Metallica: Early Metallica (+...

By TheUnf81

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ETIQUETA DE ADVERTENCIA Esta obra es un Fanfic, dirigida a un público mayor de edad (de 18 años en adelante)... More

Antes de leer
Capítulo 1: Un anuncio en el periódico Recycler
Capítulo 2: Metallica
Capítulo 3: Dave, el gran bocazas
Capítulo 4: Hollywood Whisky
Capítulo 5: The PowerDemo
Capítulo 6: Cita doble
Capítulo 7: Music Factory
Capítulo 8: Malas decisiones
Capítulo 9: La escuela del amor
Capítulo 10: Frágil alianza
Capítulo 11: Sexo, drogas y rock n' roll
Capítulo 12: Tensión e intereses
Capítulo 13: No Life 'til Leather
Capítulo 14: Ruptura
Capítulo 15: Lealtad
Capítulo 16: Cliff Burton
Capítulo 17: ¿Amigos o más que amigos?
Capítulo 18: Aceptación o resignación
Capítulo 19: Límites, la delgada línea
Capítulo 20: La calma antes de la tormenta
Capítulo 21: Fuera de control
Capítulo 22: Lazos fraternales
Capítulo 23: Todo o nada
Capítulo 25: Nuevos amigos viejos rencores
Carta a mis lectores
Capítulo 26: Punto de Inflexión
Capítulo 27: Conflictos internos
Capítulo 28: Inestabilidad
Capítulo 29: Exodus
Capítulo 30: Caminos separados
Capítulo 31: La mansión de Metallica
Capítulo 32: Celos y traición
Capítulo 33: La máscara de la conformidad
Capítulo 34: La fragilidad de las apariencias
Capítulo 35: Un hombre de negocios
Capítulo 36: Caos, la última advertencia
Capítulo 37: Capítulo Final, Al fiel estilo Metallica
Final Alternativo: Un lazo más fuerte que la sangre o la amistad, el amor

Capítulo 24: El principio del fin

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By TheUnf81

<< Déjame mostrarte lo que eres, yo sé lo que te gusta... luego me dices con quién te gustó más, Lars, Cliff o yo >>

Estuvieron un buen rato helándose, pero a ninguno de los dos les importó demasiado, tras fallidos intentos del pelirrojo por entrar nuevamente, se resignó y se quedó con su compañero, fumando cigarrillo tras cigarrillo, intercambiando palabras más palabras menos y disfrutando de la mutua compañía, en algún punto pudieron notar como la escena se esclarecía aunque sabían bien que no verían los tenues rayos del sol hasta más entrada la mañana, pues era invierno. Ciertamente no llovió pero el cielo ni siquiera amagó con despejarse. Ambos se mantenían en tranquilo silencio, el sueño les vencía de a poco pero estaban reacios de volver, el frío ya no tenía mayor importancia, el sonido de la puerta apenas si logró despertarlos:

-Hey chicos ¿por qué no pasan? Adentro está más agradable, de aquí puedo ver la escarcha en sus traseros- sonrió Burton quien lucía bastante adormilado, en realidad acababa de despertar y al estar seguro que eran cuatro y no dos, había salido en búsqueda de sus compañeros.

-Sí, las pelotas de James ya se encogieron- rió el guitarrista temblando apenas, apagó la colilla e ingresó a la casa mascullando algunos insultos por el duro clima.

Tras él fue Hetfield, quien primero intercambió una mirada tensa con Burton pero finalmente una sonrisa cargada de sutil ironía, apenas el vestigio de un mal comienzo, pasaron y vieron a Lars rendido en el sillón, salivando un cojín, estaba acostado boca abajo con evidente comodidad. Mustaine tomó asiento en una de las sillas en la sala, se acomodó estirando su delgado cuerpo y cerró sus ojos, el cantante avanzó un poco por el centro y palmeó el muslo del danés para despertarlo.

-Muévete Lars- le indicó el rubio buscando lugar.

-Está bien pero ya no me rompas las pelotas- suspiró por lo bajo el baterista.

Ulrich se adentró más en el sillón, acurrucándose contra el respaldo y dejándole una pequeña franja de espacio, James tomó asiento con pereza apoyando los codos sobre las rodillas, elevó su vista hacia el frente, contempló por breves momentos la decoración en la pared, más posters de mujeres con poca ropa y en poses sugerentes, con débil pudor desvió su atención hacia el resto del decorado, más porquería por aquí y por allá, algunos cuadros con paisajes, probablemente el trabajo de un artista callejero, suspiró con cansancio y se recostó de lado, junto al el baterista. Cliff también se sentó en una de las sillas, se apoyó suavemente contra el respaldo, cerró sus ojos pacíficamente y cruzándose de brazos se dispuso a conciliar el sueño.

-¿Y ahora qué?- habló Mustaine con ojos y timbre de voz despiertos, tras dar un cabezazo.

-¿Qué de qué?- murmuró divertido Burton saliendo de su trance.

-Vamos por unas nenas- sonrió el guitarrista incorporándose desde su asiento, tenía ganas de divertirse.

-Bien, pero no puedo prometer nada respecto a la calidad de las chicas- advirtió Cliff risueño poniéndose en pie.

-Es un momento en mi vida en la que la cantidad siempre ha superado a la calidad- se sinceró entretenido el pelirrojo mientras se levantaba y guardaba sus manos en los bolsillos de sus pantalones.

-¿Y la expectativa supera a la realidad?- interrogó el bajista, podía intuir que para todos ellos no había mucho de uno ni de lo otro.

Mustaine se encogió de hombros, la expresión arrogante en su rostro y todo su aspecto general de ser un tipo al que le gustaban los problemas completaban su ruda apariencia, Burton se encaminó despacio hasta la puerta que daba para la calle.

-¿Tus amigos vienen?- preguntó Cliff mirando a James y Lars, que pese a que ellos estaban hablando no parecía haberse alterado su sueño.

-No, ellos son un poco extraños, a veces prefieren estar a solas y no querrás ver eso- bromeó mordaz el guitarrista, sabía que Lars tenía un carácter de los mil demonios y James, bueno, no era tan bueno ligando con las chicas, así que, mejor que se quedara.

-Bien, no querré ver eso- soltó divertido Cliff mientras cerraba su chaqueta.

Mustaine llevó un cigarrillo a sus labios terminando de colocarse su abrigo, intercambiaron una breve sonrisa antes de salir, hicieron el corto trayecto hasta el "Riffs n' Cigarettes", por la hora era muy probable que fueran pocos los bares abiertos, pero Pink el dueño de ese en particular tenía una horario bastante extendido, para empezar podían ir a buscar un trago allí, además que seguramente habría alguna chica.

...

James abrió despacio sus ojos, sentía su boca seca, con pereza se incorporó en el sillón, a su lado estaba el pequeño baterista que aun dormía, se levantó con lentitud, en la mesa próxima encontró una lata de cerveza y al revisar descubrió que aún quedaba bebida, tomó un sorbo de ella para terminar de despertar, miró a su alrededor y se puso en pie, un hormigueo en sus extremidades amenazó con dejarle caer nuevamente, tras unos segundo en trance, comenzó a avanzar por la sala, no tardó demasiado en notar que ni Cliff ni Dave estaban allí, suspiró pesadamente y salió a la fachada de la residencia, apenas un atisbo del débil sol invernal, su cabeza daba algunas vueltas producto de la ingesta excesiva de sustancias la noche pasada, se quedó unos momentos pero cuando el frío le ganó decidió regresar, anduvo nuevamente hasta el sofá y se dejó caer sobre Lars.

-¡Ay hijo de puta!- refunfuñó el danés, se movió producto del dolor y pese a que estaba bastante somnoliento ya podía intuirse que no estaba de buen humor.

-Levántate enano- rió Hetfield comenzando a batallar con el pequeño pero iracundo baterista.

-Ya quítate estúpido- rió enojado Lars mientras forcejeaba lo mejor que podía, el cantante era mucho más alto y fuerte, lo que él no tenía en tamaño lo tenía en inteligencia, James, todo lo contrario al parecer.

-Quítame si puedes, peleas como niña- se burló el rubio aplastando rudamente al baterista.

-Deja de romperme las pelotas- escupía agitado Ulrich al no poderse liberar.

-Como si tuvieras pelotas- se reía Hetfield mientras le frotaba con rudeza los nudillos por las costillas, el danés continuaba luchando y dando gritos de guerra, la juerga en Metallica era moneda corriente.

-James salte o empezaré a disfrutarlo- ironizó Ulrich, estaba furioso con este mono estúpido pero prefería pronunciar esas palabras que lo descomponían tan sólo articularlas y no soportarlo encima de él, si ni siquiera siendo su amigo podía, se imaginaba a las pobres chicas.

-¡Diablos idiota!- se asqueó James, casi de inmediato se quitó y abandonó el área de pelea.

-¿Qué mierda quieres?- preguntó aún agitado Lars, seguía molesto pero más relajado indudablemente, James era tan tonto, siempre caía con lo mismo.

-Nada, es que pones cara de perra mientras duermes- lo molestó James recuperando también el aliento y superando la incomodidad.

-Ahá...- soltó Lars con mala actitud, al parecer James actuaba más insoportable cuando el trasero de Mustaine no estaba presente.

-¿Viste a los chicos?- interrogó con fingido desinterés el cantante rascando apenas el cabello de su nuca.

Lars chasqueó su lengua con aburrimiento y el cansancio en su rostro junto a su hostilidad se relajaron apenas, con este mono no había caso, James era el que se había levantado primero, si no los había visto era porque seguramente no estaban aquí, él que acaba de despertar y de forma nada agradable, mucho menos.

-Tal vez se fueron a follar a algún basurero- soltó Lars como si estuviera meditando, aunque lo más probable era o que estuviesen desmayados en alguna otra habitación de la casa, no juntos, o bien, hubieran salido, no había que ser ningún genio para concluir cualquier probabilidad al respecto.

-¡¿Qué mierda?!- espetó James, los comentarios estúpidos de Lars casi siempre lo hacían enfadar, en especial esas palabras le hacían hervir la sangre de rabia.

-¿Qué? Sólo decía- confesó relajado el danés, sólo estaba bromeando.

La mirada rabiosa del cantante le indicó que no estaba para esa clase de comentarios, quizá demasiada sensibilidad esa mañana, Lars se encogió de hombros con una sonrisa casi burlona dibujada en su rostro, James no era un tipo intimidante, verlo molesto podía hacer que él se enojara más, pero tampoco era que siempre disfrutaba de la trifulca, ablandó un poco su expresión que ciertamente se estaba tornando combativa.

-Ahora vuelven, ¿por qué no vienes a comer hoy en casa? Podemos ordenar pizza- habló Lars careciendo de la menor intención de que James aceptara su invitación.

-Si a Dave le parece, podría ser- dijo el cantante aún receloso.

-Como quieras- respondió el pequeño baterista, tantas atenciones eran innecesarias para él.

-Bueno, es porque me estoy quedando en su casa, ya sabes...- corrigió nervioso el rubio, no era que le estuviera dando cuentas o pidiendo permiso, pero no podía pretender mandarse solo en casa ajena.

-Por mí no te apures- habló divertido Lars, él no necesitaba explicaciones, James debía de saber el porqué y el cómo de sus maneras.

James sonrió inexplicablemente nervioso, no había sido su intención decir algo que sonara extraño, diablos, es que a veces era bastante torpe, hizo un incómodo contacto visual con su amigo, apartó la vista mientras tomaba asiento en uno de los sillones de la sala. Se quedaron conversando, debatiendo si irse, que era lo que proponía Lars, puesto que esta no era la casa de ninguno de los dos y tampoco le apetecía compartir su resaca con James, quien optaba por esperar a que los chicos regresaran, le molestaba un poco que se hubieran ido sin ellos, y aún más, bueno... no quería ser tan celoso, pero no le gustaba que Dave anduviera a solas con Cliff, después de todo así habían empezado ellos, y no... simplemente no estaba bien que Dave los dejara a Lars y a él botados.

No tuvieron demasiado tiempo para discutir más sobre el asunto porque cuando ya estaban a punto de hacer lo que el baterista indicaba, sintieron el sonar de la puerta y las voces de los otros dos hombres, quienes parecían bastante animados y divertidos del tema del que venían platicando, los jóvenes se encontraron y se dieron un corto saludo, algunos cruces de miradas de distintas naturalezas, algo de tensión y hostilidad, tomaron asiento y se sirvieron un poco más de cerveza para curar su resaca.

-¿Dónde andaban? James no dejaba de preguntar por ustedes- lanzó con desinterés Lars tras sentir como la consciencia amenazaba con dejarle, al recuperar la lucidez observó un poco a sus compañeros.

-Ahh, claro que no, Lars idiota...- se avergonzó el rubio.

-Fuimos al bar que está detrás- indicó Cliff con languidez.

-Oye Lars ¿Conoces a un tal Pink? Algo así dijo llamarse, la cosa es que cuando supo que éramos conocidos tuyos y que estás en Metallica, nos dijo que la banda se puede presentar cuando queramos, es más el próximo viernes habrá una fiesta para celebrar el aniversario del bar- habló Mustaine mirando al pequeño danés y después a sus otros compañeros.

-Ahh, no puede ser... No exactamente, pero bien, pensaremos en su invitación o lo que sea- suspiró el baterista agotado, era algo que prefería no explicar demasiado.

-Así que fueron por negocios...- indagó el cantante dejando un poco de lado la desconfianza pero no del todo el recelo.

-Negocios- afirmó Mustaine con su arrogante mirada y un dejo de diversión en su expresión, a la vez que se cruzaba de brazos.

-Bien, nosotros ya nos regresamos a Los Ángeles, ensayaremos mañana- indicó Lars estrechando su mano con Cliff y viendo un poco a sus amigos para que también se despidieran.

-De acuerdo, pueden ir trayendo sus cosas y dejarlas aquí- explicó el bajista apretando la mano del danés.

-Para iniciar la mudanza a San Francisco- esclareció Ulrich al ver la confusión en el rostro de sus compañeros, sabía que las entendederas podían llegar a fallarles, sobre todo en este punto.

James y Dave se miraron aún más desconcertados, en realidad ninguno de los dos estaba al tanto de que se estaban por mudar, lo que era una sorpresa, Mustaine pensaba que cosas así como trasladar toda una banda debía ser discutido entre todos los integrantes y no que fuera decisión de una parte, pero en todo caso no le molestaría conocer más la diversión nocturna en Bay Area. Al cantante también le había tomado con la guardia baja, ni siquiera sabía si quería o no mudarse, en realidad él se sentía a gusto viviendo con Dave, además Lars ni siquiera se los había consultado pero agradecía que les hubiera informado, sólo esperaba que al enano no se le hiciera costumbre tomar decisión por todos.

...

El viaje de regreso hasta Los Ángeles fue bastante ordinario, los humores no eran los mejores, puesto que cada uno tenía que lidiar con la resaca de la noche anterior, durante el trayecto en carretera hablaron sobre la posibilidad de que Metallica se presentara nuevamente en los escenarios, ahora con nueva formación, Lars tenía sus reservas sobre debutar con Cliff en el "Riffs n' Cigarettes", reservas que estos monos no entenderían, la cabeza le dolía malditamente así que optó por no renovar su invitación, apreciaba a sus amigos pero tenerlos tanto tiempo era más de lo que cualquiera podía querer, él no era masoquista, tras hacer el recorrido de más de cinco horas dejaron al baterista en casa y los amigos se fueron hasta la residencia Mustaine.

Dave estacionó la furgoneta en la acera del frente, se bajaron y se dirigieron hasta la casa, pasaron a la sala y el guitarrista se desplomó sobre el sofá, el cantante se sentó en el apoyabrazos del mismo, observó un poco a Mustaine, quien tenía los ojos cerrados, respiraba pacíficamente, su semblante relajado y la calma expresión dibujada en su rostro, los rizados mechones se esparcían primeramente en su flequillo sobre su frente, luego descendían sobre su rostro y se ondulaban más pronunciadamente sobre el cuello, dónde notó unas marcas amoratadas, su entrecejo se frunció con el disgusto, eso era lo que estaba pensando, su celosa mirada se encontró con la Dave, quien se incomodó visiblemente y se incorporó rápidamente, algo extrañado y con jaqueca, el guitarrista observó mejor a su compañero.

-¿Todo está bien? Ya sé que te gusto pero me estás poniendo incómodo viejo- interrogó divertido el pelirrojo, apenas burlándose.

-Ahh, no lo sé, tú dime...- suspiró James tratando de serenarse y no reaccionar tan furioso como se sentía.

-Pues sí, aunque la verdad me siento de la patada- confesó Mustaine mirando a su amigo mientras se levantaba del asiento.

-Tienes moretones en el cuello- sentenció James poniéndose también en pie.

-Ah, sí. Anoche fuimos con Cliff a ese bar y una cosa llevó a la otra, aunque no lo parezca el tipo también sabe alocarse y bastante, deberías ir, no sabes los traseros que hay allí, de lo mejor que he visto- habló Dave con complicidad, recordando la noche pasada, había sido bastante bueno.

-¡¿Y lo dices así?! ¿Pero qué demonios ocurre contigo?- espetó James furioso empujando a Dave haciendo que el otro hombre se tambaleara y retrocediera unos pasos, realmente estaba muy enojado ahora, era estúpido sentirse traicionado, pero así se sentía, Hetfield apretó sus puños mientras veía al guitarrista.

-¿Qué mierda contigo? Se nota que te hace falta una novia, ¿por qué no invitas a Allison para mañana en la noche? Yo saldré con Ann, aceptó hacer un trío, también deberías convencer a All- dijo Mustaine apenas molesto por la agresión, el pecho le había quedado doliendo pero no lo tomaría como algo personal, le dedicó una sonrisa despreocupada a su compañero, le parecía que las drogas en James tenían un efecto más negativo.

-¿Qué?- soltó incrédulo pero completamente cabreado el cantante.

-Ya sabes Hetfield, si quieres llevarte una chica a la cama hay un par de cosas que seguro funcionan como "nunca me había sentido así con nadie, contigo puedo ser yo mismo" "jamás he estado con alguien antes pero quiero hacerlo contigo, será especial" "confío en ti, necesito que confíes en mí" "te cuidaré" "te amo, estaremos juntos siempre" ya sabes, cualquiera de esas babosadas y como esas hay muchas más pero cuidado con el "te amo", luego no podrás quitártelas de encima por eso nunca te lo dije, funciona, de hecho creo que hasta funcionaron contigo- ilustró Mustaine sonriendo al recordar sus tácticas infalibles.

James estaba completamente descolocado, aún reacio a entender las palabras que escuchaba, este hijo de puta se estaba burlando en su cara, él había terminado su relación con Allison porque Dave se lo había impuesto como una condición para terminar la suya con Ann, y no lo había hecho, es más la noche anterior se había estado revolcando con una zorra o quién sabía con cuántas y hasta el muy descarado le confesaba que la mierda que le había dicho era la misma que para todas las tipas con las que se revolcaba, el semblante del cantante reflejaba su enojo, frustración y humillación, su entrecejo estaba fruncido con rabia, las fosas nasales le palpitaban mientras respiraba furibundamente, su mandíbula apretada y sus puños cerrados que se tornaban blanquecinos, no pudo aguantar toda la ira que estaba sintiendo, era demasiada como para poder contenerla.

Sin pensarlo más arrojó un gancho de izquierda, impactando el golpe en la quijada de Mustaine, tomándolo por sorpresa, la sangre comenzó a emanar casi de inmediato de su boca, sus ojos se tornaron acuosos y su ceño se frunció, retrocediendo un par de pasos apenas si pudo reaccionar a lo que estaba ocurriendo, otra vez tomado con la guardia baja las manos de James se cerraron sobre su cuello, apretando con fuerza su garganta, en un reflejo casi involuntario Dave apretó las manos del cantante tratando de zafarse.

El forcejeo acalorado comenzó a subir en intensidad, ambos hombres peleaban encolerizados con su contrincante, Dave estaba desconcertado pero furioso, este hijo de perra, estaba loco y James, simplemente estaba fuera de sí, Mustaine golpeó los brazos del cantante haciendo presión con los propios y obligándolo a soltarle, tosió ahogado mientras tomaba algo de distancia, antes de que Hetfield volviera a arremeter en su contra le impactó un puñetazo en el rostro, la sangre brotó de la herida y se encararon nuevamente, tomándose mutuamente por los hombros mientras buscaban vencer al otro, girando y trastabillando cayeron sobre el sillón.

-¡¿Pero qué coño ocurre contigo?!- jadeaba Mustaine mientras intentaba recuperar el aliento, ahora él también lucía bastante molesto.

-¿En serio lo preguntas hijo de perra?- escupió James iracundo, podía sentir como la cordura le abandonaba en estos momentos, Dave luchaba y se movía debajo de él, tratando de librarse.

-Si no te quitas ahora te voy a moler a golpes- advirtió con rabia el guitarrista a la vez que sus fuerzas eran frustradas y sentía ganas de cumplir su advertencia.

-No entiendo por qué mierda haces esto, lo arruinas demonios, ayer tú me dijiste toda esa basura y ahora me sales con esto ¿A qué carajos crees que estás jugando?- soltó James tratando de mantener la calma y seguir sometiendo a Mustaine.

-Anoche estaba muy ebrio y dije un montón de estupideces, los ebrios lo hacen todo el tiempo, pero escúchame, si sigues actuando como un maldito lunático, o peor, como un marica, no respondo- amenazó nuevamente el guitarrista, logrando empujarlo y empezar a zafarse.

-Si yo soy un marica ¿Tú qué mierda eres?- escupió James enloquecido por la rabia.

-¿Qué? ¡Vete a la mierda!- le respondió Mustaine furioso y agitado mientras retrocedía en el sillón.

-Déjame mostrarte lo que eres, yo sé lo que te gusta- soltó furioso el cantante, le apresó las muñecas y entre fuerzas más y fuerzas menos, logró darlo vuelta, con la misma rudeza apoyó su miembro contra el trasero del guitarrista.

-¡¿Qué coño?!- soltó cabreado y descolocado Mustaine.

-Te muestro y luego me dices con quién te gustó más, Lars, Cliff o yo- dijo furioso y frustrado Hetfield.

Ambos hombres reanudaron casi de inmediato la lucha, Dave, ahora más que antes quería librarse casi con desesperación, qué mierda estaba pasando, James por su parte simplemente necesitaba lastimarlo, estaba furioso con él, tal vez sus palabras no le hacían daño al bastardo de Mustaine, entonces, qué tal sus actos.

-¡Suéltame maldito hijo de puta!- espetó el pelirrojo luchando por zafar, con toda la vehemencia de su cólera, aunque no le era nada fácil, James resultaba ser mucho más fuerte de que lo que aparentaba.

Hetfield le apresó las muñecas con una mano mientras que con la otra intentaba bajarle las ropas, no respondía antes los insultos y agresiones, las palabras que quería decirle, simplemente no era capaz de pronunciarlas, el sonido de los pantalones de James los trajo de vuelta a la realidad, toda la pelea parecía haberlos alejado bastante de la misma, aprovechando la distracción Mustaine logró levantarse y empezar a gatear para huir del área de pelea, James le apresaba la cadera y con el peso de su cuerpo intentaba frustrarle la huida, con torpeza le bajó apenas las ropas, eran muchos sentimientos los que ahora les atacaban, miedo, ira, odio, frustración, desesperación, angustia, rencor, todos se arremolinaban entre los esfuerzos de cada quién, respiraban agitados mientras seguían peleando, Dave había conseguido arrodillarse y luchaba por cerrar sus ropas a la vez que comenzaba a deslizarse por el apoyabrazos hasta llegar al suelo, James le tomó de las trabillas del pantalón tratando de hacerlo regresar.

-¡¿Pero qué está pasando aquí?!- soltó horrorizada la Sra. Mustaine, ante los ojos de la mujer la escena era clara.

Ambos amigos se miraron bastante alarmados, entre la faena no le habían escuchado abrir la puerta, el guitarrista logró huir y anduvo un poco hasta los pies de otro sillón, mientras el cantante intentaba hilar alguna explicación para lo inexplicable.

-¡Deja a mi hijo! ¡Basta los dos!- los calmó la mujer con su angustiada voz, no podía creer lo que presenciaba.

-Señora, yo...- habló James con su voz agitada producto de la trifulca.

-Tienes que irte ahora, no puedes quedarte aquí- dijo ella con la voz rota.

-Mamá, no te metas...- jadeó Dave poniéndose en pie ayudado del sofá.

-Claro que me meto, James, tienes que irte- sentenció la Sra. superando la impresión.

James y Dave intercambiaron miradas por breves momentos, alarma, incomodidad, rencor. El cantante salió con la cabeza gacha, apenas pronunció una breve disculpa pero ninguna explicación, salió de la casa sintiéndose furioso, avergonzado, no tenía a dónde más ir así que se encaminó hasta la casa de Lars, esta mezcolanza de sentimientos lo estaban trastornando, a medida de que se alejaba peor se sentía, no se reconocía a sí mismo, qué había estado a punto de hacer, realmente le asustaba la idea de que hubiera intentado dañar a Dave, es que se sentía tan estúpido y enfadado, simplemente todo se sentía surreal, como si fuera un sueño o más bien una pesadilla.

...

-Dave ¿Qué está pasando?- habló su madre con preocupación.

-Nada mamá- dijo el guitarrista esquivo, se tomó un poco el cuello para recuperarse y calmar sus latidos.

-¡Oh por Dios!- se espantó su madre viendo el rostro maltratado de su hijo.

-Cosas de la banda, no te metas por favor- soltó incómodo Mustaine.

-No me pidas eso, ve nomás cómo tienes la cara, me equivoqué con ese chico, es mejor que busque otro lugar dónde quedarse- dijo la mujer con dolor, sabía que James era amigo de su hijo, pero verlos pelear así la había asustado demasiado y aunque a Dave le molestara, ella seguía preocupándose por él.

-No exageres, ha sido un mal entendido- explicó el colorado, claro que estaba sorprendido por lo loco que era James, pero no por eso le iba a retirar su invitación de quedarse con él, nunca había pretendido que las cosas llegaran tan lejos, pero se les pasaría, no era nada que no pudieran perdonarse.

-No David, ¿qué mal entendido puede ser ese?- indagó ella con angustia.

Dave suspiró frustrado, no le gustaba ser regañado o tratado como crío, él ya era un hombre, quizá con una relación más que cuestionable con su mejor amigo, pero un hombre al fin y al cabo, incluso siendo así, ver la mirada derrotada de su madre no le era indiferente, es que tampoco podía explicarle por qué se había peleado, que era básicamente que James estaba celoso y quién sabía por qué.

-¿En qué me equivoqué contigo? Lo siento tanto cariño, en serio yo...- habló la mujer a la vez que su voz se rompía en un sollozo.

-Mamá tú no te equivocaste, no me pidas perdón, mira nos peleamos por una chica, una estupidez, nada importante, no llores por favor- respondió Dave endulzando su voz al hablarle a su madre, con un poco de extrañeza se animó a rodearla con sus brazos.

-¿Una chica? Ay es que ustedes, jovencitos testarudos, no quiero que andes en esas tonteras- dijo la Sra. Mustaine sintiéndose más tranquila pero también un poco enojada.

Dave dejando de lado el fastidio, le contó alguna historia para calmarla, también escuchó su reto y toda la basura esa, amaba tanto a su madre que permitía que le regañara en nombre de un Dios en el que él no creía, aunque no era su estilo se dejó abrazar, hasta le preguntó cómo había ido su día, todo para contentarla y en cuanto sintió que ya estaba todo bien con ella, le informó que saldría y que se veían en la cena, su madre sólo pudo observarle, lo veía y lo sabía, su hijo estaba tan grande y creía que podía comerse al mundo, pero aún era su David, su pequeño y ella siempre estaría para él.

-Ay mamá, ya no llores- dijo incómodo el guitarrista al ver los ojos acuosos de su madre.

-Y tú compórtate- le replicó dándole una débil palmada en el pecho, retuvo un poco el llanto y le dedicó una sonrisa nostálgica a su hijo.

Mustaine le devolvió la sonrisa antes de marcharse, ya en el camino encendió un cigarrillo, mientras andaba acomodó mejor su abrigo aun sintiendo el débil ardor en su piel y el dolor del golpe recibido.

...

James había estado un buen rato dando vueltas, buscando esclarecer sus ideas y serenarse, todo había pasado tan rápido y había llegado tan lejos, había descubierto que también podía ser irascible, celoso y agresivo, y esa parte de su personalidad no le gustaba, esto estaba tan mal, simplemente desearía que jamás hubiera ocurrido, sólo, ahora era algo que no podía cambiar, sintiendo bastante culpa se había decidido a golpear la puerta en casa de Lars, tras algunos momentos el baterista le había atendido, por su aspecto se notaba que antes de que llegara estaba durmiendo, de hecho todavía estaba envuelto por una manta.

-Ay no- susurró el danés tratando de cerrar la puerta, siempre la misma pesadilla recurrente.

-Idiota- dijo James impidiéndoselo y posteriormente ingresando.

-¿Qué haces aquí?- preguntó cansado mientras subía las escalaras de regreso a su habitación.

-Habíamos quedado ¿no?- habló James incómodo, se notaba que no era su mejor día.

-Cómo quieras- por la expresión en su rostro era claro para Lars que algo le pasaba al simio, podía ser que estuviera triste, pero mejor no iba a indagar en eso.

-¿En serio nos vamos a mudar a San Francisco?- interrogó Hetfield sintiendo aun esos impulsos de querer discutir, aunque ciertamente no quería hacerlo con Lars.

-Ahá, eso dije- respondió Lars metiéndose en la cama, gateó apenas y se recostó.

-Wow, es genial-mintió James, estaba enojado porque no había sido informado de eso antes, pero honestamente, a este punto, no era como si de verdad le importase.

-Sí, lo que sea. Oye ¿tienes ganas de ir a comprar pizza y algo de bebida? Ten- dijo Ulrich buscando dinero en el cajón de la mesa de luz contigua a su cama.

James lo miró, en realidad ambos sabían que ninguno de los dos tenía ganas de hacerlo, pero si querían comer, James debía ir, la opción de pedir a domicilio estaba, pero caminar para el rubio siempre le era de ayuda para despejarse, aceptó con un poco de fastidio y tras intercambiar algunas palabras más con su amigo, se marchó, Lars lo observó atento, James parecía ser un chico con bastantes problemas, francamente él no quería lidiar con eso aquí, pero aun así le caía bien.

...

Alrededor de las ocho pasadas de la noche James estaba de regreso en la residencia Mustaine, había decidido ir a buscar su vehículo, tal vez conducir toda la noche le ayudaría a tomar una resolución, no quería ver a Dave, se sentía fatal y podía comprender perfectamente si ya no quería volver a verle. Lars le había dicho que no podía quedarse a dormir porque sus padres estaban en la ciudad y no le dejaban, la misma basura de siempre, tampoco le molestaba tanto, sólo que una vez más no tenía dónde demonios pasar la noche, con inseguridad de qué hacer y la esperanza de no tener que cruzarse a Dave o a su madre, dobló sobre la calle de la residencia, el viento soplaba desordenando sus cabellos, metió las manos en sus bolsillos mientras caminaba despreocupadamente aunque de hecho no se sentía así en lo absoluto.

Al llegar frente a la casa se encontró con el guitarrista, Dave estaba sentado en el cordón de la calle, estaba fumando y bebiendo de una petaca, ambos se miraron por un momento, Mustaine lucía un poco incómodo pero bastante relajado, mientras que él aún se sentía bastante tenso y molesto, realmente estaba muy enfadado pero también era preso de una horrible culpa, diablos.

-Hola amigo- lo saludó Mustaine, siempre le resultaba tan natural hacer de cuenta que nada ocurría, le invitó de la petaca con un ademán.

-Dave...- dijo James dudando de cómo reaccionar, el labio del guitarrista se veía visiblemente hinchado, y podía distinguir el enrojecimiento en su garganta, el rubio tragó un poco de saliva al mirarlo, sentía esa necesidad de disculparse lo que lo hacía enojarse aún más.

-No debí decir eso- confesó Mustaine poniéndose en pie tras darle otro sorbo a la bebida.

-¿Qué?- soltó confundido James.

-Creo que la resaca sacó lo peor de ambos, sólo olvídalo- dijo Dave con total calma.

-No, espera, no voy a olvidarlo y tú tampoco, lo siento yo, no quise...- empezó James sentándose en el borde del parachoques de la furgoneta.

-Bebimos mucho, ya lo dije, sabes no quiero estar peleado contigo, eres mi mejor amigo y apesta- contestó Mustaine apagando la colilla del cigarro, se acercó y se sentó junto a él.

-¿Mejor amigo? Vaya manera de decirlo, yo sólo, terminé con Allison...- suspiró James.

-Lo siento, bueno ella siempre me pareció un poco insípida para ti, pero bueno, ya sabes... son tus gustos- dijo Dave viéndole con una mirada más blanda.

-No, no es por eso, es porque intento ser honesto conmigo mismo ¿por qué no lo intentas?- respondió James con fastidio mientras se levantaba.

-¿Honesto contigo mismo?- preguntó incrédulo el pelirrojo imitándole.

James sólo le echó una mirada, Dave sabía bien a qué se refería, no iba a humillarse más repitiendo esa basura otra vez, abrió el compartimiento de atrás de la furgoneta y se subió con agilidad. El guitarrista se le quedó viendo un rato.

-No sé si estoy listo para hablar de esto- confesó Dave viendo a ambos lados.

-¿Y alguna vez lo estarás? Tal vez tienes razón y yo, sólo estoy confundido contigo- se resignó James, era imposible intentar nada con Dave si el bastardo no se le tomaba en serio.

-¿Qué haces?- le preguntó el colorado viendo como James acomodaba un par de porquerías en la cajuela, estirando la alfombra del suelo, tenía algunos equipos y cajas cargadas.

-No lo sé, pero de veras que estoy furioso contigo, siendo honesto conmigo y contigo, quiero golpearte en la cara- rió furioso James tratando de serenarse.

-No tengo ganas de pelearme contigo, pero mierda que eres orgulloso- rió Mustaine trepando también, anduvo un poco y buscó el contacto visual con su amigo, el cantante lucía bastante molesto, y aunque estaba seguro de que no era su intención, cuando James lucía furioso, muy irritado él empezaba a calentarse, se aproximó hasta él y le dio un lengüetazo en el rostro, Hetfield se apartó.

-No funciona así Dave- se negó James frenándolo.

-Claro que funciona así, yo hago y digo estupideces y tú me perdonas- afirmó el guitarrista con su mirada encendida y llena de brillo, le tomó de la barbilla y le lamió los labios lentamente.

James suspiró frustrado, no estaba bien, estaba molesto y a la vez caliente, sentía la húmeda lengua de Mustaine rozando sus labios y buscando pasar dentro de su boca, dejó caer sus brazos rendidos a los lados, con total resignación, quizá Dave tenía razón después de todo y sí funcionaba así. El guitarrista empezó a besarlo envolventemente mientras se encimaba sobre él, pasaba sus lujuriosas manos por su torso, subiendo sus prendas y tocando su cálida piel.

El tacto de Mustaine era frío pero agradable, James se recostó despacio apretándolo de la cintura y besándolo con fervor y desmedida necesidad, liberando su frustración, el beso se profundizaba a la vez que sus respiraciones se agitaban rápidamente, aunque Dave intentó liberarse para recuperar el aliento, James no lo dejó, coló una de sus manos dentro de los pantalones del pelirrojo, acariciando la suave piel de sus glúteos por debajo de sus ropas. Mustaine suspiró mientras acariciaba la piel desnuda del cantante, con torpeza intentó subir más su polera, logró soltarse de sus labios y comenzó a besar y succionar el canto de la mandíbula del rubio.

Dejando un camino de marcas visibles, Dave suspiraba avergonzado al sentir como James apretaba su trasero invasivamente, bajó apenas el cuello de la polera para succionar la piel del rubio, el dejo del perfume de James se sentía fuerte y presente, lamió toda la piel, la succionó dejándola enrojecida, podía sentir como James se ponía duro y respiraba con pesadez, apretaba sus labios conteniendo sus jadeos. Mustaine continuó descendiendo, salivando la tersa piel en el torso del cantante, James soltó su agarre cuando ya no pudo mantenerlo y le apretó los salvajes cabellos con rudeza mientras le empujaba la cabeza hacia abajo con poca amabilidad, Dave suspiró pero se dejó guiar, abrió los pantalones de James y bajó sus prendas íntimas, escupió en su palma para humedecerla y comenzó a acariciar la dura masculinidad.

Su mano se deslizaba de arriba hacia abajo, se inclinó y metió dentro de su boca la punta de la erección, comenzó a salivar describiendo torpes círculos, Hetfield suspiró con pesadez al sentir la húmeda y tibia caricia, el ancho de la lengua de Mustaine se deslizaba por la longitud de su miembro, ejerciendo presión sobre el glande, jadeó con frustración, apretando con fuerza su cabellos y empujando su cadera hacia adelante, Dave suspiró con pena, mientras intentaba meter más el miembro dentro de su boca. Estimulaba con su tacto la base de la masculinidad mientras chupaba y lamía la caliente erección, el frío invernal parecía no llegar hasta ellos.

El sonido húmedo de la succión y la tibia saliva complacía a James, la caricia se sentía tan bien, empujaba con fuerza su pelvis, hasta que sintió a Dave toser y apartarse, el cantante le agarró con poca amabilidad los pelirrojos mechones y jalándole del cabello mantuvo su cabeza abajo, Mustaine siguió masturbando y dando sexo oral a James, con frustración, un poco de desagrado pero bastante esfuerzo, tras unos largos minutos dónde su mandíbula se quedaba adormecida, sintió a Hetfield venirse, el salado y viscoso líquido se desbordó de su boca.

-Mierda avisa- se quejó Mustaine escupiendo el semen y limpiando sus labios con el antebrazo.

James aún jadeaba, sus labios entreabiertos, su pecho subía y bajaba con gran agitación, lo miraba bastante desconcertado, Dave frunció el ceño con desagrado mientras se disponía a bajar del vehículo.

-Demonios Mustaine- suspiró con gran frustración James, le jaló del rostro y dejándolo sobre él impactó su lengua contra la del guitarrista, tras un pequeño forcejeo Dave le respondió.

Las manos subían y descendían con libidinosa intención, el cantante le tomó de la cintura y girando, lo dejó debajo de él, con su tacto recorrió su cuerpo y abrió sus pantalones, Mustaine suspiró y no dejando de besarle se dejó bajar las ropas. James le apretó un poco la cadera a la vez que apoyaba con firmeza su miembro contra el del guitarrista. Presos de un deseo desenfrenado siguieron intercambiando saliva. Hetfield acariciaba la masculinidad de Dave sintiendo como se endurecía en su agarre, casi de forma tosca deslizaba su muñeca complaciendo a su compañero, Mustaine suspiraba mientras envolvía su lengua junto con la de James.

La fricción del rudo pero preciso tacto le hizo venirse en la mano del cantante, Dave jadeó con pena y algo de enojo, Hetfield le tomó de la muñeca y le hizo darse vuelta, con torpeza logró ponerse a gatas, Dave tenía el ceño fruncido mientras apretaba la alfombra bajo sus manos, James se bajó los pantalones y los de Mustaine, acariciando aún la sensible erección del guitarrista comenzó a apoyar con masculinidad su miembro contra el trasero de su compañero. Dave suspiraba con frustración y respiraba con pesadez, James siguió acariciando su miembro hasta hacerlo venirse una segunda vez, los jadeos del guitarrista llenaban sus sentidos, pasó un poco del tibio semen por su vientre, sintiendo como Mustaine temblaba y dejaba caer la cabeza sobre el pecho, el cantante le tomó de la barbilla e inclinándose buscó sus labios para besarlos con dulzura a la vez que apretaba la cadera del pelirrojo para sostenerse.

-Tengo frío- suspiró apenas el colorado mientras tiritaba pero se dejaba besar.

-Dave, tengo muchas ganas de estar contigo- le susurró el cantante hablando con pesadez contra su cuello.

-Ya sé- soltó Mustaine temblando sutilmente.

James suspiró con pesadez dejando algunos besos sobre su hombro, con gentileza empezó a introducir su dedo índice dentro del guitarrista, Dave se contrajo abruptamente mientras gimoteaba atolondrado, tratando de adaptarse a la incomodidad y despacio comenzaba a acostumbrarse al tacto, el cantante describía suaves círculos, estimulando el apretado interior del guitarrista, sintiendo como se dilataba lentamente.

El guitarrista aferraba sus puños tratando de mantener el equilibrio y apretaba sus labios en un intento de acallar sus jadeos, mientras su cuerpo acababa por responder al tacto de James, tras unos momentos más de acariciarlo introdujo un segundo dedo, mientras que deslizaba su otra mano por la longitud de Mustaine, recorriendo su caliente y sensible cuerpo, Dave suspiraba abochornado pero complacido, gimoteando despacio entre que su espalda se curvaba sutilmente hacia arriba, el tacto de James con gentileza exploraba y acariciaba su tibio interior, haciéndole suspirar nuevamente, espasmos le hacían retorcerse de placer, su cabeza daba vueltas, con delicadeza el cantante retiró su caricia, y ayudándose de la cadera de su compañero comenzó a introducir con esfuerzo su miembro dentro de Mustaine.

Un suspiro que escapó por sus labios por la intromisión, gimoteó superando la sensación hasta acostumbrarse a ella, de a poco, nuevamente el dolor y la molestia quedaban desplazados por la sensación placentera, deseando que el ritmo subiera, James empujaba con firmeza su miembro dentro de Dave, logrando profundizar la penetración, la temperatura ascendía rápidamente junto con la intensidad del acto, los jadeos de lujuria y excitación mutua ensordecían el encuentro. La pasión y la libido de juventud misma los envolvía en tan exquisita atmósfera, sus hormonas no les daban tregua. Hetfield hacía despliegue de sus bríos y masculinidad, ambos hombres se rendían ante ese deseo que tantas veces era más fuerte que ellos mismos y sus propias convicciones.

Las corrientes de placer recorría el cuerpo de los jóvenes amantes, amenazando con desbordar sus sentidos, esa sensación de calor y humedad los sofocaba a través de sus ropas, el sudor que se escurría por sus rostros como agua y mojaba sus cabellos, sus pulsaciones ardían por la candente actividad. La intensidad y fogosidad, el reflejo mismo del esmero. Sus suspiros y el sonido del empalme de sus cuerpos, la constante fricción, lo hacía aún más surreal, el gozo de la intimidad los inundaba, rozando el clímax hasta alcanzarlo y desbordar sus pasiones, tan jóvenes como imprudentes mantuvieron el desenfreno del encuentro hasta llegar al orgasmo un par de veces más, dejándoles exhaustos.

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Queridos lectores de antemano les ofrezco una bien merecida disculpa por tardar en actualizar y en responder, es todo a raíz de que el ciclo lectivo ha arrancado y eso disminuye el tiempo que puedo dedicar a la historia, pero sigue en emisión y trataré de no volver a tardar tanto en actualizar.

Quiero compartirles algo mío, contarles que tampoco tenía cabeza para escribir ni nada de eso, ni siquiera la música que siempre ha sido mi cable a tierra pudo ayudarme, porque he perdido a una compañera de vida, mi amada Manchitas, tan sólo cinco años me iluminó con su vida y alegría. Hoy más que nunca me pesa haberla perdido, porque, se supone que estaríamos siempre juntas, que le vería llegar a viejita, que nunca me haría falta y siempre estaría allí para mí, porque me permito ser egoísta y decir que la quería siempre así conmigo y para mí, porque su belleza era más de lo que cualquiera pueda observar. Su llegada a mi vida marcó un antes y un después, que en ese momento no sabía, pero hoy entiendo y me desgarra el alma, qué puedo decirles, amó y fue amada, es un lucero en mi alma, le agradezco tanto haberme elegido a mí y darme todo ese amor, más que un animal, una mascota, más que una mascota mi alma gemela en la naturaleza, cuando veía sus ojos sabía que todo iba a estar bien, que ella me amaba y confiaba en mí y ya nunca lo volveré a sentir, porque por más que me esfuerce en recordar cómo se sentía, su suave roce era algo mágico que ya nunca podré volver a experimentar, no hay palabras para explicar el dolor y la dicha que me dio, convencida de que la muerte sólo existe con el olvido mi Manchitas vive en mis recuerdos y sueños, siempre la llevaré en mi corazón y nunca la olvidaré. Ella estaba lista para ir a un lugar mejor pero yo no lo estaba para que me dejara, mi único consuelo es que ya está a salvo de la crueldad del mundo dónde vivimos, así que si existe algo más después del fin de la vida, espero el cielo, entonces allá nos vemos, se me fue antes pero me espera, no hubo nadie antes y nadie va a haber después, hasta siempre mi amada y única Manchitas.

Sepan que siempre leo sus comentarios, prometo que los voy a contestar a todos y cada uno de ellos. Me da una inmensa alegría que sigan esta novela, estamos a muy poco de las 2Kvistas y no podría estar más feliz y agradecida por todo el apoyo y seguimiento que siento me brindan, realmente me divierto con sus comentarios y ocurrencias, nos estamos leyendo, un abrazo enorme para todos ustedes.

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