¿Cómo querer la vida cuando la vida muestra apatía?, ¿cómo desear el aire si el aire se escapa?, en un rincón de esta desolada existencia, sin musa y sin propósito está mi alma muerta.
Soy un cuerpo andante, vacío, vaciado, sin nada, solo miedo.
Hace frío en aquella esquina de la habitación donde refugio mis penas, sangrando por dentro, sin motivos para levantar la voz, las manos o la cabeza.
No sé donde comenzó, tal vez en un amor no correspondido, tal vez en falta de atención o en desafío.
Quizá solo fue que no hubo.
No hubo sentido más para vivir.
Si cierro los ojos, hay oscuridad, tal cual como si los mantuviese abiertos.
Oscuridad, oscuridad, eso es realmente lo que es, oscuridad como un grito en la soledad, sin nadie que escuche ni diga respuestas.