POV; Eric
Llevaba 15 minutos esperando por Arianne, le había mandado un Whatsapp con mi dirección,pero había contestado un simple "Ok, nos vemos dentro de media hora" y luego, había continuado "en línea" pero no me había hablado nada más.
Es decir, ¿por qué no me habla? Ni siquiera me había preguntado por mi prueba de baloncesto. (Si a alguien le interesa,entre de carrerilla, entre los 5 primeros nombrados)
Creo que sería lo más adecuado para empezar una conversación.
Pero ella pasaba,¿quién no querría hablar conmigo?
Dejé de caminar por mi habitación, para coger el móvil, nada, ni un mensaje.
¿Debería llamarla? Quizás le había pasado algo...mejor no.
Volví a caminar por mi habitación, ¿y si se había caído en la acera? ¿y si la había secuestrado alguien? o ¿y si la habían atropellado?
Mi móvil vibró, indicándome que tenía una nueva notificación. Prácticamente me lancé en plancha.
No era de Arianne, era de mi hermana:
"Eyy Eric la abuela está de camino"
"¿Abuela Ness?"contesté yo sintiendo como el miedo me abundaba.
"Siii, papá, mamá y yo nos acabamos de enterar"
"¿Y dónde estáis?"
"Todavía tardamos un poco,tenemos que hacer unos recados y recoger a Theo y Mackenzie"
Sí, mi familia es muy numerosa.
A mis padres les gustaban los mellizos:
"Entreténla un poco"
"¿¿Qué?? Arianne está por llegar"
"Pues lo siento hermanito :( intentaremos no tardar"
"Ags vale"
El timbre sonó sobresaltándome. Por favor que no fuese la abuela.
Adoraba a la abuela Ness,pero es un poco...controladora y paranoica.
Y a veces podía ser cargante.
Bajé corriendo al salón.
Mierd* la abuela Ness ya estaba ahí.
La abuela Ness tenía mis ojos, bueno los teníamos iguales a ella, yo tenía sus ojos igual que mi madre y que la abuela.
Tenía el pelo completamente blanco por la edad, pero aún así se mantenía muy coqueta, siempre con los labios rojos y mínimo un kilo de joyas encima.
Ahora mismo estaba metiéndose con Robert el mayordomo:
-Mira lo mejor que puedes hacer para esas rojeces del afeitado es aplicarte un poco de....
-¡Abuela Ness!-dije abriendo los brazos para que me diese un abrazo, ella lo rechazó sutilmente y me apretó las mejillas.
-Eric mi pichoncito...
-¿Qué haces por aquí?-le pregunté llevándola al sillón para que se sentase-Todavía no es Navidad.
-Lo sé,pero quería veros a todos-luego me acarició la cara- me quedáis más cerca aquí que en Francia.
-Es verdad abuela, te echaba de menos.
-Ay mi Eric, sabes que leí el otro día en la revista de la peluquería-sacó un recorte del bolso-El tomate es buenísimo para la próstata...
Robert el mayordomo rió divertido, mientras yo no sabía donde meterme, quizás en un agujero en el suelo...
-Y no, mi pichoncito, no me mires así que luego de los 45 tu próstata ya no es la misma, mira a tu abuelo...
Miré a Robert que mantenía una sonrisa en la cara, aunque la intentaba ocultar mirando a otro lado.
-Abuela, ya-dije con una sonrisa-Mi próstata está perfecta.
-Mi pichoncito, eso, nunca se sabe, ahora que me acuerdo, ¿te has hecho pruebas médicas generales últimamente?-hice una mueca sonriendo, ya empezábamos-porque leí que en Tanzania la semana pasada hubo un brote de una enfermedad contagiosa y pudo haber llegado aquí, mira, hubieron 500 muertos en...
-Y dime abuela,¿como está Fluffy?-la corté "disimuladamente".Fluffy era el gato favorito de mi abuela. Ella rompió a reír y sacó una foto del gato en cuestión.
-Pues mira, pichoncito, ahora el veterinario le recomendó que bajase un poco de peso-me fijé en la foto. Wow, Fluffy incluso parecía un gato normal, es de esos que parecen un peluche, con el pelo muy largo blanco. Y muy gordo, como el gato de la cenicienta. Pero estaba más delgado, ahora simplemente si lo mirabas pensabas que estaba gordo, no obeso.
-¿Y tu pichoncito?¿cómo van las clases?
-Pues la verdad es que bien, no tenía el inglés tan oxidado como pensaba-ella asintió atenta, invitándome a que siguiese-Tengo una tutora para que me ayude con los estudios, algunos amigos nuevos y me reencontré con mi amigo Dani.
-¿Daniel Cosgrove?¿Ese amigo que te ayudaba a meter a tu hermana en la piscina con barro y hojas secas en invierno?-le hizo una seña a Robert para que se acercase-Robert querido, tráeme un té, pichoncito, tú quieres una infusión de menta como siempre ¿no?-no me dejó responder-¿Ese amigo con el que metistes una gallina del vecino de al lado en un cubo con jabón?
Reí al recordarlo, habíamos hecho unas cosas muy divertidas, es verdad.
-Él mismo, sólo que ahora tiene 18 para 19.
-Ay que rápido crecen...-dijo mi abuela melancólica, llevándose una mano al corazón.
-Pero tú no envejeces tranquila abu, sigues igual de bella-dije adulón. Era tan buen nieto...
Con mi abuela siempre funcionaba, así me mandaba más regalos por mi cumpleaños.
-Y dime pichoncito ¿tienes alguna jovencita por ahí?
Me atraganté con mi menta:
-No abuela no...
Ella hizo una mueca de digusto:
-Yo con tu edad ya "enamoraba" con tu abuelo-luego sonrió-¿y en Francia?
Negué con la cabeza:
-¿Ninguna novia que hayas tenido y que yo deba conocer su nombre?-insistió esperanzada, abriendo sus grandes ojos maquillados.
-No, abuela, ninguna novia, nunca-puse especial énfasis en esa palabra.
Ella abrió la boca asustada.
-Vaya, entonces eres un Don Juan o un gay ¿no?
Volví a atragantarme, dejé la menta en una mesita, no quería morir ahogado.
-¿Un Don Juan?¿Qué te hace pensar eso?-dije intentando sonar calmado y rechazando la otra palabra, aunque en realidad la incomodidad me corroía.
-Pues que a los 18 un chico como tú no es virgen-miré para otro lado muerto de vergüenza. Menos mal que Robert se había retirado.
Entre las 100 conversaciones mas incómodas, la número 1 debe de ser hablar con tu abuela de si eres virgen o no:
-Y mírate estás hecho un Adonis, por lo que si nunca has tenido novia....con alguna habrás tenido que estar...
-Abuela no....
-Anda pichoncito que no voy a asustarme, yo con tu abuelo...-me tapé los oídos haciéndola reír- Dime, Eric querido, ¿a qué edad..?
-En mi 16° cumpleaños-murmuré casi gruñiendo pasándome una mano por el pelo.
Ella se llevó una mano a la boca:
-Oh dios mío. Yo estaba en ese cumpleaños...
-¿Lo siento?
-¿Y con cuántas....?
-Abuela, creo que no es el momento de hablar de eso.
-Creo que tengo el derecho de saber cuantas brujas te han engatusado.
-No las cuento-dije seco. ¡¡Por favor Lydia ven ya!! recé internamente.
-Aproximadamente...¿5?¿10?
-Más de 20 seguro...
Ella se abanicó con una revista, parecía abrumada,¿por que tenía que pasarme esto a mí?
-Dime pichoncito por dios, que todavía no voy a ser bisabuela
Puse cara de horror:
-¡Abuela!
-¿Qué? Tengo derecho a...
El timbre sonó haciéndome levantar de un golpe. Le hice una seña a Robert que había aparecido, para que no se moviese, yo iba.
Todo por librarme un rato de mi abuela. Por favor que no sea Arianne, que sea Lydia....Por favor....
-Ma belle... ¡hola!-la saludé con una sonrisa. Qué guapa iba, llevaba una camisa de manga corta en rosa, pero con la mitad superior de los hombros semi transparente,unos vaqueros desteñidos y sus All Stars blancas de caña baja. También llevaba una mochila y sus carpetas con estampados de nubes y de flores en la mano.
-Lo siento, me entretuve con un amigo y....¿vistes mi mensaje?-dijo ella a toda prisa. Gruñí internamente...Ojalá hubiese podido, si mi abuela no se hubiera interesado por mi próstata...
-¿Eric? -llamó mi abuela, me llevé una mano a la cara al recordar que estaba allí. Arianne me miró curiosa. Oh genial.
-Emmm...mi abuela está aquí de visita, si quieres puedes subir a la habitación, tengo que esperar a que llegue mi hermana-le expliqué,haciéndola pasar, tapándolaa un poco con mi cuerpo disimuladamente.
-No hace falta, eso sería de muy mala educación por mi parte-dijo ella con una sonrisa. No sabía en dónde se había metido.
La llevé a la sala y enseguida mi abuela le hizo un escaneado. Vi como Arianne me miraba y apretaba un poco sus carpetas contra sí misma, pero no se acobardó y continuó.
Cualquiera hubiera echado a correr. Lo se porque a mí a veces me entran ganas.
-¿Le hablo en francés?-me preguntó Arianne por lo bajito.
-No hace falta jovencita, hablo el inglés, es mi lengua materna-dijo mi abuela levantándose. No, ella no estaba sorda, escuchaba perfectamente-Soy Ness Peterson, ¿cuál es tu apellido?
Oh, mon dieu, abuela, me vas a asustar a la chica. Pensé, dándole una mirada llena de intensidad.
-Me llamo Arianne Lowell,señora, encantada-dijo ella educadamente.
-¿Lowell? Me suena de algo-dijo mi abuela, volviéndose a sentar y a coger su té-¿entraste en el colegio de mi pichoncito por una beca o algo así no?
Bien, Eric, no hay nada mejor que tu abuela que te llame "pichoncito" delante de una chica con la que te gustaría acostarte.
Muero lentamente de vergüenza...
-Sí, algo así-respondió ma belle sin perder la sonrisa.Mi abuela continuaba examinándola con los ojos entrecerrados.
-¿Quieres un té?-invité yo, para cortar el silencio que se había formado. Ella asintió:
-Sí, un té verde por favor-Robert salió corriendo de la sala. Mierd* quería ir yo.
Se volvió a formar un silencio incómodo. Mi abuela examinando a ma belle, ésta mirando los cuadros de la sala para evitar a mi abuela y yo con ganas de darme golpes con la pared.
Robert trajo el té y Arianne se lo agradeció.
-Entonces, eres la "tutora" de mi nieto-dijo mi abuela formando comillas en la palabra tutora.
-Sí, se supone que tengo que ayudarlo con las materias...-dijo ella un poco confundida por la actitud de mi abuela.
-¿Cuánto tiempo lleváis acostandoos?-soltó de repente mi abuela. Arianne se atragantó y comenzó a toser. Dejó su té en la mesilla igual que había hecho yo.
Muero de vergüenza.
-¿Disculpe?-dijo ella una vez se recuperó. Estaba completamente roja. Pero que tierna....Espera ¿eso lo dije yo?
-Pues eso, jovencita, que desde cuando utilizais la excusa de "la tutora"
-¿Desde que su nieto tiene dificultades con la trigonometría de último año?
Mi abuela ladeó la cabeza confundida:
-¿No os acostáis juntos?
-No, no, NO-dijo Arianne rápidamente, recalcando el último No.
Pero bien que me gustaría...
A ti sí, a ella no.
Vaya, ahora mi conciencia me deprime.
-¿Y por qué no? Una chica tan linda como tú....-Arianne me miró, yo evité su mirada-¿Mi pichoncito no te parece guapo?
Vaya, ahora tenía curiosidad. La miré, ella tragó nerviosa.
-Pues porque no-me miró y luego a mi abuela-Y sí, su nieto es atractivo, pero no es de mi tipo.
Mi abuela me miró y comenzó a reír. Yo miraba a Arianne sorprendido. Ella me miró y se sonrojó aún más, para esconder su cara en sus manos.
Dejádme asimilarlo....¿no soy su tipo?
Porque yo soy castaño claro, casi rubio, ojos muy azules, sonrisa y labios de infarto y holluelos adorables. Y ADEMÁS TENGO UN PUT* CUERPO DE DIOS GRIEGO.
Por favor, mis abdominales están tan duras que las puedes utilizar de mesa. Me mato en el gimnasio y ella me dice que "no soy su tipo"
Pero no se supone que cuando te preguntan '¿como quieres que sea tu príncipe?' ellas responden 'rubio,ojos azules y buen cuerpo'
No, ella no, ¿qué coño quería en un chico?
Cerré la boca, porque no sabía bien que replicar.
Y para colmo mi abuela seguía riendo. Pégame un tiro.
-Bueno, bueno que interesante¿y ya os habéis besado?-dijo mi abuela,'suavizando el ambiente'. Yo continué mirando a Arianne, intentando leer su mente
-No-aseguró Arianne negando efusivamente con la cabeza y mirándome.
-Sí-dije yo. Ella me fulminó con la mirada, para luego mirar interesada sus zapatos.
Mi abuela volvió a reír:
-Me besó sin mi consentimiento-dijo Arianne suavemente, con las mejillas sonrojadas.
-Ya claro-dije yo con burla. Arianne me miró enfadada y gesticulando un 'para ya'
-Que divertidos sois jovencitos-dijo mi abuela. Dios, no era el mejor momento para hablar abuela.
-Voy al baño-dije levantándome de allí. Necesitaba lavarme la cara.
No creo que fuera muy buena idea dejar a mi abuela con Arianne, pero no podía pensar con claridad.
Cuando regresé del baño, Arianne y Ness estaban hablando, volví a sentarme, ninguna me prestó atención.
Tu autoestima tiene que estar por los suelos...
Gracias conciencia, eres de ayuda.
Siempre para servirte.
-Yo para la gripe siempre me hago un batido de naranja, zanahoria...-le estaba diciendo ma belle a mi abuela, que asentía atenta,mientras acababa de tomarse el té.
Miré a Arianne, el color de sus mejillas había disminuido notablemente, aunque seguía un poco ruborizada.
Me fijé en sus labios, dios,que labios.
¿Cómo es que, un ser tan dulce y pequeño podía molestarme, alegrarme y excitarme siempre que quería, con solo mirarme?
El timbre sonó sacándome de mis pensamientos. Me dirigí a la puerta y nada más abrir, dos pequeños terremotos de 4 años se abrazaron a mis piernas.
-¡Eric!-los cogí en brazos, no eran pesados.
-¡Enanos!-dije con una sonrisa, ellos podían ser estresantes, pero los adoraba. Vieron a la abuela y se revolvieron en mis brazos para que los bajase. Mackenzie y Theo son dos copias exactas de Lydia y de mi. Mis padres utilizaron el mismo molde. La única diferencia es que de los dos, Theo era el tímido.
-¡Abuela Ness!-salieron corriendo en su dirección y mi abuela se levantó para recibirlos.
Mi hermana también entró revolviéndome el pelo.
-Hola orco.
-Hola troll, menos mal que no íbais a tardar-le reproché. Ella se encogió de hombros.
-Hola abu-dijo saludando a la abuela Ness-Hola Ari.
Mis padres también entraron.
-Papá, mamá ella es Arianne-dijo Lydia-la amiga de la que os he hablado.
-Y mi tutora-murmuré yo por lo bajo. Mis padres se presentaron, y comenzaron a hablar, junto a mi hermana con Arianne.
-¿Es tu novia Eric?-preguntó Mackenzie, poniendo sus dos manitas en la cintura.
-Es demasiado guapa para él-dijo Theo escondiéndose detrás de mis piernas.
Vaya, otro que lo piensa.
Para, conciencia, para.
Cogí a Theo en brazos.
Arianne ahora nos miraba sorprendida.
-Dios, sois iguales-se acercó a nosotros, y Theo estiró los brazos hacia ella. Arianne lo cogió encantada. No era poco suertudo el chico ni nada.
-No, no soy su novia, soy su amiga-dijo Arianne con una sonrisa, mientras mi hermano jugaba con su pelo.
-Bien, papá, mamá, abuela, vamos a hacer trigonometría-dije cogiendo a Theo de los brazos de Arianne y poniéndolo en el suelo-Si no os molesta, nos vamos-cogí la mano de Arianne y tiré de ella.
-No Eric-se quejó Lydia- No te la lleves...
-Eso Eric, Arianne es muy agradable-dijo mi madre con una sonrisa-Queremos conocerla.
-Ah, ah, es mía ahora-arrastré a Arianne a mi lado y la hice dirigirse a mi habitación.
Bueno, en realidad, mi casa era complicada.
Estaba dividida en tres bloques, una casa central y luego a los lados dos "casas" como adosadas, conectadas entre si por pasillos. Una era de mi hermana y la otra era mía.
Era el trato al que habíamos llegado con nuestros padres, vivíamos con ellos, pero a la vez teníamos libertad e intimidad.
Digamos que mi 'casa' tenía una gran habitación central,dividida en una especie de sala de videojuegos y cine,con tele, sillones y demás y luego mi habitación gigantesca, con un baño y una pequeña cocina que nunca utilizo.
La de mi hermana Lydia es igual.
Arianne miraba curiosa a su alrededor.
POV: Arianne
La habitación/semi casa de Peterson no era como la esperaba, estaba ordenada y limpia, todo recogido, con los muebles en un blanco y negro impoluto.
Y una enorme cama blanca en el medio, digna de un palacio.
Tenía una especie de collage en la pared llena de fotos, me acerqué a verlo.
Wow, eran alucinantes.
-¿Las hiciste tú?-le pregunté mientras, él se acercaba y se ponía a mi espalda. Notaba su cercanía, pero no me moví.
-Sí,todas...
Eran preciosas, reconocí algunas de los mellizos,de sus padres y de Lydia, eran dignas de un profesional, sin duda, con la luz y la pose perfecta.
También habían de unos chicos, supongo que sus amigos y de una chica. Cómo no.
Era muy guapa, pelirroja, y de ojos verdes. Ojalá yo fuese así de exuberante.
Habían algunas de paisajes, pero la que mas me gustó fue una hecha debajo del agua, era una ola, y se reflejaban los colores del atardecer. No tenía palabras.
-No parecías el tipo de chico que...
-¿Lleva su cámara a todos lados?
-Exacto.
-Te sorprenderías...
Dejé el collage y me dirigí a su escritorio, tenía dibujos.
-Dime por favor que los hizo Lydia-le pedí, era demasiado bonito todo para que fuese de él.
-Nop, son míos-otra vez estaba en mi espalda.
-Que extrañas aficiones-dije repasando sus dibujos. Todos eran retratos, igual que las fotos de su familia. Aunque también estaban los de algunos chicos y de la chica pelirroja-¿Para qué dibujar teniendo una cámara?
Eran tan precisos que parecían fotografías.
-No lo sé, simplemente me gusta.
-Son...no tengo palabras,magníficos.
-Gracias-dijo sorprendido y se sonrojó levemente.
Okey, sobrecarga de rareza.
-Yo también dibujo-me sorprendí confesándole. Cosa rara en mí, no me gusta hablar de esas cosas-Pero no tan bien como tú, yo soy más de paisajes.
-Te haré un retrato-me aseguró guiñándole un ojo.
-Y yo un dibujo-no le respondí el gesto y me sonrojé.
Me giré, lo tenía muy cerca, en cualquier otro momento lo hubiera alejado, pero sentía curiosidad.
Eric Peterson, toda una caja de sorpresas.¿Cómo es que un chico mujeriego,arrogante y narcisista puede ser a la vez tierno, cariñoso con su familia y así de aplicado en lo que le interesa?
El sonido de su móvil, interrumpió nuestra guerra de miradas.
Él carraspeó y yo me recoloqué el pelo, para abrir las carpetas y sacar los apuntes:
-¿Sí?
La voz de un chico contestó, estaba lo suficientemente alto como para entender algunas cosas. Como la conversación se alargaba muchos minutos decidí ponerme a acabar la tarea, pero echando una oreja a su conversación.
Hablaba francés, cosa que lo hizo más complicado. Entendí algo de echar de menos, de que un tal Antoine estaba saliendo con ¿Anette? y por parte de Eric, también le contó que por aquí las chicas estaba muy "chaud" es decir calientes y también nombró el est*pido mote ese de "ma belle",por lo que me supongo que hablarían de mí.
Cosa que me molestó al no poder entender del todo la conversación. Luego de unas risas, Eric me miró y puso el altavoz.
-Ma belle, te presento a mi mejor amigo Jean Pierre-dijo a lo que Pierre contestó con un inglés con mucho acento:
-Encantado.
-El placer es mío Jean-le contesté en francés. Intenté no trabarme. Jean rió divertido.
-Así que hablas francés...mucho mejor-dijo él-Tienes voz sensual ¿lo sabías?
Eric soltó una risilla igual que yo.
-Ahora entiendo por qué sois amigos-le dije, ante la atenta mirada de Peterson.
Jean rió dándome la razón.
-Sí alguna vez vienes a Paris te llevaré a visitar los lugares más bonitos, la torre Eiffel...
-Jean-amenazó Peterson-Ni lo intentes..
-¿Qué? Fuistes tú el que dijistes que era muy guapa...
-No voy a acostarme contigo Jean-le aseguré, menuda manía tenían conmigo últimamente-Y no soy tuya Peterson.
Se oyó un suspiro a través de la línea.
-Por lo menos lo intenté.
Tras despedirnos de Jean,Peterson me miró fijamente, alcé las cejas interrogante.
-Oye, ma belle, como se me acaba de ocurrir una idea-dijo sentándose y cogiendo un lápiz, lo movió entre sus dedos-Como te gusta el francés y lo hablas más o menos fluido, he pensado que para mejorar tu pronunciación y diálogo, entre nosotros, cuando no estemos hablando de cosas de clase, podíamos comunicarnos en francés.
Consideré la idea, no es que hablásemos mucho aparte de lo de clase, pero podría servirme de ayuda.
-Vale-dije simplemente. Luego nos dedicamos de lleno a la trigonometría.
Llevábamos como una hora y media de trabajo cuando sentí un flash que me iluminaba y al girarme Peterson estaba con una enorme cámara en la mano.
-No habrás....
-Ah,ah en francés.
-Peterson-lo amenacé levantándome y acercándome a él. Odiaba que me sacasen fotos, nunca quedaba bien en ellas.
Me enseñó la pantallita,se me veía la cara apoyada en una mano, mordisqueando un lápiz y mirando hacia un lado con aura soñadora.
Era...UN HORROR.
-No pude resistirme-dijo Peterson como disculpándose-Tenía que presentaros, cámara, ma belle...ma belle, cámara.
-Bórrala-le ordené alzando un dedo.
-¿Qué?¡No!¿por qué?
-Porque quedé horrible.
-¿Horrible?-dijo confundido-Eres la cosa más linda que he fotografiado en mucho tiempo.
A mi mente vino la imagen de la chica pelirroja, de Lydia y de los mellizos.
Me molestaba que me mintiesen.
-Ya claro-murmuré. Peterson parecía querer atravesarme con la mirada, estaba incómoda-Debería irme-dije mirando el reloj.
-No, Arianne no...
-Lo siento, nos vemos mañana-recogí mis cosas a toda prisa.
-Ma belle...-Peterson parecía querer disculparse.
-Ey está bien, simplemente tengo que irme, quedé con alguien-en realidad no era mentira. Antes de venir había estado con Mike y quería que fuese después de mi tutoría con él de nuevo para darme no sé que cosa.
Solo que mi incomodidad había acelerado la cosa.
Cogí mi móvil y le mandé un mensaje a mi padre para que viniese a recogerme.
No quería que Peterson fuera a mi casa, no todavía, por eso me había inventado lo de la mudanza, aunque no era del todo mentira, ya casi me había instalado del todo en casa de mis padres.
-Te llevo-dijo Peterson cogiendo sus llaves. Lo paré.
-No hace falta vienen a por mí...
-¿Seguro...?
-Sí, pero gracias...
Salí de allí y me despedí de la familia de Peterson, icluso de la abuela Ness, no era tan mala persona al final.
Para cuando atravesé la puerta el Audi negro de papá ya estaba allí aparcado frente a la casa ¿había venido él mismo?
Como se notaba que no confiaba en los chicos.
Me despedí de los Peterson con una mano, sin mirar mucho a Eric.
Holaaa¿les gustó el capítulo?
Espero que sí...:)
Muchas gracias a los comentarios y votos de yulaai, gimenag y de TirsaPimentelCanizal(no se si está bien escrito,lo siento) de veras muchas gracias
Besooooos