Lo que más me llamó la atención fue la psicología,estudiar la mente y los aspéctos de un ser humano.
Todas las personas no sabemos suficiente como manejamos nuestros sentimientos y reacciones a cualquier acontecimiento.Cuando nos enamoramos,sentimos esa sensación de felicidad y entusiasmo.Cuando nos enfadamos solo nos centramos en el vacío,una nube espesa llena de confusiones y rabia.
El olvido.
Esa sensación que te hace un embrollo en tus pensamientos.Crees que todo el mundo estará ahí contigo,eso de ser recordado por las cosas buenas al igual que las malas.
Hasta que llegas al punto de razonar sobre que pasará cuando mueras.
¿Te seguirán recordando o quedarás en el olvido,al lado de un sueño muy profundo?
Noté un pequeño peso ejerciendo una leve fuerza,intentando enrollarse por mi pierna.Bajé la mirada aún pensando y me encontré con los pequeños ojos brillantes de Toulouse.
Cargué en brazos a mi gato y jugué con sus pezuñas.Cada dos por tres recibía unos arañazos,pero sé que lo hace con amor.
—¿Tú también quieres ir a la fiesta? —susurré dejando a Toulouse en la cama —.Pues no me importaría que vinieras.
Lo sé,hablar con un gato que ni te entiende es raro,pero no creo que ninguna persona que tenga mascota,no le hable como si fuera un humano.
Mi móvil comenzó a sonar.Lo llevé a mi oreja y hablamos Mederith y yo animadas por la fiesta.Colgué y recogí el bolso negro para encaminarme hacia la entrada.
—¿Ádonde vas?
Giré la cabeza para encontrarme con Niall agarrando una hamburguesa con la mano derecha y con la otra,un refresco.Entre su antebrazo sostenía un bote de algo que no pude deducir.
—Voy a la casa de Logan,celebra una fiesta y me han invitado.
—¿Y vas a ir sola? —preguntó sentándose tranquilo en el sofá.
—Iré con mis amigas,tomaremos una copa y nos vendremos,no sé —me encogí de hombros.
—No me fío de ellas —comentó con recelo,dándole un bocado a su hamburguesa.
Podía notar como mis tripas rugían cada vez que el olor a carne bien hecha se filtraba por mis fosas nasales.
—¿Cómo que no te fías? —pregunté enarcando una ceja.
—Últimamente vas mucho de fiesta,vienes tarde y con un pedo que ni ves por donde vas —dijo con un tono de diversión pero autoritario —.Y seguro que pillarás cacho por ahí...son mala influencia,sobre todo Claire.
—¡Niall! —grité.Mis mejillas explotarían en cualquier momento —.Además,¿qué pasa? Es normal.Claire es súper divertida,le gusta pasar un buen rato.
—Se me acaba de venir la imagen a la cabeza y se me han quitado las ganas de comer —soltó la hamburguesa de mala gana e hizo una mueca —.Claire te llevará por mal camino.
—Siempre exageras —crucé mis brazos sosteniendo todavía en mis brazos aquel bolso caro.
—Como vuelvas a venir otra vez borracha,no te ayudaré a llevarte hasta la cama,yo aviso.
—¿Soy yo o parece que tienes algo contra Claire? —dije pícara —.¿Celos de que pase más rato con ella tal vez? O es verdad que le tienes odio...
Me dedicó otra mueca divertida e imitó mi voz.Negué con la cabeza y le di un beso en la mejilla antes de ir a la puerta.
—Cassie —me llamó en un murmuro.
—Dime —clavé mi vista en sus orbes azules.Se podían ver a través de ellas la preocupación.
—Cuídate.
Sonreí tiernamente y abrí la puerta.Tengo suerte al tener un hermano adorable y atento.
(...)
Mederith aparcó enfrente de la gran casa rodeada de gente y nos bajamos del coche.
Eso era un caos; numerosos chicos arrancaban los motores de sus vehículos,otros hacían sacar humo para hacerse los duros con unas fáciles.
Éstas vestían con vestidos cortos con escotes —podría jurar que llegaban hasta el ombligo —.Sus maquillajes eran recargados y coloridos.
—Vaya pintas... —murmuró mi amiga en mi derecha — .Si parecen que están en los carnavales.
Reprimí una carcajada y rodeé su brazo para caminar hacia la casa.
Un escalofrío paso por mi columna.Tenía la sensación de que miles de cuchillas se clavaban en mi nuca,vigilando cada movimiento,parpadeo o respiración que mi organismo hacía.Era algo intimidante pero a la misma vez sentía que estaba como sumida en una burbuja con esas orbes atentas.
Dejé pasar eso adentrándonos a la calurosa sala principal.Música estridente acompañado de adolescentes con las hormonas aceleradas se movían por todos los metros cuadrados.A lo lejos divisé a Jade y Claire mirando a la multitud de una forma poco amistosa.Se supone que tendrían que estar bien.Nos acercamos a ellas esquivando a la gente y les saludamos.
—¡Qué hago yo aquí! —exclamó Jade cruzando sus brazos y bebiendo de su vaso agarrado con pocas fuerzas.
Su pelo caía en su hombro izquierdo dejando al aire su oreja derecha adornada por un pendiente de plumas.Sus mejillas estaban rojas tal vez por el alcohol o por la furia.
—¿Qué le pasa? —pregunté —¿No quería venir?
—¿Qué? —frunció el ceño Claire —.Hemos venido porque vosotras queríais,nos lo dijo su hermana.En serio que cuando habló sobre eso nos quedamos impresionadas.
—¿Pero qué? —apreté mi mandíbula observando a Jade formando otro de sus numeritos.
Y pensaba que su hermana era tonta,pensaba.Nos la había jugado para venir a casa de Logan,¿cómo no caí en eso? Claire sostenía otro vaso de alcohol mientras mordía el borde de éste con sus dientes perfectamente blanqueados.La miré confusa y bufó sabiendo en que habíamos caído en su trampa.
—Te juro que como vea a Jessica la cogeré de los pelos y los arrancaré uno a uno —se dirigió a mí tambaleándose un poco —.Ya sé por qué no quiso quedarse con ese gilipollas,otro igual que ella en serio la odio.
Abrí los ojos contemplando el cabreo que tenía mi amiga.Ella siempre ha sido muy escandalosa y con un carácter superior pero no era para ponerse así tampoco.Alejé mi vista de mis tacones demasiado altos y centré mi campo de visión en la pareja en frente de mí.
—¿¡Y se comen los morros delante de mí!? —apareció Jade entregándome la copa e iniciando su caminata hasta ellos pero la detuve,podía formar la tercera guerra mundial.
—Déjales,se lo están pasando bien y eso es lo que importa —comenté acomodando su cabello.Un escalofrío conocido arrasó otra vez mi cuerpo.¿Qué pasaba?
Jade suspiró sentándose en el suelo como pudo.Sonreí enternecida mientras ese escalofrío seguía aquí.Muchas veces pensé que serían paranoias mías,esas que haces creer en algo extraño,como si fueras el centro de atención aunque te mirase una sola persona.Me sentía mal por conocerme como la estrella incrustada famosa por toda la institución.Desde pequeña me llaman y llamarán por ese apodo.
Y lo peor es que me lo dicen por ser especial.
Pero no hay nada mejor para sentirse especial que trabajar con mis acuarelas e imaginar un mundo paralelo al mío.Una de las cosas que quiero hacer en esta pobre vida es pintar un cielo oscuro y monótono,rodeado de árboles ante la clara y brillante luz de las estrellas y la luna.
—Cassie te quiero presentar a mi gran amigo Edward—habló Mederith por mis espaldas.Giré el rostró y me encontré a un muchacho un poco más alto que yo,con el cabello alborotado color azabaque y unos ojos azules cual océano pasando por una tempestad.
Parecían las orbes de un felino.Su piel contrastaba a la perfección con el tono negro de sus mechones.Lo normal es que para las pieles pálidas el color apagado no queda bien,pero ya veo que hay excepciones.
—Encantada,yo me llamo Cassandra —extendí mi mano y la recogió con sumo cuidado,como si estuviera agarrando algo frágil y apreciado.Sus mejillas se tornaron en un color carmesí.Me pareció adorable.
—Encantado —habló moviendo su cabeza para apartar un mechón que molestaba en su vista.Su voz era como una melodía de guitarra,profunda y armónica —.Escuché comentarios sobre ti,dicen que eres muy simpática.
—Eso espero —reí enseñando mi hilera de dientes.Asintió escaneando mi rostro,seguro que rojo por tanta admiración hacia mi ser.
—No es muy hablador pero cuando coge confianza es súper amigable —comentó Mederith para relajar a Edward,mirándome todavía —.Si queréis os dejo solos...
Torné mi mirada a la chica que yacía a su lado y asentí.Sonrió dulcemente alejándose para irse con un grupo de chicos.
—Y bueno,¿qué me cuentas? —dije para romper el hielo pero al cabo de un rato pensé que es una tontería lo que acababa de decir.
—La verdad es que soy tímido,demasiado y nunca he hablado con muchas chicas,no sé que os gusta hablar —relamió sus labios sentándose en el suelo.Nunca me siento en la tarima para conversar pero no iba a dejarle solo,así que cogí sitio a su derecha acomodando el vestido.
—Yo...me gusta dibujar —titubeé jugando con mis manos.
—¿En serio?
Vaya,creo que la he liado yendo por ese tema de conversación.Me miró Edward por un momento y bajó su vista a un punto fijo.Mordí mi labio nerviosa.
—Sí,adoro pintar con acuarelas,carboncillos...
—¿Y qué te gusta transmitir con tus dibujos? —preguntó volviendo sus orbes azules a mí.Un alivio recorrió mi cuerpo.
—Quiero transmitir paz,como estar durmiendo por milenios,¿sabes a qué me refiero?
—Perfectamente,yo dibujó para sentirme bien,expresar mis sentimientos de una forma libre y sin causar molestias,como dormir milenios —sonrió con una mueca torcida y dificultosa.Su primera sonrisa en toda la noche,hermosa.
—¿Cassandra?
Roté unos cuantos grados para encontrarme con la mirada abstracta de Liam.Levanté mi cuerpo torpemente del suelo para ponerme a su altura.
—¿Podrías venir conmigo un momento?
—Claro —hablé más bien en tono de pregunta.Me despedí de Edward con la mano,éste miraba pasivo a Liam.
Caminamos hasta salir de la casa e ir por un bosque detrás de la casa de Logan.El ambiente era lúgubre y acolchado por el frío y seco aire de aquel lugar.Liam lo notó,quitó su chaqueta —no me enteré que llevaba una — y la colocó en mis hombros.Me estremecí.
—¿Por qué me has traído hasta aquí? —susurré en un tono como el sonido de los acordes de una guitarra.No quería romper el bonito momento que pasaba ante mis ojos.
Este bosque era algo especial.
—No sé,quería que admiraras las estrellas tan visibles de este lugar —murmuró sacando un cigarrillo y encendiéndolo.
Hice caso y levanté la vista al cielo cubierto por estrellas.Es una de las mejores noches que he visto en mi vida.La capa azulada traspasaba las mil maravillas.Era como el lienzo de un artista esperando por ser pintado por las mejores bombillas iluminadas.
—¿Quieres quedarte un rato? —preguntó botando todo el humo de sus labios.
—¿Para qué?
Noté como se echaba en la hierba posando sus brazos detrás de su cabeza para acomodarse.
—Me encanta observar esto,me recuerda a ti —dio una calada —.Sabes,eres como la luna,solitaria pero brillante cual lucero.