Dylan
La guerra de miradas duro muy poco antes de que topándose con todo lo que tenía enfrente Melany se sentara en las escaleras y lo había hecho de una forma tan despreocupada que no le importo mostrarme las bragas en algún momento mientras se dejaba caer.
Me perdí en esa vista solo por una par de segundos antes de exigir la respuesta que quería.
—Vamos Melany responde—No quería perder la paciencia con ella, no cuando en realidad ella ni siquiera era tan consiente de lo que pasaba a su alrededor y no cuando yo estaba lo suficientemente enojado como para decir algo que no debía.
—ah el chico, no se solo quería divertirme un rato cosa que tu querido cuñado me has arruinado—Me señalo negando con la cabeza mientras se inclinaba hacia enfrente y joder tuve miedo de que se fuera de cabeza y se hiciera daño.
—Mel...—Me corte cuando vi cual era el objetivos, una botella que estaba a un lado de las escaleras ella la tomo y dio un gran trago sonriendo.
—Salud, cuñado.
—Basta, Melany—Me acerque para quitarle la botella por lo que solo me gane un puchero de su parte.
No soportaba verla así, realmente comenzaba a importarme mucho más de lo que ella creía y verla así solo me llenaba de sentimientos que ni yo mismo era capaz de describir.
—Pero ¿Por qué?—Cruzo los brazos sin apartar la mirada de mí.
—Porque vamos a dormir ahora ¿Quieres mover ese lindo trasero o lo muevo yo?
Ella sonrió abriendo más las piernas para mi y levanto sus brazos hacia mi.
Joder si lograba pasar la noche sin siquiera tocarle un cabello realmente debían pensar en convertirme en un jodido santo.
—Esta bien—El puchero que hizo me hizo sonreír mientras me acercaba a ella.
La levante de las escaleras y no tardo en abrazarme y esconder la cara en mi cuello, estaba más que seguro que ella no era consciente de lo que me provocaba de lo que me hacia el solo tenerla así, quería gritar de frustración porque no podía tocarla más allá de lo que ella deseaba.
—Hueles demasiado bien—Sentí como olfateaba mi cuello cosa que me hizo sonreír un poco.
—Deja de hacer eso.
—¿Y si no quiero?—El pequeño olfateo cambio abruptamente a pequeños besos en mi cuello.
Me tome un segundo parado en las escaleras para recuperar mi compostura y no perder la poca resolución que me quedaba en este preciso momento.
—Por favor—Le suplique cuando sus besos en mi cuello no se detuvieron en lo absoluto al contrario lo había intercalado con pequeñas mordidas.
Joder, Melany no tenía idea de lo que estaba haciendo.
—No quiero detenerme—Ella siguió en lo suyo por un momento más—Al contrario quiero seguir así toda la noche.
A la mierda todo, a la mierda el que dirán, a la mierda lo que la gente piense la quería para mí en este momento y para toda la vida si de mí dependiera esto, cuando termine de subir las escaleras no perdí el tiempo en bajarla de mis brazos y recostarla contra una pared mientras yo me inclinaba hacia ella y comenzaba a besarla con desesperación y pasión, joder si me rechazaba esta noche de nuevo, perdería mi maldita cabeza.
—Sabes que a estas alturas no tengo nada de fuerza de voluntad—susurre cerca de sus labios, ella tenía que ser consciente de lo que estábamos haciendo.
—Realmente eso lo estaba esperando hace mucho tiempo—Se inclinó y me beso de nuevo esta vez un poco más lento pero igual de intenso.
Apoye una de mis manos en la pared mientras que la otra buscaba debajo de su vestido, subí mi mano cada vez más hasta que me detuve en su muslo.
—También sabes que esta noche no vas a descansar ¿verdad?
—Ese era mi plan.
El mundo se podía quemar en este momento y no meimportaba en lo mas mínimo porque tenia lo que mas quería.
Melany
No estaba tan tomada como él creía, estaba segura que mañana que despertara recordaría cada palabra, cada caricia cada beso.
Me canse de luchar, me canse de escapar de algo que deseaba como nunca.
Me había dado cuenta con el chico de la fiesta que el único que me hacía sentir viva, que me hacía desear y pedir o rogar por algo era Dylan. El tipo no había logrando que mi piel se encendiera como Dylan lo hacía.
No habíamarcha atrás.
Estaba segura que no me despertaría arrepintiéndome de esta noche, porque realmente no podía pedirá que fuera de otra manera.
En algún momento mientras estaba perdida en mis pensamientos habíamos terminado en mi habitación en ningún momento Dylan dejo de besarme o tocarme. Me dejo sobre la cama y no perdió tiempo en estar encima de mi besando mi cuello y acariciando mi piel, cerré los ojos mientras un suave gemido salia de mis labios logrando que el sonriera sobre mi piel.
Sin tener que separarnos mucho Dylan había sacado el vestido de mi cuerpo y mientras lo dejaba caer al suelo negaba con la cabeza.
—Mostraba demasiada piel que solo yo quiero ver—Deposito un suave beso entre mis pechos y suspire fascinada con lo delicado que podía ser con mi cuerpo.
Me encontraba solo en bragas y desee poder sentirme algo nerviosa, pero la forma en que me miraba no me lo permitía.
El aun tenia todo puesto por lo que tome el asunto entre mis manos y tome el borde de la playera para sacarla de su cuerpo y que le hiciera compañía a mi vestido.
Sonreí para mi mientras pasaba mi mano por su pecho deleitándome con lo definido que estaba, me apoye sobre mis codos y repartí varios besos sobre su pecho, un pequeño gruñido de satisfacción salió de su boca llenándome mucho mas de confianza.
Dylan me empujo de nuevo hacia la cama mientras besaba mi cuello y hacia su camino entre mis pechos y abdomen llegando al borde de mis bragas.
—Por favor—No era consciente de lo que estaba pidiendo, pero de lo que si estaba segura era de que necesitaba mucho más de él, necesitaba más.
—¿Qué es lo que quieres?—Pregunto mientras regresaba hacia mi deteniéndose entre mis pecho una sonrisa cargada de perversión llego a su boca mientras metía uno de mis pechos a su boca y comenzaba a chuparlo, fue justo ahí donde perdí completamente la cabeza.
—A ti dentro de mí—Gemí mientras el seguía entretenido con mis pechos, no los dejos por un buen rato, los beso los mordió y los chupo mientras más gemidos lograba sacar de mí.
—Para mí será un honor—Ni siquiera me había detenido a pensar que el aun seguía con los pantalones puestos, solo cuando sentí el frio cuando se alejó de mi me di cuenta.
Fue cuidadoso mientras sacaba todo lo que llevaba en los bolsillos en la mesa de noche y al final se quitó los pantalones junto con los zapatos y calcetines. Aun así no volvió hacia mi subió sus manos por mis piernas hasta detenerse en el borde de mis bragas, repartió un par de besos en mis piernas antes de comenzar a deslizar la tela por mis pierna.
Mientras más se acercaba el momento más consiente era de que el no sabía que era mi primera vez.
—¿Lista?
Solo pude asentir con la cabeza una sola vez antes de que mis palabras por fin pudieran salir de mi boca.
—Jamás voy a estar tan lista como ahora.
No era mentira, realmente deseaba experimentar esto con él. Dylan se quitó el bóxer y volvió a subir encima de mí los besos se volvieron lentos mientras se estiraba para tomar el condón que estaba sobre la mesa de noche, abrió mis piernas con las rodillas y se quedó hincado entre mis piernas mientras se colocaba el condón.
Había algo en esa imagen que encontraba totalmente erótico y una corriente me recorrió el cuerpo haciéndome suspirar de placer.
No estaba haciendo nada, solo colocando el condón y ya estaba perdida.
Se inclinó de nuevo hacia mí y beso mis labios mientras flexionaba una de mis piernas y lo sentí abrirse espacio dentro de mí y evite hacer una mueca a toda costa, aun así agradecí que el fuera delicado conmigo.
—Mel, joder estas tan estrecha—Gruño mientras más se iba abriendo espacio dentro de mi hasta que se detuvo abruptamente y su mirada se quedaba sobre la mía—No deberíamos—Me tense al igual que el por un par de segundos—Joder, eres virgen—No había sido una pregunta pero aun así asentí con la cabeza.
—Se lo que hago Dylan, no estoy tan tomada como piensas—Cerré mis ojos porque si me rechazaba no sabía si podría soportarlo—Se lo que estoy haciendo y mañana planeo recordar cada cosa, cada momento.
—Mel...
—Por favor—Le estaba entregando porque realmente deseaba que el fuera el primero en mi vida, por ello es que me atreví a rogar—Dylan... por favor.
No dije nada por un momento realmente creí que el momento había muerto, pero no, de nuevo dio una estocada más profunda y esta vez grite de sorpresa y dolor al mismo tiempo.
Mis uñas quedaron clavadas en su espalda y Dylan ni siquiera se movió.
—Perdón—Se alejó un poco antes de comenzar a repartir besos por todo mi rostro—Era inevitable que te lastimara así, pero dime cuando sientas que estas lista.
Sabía que le tener la primera vez dolía, lo había sabido por tantas charlas con Mine.
—Está bien—Moví mi cadera solo un poco y Dylan detuvo el movimiento con su mano antes de ser el quien comenzara a moverse dentro de mi. Poco a poco el dolor fue desapareciendo y se convirtió en absoluto placer.
Nunca creí que experimentaría algo así, pero Dylan me había dado la mejor noche de mi vida, lo hicimos más de una vez, el dolor desapareció la segunda vez que estuvo dentro de mi y fue ahí cuando obtuve mi primer orgasmo. Simplemente había sido la noche que siempre había deseado.
Me sentíadiferente ahora, mucho más feliz y más que nada porque había tenido mi primeravez con alguien que me importaba y que yo le importaba.