Pieces (h.s)

By Mariagf33

8.4K 232 28

A veces dicen que lo que no te mata, te hace más fuerte. Yo lo único que sabía es que me mataba cada vez que... More

Futuro
PRÓLOGO
1.
2.
3.
4.
5.
7.
8.

6.

461 20 5
By Mariagf33

Suspiro cuando siento el agua tibia rozar mis facciones mientras intento procesar todo lo que ha pasado ahí afuera hace tan dolo un par de minutos. Estar cerca de él es algo que me supera, y no estoy segura de si de una buena manera o no. Lo único de lo que estoy segura es que tengo que alejarme de todo lo que tenga ver con él y no meter mis narices en asuntos que no me conciernen en absoluto, como el hecho de coger sus cosas y fisgonear. Sé perfectamente que no debí coger su libreta, pero simplemente es algo que no puedo evitar con él. Es como que cuando me doy cuenta que lo que estoy haciendo está mal, ya lo estoy haciendo y no hay forma de evitarlo. Pero se acabó, ya me cuesta bastante de por sí enfrentarme con él y no quiero crearme enemigos en mi primera semana de universidad. Aunque dudo que Harry me vea como un enemigo, sino más como una persona de la cual burlarse.  No más, yo no soy de las que se dejan pisotear por nadie y luego vuelven a por más. A partir de ahora yo voy por un lado y él por otro. 

Tras mirarme en el espejo por unos cinco minutos, decido salir del baño con la intención de buscar a Hope o a alguna persona que me pueda llevar de vuelta a la residencia. Sabía que venir no era una una buena idea, así que estoy completamente segura de que esta iba a ser la única fiesta que pisara en el semestre. Mientras camino por el pasillo, me topo con varias parejas de borrachos que caminan mientras se van besando de forma salvaje sin realmente mirar por donde van hasta que con suerte encuentran la puerta de una habitación vacía y desaparecen en ella. Quiero irme de aquí cuanto antes, quiero meterme en la cama y no volver a hacer caso a Hope cuando quiera arrastrarme a uno de sus disparatados planes. Una vez que consigo encontrar las escaleras, el fuerte olor a alcohol y alguna sustancia extraña vuelve a inundar mis fosas nasales, tan fuerte que tengo que taparme la nariz mientras intento pasar entre el tumulto de gente en busca de Hope o algún rostro conocido que no sea Harry o su amiga de cabello pelirrojo. Por uno de los huecos entre varios cuerpos me parece ver el castaño cabello de mi amiga, pero en cuanto me voy acercando puedo darme cuenta que no está sola y que sus boca está bastante ocupada por los labios de Warren. No quiero molestar, y mucho menos cortarles el rollo, por lo que cambio la dirección de mis pasos hacia la puerta de la casa. En ese momento caigo en la cuenta de que mi madre tiene que estar como loca y mi teléfono debe estar apunto de explotar de tantas llamadas, eso si no la tengo en la puerta de mi residencia cuando llegue. En medio del trayecto, miro mi reloj y me doy cuenta de que ya son las dos de la mañana. ¿Cuando ha pasado tan rápido el tiempo? Automáticamente me agobio al pensar en lo tarde que es y en todo lo que tengo que estudiar y las cosas que tengo que hacer mañana.
Antes de salir, mis ojos vuelven a dar una panorámica por la zona hasta que se topan con unos intensos ojos esmeraldas. Harry se encuentra sentado sobre uno de los sillones junto con el mismo grupo con el que había aparecido y con el que estaba también el día en el que me los encontré de frente. Sin embargo, no está sentado solo, Loren se encuentra ahorcajadas suya con su rostro metido en su cuello. Por la forma en la que su cabeza de mueve, puedo fácilmente deducir que le está besando la zona. Su sonrisa se amplía cuando observa como contemplo la escena y no tardo apenas nada en volver a girar mi rostro y salir de esta asquerosa casa de fraternidad. Una vez fuera, me sorprendo al notar como no hace ni la mitad de frío que pensaba que hacía, por lo que la idea de irme caminando hacia la residencia pasa por mi mente como la única solución posible para poder dormirme a una hora más o menos decente. Afuera hay incluso el doble de gente y de escándalo que a dentro, por lo que no entiendo como los vecinos aguantan esto y la policía no ponen cierto orden aquí. De todas maneras no iba a volver nunca, así que poco me importaba si ponían orden o no. Nunca me había imaginado que iba a acabar así mi primer fin de semana en la universidad, caminando a casa sola a las dos de la mañana por que no se me ha ocurrido otra cosa que acudir  una estúpida fiesta de fraternidad. En mi mente puedo escuchar perfectamente la voz de Evan diciéndome un "te lo dije", y ahora mismo me entran ganas de llorar por no estar con ella viendo una película o pasando apuntes. En cuanto me escabullo entre el tumulto de gente y el calor humano para comenzar a andar a paso rápido hasta mi residencia, sí que empiezo a notar como la brisa fresca hace que se me ponga la piel de gallina. Por suerte para mi, la residencia está a tan solo unos diez minutos en coche, por lo que si me daba prisa llegaría en unos veinte, o incluso en quince si voy rápido. Si mi madre me viera ahora mismo, posiblemente se volvería tan loca que me arrastraría a su piso y me obligaría a vivir con ella. 

Fue entonces, apenas unos minutos de trayecto más tarde, cuando siento el sonido de una moto justo detrás mía, haciendo que automáticamente se me congelara el cuero del miedo y que la velocidad de mis pasos aumentara considerablemente. Es entonces cuando escucho su risa, la cual hace que mis pies se detengan en medio de la carretera hasta que la moto se posiciona a mi lado. Su mirada es burlona y yo no quiero hacer otra cosa que golpearlo. 

— ¿No te han enseñado que andar sola por la noche no es una buena idea? — musita siguiéndome con la moto mientras yo camino. Se puede notar la burla en cada una de sus palabras, lo que hace que yo ruede los ojos. 

— ¿Y a ti que perseguir a chicas con una moto por la noche tampoco lo es? —  respondo con sequedad ganándome una carcajada de su parte que me resultaría algo precioso de escuchar en otras circunstancias. 

— Estoy intentando hacer un acto de caridad Samantha, deberías agradecérmelo. — puedo notar perfectamente su mirada en mí mientras la mía se encuentra mirando al frente. ¿Cuán lejos puede estar la residencia? Necesito llegar ya.

—  Yo no te he pedido que lo hicieras, por mi puedes volverte a la fiesta. —  ante mi contestación, no recibo nada más que silencio de su parte. Obviamente no lo voy a admitir por nada del mundo, pero me siento mucho más segura sabiendo que Harry está justo ahí e interiormente no quiero que se vaya. Posiblemente suena realmente patético el querer tenerle cerca cuando hemos discutido las pocas veces que lo hemos estado. Pero no puedo evitarlo, es como que siento la necesidad de saber cosas de él y estar cerca, pero sé que debo mantenerme lo más lejos posible, y es lo que voy a tratar de hacer. Sin embargo, el silencio y su mirada me ponen aún más nerviosa. — ¿Vas a seguirme todo el camino? — pregunto enfocando mi mirada por primera vez en su rostro. Es tan atractivo que simplemente me da rabia mirarle. 

— Es lo que estoy haciendo ¿no? —  responde obvio y puedo observar como pone los ojos en blanco haciendo un bufido se escape de mis labios seguido de una risa suya. Es tan molesto. Un enorme alivio recorre mi cuerpo cuando aparecen la facultad y la residencia a unos metros a lo lejos. 
— Creo que al menos merezco un gracias, ¿no te parece, Samantha? —  su ronca voz se hace de notar en cuanto se escucha como aparca la moto en frente de la facultad. Me giro hacia él sin realmente saber que decir, ya que sí que le agradezco el hecho de acompañarme a la residencia, pero no quiero darle la razón para hacerle quedar por encima de mí. 

— Lo has hecho porque has querido, así que no tengo nada que agradecerte. Y no me llames Samatha, solo Sam, por favor.—  pido con el mismo tono que tengo siempre que hablo con él; falsa molestia. No obstante, el cabreo realmente se origina en mi interior y observo como su sonrisa burlona se intensifica dejando ver los dos hoyuelos. ¿Como una persona con un rostro tan adorable puede ser luego un completo capullo? Antes de decir nada más que pueda dañar mi propio ego, decido darme la vuelta con la intención de seguir mi camino hasta la residencia. Es entonces cuando siento una mano sobre la mía, la cual hace que me gire hasta que a nuestros cuerpos tan solo los separa unos pocos centímetros. Desde esa distancia puedo ver su rostro y lo guapo que es al detalle, lo que hace que solo pueda concentrarme en lo cerca que lo tengo y en que no estoy segura de si quiero alejarme. Sus esmeraldas recorren mi rostro por tantos segundos que puedo sentir como mi cabeza da vueltas.

— Que no se te vuelva a ocurrir pirarte sola en mitad de la noche, no quiero tener que volver a perseguirte de nuevo.—   musita llevando su diestra hasta mi mejilla para meter un mechón de cabello detrás de mi oreja. Acto seguido, me suelta y vuelve a arrancar la moto hasta desaparecer de allí y dejarme plantada en mitad del campus con el corazón apunto de salirse de mi pecho. 

Unos minutos después, los cuales me sirven para recomponerme, decido ponerme a caminar hasta la residencia. El campus se encuentra completamente en silencio por lo que la mayoría de los estudiantes o están de fiesta o están dormidos. No puedo evitar en pensar en Harry y en la forma en la que su mano ha cogido la mía y lo cerca que lo tenía. Nunca, en mis dieciocho años de vida, alguien me ha tratado así y a la vez me ha hecho sentir todos estos confusos sentimientos de no saber si lo odio o me gusta su presencia, creo que una mezcla explosiva de las dos. Sin embargo, no lo conozco, no sé absolutamente nada de él ni de su vida y eso hace que una enorme curiosidad hacia él se genere en mi interior. Todos esos pensamientos se disipan de mi mente en el momento en el que llego a mi pasillo y desde el lateral puedo darme cuenta de que la puerta de mi cuarto está entreabierta. Por un momento se me ocurre pensar en Hope, y luego el terror recorre por completo mi cuerpo cuando pienso en mi madre. Mis pasos en dirección a la puerta son realmente lentos, intentando idear un plan o alguna excusa para que mi madre no me saque de la residencia en cuanto me vea entrar por esa puerta. ¿Y si la digo que he estado estudiando con Evan hasta tarde y se me ha olvidado el teléfono en la habitación? Ese es posiblemente un buen plan, pero no estoy segura de que mi madre se lo creyera debido a como voy vestida. Esto va a ser un desastre. Cuando me encuentro justo en frente de mi puerta, suspiro mentalmente por no se cuantos segundos antes de coger valentía y abrirla muy lentamente. Lo primero que me encuentro es una figura alta y musculosa sentada sobre la cama de Hope, por lo descarto rápidamente la idea de mi madre. En cuanto me adentro más a la habitación, puedo ver perfectamente el rostro de Warren, el cual se levanta de la cama en cuanto me ve. 

— ¿Warren? ¿Qué haces aquí? 

Continue Reading

You'll Also Like

120K 10.4K 31
Lara pensaba que Toni era el amor de su vida, pero dejó de serlo hace mucho, después del primer golpe que recibió por su parte cuando estaba embaraza...
409K 41.3K 105
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
813K 97.4K 118
Después de que esa persona se fuera de su vida estaba sola. Pasó toda su adolescencia con ese hecho, y es que su condición la obligaba a no entablar...
445K 62.5K 42
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!