Insatisfacción [Lams] [Hamliz...

By Gabystep18

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¿Que pasaría si Laurens no muere en la guerra? ¿Qué pasaría si Alexander es quien cae a los pies de Eliza? ¿Q... More

1. El hijo de la Prostituta y el Escocés.
2. Celos, lágrimas y abandono.
3. Entre sabanas y vomito.
4. Huérfano.
5. En el ojo del Huracán hay silencio... por un momento.
6. La Revolución en Nueva York.
6.5. La Revolución en Nueva York: A primera vista.
7. Grupo Revolucionario: Primer encuentro.
7.5. Grupo Revolucionario: Las Hermanas Schuyler.
8. Esta noche es para brindar.
9. El idiota del Congreso.
10. El Mensaje del Rey.
11. El Almirante Británico Howe ataca. La guerra esta en Nueva York.
12. El Secretario de Washington.
13. El Baile de invierno.
14. Perdido.
15. Satisfecho.
16. Esta noche esperare por ella.
17. De vuelta a la guerra.
18. El duelo que lo mando a casa.
19. Sean parte de mi narrativa.
20. Recuerda que la Historia te mira a ti.
21. La Batalla de Yorktown: el mundo estará al revés.
22. ¿Y ahora qué?
23. Nace un Sol, es su Orgullo.
24. Nace un Ángel, es su Adoración. Él es en verdad imparable.
25. Secretario del Tesoro.
26. Thomas Jefferson a casa viene. Que comience la batalla en el gabinete
27. Descansa y ven al Norte.
28. Visitas inesperadas. Una tentación a la que decir "no".
29. Alguien en los celos conoce a alguien coqueto.
30. Nadie más estuvo en aquel cuarto.
31. El Senador de Nueva York, Aáron Burr. Déjalo ir.
32. No eres nada sin Washington.
33. Aprendiendo a decir "Adiós".
35. El Panfleto Schuyler. ¿Has leído eso?
36. ¡Felicidades! Ahora arde...
37. Incomoda cena.
38. Nos sorprenderán.
39. Mantén la vida.
40. Miren a su alrededor, hay silencio en el Norte.
41. Elecciones; ¿Quién será el Presidente?.
42. Seré tu Obediente Sirviente.
43. La mejor familia y la mejor mujer.
44. Brindemos por la libertad.
45. ¡Por su Generación!
46. ¿Contarán tu historia?.
Respuestas del preguntas y respuestas(?
¡Hice un video!

34. Lo sabemos.

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By Gabystep18

Días han pasado desde que el Presidente George Washington dejo el puesto para por fin retirarse e ir a casa con su esposa, en su lugar quedo el Presidente John Adams, con Thomas Jefferson como el Vicepresidente. Alexander recibió un golpe, el Presidente John Adams acaba de despedirlo por abusar de su puesto en el Gabinete, pero claro, él no se quedará callado.

-Bienvenidos, amigos, a la administración Adams ─Dijo Burr entrado a la oficina del Vicepresidente, Thomas Jefferson, pero éste era el único ahí─ ¿Y Madison? -.

-Esta con James Monroe, logramos encontrar algo que seguro destruirá a Hamilton, pronto sabrá lo que sabemos ─Se levantó del escritorio.

-¿Qué cosa es? -.

-Parece que estuvo derrochando el Tesoro, múltiples pagos hace años que no están registrados -.

-Oh, wow ─Burr desvió la mirada─ ¿Y qué tal el Presidente Adams? -.

-La noticia más grandiosa ha llegado a mis oídos, Hamilton fue despedido -.

-Oh, mierda ─Abrió los ojos sorprendido.

-Sí, ya no hay que preocuparse, ya no tiene el Tesoro a su disposición, aun así hay que averiguar más sobre los cheques, la gente verá que ese emigrante es un estafador ─Thomas volvió a sentarse en su silla, con los brazos detrás de la nuca.

-Nunca esperé algo así de Alexander ─Se sentó frente al escritorio de Thomas.

-Burr, Hamilton acaba de romper la ley, sólo hay que esperar el momento necesario para que confiese lo que hizo y pague por estos años de estrés y deudas ─Thomas tenía una mano en el hombro de Burr─ Lo sacaremos definitivamente del camino -.

-Mmm... ─Desvio la mirada─ No lo sé -.

-Burr, ¿Cuántas veces Hamilton te ha detenido? A mí varias, en la segunda batalla del Gabinete, estaba en desacuerdo conmigo sobre todas las decisiones. Él sólo busca dinero, y esta es la prueba de eso -.

-Mmm... ─Burr siguió en la misma posición, pensando en el pasado y las disputas que ha tenido con el ex-Tesorero, después de todo... Él lo ha mantenido lejos de aquel cuarto por años─ Supongo que es verdad, su actitud es su perdición -.

-Señores, no van a creer lo que Hamilton publico ─James Madison entro a la oficina, con una hoja de papel en las manos y su rostro serio de siempre─ Es la respuesta de Hamilton ante su despido por el Presidente John Adams, deben leerlo ─Le entrego la hoja a Burr, quien se dispuso a leerla.

-"En una carta abierta al gordo, arrogante, anti-carismático, la vergüenza nacional, conocido como el presidente John Adams, el hombre irracional. Afirma que estoy aliado con Gran Bretaña en alguna intriga internacional. ¡Perra, por favor! No sabrías lo que estoy haciendo, siempre te estás volviendo loco, pero nunca te presentas a trabajar. Dale mis saludos a Abigail, la próxima vez que escribas sobre mi falta de brújula moral. Al menos hago mi trabajo en este tumulto. La línea está detrás de mí, la crucé nuevamente mientras el presidente la perdía nuevamente. Oh, una vida tan dura es mejor para tu esposa. Ahora el jefe está en Boston otra vez, déjame hacerte una pregunta. ¿Quién se sienta en tu escritorio cuando estás en Massachusetts? Te estaban llamando una polla en el '76 y no has hecho nada nuevo, ya que eres una molestia sin el menor sentido de que morirás de irrelevancia. Dios por delante, puedes llamarme el mal, aspiras a mi nivel, inspiras a la maldad, dile 'hola' a los Jefferson, gordo hijo de-..." -.

-¡¿Qué?! ─Jefferson se sintió ofendido ante lo último leído─ ¿Cómo se atreve ese inmigrante bastardo a hablar así de mi familia? -.

-Hamilton esta fuera de control ─Dijo Burr doblando la hoja.

-Esto no puede ser más genial ─Hablo Madison con sarcasmo─ No tiene poder ni algún puesto en el gobierno y acaba de destruir al Presidente John Adams, el miembro más importante de su partido -.

-Hamilton es una multitud en sí mismo, mientras pueda sostener una pluma es una amenaza ─Dijo Jefferson.

-¿Qué hacemos? La reputación del Presidente ahora está por los suelos ─Dijo Burr.

-Debemos detenerlo ─Dijo Madison.

-Es verdad, es hora de mostrarle lo que sabemos. Madison, ¿Tienes los registros? -.

-En mi maletín, sí -.

-Debemos encontrar a Hamilton, ¿Alguna idea de dónde está? -.

-Volvió a ser un abogado, tiene un despacho aquí en Nueva York ─Comento Burr─ Sé dónde se encuentra ese lugar -.

-Llevamos, acabemos con esto de una vez -.

.

.

.

Alexander se encontraba en su despacho, escribiendo algo para un nuevo caso que debía presentar pronto. Acababa de leer la noticia, la reputación del Presidente John Adams había quedado por los suelos, seguro no será elegido en las próximas elecciones, algo que él quería ganar pues seguiría los pasos de Washington, no podía dejarle la nación a incompetentes como Adams o a idiotas como Jefferson.

Entonces, su puerta fue tocada.

-Adelante ─Dijo para que quien tocaba entrará, pero él siguió escribiendo.

La puerta se abrió y entro Thomas.

-Señor Vicepresidente ─Alexander se levantó y vio como el compañero de Thomas también entraba─ Señor Madison ─Por último, también entro quien él aún consideraba un amigo, aunque estuviera en un bando contrario─ Senador Burr... ─Los tres hombres se acercó a él, con miradas seguras y retadoras─ ¿Qué es esto? ─Cuestiono nervioso ante las actitudes del trio.

-Hemos revisado cheques de cuentas separadas ─Respondió Jefferson.

-¿Qué dices? ─Alzo una ceja confundido.

-Casi mil dólares pagados en partes ─Respondió Madison, dejando los informes sobre el escritorio de Hamilton, quien los tomo y reviso.

-Para un tal James Reynolds en el 1791 ─Dijo Burr.

-¿De qué pagos me hablan? Mienten ─Siguió revisando, viendo que ese cheque le pertenecía. Quedo sorprendido, ¿Cuándo hizo esto? Era imposible.

-Tiene suerte de su sitio en virtud y posición ─Dijo Madison posándose al lado del ahora abogado.

-Mas virtud, creo yo, que no va en la situación ─Comento Thomas colocándose al lado de él también, mirándolo con una sonrisa segura.

-Por ganar más dinero tu misión has traicionado ─Dijo Madison colocándose al frente del dueño de la oficina.

-La evidencia señala que has participado ─Thomas se colocó al lado de su amigo.

-Un inmigrante se aprovecha de los fondos del gobierno ─Dijo Burr apartando a los otros dos, mirando a Alex de una manera acusadora.

-Lo veo en los titulares, tu carrera se acabó ─Dijeron los virginianos tomando los cheques.

-Espero que hayas guardado dinero para todos tus hijos ─Burr lo tomo del hombro.

-Mejor vuelve de donde tú llegaste ─Hablaron los virginianos.

-¡Ja! Están equivocados, yo no hice esos cheques ─Reclamo Alexander.

-¡Confiésalo! ─Exigieron los tres.

-Mis registros los tengo, no hay ningunos cheques a un tal Reynolds. No lo conozco a menos que... ─Se puso a pensar.

-¿A menos qué? ─Se acercaron a él.

-Eso es otro asunto que no tiene nada que ver, yo no hice esos cheques aunque digan que los envié. ¿Les muestro mis registros monetarios? Del Tesoro nada para mí he usado ─Abrió el cajón sacando unas cuantas hojas con una cinta que las unía─ Todo el dinero que he usado está registrado en estos papeles, si los revisan verán que no hice esos cheques ─Y se cruzó de brazos.

-¿Esperas que leamos todo eso? ─Cuestiono Thomas.

-Tómense su tiempo ─Volvió a sentarse en su escritorio para continuar escribiendo sobre su caso─ Pero les agradezco guardar silencio, esto es algo importante y tengo que hacerlo -.

-¿Caballeros? ─Burr les dio a cada uno de ellos unas hojas de los registros monetarios de Hamilton─ ¿Quieren llegar a la verdad? Pues lean sin parar -.

Los tres ahora estaban en silencio, dentro de esa oficina leyendo cada papel del caribeño, mientras éste seguía escribiendo para su caso que sería pronto pues sólo faltaban unas horas.

Una hora.

Dos horas.

Tres horas.

Cuatro horas.

Cinco horas.

El tiempo pasaba volando al leer esos papeles, eran largos y detallados, nada fuera de lo ordinario, ningún error de cuenta, todo estaba en perfecto estado.

-Admito que encontré fallas en el dinero, esa cantidad faltaba pero juro por lo que más quieran que yo no lo he usado ─Decía tomando todas sus hojas para el juicio─ Cuando terminen, pueden irse. Sé que no encontraran algo que pueda incriminarme en una especulación financiera ─Y sin más, salió de la oficina.

Un rato paso desde que Hamilton salio, los tres al fin terminaron de leer.

-¡No, es imposible! ─Grito Jefferson tirando los papeles que traía en la mano al piso.

-Sabes que debemos organizar esto, ¿No? ─Hablo Madison recogiendo los papeles.

-Deja eso, que él mismo organice su laberinto de párrafos ─Le tiro las hojas a Madison─ Él está mintiendo, lo sé, lo siento ─Comenzó a revisar los cajones.

-No te rebajes a revisar sus cosas, aunque lo hicieras, sólo él podría encontrar algo entre sus hojas ─Dijo Burr leyendo una de las hojas.

-No voy a rendirme. ¡Quiero a ese "James Reynolds" en mi oficina cuanto antes! Estoy dispuesto a llegar al fondo de esto ─Dijo Jefferson mirando con seriedad a los otros dos.

-Al revisar los registros, supe que él fue arrestado hace unos años ─Comento Madison.

-Soy el Vicepresidente, sólo hazlo venir a mi oficina, no importa los medios. Si Hamilton no confiesa lo que hizo, entonces tendré que recurrir a su delito -.

-Señores, vámonos de aquí ─Comento Burr─ Ya no soporto ver este desastre -.

-Yo me encargare de traer a James Reynolds, no puede ser tan difícil, después de todo, su sentencia ha terminado ─Madison salió de la oficina, seguido por los otros dos.

-No se preocupen, aunque me tome el tiempo que tome, llegare al fondo de esto. Hamilton no volverá a ser un obstáculo -.

-¿Y si lo dejaras ir? ─Hablo Burr.

-¿Qué dices? Si lo dejo ir, hallara la manera de volver al poder, ¡Será mi dolor en el culo el resto de mi carrera, quizás más! Ese inmigrante no puede seguir adelante, es un peligro con sólo sostener una pluma -.

-Está bien, quizás tengas razón -.

.

.

.

Después de una agotadora hornada de trabajo, Alexander finalmente volvió a casa. Era tarde en la noche y toda su familia ya debía estar durmiendo. Lo más sigiloso que pudo, subió las escaleras hasta el segundo piso y entro a su habitación, entrando y quitándose la casaca para poder ponerse una pijama para dormir.

-¿Alex? ─Eliza se despertó, perdiendo una vela al lado de su cama─ ¿Eres tú? -.

-Lo siento, no quería despertarte ─Se colocó la pijama lo más rápido que pudo y se lanzó a la cama─ ¿Cómo has estado? -.

-Estuvo pateando ─Se tocó el vientre.

-¿De verdad? ¿Lo hace ahora? ─Coloco su oído en el vientre de su mujer.

Eliza río.

-No creo, a esta hora debe estar dormido -.

-¿Te has sentido bien? ─Volvió a mirarla.

-Estoy bien ─Lo abrazo pegándolo a su pecho─ Me alegra que hayas vuelto -.

-A mí también, tuve un serio problema en el trabajo -.

-No hables de trabajo, vamos a dormir ─Se acomodó para que ambos quedaran acostados.

-Pero fue tan frustrante, Thomas Jefferson, James Madison y Aarón Burr fueron a mi oficina hoy -.

-Alex, vamos a dormir -.

-Me acusaron de haberle pagado a un tal "James Reynolds" -.

Eliza abrió los ojos, ¿Qué?

-¿En serio? ─Bajo la mirada para poder verlo a la cara, pues este estaba recostado en su pecho.

-Sí, según dicen, yo le di casi mil dólares en 1791, ¿Puedes creer lo estúpido que es eso? Además, al escuchar el apellido "Reynolds" me acuerdo de la señorita María, ¿Él habrá sido su esposo? Ella una vez me dijo que así se llamaba él, James, pero es imposible, debe estar ahora bajo las rejas, ¿No? -.

-¿Fue encarcelado? -.

-Según investigue, sí. En 1792, pero ya pago y ahora es libre, no estoy seguro pero dicen que desapareció, quizás escapo -.

-¿Podemos cambiar de tema? Veras, este verano vendrá Angélica a visitarnos con su esposo, será agradable -.

-Que bien, no la veo desde que regresaron del viaje a Albany -.

-Deberías invitar a Laurens, seguro su hija esta grande -.

-Sí... ─Apretó un poco las manos en la espalda de Eliza─ Le diré -.

-Durmamos, ¿Sí? Mañana tienes trabajo y no quiero que vayas casando -.

-Tienes razón, necesito arreglar unas cosas temprano en el despacho, el trio de Demócratas-Republicanos arruino el orden en mi oficina -.

-Buenas noches, Alexander -.

-Buenas noches, Eliza... -.

Alexander cerro los ojos para dormir, pero Eliza se quedó pensativa sobre lo que dijo, esperaba que el asunto no llegará más alto.

.

.

.

Pasaron unos cuantos meses, casi inicios de verano.

-Bien, señor Reynolds, es momento de que nos hable sobre esto ─Thomas le acerco los cheques a quien estaba sentado delante de él en la oficina.

-¿Qué? ¿Cheques viejos? -.

-No, de su conexión con el antes Secretario del Tesoro, Alexander Hamilton ─Se afinco de la mesa entrelazando sus manos─ ¿Lo conoce, verdad? -.

-¿Y qué si es así? ─Se echó para atrás cruzándose de brazos con el menor intereses─ Eso es asunto mío -.

-Señor Reynolds, ¿Para qué le pagaba Hamilton a usted una cantidad variante durante semanas? -.

-¿Para qué quiere saber? ─Evitaba responder, preguntando. Le molestaba estar en ese lugar, acababa de salir libre y lo trajeron a la fuerza a Nueva York sólo para hablar de cheques que ya utilizo.

-¡No se haga el tonto conmigo, señor Reynolds! ─Se levantó golpeando la mesa, haciendo que el contrario diera un ligero brinco en su lugar─ Usted estuvo en una especulación financiera con Hamilton al pagarle con dinero del gobierno no autorizado, será mejor que hable o lo mandare a prisión nuevamente, señor Reynolds ─Lo señalo y miro amenazadoramente.

-Wow, wow, yo ya pague por mi crimen, no puede hacer eso -.

-Claro que sí, usted está metido en un asunto legal, mis compañeros aquí presentes y yo tenemos evidencias de que recibió este dinero de Hamilton, lo dicen en los cheques, ¿Para qué le pago? ¿Tenían un trato? ¿Algún chantaje? ¿Negocios sucios? -.

-No diré nada sin un abogado ─Lo miró en la misma posición.

-Pues tiene suerte, señor, yo era el mejor abogado de Nueva York, ahora hable ─Dijo Burr.

-¿Qué pretenden lograr con esto? ─James devolvió su vista hacia Thomas.

-Justicia, mi ignorante amigo, justicia en contra de un hombre que ha fracturado el Gabinete, le puso impuestos al alcohol y deja a los pobres pasar hambre -.

-¿Está bien? ¿Qué quiere que le diga? -.

Thomas se afinco de su mesa y tomo a James de la casaca.

-Absolutamente todo ─Lo miraba amenazadoramente.

-Muy bien ─Respondió con poco interés.

-¿En serio? -.

-Sí, gracias a ese hombre me divorcie de mi esposa, perdí el poco dinero que tenía y mi casa en Filadelfia por compensación de daños en el matrimonio, te diré todo lo que sucedió para que él me pagara, aunque debo decirte que él no lo hizo -.

-Escríbelo, que no se te pase nada... ─Le acerco unas hojas y plumas.

-¿Lo harán público? Bueno, mi reputación está en la mierda, ¿Qué más puedo perder? -.

-Calla y relata -.

-Si escribo  la razón de esta especulación, ¿Me dejaran en paz? -.

-Nadie más estuvo en aquel cuarto ─Dice Burr.

-¿Es un sí? ─Miró al Senador.

-Sí, sólo di lo que paso entre Hamilton y tú para que llegaran a negociar -.

-Okey, aunque es algo vergonzoso, no me arrepiento -.

-¿Qué? ─Los tres los miraron incrédulos.

-Lo dijo su amigo, sólo ella y yo, nadie más estuvo en aquel cuarto -.

Los tres se miraron, ¿Acaso...?

La verdad siempre sale a la luz, no importa cuánto mientas...




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¡Dios que se viene!
El momento que han estado esperando, para lo que han leído toda la vida.

¡La gran revelación sera....!

Esta noche...

¿Qué pasará? ¿Cómo será? ¡Ay! ¡Hasta yo estoy ansiosa!
El ultimo capitulo del día será esta noche, para compensar las semanas que no llevo en actualizar, la inspiración me viene esta semana santa, ¡Qué alegría!

¿Listo para llorar y arder? Yo no :'c

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