Louis no paraba de dar vueltas frente a la puerta del baño, y nadie lo culpaba, estaba muy nervioso.
Harry llevaba ya quince minutos encerrado en este y no daba señales de nada, así que con los nervios al pique dio unos suaves toquecitos a la puerta, esperando recibir respuesta por parte de su esposo.
— Bebé, ¿Todo bien? —su voz era suave.
Pasaron unos segundo en silencio hasta que se escuchó un pequeño clic. Harry había abierto la puerta y salía del baño con la mirada gacha y con un tono pálido en su piel. Sus rizos tapaban la mitad de su cara, impidiéndole a Louis ver su expresión.
Las esponjosas orejitas de Louis se irguieron en alerta, su Harry temía de algo.
— Bebé...
— Oh Louis —Harry soltó el primer sollozo y sus mejillas pronto estaban mojadas de lágrimas.
Se lanzó hacia Louis y este lo atrapo en sus brazos, desesperado por saber el resultado.
— Bebé, dime por favor que pasó, ¿Por qué lloras mi amor? El resultado dio...
— Positivo
El castaño abrió los ojos, incrédulo y sorprendido, separo a Harry de su abrazo y los observo fijamente. Tenía lagrimillas en sus ojos pero su expresión era de felicidad, estaba llorando de felicidad. Pronto Louis también se le uniría.
— ¿Q-qué...? Me, me estas diciendo que v-vamos a ser...
El venadito solo asintió rápidamente, llorando más y con una sonrisa que iba de oreja a oreja.
— Vamos a ser papás esposo mío.
Louis lo abrazó con todas sus fuerzas, claro, teniendo especial cuidado al vientre de Harry.
(...)
Desde que habían confirmado con el ginecólogo que Harry estaba embarazado Louis se había puesto sobreprotector con él, no lo dejaba realizar casi nada, ni siquiera ir a recoger las fresas y Harry ya se estaba hartando.
El castaño ya llevaba un mes así, a Harry apenas y se le notaba el vientre así que todavía podía hacer muchas cosas, estaba embarazado, no invalido.
Hubo un día en donde no soportó más la actitud de Louis y le gritó.
— ¡Louis, ya! ¡me tienes harto! Así que cállate y siéntate que aquí yo soy el único que va a hacer la comida, tu quemas hasta el agua.
Louis apenas asintió, un poco sorprendido por el regaño del venado.
Para el segundo y tercer mes las náuseas matutinas estaban a la orden del día, Harry se despertaba con ellas y salía disparado de la cama para correr al baño y desechar todo lo que tenía en su estómago, a los pocos segundos llegaba Louis con un vaso de agua que ya tenía preparado en el buró junto a la cama para darle a su bebé.
Le sobaba la espalda delicadamente y le apartaba algunos mechones de cabello.
Su vientre ya se notaba más y eso al castaño le fascinaba, se la pasaba besando y susurrándole palabras de amor a su pequeño frijolito, como él le decía.
También Harry se empezó a dar cuenta que su pecho le dolía y le daba picazón.
El venadito estaba sentado en la tina de baño con los ojos cerrados, disfrutando del agua tibia en su cuerpo y con el agradable olor a mango que esta desprendía.
Frunció un poco su entrecejo al sentir una pequeña punzada en su pecho, la punzada aumento y Harry se sobo un poco con su mano derecha pero abrió los ojos rápidamente y los posó en este, notando como sus pezones estaban rojos e hinchados e inclusive podía decir que tenía pechos, obviamente pequeños pero ahí estaban.
Con las mejillas rojas y una expresión avergonzada salió del agua y se secó rápidamente.
(...)
Para el momento en el que Louis se dio cuenta de los pequeños pechos de Harry, estos ya eran más grandes, inclusive los podías ver encima de la ropa del venado. Sabía que a Harry le daba un poco de pena, el tigre no sabía porque si era algo natural.
Así que un día en el que se estaban besando con pasión Louis empezó a tocar suavemente el vientre del venado subiendo está a casi el ras de sus pechos, Harry se apartó rápidamente y miró a los ojos azules de su esposo.
— ¿Me dejas...?
Harry no dijo nada pero le dio una mirada aprobatoria, Louis con manos gentiles agarró la playera de manga larga azul cielo del ojiverde y la tiro por encima de su cabeza, retirándola de su cuerpo y dejando al descubierto los hermosos y tiernos pechos de su esposo.
— Son muy bonitos mi amor —le habló cariñosamente, subiendo su mirada a Harry y acariciando su roja mejilla.
— Pensé que no te iban a agradar —dijo quedamente.
Louis frunció su ceño y tomo de la barbilla a Harry, mirándolo seriamente.
— Cariño, tú no te tienes que avergonzar de nada, es tu cuerpo y es hermoso, a ti no te tiene que importar si a otra gente le gusta o no, tu sabes que yo te amo y yo amo todo de ti — bajó su mano al hinchado pezón izquierdo y le dio un suave apretón, causando que el venadito soltara un jadeo— no te apenes de nada bebé, eres perfecto.
Y con dulces palabras de amor y suaves caricias hicieron el amor, Louis admirando cada detalle del cuerpo de Harry y este disfrutando todas las atenciones por parte del mayor, sintiéndose querido y sobretodo hermoso.
Así pasaron los siguientes meses.
Era el séptimo mes, Harry se encontraba riendo porque a su esposo se le ocurrió que era buena idea tejer ropita para el frijol, sin saber nada sobre esta práctica. El castaño ya estaba rojo por el coraje y la desesperación porque ya llevaba más de media hora tratando de hacer un zapatito y no llevaba más que la base de este con unos tejidos muy raros.
— Ya Harry —Louis le hizo un puchero al venado ya que este se estaba burlando de él— me hacer sentir triste.
Harry solo se rio más, posando su mano derecha en su vientre abultado y la otra en su boca, tapando su hermosa sonrisa.
Negó suavemente y se dirigió al baño para orinar pero se detuvo a medio camino y su sonrisa desapareció completamente cuando un líquido caliente bajo por sus piernas, mojando el piso.
Se le había roto la fuente.
Llamó a Louis a gritos y este vino corriendo, asustado y más se asustó cuando vio a Harry en tal condición. Con mucho cuidado pero rápidamente cargo a Harry y lo llevo a la camioneta, no se preocupó por la bolsa para el hospital porque está ya la tenían en la camioneta.
La ida y entrada al hospital fue un borrón para ellos.
Ahora Louis se encontraba en la sala de espera, los doctores te habían dicho que a Harry le iban a practicar una cesaría ya que no estaba lo suficientemente dilatado y que tenía que firmar el consentimiento para poder realizarla. Firmó de inmediato, con miedos e inseguridades, pero firmó.
Unas horas después el doctor salió del quirófano para avisarle que su esposo y su bebé estaban bien.
Soltó un suspiro de alivio.
(...)
Los ojos verdes de Harry se empezaban a abrir, pestañeo varias veces y enfoco su vista a una persona sentada a un lado de su camilla. Louis.
Este estaba dormido en una posición bastante incomoda, se notaba cansado.
– Louis, cariño, despierta —su voz lo suficientemente fuerte como para despertar al ojiazul.
Este parpadeo y se incorporó de un salto cuando vio a su venadito despierto, se acercó a la camilla y tomó la mano de Harry entre las suyas, besando sus nudillos.
— Eres tan valiente y tan fuerte amor —sus bellos ojos azules estaban vidriosos.
Harry asintió con una sonrisa y se acercó a besar a su esposo.
— ¿Y Frijolito? —le preguntó el de rulos a Louis.
— Ella fue prematura, está en la incubadora, pero está bien.
Harry abrió los ojos sorprendido, Louis había dicho ella, era una niña. Lloró de la emoción. Ellos no habían querido saber el sexo del bebé hasta que este estuviera en sus brazos.
(...)
Ella, o más bien Amelia, era muy chiquita y muy rosa, todavía no abría sus ojitos pero ella era hermosa, ya la amaban.
(...)
Cuando por fin les dieron a Amelia, la familia Tomlinson estuvo completa y feliz.
Regresaron a su pequeño hogar, Harry siendo el primero en entrar con la bebé en sus brazos y Louis atrás con la pañalera de su hija colgada en un hombro.
Se sentaron en el rasgado sillón de la abuela y se quedaron mirando a su hija, embelesados.
— Ustedes son lo más bello que me pudo pasar en la vida, tigrito mío.
— Y ustedes son lo mi tesoro más preciado, amor, daría mi vida por ustedes.
Louis se inclinó para abrazar a su esposo y posar una mano en la de Harry que sostenía a Amelia, creando un abrazo familiar, una imagen digna de una fotografía.
La familia ya estaba completa, pero claro, esta historia apenas empezaba.
FIN
La verdad estoy muy feliz por esta historia y más feliz estoy al ver que a muchas personitas les está gustando, me alegra mucho.
Sé que soy un asco con los finales pero no se me ocurrió otra cosa, perdón.
Si hay algún error en los temas médicos, sobre las semanas de gestación, perdón también. Todavía no soy experta en estos temas xd.
Gracias a lxs que me acompañaron hasta aquí, les doy un besito y pues nada gracias.
Y tal vez pronto sepan de mi xq posiblemente publique un os o igual una historia corta, tengo muchas ideas.
Lxs quiero, gracias.