Entre Angeles y Demonios. Un...

De CIP_18

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Una guerra entre Angeles y Demonios a provocado la muerte de los líderes de ambas razas. Convirtiendo así a l... Mais

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.~ Extra ~.
Amor prohibido. Pt.1
Amor prohibido. Pt.2
Deberá continuar
Una disculpa :(

Algo que descubrir

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De CIP_18

<[Narra Ciel]>

- Dormir. Acaso ¿necesitamos dormir en verdad? Es ¿es algo necesario o vital? - Esas preguntas comenzaron a llegar a mi mente de repente. Mire el techo de mi habitación debido a que no podía hacer otra cosa. - En verdad, ¿tenemos que dormir? - Suspiré. Luego me levante de mi cama. - Los sueños... ¿en serio son sueños o son otra cosa? - Comencé a caminar un poco en mi habitación. - Sebastian... acaso. No, seguramente estoy imaginando cosas. - Al momento de decir eso unas ideas vinieron a mi mente pero las descarte casi al instante. - Será mejor descansar. - Di un pequeño bostezo en señal de que estaba cansado, por lo cual me dirigí a mi cama nuevamente. - Tengo que dejar de pensar cosas descabelladas y tontas. - Dije para mi mismo recostando me. Creo que, solo pienso incoherencias y/o estupideces.


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Me desperté luego de sentir ciertos rayos de luz en mi cara; mis párpados se sentían pesados, y con esfuerzo me levanté del mi cama para ir por ropa. Mientras me cambiaba llamaron a mi puerta.

- Ciel-sama. - Al instante me di cuenta que era Christa la que estaba llamando. - Espero que ya este despierto, hoy tenemos ciertas tareas algo importantes así que lo estaré esperando en la biblioteca. - Luego de decirme aquello logre escuchar cuando se fue. Yo salí de mi habitación y fui hacia la biblioteca.

- Buenos días. - Dije entrando a la biblioteca.

- Buenos días ¿Cómo amaneció? - Luego de entrar y sentarme Christa continuo con la conversación.

- Bien. - Contesté. - ¿Qué tenemos para hoy? - Pregunte en un suspiro cansado.

- Lo de siempre, administrar ciertas cosas, revisar alguna que otra queja o petición, unas juntas y... - No la deje terminar cuando golpeé mi cabeza contra el escritorio, algo que la alarmo. - ¿S-se encuentra bien? - Me preguntó algo preocupada.

- Si, solo empecemos con todo ¿bien? - Ella asintió a mis palabras

Como siempre todo transcurre tan lento mientras trabajo con estas cosas. Es tan aburrido y cansado, molesto y exhausto, simplemente, lo odio.

- Mi señor ¿Está bien? - Christa me preguntó mientras ponía una taza de té frente a mi. - Yo se muy bien que esto es muy cansado y algo exhausto, pero, anímese, ¿Bien? - Con un sermón poco convincente trato de animarme.

- Claro, y, ¿Con que me animo? - Pregunté de una manera sarcástica.

- Ah, pues, pues, usted sabe como ¿no? - Eso sin duda alguna fue pésimo.

- Que convincente. - En eso tomé un sorbo de la taza.

- Bueno, usted entiende. - Ese comentario fue muy fuera de lugar.

- ¡¿Entender qué?! - Y era cierto, simplemente saco ese comentario y ya.

- ¡Pues, a trabajar! - Aún no entiendo cómo puede exclamar ese tipo de cosas con tanto entusiasmo.

- Bien. Lo haré. - Suspiré molesto para continuar haciendo ciertas cosas.

Ya después de un buen rato logramos "terminar" una parte del trabajo. Estaba tan exhausto que al acabar con aquello me recosté en la mesa. No sé cuándo me quedé dormido, pero así fue.

~•°{★}°•~

- ¿Dónde estoy? - Observando mi alrededor me cuestionaba.

- ¿Qué es este lugar? - Más preguntas aparecían mientras más observaba.

- ¿Ah? ¿Qué es eso? - Una extraña luz asomaba desde arriba.

- Agh ¿Quien está ahí? - Pregunté algo cegado a una silueta que se acercaba. Un suave susurro se escuchó y en eso sentí algo cálido en mi estómago; aquella voz me está diciendo algo, pero, no lo entiendo, esa voz...

¡NO!

~•°{★}°•~

En ese momento levanté mi cabeza del escrito de un golpe; me sentía abatido, asustado, sentía como si una aguja se clavase en mi corazón, pero, ¿ahora por qué era? Me cuestione a mi mismo.

- Ciel-sama ¿se encuentra bien? - Sin demoras Christa se me acercó con preocupación.

Yo por otro lado no pude contestar o responder algo ya que seguía pensando en aquel sueño de antes, en verdad fue extraño, ¿Qué era aquel lugar? ¿De quién era aquella voz? ¿Qué trataba de decirme? y más, ¿Por qué mis sueños?

Lo único que quiero es descansar y simplemente no me deja. Pero, la voz...esa voz...se parecía a la de...

- Se-sebastian - Susurré para mí mismo. ¿Sebastian? ¿Qué pasa con el? su nombre solamente salió de mis labios de manera rebelde, en eso me levanté de manera brusca.

- ¿Está bien? Lo veo algo pálido ¿Todo está en orden? - Preguntó preocupada.

- Si, yo debo irme. - Respondí mientras me iba de esa habitación.

Estaba corriendo aún que no le veo ningún porque al hacer esto, pero de algo estoy seguro, tengo un mal presentimiento con toda esta situación, aquel presentimiento que lo llevaba teniendo desde hace tiempo. Cuando salí del palacio me dirigí hacia el jardín, por alguna razón sentía miedo.

Al momento de llegar me relaje un poco y comencé a caminar por el lugar. Por qué se siente extraño, todos los días paso por aquí y esta es la primera vez que me siento de esta manera.

- ¿Qué está pasando? - Me pregunté ante esta situación, pero, ¿Cuál situación? Que es lo que me preocupa tanto. Suspiré y me fui deslizando hacia el piso. - Quiero dormir y también saber lo que pasa, ¿por qué sucede todo esto? - Mientras mi mirada se perdía en algún lugar empecé a recordar mi sueño de hace rato.

- Esa persona ¿es alguien que conozco? Y esa sensación, era húmeda y... - Fui despertado de mis pensamientos por un ruido.

- Estás aquí. - Sin tardanzas apareció Sebastian. - ¿Cuándo llegaste? - Cuestionó viéndome.

- Hace poco, no llevo mucho. - Respondí bajo.

- ¿Todo está bien? Te veo algo decaído. - Volvió a preguntar mientras se acercaba a mi.

- No es nada importante mi falta de sueño otra vez. - Suspiré cuando termine de contestar. - Pero ya basta de mi, ¿Y tú? - Pregunté mientras lo veía.

- Pues yo he estado bien pero si te refieres a lo del otro día supongo que estoy tratando de acostumbrarme. - Me pareció algo curioso que tratará de acostumbrarse a algo así, después de todo el dijo que no era normal para su especie.

- Pensé que dijiste que era raro para ti. - Cuestione cuando me respondió.

- Puede que tengas razón pero, cuando te voy dormir puedo sentir que estás tranquilo al hacerlo así que, me dije a mi mismo que podía intentarlo. - Habló contestando mi duda. - Se que sueno extraño, incluso yo lo de muy bien. - Hizo una pequeña pausa para luego sentarse a mi lado. - Pero es bueno intentarlo. - Admitió.

- Ya veo. - Sonreí. Luego recargue mi cabeza en su hombro.

<[Narración normal]>

Ambos líderes se encontraban recargados en un árbol, ninguno decía nada, solo estaban ahí, gozando de la tranquilidad.

- Es gracioso. - Comentó el demonio con una pequeña risa, el más pequeño solo se limitó a verle con curiosidad.

- ¿Qué? - Pregunto algo confundido.

- Tanta tranquilidad. - Suspiró.

- Y, ¿Qué tiene de gracioso? - Volvió a preguntar.

- Verás. - Se acomodó. - Es gracioso por qué entre lo líderes, nosotros, hay una extraña relación de pareja, lo cual demuestra que entre ambos existe la paz. - Pauso. - Pero entre nuestra gente el odio es mutuo y fuerte. -

- Valla, tienes razón. - Ciel admitió con una risa.

- Si te das cuenta, "se supone" que los líderes son los que se deben de odiar más, pero en nuestro caso, es el pueblo. - Finalizó con una sonrisa.

- Si, es tan cierto. - Recargo su cabeza en sus rodillas. - También es curioso. - Aquel suspiro llamó la atención del demonio. - Cuando era niño mi padre siempre me decía que si en algún caso llegaba a encontrarme con un demonio cara a cara debía asesinarle. Ahora mismo tengo uno en frente y no siento la necesidad de hacerlo. - Concluyó.

- Eso también es cierto. - Comentó.

El silencio volvió a hacer presencia, ya no tenían algún tema de conversación para discutir. Pasaron varios minutos en ese silencio pero poco después alguien había hizo algo; Sebastian se le acercó más a Ciel y lo abrazó por la espalda tomándolo de la cintura, aunque fuese incómodo a ninguno parecía molestarle tal acto.

Se quedaron así sin intención de romper aquel abrazó. Sebastian estaba tranquilo atesorando ese momento y Ciel por otro lado, se sentía feliz y, triste de alguna forma. Feliz por aquel lindo gesto y triste por algún motivo que desconocía.

Ahí estaba ese sentimiento, nuevamente volvía a sentirse así; últimamente ese sentimiento estaba presente en él. Se encogió en hombros, algo que no pasó desapercibido para el demonio.

- ¿Sucede algo? - Pregunto sin rodeos.

- No, no sucede nada. - Al principio se sorprendió por esa pregunta tan repentina pero respondió de forma sincera.

- ¿Estas seguro? - Volvió a preguntar.

- Si. - Suspiró. - Es solo que, me alegro mucho de que estés aquí. - Dijo para voltear a ver al contrario y sonreírle.

- Entiendo. - Suspiro devolviéndole la sonrisa.

Ambos volvieron a callar dejando nuevamente el sitio en silencio. Nadie se atrevía a hablar, pero a decir verdad ninguno sentía la necesidad de hacerlo, solamente se quedaron apreciando ese momento.

Luego de varios minutos así llegó la hora de despedirse. Se levantaron y se despidieron, Ciel le depósito un corto beso en la mejilla y se fue, Sebastian le veía irse y no se retiró hasta que observo que se haya ido.








Tras irse de ahí, Sebastian volvía al palacio, en los pasillos solo se escuchaban los pasos de sus botas en dirección a su habitación.

- Entonces, ¿A quien visitas a diario? - Pregunto exigiendo una respuesta.

- Y a ti que te importa. - Respondió en seco mirándola de reojo.

- Déjate de rodeos y responde. - Hablo nuevamente.

- Sabes Loretta desde que recuerdo lo único que has hecho fue entrometerte en mi vida. - Dijo sin voltear a verle.

- ¿Y? Solo contesta la miserable pregunta. - Reclamó por una respuesta.

- Sabes, no perderé el tiempo con alguien como tú. - Volvió a retomar el paso poco después de terminar la conversación. Antes de llegar a la puerta dió un paso hacia atrás para evitar ser atacado por las piedras negras que surgían del piso. - ¡¿Qué te sucede lunática!? - Exclamó con enojo.

- Contesta mi pregunta. - Reclamó molesta.

- Ya te lo dije una vez, no perderé el tiempo contigo. - Bufó para irse de ese pasillo por fin.

- Y yo he dicho que ¡Contestes! - Nuevamente reclamo por alguna respuesta.

- A caso no tienes algo mejor que hacer, solo estorbas y molestas. - Habló con enojo mientras observaba a la demonio frente a él. - No pienso gastar energías contigo. - Con fastidio retomó nuevamente su camino.

- Es un angel ¿Me equivoco? - Cuestiono sin hacer nada. Ante esas palabras el cuerpo de Sebastian se tenso un poco.

- Estás delirando. - Tratando de ocultarlo habló.

- A juzgar por tu reacción parece que estoy en lo cierto. - Eso solo tenso más a Sebastian.

- ... -

- Como suponía. - Exclamó con ironía. - Era de esperarse en alguien como tú, imagina lo que dirá tu gente, "el rey de los demonios esta saliendo con un an... - Antes de que pudiese terminar Sebastian la golpeó en el rostro. Loretta cayó al suelo por el impacto.

- Escúchame bien. - Se acercó a ella tomándola del cuello. - Nada de lo que me pase te incumbe, y si estoy viendo a un angel es mi problema. Entendiste. - Concluyó, la soltó del cuello y retomó el paso.

- No importa que seas el rey...lo...que haces...es traición. Terminarás asesinado. - Habló entre jadeos observando desde el piso.

- Crees que no lo sé. Si no estuviese seguro de lo que hago no lo haría. - Comento para esta vez cruzar la puerta.

° En otra parte °•


En aquella habitación solo se podía divisar al señor y líder de aquel "reino". Como siempre fue costumbre, este se encontraba con la cabeza recargada en el escritorio en señal y muestra de cansancio y estrés.

- Matenme ahora. - Soltó un suspiro.

- ¿Todo se encuentra bien aquí? - Christa llegó con su típica actitud positiva.

- Solo mátame. - Suspiro nuevamente mientras retomaba una postura correcta.

- Parece que eso sucederá pronto. - Con un risita hizo aquel comentario.

- Que gracioso. - Suspiro.

- Vamos mi señor, cuando regreso estaba feliz, dejé de desanimarse así de rápido. - Se le acercó.

- Es solo que el estrés no me deja tranquilo. - Echo su cabeza hacia atrás un poco irritado.

- Pues es mejor que se valla a descansar. - Comento mientras ordenaba el escritorio.

- Tienes razón, pero tampoco tengo sueño. - Suspiro.

- Solo inténtelo. - Volvió a sugerir con una sonrisa.

- Está bien, trataré de hacerlo. - Se levantó de su asiento.

- Espere antes de que se valla quiero preguntarle algo. - Ciel se detuvo ante eso. - A... ¿A dónde va siempre? - Cuestionó.

- A un lugar secreto, nadie lo conoce. - Respondió.

- Entiendo. ¿Puedo preguntar otra cosa? - Ciel asintió. - ¿Va a ver a alguien en particular? - Pregunto mientras lo observaba.

- Algo así. - Suspiro, no podía negar o mentir le a ella por lo cual solo contestó sin especificar. - ¿Eso es todo? - Preguntó sin recibir respuesta. - Bueno, si eso es todo, ya me voy, descansa. - Dijo para encaminar se a la puerta.

- Es el rey demonio ¿No es así? - Aquello solo dejo en shock a Ciel.

- ¿Q-qué? -

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

*Sale de la tumba* Hola -v-

Jeje, lamento la ausencia estos 3 meses (creo) pero tuve una crisis existencial y digamos que, no es bonito jeje.

Bueno, espero esto fuera de su agrado, yo me despido y, adiós ❤️

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