NARRADOR OMNISCIENTE
En el gran departamento para cinco personas, se encontraban Malena y Jacob comiendo en la gran terraza del lugar. Jennie y Ken estaban haciendo lo de ellos, es decir, lo mismo de siempre. Por otro lado, en otra de las habitaciones estaban Laura y Jake viendo una película como una linda pareja Tumblr.
Durante las noches los chicos se mantenían dentro de la casa. Ellos disfrutaban pasar mucho tiempo juntos. Faltaba poco para que llegaran las pizzas que Jacob había pedido y todos esperaban a que la cena estuviese lista para ir a cenar, juntos como siempre. y Juntos.
¿Mencioné que hacían todo juntos?. Bueno, hacían todo juntos. Muy juntos...
Veamos que hacen Malena y Jacob.
Malena estaba seria, callada, claramente estaba nerviosa. ¿Cómo le iba a decir a su novio que ya no estaba enamorada de él?. Ella se debatía entre decirle o no...
Saben qué...mejor cambiemos de narrador. Es más divertido escuchar las locuras de Malena desde su voz.
[MALENA JONES]
Cuatro años saliendo con Jacob. Estaba segura de que él estaba muy enamorado de mi, y la idea de romperle el corazón, era algo que a pesar de que él ya no me gustaba, me dolía. Llevaba mucho tiempo ocultándolo. Incluso me convencía a mi misma de que solo eran hormonas, pero la verdad no era así, la verdad era que yo estaba loca por Ken.
Ken llevaba mucho tiempo dentro de mi mente y créanme que me sentía muy culpable. Jacob y él seguían siendo mejores amigos a pesar de los disturbios que tuvieron en el pasado, así que, no sería fácil confesarle a Jacob lo que me pasaba. Aunque él no era estúpido y por su mirada suspicaz sabía que él ya sospechaba que algo pasaba conmigo.
En cuanto a lo de Ken y Jennie. Yo sabía que lo de ellos no era nada serio. Se la pasaban cada noche gimiendo como burros desesperados. A veces me sentía muy celosa. Los celos me mataban y entonces terminaba llorando en el baño, en ocasiones, para que Jacob no me viera. No sabía como lidiar con esa situación de ellos. Pero de algo estaba muy segura.
Ken no sentía nada por Jennie. O al menos eso quería creer para que los celos no me hicieran matar a la pelirroja esa.
Siempre pelirrojas. Malditas pelirrojas, siempre las elegían a ellas.
El timbre del departamento sonó y me levanté rápidamente para cortar el incómodo contacto visual con Jacob. Caminé hasta la puerta y allí ya estaba Jake recibiendo las pizzas. Lo saludé con una leve sonrisa nerviosa y caminé al comedor para sentarme a esperar a los demás.
Jacob, como siempre, apareció sentándose junto a mi y acarició mi pierna con su mano por debajo de la gran tabla de madera. Luego llegó Jake con las tres pizzas, las colocó sobre la mesa y se sentó a un lado de Laura que lo besó con ternura en la mejilla. Y claro...después de unos cinco minutos de espera, llegaron Jennie y Ken.
Nunca comíamos hasta que estuviesen todos sentados. Era algo que hacíamos todos por tradición, ya que, con los años no convertimos en una especie de familia.
-Perdonen la tardanza, es que Jennie no se apresuraba- dijo Ken con una sonrisa egocéntrica en la carota de pendejo.
Era gracioso que lo amaba y odiaba al mismo tiempo, ¿No?.
Tuve que suspirar con mucha fuerza para controlar mis hormonas y mis celos al mismo tiempo, ¿Por qué?, porque Ken estaba sin camisa, su cuerpo brillaba un poco por una ligera capa de sudor y respiraba por la boca un poco agitado. Eso era jodidamente sexy. Pero lo que hacía que mi sangre hirviera, era el recordar que él estaba de esa manera porque acababa de terminar su rutina con Jennie que también se veía algo agitada.
Se sentaron uno frente al otro en la gran mesa y procedimos a comer todos como unos animales hambrientos que acababan de cazar su mayor presa.
Y de repente, mientras me atragantaba con el delicioso queso derretido...noté algo.
Esa noche había algo extraño en el aire. No sabía si eran cosas mías, pero yo sentía que algo estaba distinto. Quizás Jacob ya se había dado cuenta de que estaba sintiendo cosas por Ken y lo que percibía era el calor de la rabia dentro de él. Quizás Ken ya había notado que estaba sintiendo cosas por él y lo que percibía era el delicioso calor que emanaba su asqueroso y sexy cuerpo para volverme más loca.
Estúpido Ken Walt. Atravesándose en mi camino desde el primer día.
O bueno, creo que en realidad, lo que había raro en el aire eran las miradas que le tiraba Laura a Jacob y Jake a Jennie. Algo estaba pasando, y por lo que me dieron a entender esas miradas...estaban ocultando algo esas personitas. Algo malo para el resto del grupo.
De repente, sentí que la pierna de Ken chocó contra la mía y cuando lo miré para buscar una explicación del golpe, él estaba mirando sonriente a Jennie que mordía su labio inferior.
¡¡Es que a mi me iba a dar algo de los celos que tenía!!
[KEN WALT]
Jennie tenía ganas de jugar, después de haber jugado conmigo durante dos horas antes de la cena. Perecía un bebé, no se cansaba nunca. Mi cuerpo pedía piedad...más específicamente, mi miembro pedía piedad de esa loca pelirroja.
Mientras cenábamos todos en el comedor, Jennie y yo estábamos tocándonos con nuestros pies por debajo de la mesa. Ella quiso ir un poco más allá y con su pie comenzó a acariciar mi entrepierna. Me pareció muy chistosa la situación. Pero se puso incómodo cuando noté que Malena me fulminaba con la mirada...entonces allí me di cuenta de que no estaba tocando las piernas de Jennie.
-Juguemos a las suposiciones- dijo Malena de repente con una leve sonrisa dibujada en el rotro. La conocía y sabía que tenía algo muy malo en mente.
No conocía el juego que ella quería jugar, y al parecer el resto tampoco lo conocía porque en seguida la miraron con los ceños fruncidos. Así que Malena procedió a explicar la locura que se le estaba pasando por el cerebro.
-Solo deben decir algo que supongan que pasa con alguna de las personas que están en esta mesa- comenzó a explicar mientras miraba a todos con suspicacia - Y la persona elegida deberá responder si lo que suponen de ella es verdad, o en otro caso deberá explicar por qué la suposición es falsa- finalizó con una amplia sonrisa malévola.
Apostaba mucho dinero a que ella diría algo sobre mi.
-Comienza Ken- ordenó haciendo que todos me miraran fijamente.
La verdad era que no sabía bien que decir. Yo no suponía nada de nadie, pero intentaría pensar en algo. Ella quería saber algo...¡Ella quería saber algo!.
-Supongo que estas jugando a esto porque quieres saber algo acerca de alguien- dije entornando mi mirada hacia Malena que se quedó algo tensa y su sonrisa pareció menos malvada.
-Falso, solo me aburrí de comer cada noche en silencio- contestó tranquila y le dio un mordisco enorme a su rebanada de pizza.
Sabía que estaba mintiendo. Por Dios la conocía muy bien y se le notaba hasta la China el nerviosismo. Luego levantó la mano Jacob y sonrió al notar la atención sobre él.
-Supongo que le contaste a Jake las cosas que te hacía, Laura- dijo Jacob y tuve que resistir las ganas de reír porque Laura literalmente lo mató con la mirada.
-No le conté a nadie mierdas que ya no recuerdo- espetó molesta -Supongo que no le contaste a Malena tu infidelidad con Jennie- soltó en un arranque de enojo y el silencio que se formó fue tan espeso que podía cortarse con un cuchillo.
¿Había escuchado bien?. Lo que estaba a punto de para me estaba dejando pasmado y tenía ganas de reírme por eso.
-¿Infidelidad?- preguntó Malena impactada mientras miraba a Jacob con la boca abierta.
-Y supongo que no sabes nada de la infidelidad de Jake conmigo- espetó en respuesta Jacob. Eso había sido suficiente para comenzar una guerra de secretos muy bien guardados.
Bien dicen que las verdades siempre salen a la luz.
¿Recuerdan cuando mencioné que las cosas seguirían interesantes y que había mucho que contar aún?. Pues allí lo tienen.
-Y supongo que Malena no te contó que siente cosas por Ken- se defendió Jake con la cara roja como un tomate.
En ese momento Malena y yo nos sorprendimos tanto que parecía que se nos iban a salir los ojos. Jake, Jacob, Malena y Laura iban a tener que hablar seriamente. Y yo solo era una pequeña víctima de la locura que una vez más...Malena creó.
Parecía que la pobre Malena solo sabía hacer cagadas.
¿Le gustaba a Malena?, ¿Desde cuando?. ¿Cómo no me había percatado de algo así?. La película se ponía buena, pero me ponía nervioso que yo fuera parte de ese drama.
-¡Falso!, ¡NO ME GUSTA!- exclamó exasperada Malena, levantándose de golpe de su silla.
Las mejillas rojas de vergüenza en la cara de Malena me dijeron lo contrario a lo que ella gritó y no sabía como sentirme al respecto. Incluso se sintió raro ver como se ponía cada vez más roja de los nervios. Y cuando notó mi mirada se fue del comedor hacia la terraza del departamento.
Jake, Jacob, Jennie y Laura se quedaron perplejos en la mesa, pero igual se sentía lo tensos que estaban aún. Por eso yo me había quedado soltero. Me hubiese enojado mucho si Jennie hubiese sido mi novia, pero como no lo era...
-Que resuelvan su peo, buenas noches bebecitos- dije, me levanté de la mesa tranquilo y me dirigí hacia algún lugar. Solo no quería estar allí.
Necesitaría tres mapas y cinco explicaciones para entender todo el caos que pasó en ese comedor. Pero no pasaría toda la noche pensando en aquello. En realidad aún podía divertirme un poco esa noche.
Me dirigí a la terraza, busqué con la mirada a Malena y la vi sentada en una de las sillas blancas que daban vista al balcón. Ella estaba de espaldas a mi y parecía estar apoyando sus codos en sus rodillas, ¿Estaba llorando?, lo iba a averiguar. Pero de la nada sentí una fuerte punzada de nerviosismo en el estómago.
¿Se podía saber por qué carajos estaba nervioso?. Hacía mucho no veía a Malena llorar.
Me acerqué cuidadosamente a Malena, ella se percató de que yo estaba allí y trató de evitar mi mirada. Cuando tapó su rostro con sus manos me confirmó por completo que ella sentía algo por mi. Yo la ponía nerviosa, yo hacía que se sonrojara y ahora ella sentía vergüenza de que la viera llorando.
-No seas ridícula, no me va eso de ser cursi y consolar- solté con algo de fastidio- No tienes por qué llorar, ni siquiera querías a Jacob- agregué tocando su espalda.
- Si lo quería, pedazo de idiota- espetó con la voz gangosa y succionó con una respiración los mocos que salían de su nariz- Lo quería...- murmuró.
- Pero ya no, estúpida, así que deja de hacer drama- contesté de forma sutil como antes.
Antes había mencionado que no era bueno consolando, así que no se sorprendan.
- Lárgate Ken, solo estas fastidiando-se quejó con una mirada disgustada.
Vaya. Si que se veía fea cuando lloraba. Toda rojita y empapada de lágrimas. ¿Lindo?, no mi amor, eso se veía patético. Pero de todas maneras sentí penita por ella.
- Lo siento, se que soy bastante idiota...- dije tomando un poco de conciencia- Pero así me amas, ¿Verdad?- pregunté sonriente.
- Eres un dolor de culo Ken- dijo levantándose de la silla - Buenas noches- se despidió mientras se perdía por uno de los pasillos del apartamento.
Tenía que buscar en Google como ser un poco más cariñoso. No se me daba bien eso con Malena, pero por ella podía hacer un esfuerzo...
- Creo que me estoy volviendo loco- dije cuando me di cuenta de la locura que había pensado.
¿Malena valía la pena?. No, obvio no. ¿En qué rayos estaba pensando?.
-¡Se terminó!- escuché gritar a Laura desde adentro y supe por eso que la pelea seguía caliente allí dentro.
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Bueno, tengo que ir a estudiar mañana y ya es media noche. Suficiente señores. Nos vemos pronto.
Espero que te haya gustado, si te gustó regálame un voto.
Chaito, debo dormir.