Quiero darte un beso

No,no,no...¡NO!

POV:Eric

Tengo frío.

Esa es la razón por la que me despierto.

Palpo la cama y no hay nadie.

Un pensamiento me golpea.La noche anterior....

- Tu turno-dijo señalándole el piano con su cabeza.

Hizo lo que le pedí,se colocó frente al piano y tocó algunas notas.

Comencé a dejar un reguero de besos por su hombro.Tiré de la liga que le sujetaba el pelo para soltárselo.

La cabeza me daba vueltas,estaba como anonadado por los besos que me había dado ella en la mandíbula de esa forma tan... y totalmente excitado solo de pensar en besarla.

Me daba miedo pellizcarme y que todo fuera un sueño.

Me moriría.

Me puse a jugar con su pelo mientras besaba cada centímetro de la piel que comenzaba a obsesionarme.

Decidí hablarle de cuando comenzó todo esto:

-¿Sabes?¿Te acuerdas de la excursión aquella y de cuando nos llevaron a la enfermeria?

Hizo un sonido de asentimiento.

-Cuando te mandaron a sacarte la camisa,que yo estaba de espaldas,el cristal reflejaba y pude verte toda-hice un sonido con mi baja garganta solo de pensar en las ganas que tenía de hacer lo que estoy haciendo ahora mismo.

Mmm....me pasaría horas así.

Era tan relajante y estimulante a la vez...yo besando su espalda mientras ella toca el piano sentada en mi regazo.

Si esto no es el cielo...no se que lo será.

-Ahí fue la primera vez que deseé besar toda tu piel y esa idea me ha perseguido desde entonces,hasta ahora,aunque sigue doliendo igual-me sinceré con ella.Aunque sabia que podía notar mi MiniEric.

Seguí besándola y cada vez estaba más mareado,la cabeza me daba vueltas,pero en un buen sentido,me estaba volviendo loco

Mil sensaciones y cosquilleos se disparaban por mi cuerpo,confundiéndome y agradándome al mismo tiempo.

De pronto,la melodía que ella tocaba comenzó a tomar forma,era Passion de Utada Hikaru,pertenecía al videojuego de Kindom Hearts,lo adoraba,era el mejor juego del mundo mundial.

-¿Estás tocando la canción de un videojuego?-pregunté realmente interesado-¿Sabías que es mi favorito?

Ella asintió lentamente.

Seguramente se lo habría dicho en algún momento.

-La aprendí para ti...quería darte una sorpresa-me dijo en un susurro,no se por qué pero eso me aceleró el corazón,mas de lo que ya estaba.

Ella....se interesaba por mis cosas.

No la dejé acabar de tocar la pieza cuando la cogí en brazos y la subí al piano.

Abrí sus piernas,colocándome en medio.

El deseo me carcomía.

La besé delicadamente,demasiado lento,de forma torturadora cada vez que nuestras lenguas se rozaban.

-Me encantaría tomarte encima de este piano-susurré en su oído,mordiéndole el lóbulo,presioné su pelvis contra la mía haciéndonos jadear.