y por ser el mejor chico que había encontrado nunca.
—Solo estoy devolviéndote el favor— dijo mientras rodaba por la cama para mirarme— nunca nadie me había tratado así, como si lo fuera todo para él— dijo mientras sonreía mostrando sus blancas perlas. Me acerqué a su rostro, y le dí suavemente un beso en una de sus heridas de la mejilla.
—Matt, siempre estaré ahí por ti— le dije susurrando al oído.
—Yo igual Dylan— dijo sonriendo.
En ese instante saltó despavorido de su lado de la cama y se acercó a mis labios y me besó.
—Buenas noches— dijo sonriendo mientras volvía a su sitio en la cama.
—Buenas noches— dije devolviéndole un beso.
Nos acostamos finalmente y nos costó a ambos dormirnos, fue el mejor día de mi vida. Me acerqué a él y lo abracé suave y cariñosamente por detrás, mientras él me agarraba mis brazos con fuerza, y por fin nos dormimos. Fue una noche increíble, excepto por una cosa horrible que me sucedió de madrugada.
Eran cerca de las cuatro de la madrugada, me desperté por el calor que hacía aquella noche, era insoportable e irreal, ¿Cómo podíamos estar a 30 grados en pleno noviembre? Me dirigí a la cocina para beber algo refrescante, tiré del mango de la nevera y bebí algo de agua fría. Tras eso me fui al baño, y volví a mi habitación suavemente para no despertar a nadie de mi familia, me recosté lentamente sobre el colchón para no despertar a Matt, y me tumbé mirándole.
Embobado y atontado viendo su hermosa pero herida cara, me sentí culpable por lo que le sucedió, por mi culpa estaba lleno de heridas por mi culpa y por no haberle creído. Estuve mirándole un buen rato, pero de repente, su rostro paso de mostrar una feliz, tierna y embaucadora sonrisa, a mostrar una cara asustada y temblorosa, mientras comenzaba a tambalear sobre la cama paulatinamente, como si se tratara de una horrible pesadilla.
Matt estaba muy nervioso, intenté calmarlo con caricias y mimos pero su corazón latía veloz, y empezó a susurrar asustado cosas extrañas.
—No, parad por favor... Ya basta... Por favor— exclamaba Matt dormido.
Estaba pasándolo muy mal, comenzó a sudar exageradamente, y lo intente despertar zarandeándole mientras decía su nombre, pero no parecía hacer efecto, hasta que finalmente, se despertó y cuando abrió los ojos estaba asustado y llorando, me miró y me abrazó atemorizado. Mientras me agarraba muy fuerte y estaba temblando, yo le intentaba calmar.
—Tranquilo... estoy aquí... estoy contigo, ya paso— Le susurraba lentamente para calmarlo— ¿Estas mejor?— le pregunté mientras le miraba.
—Sí... Ahora sí... Gracias Dylan— dijo Matt con una voz más relajada.
Matt se dirigió al baño para limpiarse las lágrimas y lavarse la cara para soportar el calor de aquella noche.
—¿Que te ha pasado?— pregunté confuso.
—Nada... Tan solo ha sido una pesadilla— respondió Matt.
Volvimos a acostarnos, pero pareció que se había asustado bastante, lo cual me preocupo, así que estuve toda a noche pendiente de él. Todos tenemos pesadillas de vez en cuando, y lo pasamos muy mal, como yo cuando me sacó la foto Luke, por eso era mi turno de ayudarle y cuidarle...
*FIN DEL CAPÍTULO*
~~ 🄽🄾🅃🄰 🄳🄴🄻 🄰🅄🅃🄾🅁 ~~
Hasta aquí el capítulo de hoy ¿Qué pasará a continuación? Lo averiguaremos en el siguiente capítulo. Espero que os este gustando la historia. Si te gusta o no este capitulo o la historia por favor vota o comentarlo, esos mensajes me sirven para saber en que mejorar o no. Hasta la próxima lectores, gracias por apoyar y hacer la historia posible y gracias por seguirme y darme una oportunidad, un saludo.
🆁🅴🅳🅴🆂 🆂🅾🅲🅸🅰🅻🅴🆂
○● Wattpad: iitsfdezz ●○
○● Instagram: @iitsfdezz ●○
○● Twitter: @iitsfdezz ●○
○● Youtube: @iitsfdezz / Alexis ●○ Fernández
GRACIAS A TODOS