- ¿Y bien? –Preguntó Aida con una malteada en sus manos mientras María José empacaba su ropa con prisa.
-Pues bien –Respondió la más pequeña mordiendo su labio en señal de concentración, cada prenda que estaba en el armario la estaba doblando para empacarla.
- ¿Pues bien? –Dijo Aida frunciendo el ceño en confusión; odiaba cuando María José no le daba detalles de las cosas –¿Solo eso dirás? –
-No hay mucho que decir –Contestó Poché para intentar evadir las posibles preguntas que su amiga estaba por hacerle, sin embargo, fue inútil.
-¿Qué le dijiste? –Preguntó Aida jalando la mano de su mejor amiga para que le prestara atención –¿Encontraste el apartamento de Paula? –
-Si –Dijo María José evitando hacer contacto visual con Aida, sabía que notaba cuando le estaba mintiendo
-¿Y...? –Preguntó Aida de nuevo, María José de veras no quería hablar.
-Tengo que irme –Contestó Poché evadiendo la pregunta y mirando su reloj –Mi vuelo sale en treinta minutos –
-Pensé que te ibas hasta mañana –Dijo Aida confundida y sorprendida al mismo tiempo –Pensé que íbamos de compras–
-Cuando regreses a Madrid iremos –Confesó María José rascando su cabeza como lo hacía cuando estaba estresada y ansiosa.
-Pensé que irías a la pasarela de esta noche –Añadió la chica de ojos avellana, pero María José la seguía ignorando –¡Poché escúchame! –Elevó la voz cuando ya se hartó de la indiferencia de su amiga.
-Miranda me está esperando –Respondió la más pequeña, sus ojos verduzcos fijos en los de Aida –Luego te contaré todo –
-No puedo creer que hayas venido solo un día a Los Ángeles cuando prometiste acompañarme toda la semana –Dijo Aida con decepción en el tono de su voz –Pero vale, me da igual, vete –
-Luego me entenderás –Contestó María José y Aida suspiró.
-Miranda siempre está en medio de nuestra amistad, ¡vaya sorpresa! –Añadió Aida con ironía, no era la primera vez que María José la dejaba plantada por Miranda y eso lastimaba a la chica rubia.
-Nos veremos en unos días solamente –Dijo María José acercándose en un abrazo para su mejor amiga, Aida ni siquiera lo correspondió –¡Te quiero! –Añadió mientras caminaba hacia la puerta con todas sus maletas en mano y una ropa bastante peculiar –Por cierto... -Se detuvo la más pequeña antes de voltearse –¿Desde cuando me llamas Poché? –
-Desde que me da la gana –Respondió la rubia antes de golpear el hombro de Poché con el suyo y abandonar la habitación.
^^^^^^^^^^^^
-Hola –Exclamó Daniela sorprendida al ver a Paula de brazos cruzados apenas abrió la puerta principal del apartamento. –¡Casi me matas de un susto! –Añadió, pero Paula la seguía mirando seria –¿Pasa algo? –Preguntó confundida; Paula suspiró y bajo sus brazos para tragar en seco y empezar a hablar.
- ¿Por qué te haces esto? –Preguntó la rubia con determinación, Calle frunció el ceño.
- ¿De qué hablas? –Dijo la morena confundida ante la actitud de su mejor amiga.
- ¿Cuál es la necesidad de salir con tu ex? –Daniela había entendido de que se trataba todo el drama.
-Pau... no sé de qué hablas –Respondió Calle caminando un poco pero su mejor amiga la detuvo.
-No te vayas que no hemos terminado de hablar –Ordenó la modelo mientras la miraba fijamente a los ojos, Daniela presentía cuando Paula estaba molesta, y ese era el momento.
-Mira la hora, deberías de estar alistándote para la pasarela –Divagó la morena y Paula rodó sus ojos.
-Poché está comprometida –Respondió su mejor amiga seriamente –No puedes hacerte esto Dani tú... -Paula se vio interrumpida.
-¿Qué tiene que ver que Poché esté comprometida? –Preguntó Daniela ahora molesta –Solo fuimos por un café, necesitaba hablar conmigo –
-Es que no debiste haber ido a ninguna parte con ella –Paula dijo inmediatamente, alterada, como siempre lo hacía cuando estaba molesta.
-Paula, ya basta –Ordenó Daniela mientras daba unos pasos, pero de nuevo se vio interrumpida.
-No es justo para ti –Confesó la rubia con su mirada fija en los ojos de Daniela.
-Necesitaba pedirle perdón por todo lo que le hice, Paula –Respondió la morena enojada, acercándose poco a poco a su mejor amiga –Yo fui la que la hirió ocho años atrás ¿acaso no recuerdas? –
-¿Estás segura que fue Poché la que salió herida de esa relación? –Paula interrumpió a su mejor amiga con esa pregunta que confundió a Daniela.
-Por supuesto que si –Dijo Calle con autoridad –Por supuesto que ella fue la que salió lastimada –
-¿En serio? –Preguntó Paula con ironía –Porque a lo que yo sé eres tú la que sigue llorando después de ocho años mientras que ella está felizmente comprometida –Algo dentro de Daniela se rompió al escuchar de nuevo la palabra "comprometida" cuando se trataba de Poché.
-Yo no lloro –
-Dímelo a mí que te escucho todas las noches Dani –Confesó Paula y Daniela agachó la mirada –Estás mal y lo sabes –
-Esto no tiene que ver con Poché –Mintió Daniela, pero su mejor amiga no creía una sola palabra de las que salían por su boca.
-Parece que desde que te reencontraste con ella no has parado de llorar –Confesó Paula mirando a su mejor amiga con melancolía –Cuando te fuiste a España dos semanas atrás vi felicidad en ti, después de años y años de verte atormentada por tu pasado, sabía que estabas pasándola bien en España –La rubia continuaba hablando y Daniela sentía un nudo en la garganta, quería llorar –Y cuando regresaste te encontré peor de lo que te había visto en meses –
-Eso no tiene nada qu... -
-Dani –Dijo Paula con un tono suave en su voz –No me mientas, tú y yo sabemos que Poché ha llegado a romperte más el corazón –
-Me ha traído un poco de melancolía, eso lo tengo que aceptar –Mintió de nuevo la morena y Paula sabía el efecto que tenía María José en su mejor amiga.
-No quiero que la sigas viendo –Dijo Paula con determinación –Sé que estará toda la semana aquí en Los Ángeles por el fashion week y no quiero que se encuentren de nuevo –
-Eso no tiene nada que ver –Admitió Daniela –Yo puedo verla todos los días y te juro que... -
-No me jures nada –Sugirió Paula cruzándose de brazos de nuevo –Tú ves cinco minutos a Poché y lloras cinco semanas por esos miserables cinco minutos con ella –Respondió Paula y Daniela rodó los ojos.
-No sabes lo que dices –
-Es momento de que sigas adelante, Dani –Continuó su mejor amiga, Daniela mantenía la mirada agachada ya que si hacía contacto visual con Paula sabía que se iba a derrumbar en llanto –Tú madre no te paga la universidad para que no vayas por pasarte la vida llorando –Confesó la rubia con toda la razón en sus palabras –Termina tus estudios como actriz, busca trabajo, haz algo –
-Pau tú sabes que nadie me da trabajo –Interrumpió Daniela con su voz quebrada.
-Yo amo tenerte aquí y sabes que mi casa es tú casa y por mí viviríamos juntas todos los días de la vida, pero Dani, tienes que hacer algo por ti –Dijo Paula con dolor en su alma, Daniela en cualquier momento derramaba su llanto –Poché es el vivo ejemplo de que hay que continuar con la vida –
-Lo estoy intentando –Dijo con una lágrima derramándose en su mejilla –Lo estoy intentando mucho –
-Lo sé, pero no te tienes que echar a morir –Admitió la rubia con honestidad –Después de esta semana iré a Madrid por un photoshoot pendiente –Añadió mientras llevaba un mechón de cabello detrás de la oreja de su mejor amiga –Cuando regrese quiero ver un cambio en tu actitud, Dani –
-Pareces mi mamá –Respondió Daniela en un susurro
-Mafe amaría escucharme en estos momentos y te consta –Respondió Paula con su voz seria –Prométemelo –
-Lo haré –Respondió Daniela en medio de lagrimas
-Muy bien –Dijo Paula antes de abrazarla y caminar–Por cierto... -Dijo interrumpiendo su propio camino hacia la cocina –Quiero también que te despidas de Victoria –
-¿Qué? –Dijo Calle con el ceño fruncido, de veras parecía su madre.
-Le estás haciendo mucho daño –Admitió la rubia con honestidad –Ella está muy enamorada de ti y tú no la ves como algo más que una amiga, Dani, no le hagas eso –
-Pau yo... -
-También te estás haciendo daño a ti misma al tenerla como una opción cuando te sientes triste o necesitada –Dijo la rubia y Daniela sabía que tenía razón con cada palabra que había pronunciado.
-Voy a intentarlo –Respondió la morena y Paula le depositó un beso en la frente antes de continuar su camino.
Daniela sabía todo lo que su mejor amiga le había dicho, lo sabía, pero nunca se atrevía a hacer nada al respecto para cambiarlo, necesitaba un impulso y al parecer Paula era ese impulso que necesitaba. Sabía que le iba a costar mucho trabajo volver a estabilizarse y tenía que renunciar a muchas cosas.
^^^^^^^^^^^^
- ¿Entonces? ¿Frío o calor? –Preguntó María José con su prometida en los regazos mientras miraba su Ipad fijamente.
-Calor –Respondió Miranda con una sonrisa en su rostro –No deberías preguntármelo bebi, ya tú deberías saberlo –
-Normalmente las personas te preguntan eso cuando te están conociendo para saber bajo que clima te gustaría vivir, pero no te lo preguntan para saber bajo que clima te gustaría casarte –Admitió la colombiana y Miranda rio, Poché le parecía muy divertida y esa era una de las muchas cosas sobre Poché que la cautivaron desde un principio.
-Me gustaría casarme en la playa –Admitió la prometida de María José después de unos segundos de pensarlo bien –Amo el mar, la brisa, la arena –
-La playa me gusta –Dijo Poché mientras se imaginaba todo lo que su prometida le describía
-Quiero llevar un vestido precioso, con una cola muy larga y que mis pequeñas primas lancen florecillas por mi camino al altar y.... –Miranda continuaba describiendo la boda perfecta mientras Poché se la comenzaba a imaginar.
*IMAGINACIÓN*
-Estoy muy nerviosa –Dejo Poché a su hermana Valentina, la cuál le ayudaba con su vestido blanco hermoso y su velo.
-Supongo que es normal estarlo –Respondió Valentina encogiendo los hombros –La playa es hermosa ¿no lo crees? –
-Si que lo es –Respondió su hermana mirando el mar a lo lejos, Poché lo miraba también, y después llevó la mirada a sus invitados, eran muchos.
-¿Crees que me caiga? –Decía María José con nervios, a su hermana.
-No lo harás –Respondió la hermana menor antes de que Juan Carlos las interrumpiera
-Estás hermosa mi amor –Dijo su padre dándole un abrazo
-Si te sientes nerviosa bastará con echarle un vistazo al amor de tu vida que te espera en el altar –Dijo Juan Carlos antes de guiñarle –Eso hice con tu madre –
La música comenzó a sonar y era momento de que María José junto a su padre comenzaran a caminar, así sucedió, la enorme cantidad de personas en el público los miraban con una sonrisa enorme, todo a su alrededor era como Miranda lo describía, la brisa del mar, la cola del vestido, sus primas detrás derramando florecillas. Todo era felicidad; al menos hasta que el tacón del zapato casi la hace caerse, los nervios comenzaron, y sintió la mirada de todos encima suyo, sus manos comenzaron a sudar y su estómago la estaba traicionando, estaba pensando lo peor, hasta que recordó las palabras de su padre "Si te sientes nerviosa bastará con echarle un vistazo al amor de tu vida que te espera en el altar" ahí estaba la respuesta. Alzó la mirada y vio a su chica esperarla en el altar, solo podía observar su vestido por la parte de atrás, ya que se encontraba de espalda, continuó caminando hasta llegar a la misma distancia que su prometida, la brisa del mar de nuevo moviendo su cabello.
-María José Garzón –Dijo el juez interrumpiendo los pensamientos de la chica más pequeña –¿Acepta a Miranda Rivera como su legitima esposa? –
-Si, acepto –Respondió María José con una sonrisa
-Miranda Rivera, ¿acepta a María José Garzón como su legitima esposa? –
-Si, acepto –Respondió Miranda
-Dicho esto, pueden besar a la novia –Dijo el juez y Poché giró hacia donde estaba su prometida, se quitó el velo de la cara y esperó a quitárselo a ella también. Al quitárselo vio el rostro de Daniela Calle y no el de Miranda.
-Te amo, Poché –Dijo Daniela antes de besarla
*FIN DE LA IMAGINACIÓN*
- ¿Bebi? –Preguntó Miranda, sacando a Poché de sus pensamientos
- ¿Qué? –Respondió Poché nerviosa, su corazón estaba muy acelerado
-Estabas imaginándote todo eso ¿cierto? –Preguntó Miranda con una risita en su rostro, María José estaba pálida
-Si –Dijo la chica más pequeña fingiendo una sonrisa
-Lo sé –Admitió Miranda –Te vi sonriendo –Añadió antes de depositar un beso en los labios de su prometida
-Necesito agua –Dijo Poché después del beso, dirigiéndose a la cocina de su apartamento.
¿Por qué Daniela Calle? ¿Por qué pensó en ella? Poché bebía su agua mientras se preguntaba eso en su cabeza, ¿Qué tenía que ver Daniela Calle en su boda?, al parecer hablar con ella el otro día había ocasionado que María José la piense constantemente en los últimos días. Poché se justificaba con que tenía ocho años de no verla, tal vez el cerebro interpretaba eso y la hacía pensarla, o al menos eso quería creer.
Pasaron cinco días y María José se había pasado toda la semana trabajando en los planos de su nueva casa, que por supuesto, ella estaba construyendo. Sabía que una vez se casara quería tener su casa propia con Miranda y ahí formar una familia. Poché era muy solicitada por ser una de las mejores arquitectas del país, sin embargo, no tenía tiempo para otros proyectos más que el suyo. Por otro lado, su mejor amiga, Aida, junto con Alba ya habían regresado a España después del fashion Week en Los Ángeles, por supuesto que habían hablado y arreglado las cosas del conflicto que habían tenido días atrás, al final de todo Aida ya estaba acostumbrada a que Poché fuera manipulada por Miranda, y por eso la entendía.
Aida y Alba habían planeado una pequeña fiesta post- Fashion week en su casa, por supuesto que María José y Miranda estaban invitadas, sin embargo, solo Poché había asistido, ya que Miranda tenía muchas excusas para no ver a Dulceida, de todas formas, María José ya se estaba acostumbrando a que su prometida no se llevara con su mejor amiga.
Era martes por la noche y María José se encontraba hablando con unas personas en la casa de su mejor amiga, mientras el Dj ponía algo de música para ambientar el lugar, sin embargo, no era una fiesta normal, se trataba más que todo de una reunión social con pocos amigos de Dulceida y Alba.
-Estoy empezando a construir en Ibiza –Decía un tipo con una voz algo peculiar y una copa de vino en su mano, Poché solo lo miraba tratando de no dormirse ahí mismo por lo aburrido que le parecía. –Mi familia es algo extensa, pero no hubo problema alguno –
-Entiendo –Respondió María José con una falsa sonrisa. Necesitaba que Aida apareciera por ahí y la salvara de todas estas personas hablándole como si fuesen sus amigos de años.
-¿Cuánto sería maso menos el precio por una de esas construcciones en una de esas propiedades en Ibiza? –Preguntó una señora con curiosidad, todos en esa fiesta sabían quién era María José y a que se dedicaba.
-Habría que hacer un estudio de la propiedad, además hay muchísimos factores que pueden variar y eso depende mucho de.... –Dijo la más pequeña, pero se vio interrumpida por una voz familiar.
-Veo que están disfrutando –Interrumpió Aida y María José sintió un alivio en su interior, no quería continuar hablando.
-Iré por algo de ponche –Dijo María José antes de salir de la conversación lo más rápido que podía. No soportaba que las personas la buscaran por interés, además no conocía a absolutamente nadie en esa fiesta y solo estaba ahí para acompañar a sus amigas. Vio el recipiente con ponche y lo vertió en su vaso antes de beberlo con muchas ganas.
-¿Poché? –La interrumpió una voz femenina conocida, haciendo que se sorprendiera y derramara un poco de ponche en su blusa –Lo siento, no pretendía asustarte –Dijo Paula al ver el pequeño accidente.
-No te preocupes –Admitió la más pequeña limpiando con una servilleta –Hola, Pau –Añadió antes de darle un pequeño abrazo.
-Estas dos semanas te he visto por todas partes –Dijo la rubia con una risita y María José rio también
-Lo sé –Respondió Poché apartando la servilleta por algún lugar en la mesa –¿Tú que haces aquí? –
-Tengo un photoshoot mañana –Admitió Paula con una media sonrisa –No te pregunto porque al parecer vives aquí en Madrid y Dulcealba son tus amigas –
-Si –Dijo la más pequeña y ambas sonrieron
-¿Cómo va tu compromiso? Me enteré que te nos casas –Dijo Paula y Poché sonrió de inmediato
-Pues sí, me voy a casar –Dijo la más pequeña y Paula empezó a buscar algo por el lugar –¿Quién es la afortunada? –
-No está aquí hoy –Confesó María José agachando la mirada
-Entiendo –
-Si –Dijo con una media sonrisa, hubo un silencio en el lugar y de inmediato Daniela Calle vino a la mente de María José e hizo que su expresión facial cambiara.
-¿Pasa algo? –Preguntó Paula confundida al ver a María José actuando nerviosa.
-No –Mintió la más chica, fingiendo una sonrisa.
-Pareciera que hubieras visto un fantasma en los pasados diez segundos –Admitió la rubia riendo un poco, María José rio con ella, nerviosa.
-Pues... no –Dijo Poché jugando con sus dedos –¿Qué tal? –
-Bien... -Respondió Paula confundida, sabía que algo le pasaba a la otra chica –Oye, en serio, sabes que puedes decirme la verdad –María José cerró los ojos por dos segundos mientras suspiraba, "no voy a perder nada preguntando" pensó.
-¿Calle vino contigo? –Preguntó con inseguridad en su voz, Paula sonrió un poco
-Sospechaba de eso –Admitió con una media sonrisa –Pero no, Dani está en Los Ángeles... -
-Entiendo –Respondió Poché inmediatamente, aún nerviosa –Tenía que preguntar –Dijo riendo un poco
-Si –Respondió Paula dándole un sorbo a un vaso con ponche.
-Debes estar muy orgullosa –Dijo María José después de varios segundos –Por todo lo que ha logrado Calle –
Paula frunció el ceño después de beber del ponche, no entendía que decía María José.
-... Es decir... actuar en Broadway debe ser todo un sueño –Añadió Poché y Paula rio
-¿Qué? –Dijo la rubia entre risas
-Que debes estar emocionada de ver a Calle trabajar en Broadway –Repitió la más pequeña y Paula siguió riendo.
-Calle no trabaja en Broadway ¿Qué dices? –Respondió la rubia y Poché cambió su expresión sonriente a una expresión seria.
-Calle me contó que trabaja en Broadway como actriz –Dijo María José confundida
-Daniela no traba en Broadway ni en ninguna parte –Confesó Paula –Probablemente estaba jugando contigo –
-Es que no... -Dijo Poché con seriedad y determinación en su voz –Ella me lo dijo en serio, me lo ha dicho varias veces ya –
-Poché, Dani está sin trabajo –Dijo Paula con honestidad –Ni siquiera ha terminado la universidad –Añadió y Poché frunció el ceño, no entendía absolutamente nada.
-¿De qué hablas? –Preguntó la más pequeña sin poder creer nada de lo que Paula le decía.
-Poché –La rubia se acercó a ella con una expresión seria –Desde que murió Germán Daniela la está pasando de lo peor –
-Es que no te creo nada –Admitió la más pequeña riendo incrédula
-Vive conmigo porque no tiene donde más vivir –Añadió Paula y Poché estaba pálida de la sorpresa.
-Sigo sin creerte absolutamente nada –Respondió Poché y Paula agachó la mirada –Daniela tiene todo el dinero del mundo, ni siquiera me puedo imaginar la cantidad de dinero que Germán le dejó en su herencia y testamento es que... -
-Poché –Interrumpió Paula con seriedad y algo de tristeza en su voz –Daniela no solo perdió a su padre el día que murió, sino que perdió todo su dinero –
-Me estás tomando del pelo –Dijo Poché antes de empezar a caminar lejos de Paula, quien la siguió
-¿Por qué te vas? –Preguntó Paula detrás de ella siguiéndola
-Porque me estás tomando el pelo –Dijo Poché riendo antes de que la rubia la detuviera
-Escúchame –Dijo Paula mirándola fijamente a los ojos –Desearía con todo mi ser que esto fuera una broma... pero no lo es –La mirada de Poché era de dolor, no se podía creer nada.
-¿Qué pasó con el dinero de los Calle entonces? –Preguntó la más pequeña aún sorprendida
-¿Recuerdas a Iván? –Preguntó Paula y Poché inmediatamente apretó los puños. –Se las ingenió para que todo quedara a nombre de él, Germán confiaba en él como si fuese su hermano... Poché es que te juro que esos dos tenían toda una vida de conocerse –Continuó Paula y la expresión en la cara de Poché era inigualable, no podía creer nada de lo que salía de la boca de la rubia
-¿Y la herencia de Calle? Porque lo que está en el testamento no se puede cambiar –Dijo María José alterada
-Como te dije, se las ingenió para apoderarse de absolutamente todo –Respondió Paula y Poché llevó ambas manos a su cabeza, era algo increíble. –
-Pero.... ¿Y su casa en Los Ángeles? –Preguntó Poché preocupada y alterada.
-Cuando Daniela se enteró de la enfermedad de su padre salió de la universidad y dejó todo atrás para ir a Colombia a cuidarlo –Dijo Paula con su voz quebrada -Calle puso en venta la casa y ni siquiera supo que pasó con el dinero, ella estaba desesperada con todo –
-Esto es increíble –Dijo Poché alterada, se veía muy molesta y el estómago se le había revuelto ante tal noticia. –Ella necesita hacer algo para recuperar todo, es una Calle, ella merece toda la herencia de su padre, es obvio –
-Créeme que ya le he ayudado –Dijo Paula en un suspiro –Nos han dicho que es imposible –
-Es que no –Respondió Poché desesperada –Todo esto se puede solucionar si se encuentra un buen abogado... -
-Déjalo Poché –Ordenó Paula –No tiene caso –María José suspiró con los ojos cerrados
-¿Y Mafe? –
-Mafe no tiene mucho dinero, el único que tiene lo gasta en la universidad de Calle –Confesó Paula y Poché bajó la mirada, era imposible que Daniela Calle estuviera pasando por eso.
-Esto es increíble –
-Si ella te mintió con lo de Broadway es porque tal vez estaba avergonzada de lo mucho que has logrado y ella no –Confesó Paula y Poché sintió su corazón romperse.
-Necesitamos hacer algo –Dijo María José con determinación –Yo voy a hacer algo –
_________________
*NOTA AUTORA*
HOLA, GRACIAS POR LEER. ESTE ES UN CAPÍTULO MUY IMPORTANTE.
Tw: CACHEHUMOR