"hay quienes imaginan el olvido
como un depósito desierto/ una
cosecha de la nada y sin embargo
el olvido está lleno de memoria."
El corazón se me enternecía con cada verso de ese libro, cada vez me sentía mas identificada y en cierto modo me dolía porque había estado disfrazando el amor que aun siento por Robert, forzándolo en ser olvido.
Olvido.
Es una palabra demasiado fuerte para las olas de sensaciones que todavía causaba en mi, porque aún después de estos meses de distanciamiento todo volvía a mi como en la primera vez, capaz de hacerme cuestionar si realmente vibro cuando puedo visualizarlo, cuando logro tenerlo cerca como siempre quise que pasara.
Y vuelvo a caer en la cuenta de que nunca deje de quererlo, de sentirlo, de pensarlo.
Todos los recuerdos me seguían atacando y cuando hoy le tuve cerca, no pude seguir obligándome a decir que no a todo lo que siento, a decirle que no a él.
A medida que seguía leyendo, comprendía lo que Robert trataba de decir con que era un libro demasiado apropiado para el momento.
Era como si me estuviera diciendo de forma indirecta que no podría olvidarlo, o que si lo hiciera, me costaría mucho.
Y ciertamente, tenía razón.
Di una pausa a la larga lectura que había tenido la mayor parte de la tarde y decidí que sería buena idea tomar un ducha mientras escuchaba un poco de música.
Al salir vi que eran las 5:35 pm aproximadamente, todavía falta bastante para las ocho de la noche, fue cuando escuché que llegaron mis padres con Dylan.
Últimamente no pasaba conmigo porque mamá lo iba a recoger por la tarde y ya se quedaba con ella, hasta que volvían.
–Hola gatita. –Gritó mamá desde abajo.
–Voy. –Respondí.
Terminé de vestirme con ropa de andar en casa y bajé enseguida para ver con qué lograban impresionarme.
Entonces vi a Dylan corriendo, apenas me aparecí por las escaleras.
–¿Y qué tienes ahí pequeño travieso? –Refiriéndome al regalo que traía consigo.
–Lo he escogido por ti, ábrelo.
Por lo general, estas cosas no pasaban. Pensé que sería alguna broma de mi lindo hermano menor, pero me sorprendí cuando abrí el regalo.
Era de un tamaño más o menos grande pero no se me venía a la mente qué podría ser.
–Wao, nunca pensé que me iban a dar algo así por mis dieciocho.
–Bueno, lo pediste para tu anterior cumpleaños y no te lo dimos. –Dijo mi madre depositando un beso en mi mejilla.
–No me digas que es lo que creo que es.
Abrí la caja y vi que era un MacBook Pro de color rosa.
–Me encanta, me encanta, gracias. –Dije abrazándola fuerte.
–Agradécele a tu padre que consideró dártelo, cree que es una buena herramienta para la universidad.
–Oh, sí. Claro que lo haré.
Corrí a mi habitación y lleve conmigo la laptop para empezar a configurarla con mis datos personales.
Después bajé nuevamente a sacar el permiso para esta noche, y como se supone que es mi día, no creo que me lo nieguen.
–¿Cómo te fue hoy? –Preguntó mi madre cuando vio que me acerqué hasta la cocina donde se encontraba ella haciendo la cena.
–Bastante bien, recibí algunas sorpresas.
–Mmmm, interesante. ¿Y los regalos qué tal?
–Muy buenos la verdad, todos me encantaron.
–¿Y el de Tomás? –Rió.
–Pues como te digo él fue parte de las grandes "sorpresas", ya sabes porque estábamos un poco distanciados.
–Pero ya no, me da gusto que ahora si se lleven, es un buen chico. –Sonrió.
El término de "buen chico" ya se lo había escuchado decir exageradamente más de cincuenta veces, creo que era la definición perfecta que tenía mi madre sobre él.
Y con la única persona que se lo había escuchado decir, a veces me hacía un poco de conflicto de que sea así.
Desvíe rápidamente la conversación.
–¿Ya estás terminando lo que estás cocinando?
–Oh, ya casi. Espero que a tu padre llegue temprano, te aseguro que quedará muy bueno.
–Creo que no podré comer hoy aquí. –Musité.
–¿Por qué? Pensé que íbamos a celebrar en familia –Frunció el ceño y me miró desilusionada.
–O sea sí, pero a las ocho tendré que ir donde Margot, ya sabes que siempre me invita a salir con ella en fechas especiales.
–Bueno, pero a Margot siempre la ves, es más ¿por qué no la invitas a comer acá? Aprovechando que ya invité a Tom para que viniera.
–¡¿QUÉ?!
–Sí, es que me imaginaba que ya se habían arreglado y como a las 3 de la tarde le llamé.
–Ay, ma ¿cómo le vas decir eso sin consultarme? –Entorne los ojos.
Todo se me estaba complicando. ¿Ahora que iba a hacer?
–No pensé que sería un problema. Antes mejor, los tengo a toditos aquí y estamos en familia. –Sonrió.
¡Ash!
Subí a mi cuarto y enseguida le marqué a Margot para contarle el pequeño inconveniente que se me había presentado.
–¿Qué hago para salir? Técnicamente me ha obligado a quedarme.
–Justo ahora se te complican las cosas. ¿Ya le dijiste a Robert?
–No, no sé si llamarle y decirle que ya no lo veré. –Respondí frustrada.
–No, no. No le digas eso. Más bien, no lo llames, déjame pensar y te devuelvo la llamada ¿okey?
–Dale, dale, bye.
Colgué la llamada mucho más tranquila, de seguro a Margot se le ocurriría una gran idea. Ya casi eran las 6:35 pm y me fui a arreglar.
Escogí algo casual, un jean con una camisa mangas largas y dejé mi cabello suelto.
Al poco rato volvió a sonar mi celular.
–Ya estamos aquí, ábreme.
–¿E-estamos? ¿cómo que estamos? –Pregunté confundida, pero Margot ya había colgado.
Corrí a abrirle a Margot, pero cuando llegué mamá ya había abierto la puerta.
–Pero qué sorpresa, mira gatita, no sabía que habías invitado a tu profesor y ya está aquí Margot.
¿Robert? ¡¿QUÉ CARAJOS HACE AQUÍ ROBERT?!
–Buenas noches señora. –Saludó a mi madre y luego me miró fijamente y me sonrió. –Cumpleañera, lamento llegar tan tarde.
–Oh, no para nada profesor, todavía faltan más personas. –Interrumpió mi madre.
–¿Ah sí? ¿Y a quién estamos esperando entonces? –Preguntó
–Buenas noches, creí que llegaba un poco tarde pero veo que recién vamos a empezar –Todos volteamos a ver a Tomás y yo miré a Margot deseando matarla nuevamente. –Profesor –Dijo cuando se percató de la presencia de Robert.
Tomás lo miraba con sorpresa, no entendía qué hacía él aquí, por otro lado la cara de Robert era de un semblante aun más duro y serio.
Ambos se saludaron por educación y sin darme cuenta tenía a Tom besándome en los labios, un corto beso pero que de seguro se quedaría muy presente en la mente de Robert.
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Pero vaya cena que tendrán estos dos!😏
Iba a continuar el capítulo pero se iba a hacer muy extenso, así que lamento decirles que tendrán que esperar hasta el siguiente...
No me puedo creer que la novela ya tenga 16K, me hace muy feliz el apoyo que me están dando.❤️
No olviden dejarme sus comentarios que las leo. 💘
–DXWNEYAZALEA
Creo que el gif que está en este capítulo ya lo he puesto antes, pero sentí que también esta perfecto para este capítulo😂