¿Alguien podía sentirse tan solo en su vida?
La respuesta era si... Así era como se sentía JiMin en estos momentos... Su madre siempre estaba en tratamiento y él no tenía nada más que a él mismo.
Lo supo aquella noche, cuando vió a YoonGi besar a su novia, cuando vió a Jungkook tan feliz al no ser rechazado por su amor de secundaria y lo ve con YoungJae y JaeBum cada día desde que entró a trabajar a esa mansión.
Era un sentimiento de pesadez en su pecho... Su estómago se sentía totalmente vacío y su cama se sentía terriblemente fría...
Él nunca en su vida había tenido una relación... Jamás sintió un amor que no sea el de su madre...
Y no podía evitar sentir que no era suficiente... ¿Quien podría amar a alguien como él? Solo era un Omega aburrido con un trabajo para mantener a su madre enferma... No tenia absolutamente nada que entregar.
Su familia con el paso del tiempo había comenzado a olvidarlo y a él ya poco le importaba... Lo único que había en su mente era su madre y su trabajo.
Pero esa noche en especial, solo esa noche, sintió que era la soledad... Un día antes, su madre había desaparecido de este mundo... Su funeral fue una rotura más a su corazón.
Y se sentía confundido, su madre antes de morir, con su último aliento, le había dicho algunas palabras que no había entendido con exactitud.
JiMin... Mi amor... Yo... L-Lo sien... To... Pero yo... No soy...
Y no pudo decir más porque se había trasladado a un lugar lejano... Donde él ya no podía verla...
JiMin se permitió llorar esa noche... Ya no requería los servicios de Lisa, así que le había pagado su último mes y la había despedido, la casa se sentía más fría y sola que nunca.
Lo único que se escuchaba era el Tic Toc del reloj de pared, anunciando que sus minutos eran lentos, y sus segundos mortales.
Porque su soledad ya había llegado a su extremo. Donde ya sentía que no había nadie, donde él y no tenía a nadie a quien acudir, o a quien abrazar si se sentía mal... Ya no tenía un propósito, solo el cuidarse a sí mismo.
Sabía que este día llegaría, el día donde se quedaría solo, pero no planeó que fuera tan pronto.
Lo único que necesitaba era un abrazo de alguien, pero no había nadie quien acudiera a sus lastimeros aullidos que desgarraban su garganta.
Solo una persona... Alguien que lo sostuviera...
Y nadie apareció.
Lo presentía...
Se consideraba el Omega más miserable del mundo.
Sin aguantar su soledad, salió de su cama, agarró una de sus chaquetas sin mirar su aspecto antes, y salió de esa casa.
Sus pies trazaban un rumbo sin fin y él mantenía su mirada en el suelo.
Pensando en todo lo que le había ocurrido en menos de un mes.
Había encontrado un gran trabajo, trabajaba para la realeza... ¿Que más podía pedir? Después varias decaídas de su madre... El conocer a su alfa pero no ser suficiente...
Y la muerte de su madre...
Lágrimas bajaron por sus ojos, empapando sus mejillas, sus labios se abultaron y sollozo en medio de una plaza vacía... A las cuatro de la mañana, sintiendo el fresco aire calando sus huesos.
Sus hombros saltaban conforme su llanto aumentaba.
-Pero miren... Que lindo cachorro nos encontramos aquí- JiMin subió la vista y se asustó al ver cinco chicos que no conocía rodeandolo completamente.
Se sintió débil y pequeño.
-Miren ese trasero- sintió que tocaron esa parte y se alejó del chico que estaba detrás de él chocando con uno de los otros.
Lo agarró de los hombros y besó su mejilla.
-B-Basta- logró articular en un sollozo lastimero.
-¿Que le haremos al Omega chicos? -sonrió aquel alfa que era acompañado por dos Alfas más y dos Betas.
Mi Omega aullaba por ayuda en mi interior, y yo solloce...
Ellos comenzaron a tocarme y yo trataba de alejarme lo más posible. Rasgaron mi chaqueta y la rompieron tirandola lejos, una calada de frío me hizo sacudir y rasgaron en tiras la remera de mi pijama.
-¿Es lindo no? -ellos reían y se restregaban en mi dejando sus olores en mi cuerpo.
-Creo que después de que lo violemos lo marcare y le haré llevar mis cachorros... Tiene un exquisito olor a fertilidad en su vientre- dijo un de ellos y me espante.
-¡No... Por favor, N-No! -lloré.
Mi lobo comenzó a llamar a mi alfa desesperadamente, como si fuese a funcionar... Él no vendría aunque estuvieran a punto de matarme.
-Yoon-YoonGi- un chillido salió de mi garganta, mi Omega estaba tan asustado... Podía sentirlo con las orejas gachas y la cola entre las patas.
¡YoonGi! ¡Alfa!
Los llamaba, pero fue en vano, ellos comenzaron a sacar las últimas prendas de mi ropa mientras yo me resistía lo más que podía, pero era inútil, un Omega contra Tres Alfas y Dos Betas simplemente no podía.
Mi lobo estaba herido...
...
Pov YoonGi.
Me desperté sintiendo un nudo en la garganta... Miré la hora, eran las cuatro Díez de la mañana.
El nudo en mi garganta no cesaba y un pequeño llamado en mi cabeza me tenía confundido... ¿Que era esto?
Mi lobo se sentía alterado, como si una amenaza estuviera llamandome.
No sabía que hacer, hasta que sentí su voz...
¡Ayudame alfa...! ¡YoonGi!
Y como si una a bofetada le hubiesen pegado, sintió la desesperación de su Omega, lo estaba llamando.
Rápido se paró de su cama y lo primero que agarró fueron las llaves de su auto para salir de la mansión hacia donde su lobo tenía la desesperación de ir.
Al llegar se dio cuenta de que estaba en una plaza apenas alumbrada. A lo lejos vió unos cuantos chicos y entonces divisó a JiMin entre ellos.
Su lobo tomó el control de su cuerpo y enseguida en forma lobuna atacó a los cinco chicos que tocaban a su Omega de esa forma.
Finalmente recuperó el control de su cuerpo y se dió cuenta de que había dejado inconsciente a los cinco chicos.
Gruño con la respiración agitada y mostró sus colmillos, giró su cabeza adonde se escuchaban varios sollozos y vió a JiMin indefenso y casi desnudo.
De inmediato de acercó olfateando y notó el desagradable olor a otros Alfas sobre su Omega.
Rápido rescosto a JiMin sobre el suelo colocándose el sobre el pequeño, arropándolo con su pelaje lobuno negro y le dió de su calor, con el hocico buscó el origen de su olor en su cuello y lo encontró logrando calmar sus ganas de matar a aquellos hijos de puta que se atrevieron a tocar lo suyo.
JiMin aferró sus manos al pelaje de YoonGi necesitando refugiarse en los brazos de su alfa, el mayor se transformó en su forma Humana importandole poco estar desnudo y acunó el tembloroso cuerpo de JiMin entre sus brazos.
Los sollozos se escapaban de la garganta del menor y pequeños quejidos de su lobo también.
Se sintió mal por no haber protegido un poco más a su Omega.
Pero ese pensamiento se disipó cuando JiMin buscó refugio en su cuello, calando de su olor y pegándose por completo a su torso, mostrándose sumiso ante su alfa y sintiéndose protegido.
YoonGi llevó su mano a la cabellera Rubia de JiMin y acarició, con su nariz localizó el olor de JiMin y se perdió en su cuello.
Comenzó a impregnar su aroma sobre el cuerpo del Omega para quitar todo rastro de olor de otros Alfas que hacían gruñir con posesión a su lobo.
Amó la sumisión que le mostró JiMin necesitando de él, aunque sabía que era un Omega fuerte, decidido y mandón, comprendió que él necesita de protección como cualquier otro Omega...
...
...
Hoy me sentía un poco deprimida, así que con mi inspiración de malas vibras, escribí este capítulo.
Realmente hay muchas veces q me siento tan sola como se siente JiMin en este capítulo.
😪😪
Pero bueno, así es la vida.
Adioh.
Azuljt