Capítulo veintidós.
Camila:
Volteo de reojo encontrando el emotivo momento finde todos se apoyaban y conmovían con palabras de despedida y frases de cariño.
— Te seguiré adonde quiera que vayas si sobrevivimos a esto mujer —le aseguró Garrett a Kate a unos pasos tras nosotros.
—A buena hora me lo dices—Responde sonriente, dando una tierna mirada a su compañero.
Rosalie y Emmett intercambiaron un beso rápido, pero cargado de pasión.
Tia acarició el rostro de Benjamin, quien
tomó su mano entre las suyas y dejo un beso en frente compartiendo una intensa mirada en un lenguaje que solo ellos entendían.
No terminé de ver todas las manifestaciones de amor y dolor de mis amigos después de sentir sus dedos tomar mi mano con la misma delicadeza de siempre, alce la mirada a sus ojos, encontrando su atención en mí, rebosante de amor, haciéndome sentir diminuta ante sus ojos dorados.
Y sabía que era mi oportunidad.
—Gracias—Frunció el ceño ante mis palabras—Por estar aquí—Lo vi dar una débil sonrisa, para dejar un suave beso en mi mejilla que me hizo cerrar los ojos por un momento.
Sintiendo como por una milésima de segundos la paz y la tranquilidad se adueñaban de mi, o eso hasta que escuche pasos acelerados acercarse a nosotros.
—Estaremos juntos para siempre—Susurro en mi frente.
—Para siempre—Confirme dando un apretón a su mano.
Y luego sentí como alguien intentaba dañarme desde la distancia, haciendo que voltease rápidamente.
—Prepárense—dije en voz alta, captando la atención de los demás, dando por finalizada la conversación—Están por llegar.
En menos de un minuto, alrededor de treinta vampiros se encontraban a distancia de nosotros, Aro, Caius y la guardia quitaban sus capuchas para analizar a cada uno de los presentes.
Carlisle suelta la mano de su esposa avanzando hasta quedar frente a nosotros.
—Aro; hablemos de manera civilizada, como solíamos hacerlo—Pide el líder sin apartar la mirada.
A pesar de la distancia pude sentir como una adversaria tenía en don del escudo, y recordando los palabras de Kate la mire esperando sentir como su habilidad se compartía a mi.
— Palabras justas Carlisle, tomando en cuenta la cantidad de vampiros que unieron para esta lucha.
— Ellos no están aquí para pelear, son mis testigos de la injusticia que cometerás, como Bella fue tu testigo—Doy un paso al frente volteando a ver a la neófita, quien intentaba pasar desapercibida tras Alec.
— No tenemos que llegar a este extremo querida y lo sabes, la muerte de cualquiera de ustedes sería una pérdida lamentable para nuestra raza, pero sobre todo en tu caso Dolce Camila, al igual que tú compañero; Edward.
Yo sabía lo mucho que deseaba retenernos a Edward y a mí, para unirnos a el, tal y como había esperado hacer con Alice.
—Mi querida Camila, ¿Me permites?—Pregunta Aro, estirando su mano en mi dirección, esperando que me acerque a el.
Vi a Edward tensarse a mi lado tras escuchar sus palabras, intentando disimular el nudo en mi interior me acerque a él, sintiendo a Edward caminar junto a mi.
Mis ojos recorrían a todos los presentes hasta detenerte en Jane, quien tenía su atención en Edward.
Supe en ese momento que debía protegerle, baje la mirada unos segundos, sintiendo como el color de mis ojos cambiaba, y al levantar la vista sentía como si pequeñas flechas tratasen de incrustarse en Edward, pero el escudo lo defendía, los defendía a todos.
Los ojos de Jane viajaban hacía cada uno de mis testigos, haciéndome punzadas un tanto dolorosas, no me di cuenta en que momento tenía a Jasper caminando a mi lado derecho.
Solo reaccioné cuando estaba frente Aro.
—Que gusto verla de nuevo señorita, ¿Me haría el honor de retirar el bloqueo?
—Solo si le pide a su acompañante que deje de dañar a los míos.
—Jane—Voltea a verla, la vampiresa suelta un gruñido dispuesta a avanzar hacia mí, pero la mano de Alec la hace volver a su lugar.
Tiende su mano en mi dirección nuevamente con una sonrisa llena de emoción, le entrego mi mano, viendo como a través de mis pensamientos visualizaba cada momento que había pasado desde que llegue a Forks.
Minutos después suelta mi mano en cuestión de segundos para ahora girar hacia Edward.
—¿Me permites?—Le entrega su mano mirando fijamente al vampiro, conservando su expresión seria, mirando al suelo.
Mi vista viajaba de Edward hacia Aro, intentando saber que pasaba por su mente, luego entendí que al igual que en mi, lo estaban bloqueando, volteo a ver a Bella, dando una sonrisa divertida para centrarme en ella, en su don para simplemente y anularlo, viendo como parpadeaba repetidas veces sorprendida.
Aro retrocede unos pasos, para mirarnos a mi novio y a mi varias veces, y luego voltear hacia Jasper.
—Fascinante—Voltea hacia Marcus—¡Es sobrina de Jasper!— Dirige la vista hacia él.
—Aro, no hay motivo por el que debamos luchar—Dice Carslile.
—Lamento decirlo amigo mío, pero Camila pertenece a mi clan, Alec—lo señala—Ha sido quien la transformó, las leyes dicen que si la transforma debe unirse al clan. Camila es de los míos. Lo siento.
Y todo paso en milésimas de segundos; Edward se encontraba cayendo por los aires mientras Jasper peleando contra tres vampiros de la guardia frente a mi, mientras a mí me retenían dos vampiros que nunca había visto.
—¡Suéltala!—Grita Emmett corriendo hacia nosotros dando el mensaje.
La lucha había empezado.
Todos soltaron gritos mientras corrían hacia los adversarios de Aro, dispuestos a luchar no solo por mi, sino también por ellos mismos.
Aro, Caius, Marcus, Jane y Alec se encontraban frente mi ajenos a la lucha, disfrutando el caos que se estaba viviendo ante sus ojos.
A estas alturas solo me conformaba con mantener anuladas las habilidades de Jane, pero era difícil, especialmente con Bella del otro lado lista atacar.
Y mentiría si dijera que no quería matarla, porque estaba más que dispuesta a hacerlo.
Edward se acercaba a mi corriendo al ver a su ex-novia abalanzarse sobre mi cortando mi escudo de los demas.
Yo peleaba contra Bella, ambas nos movíamos con agilidad, demostrando que ninguna estaba dispuesta a ceder, de reojo ví a Edward caer de rodillas, retorciéndose en la nieve y soltando un alarido lleno de dolor, con Jane frente suyo.
Fueron segundos que Bella aprovecho para golpearme, pero no podía apartar la vista de él.
Reuniendo todas mis fuerzas, logré ponerme de pie mientras sujetaba su cuello para apoyarme en su hombro y brincar hacia el otro lado, escuchando el sonido de la porcelana romperse tras separar la cabeza de su cuerpo.
—Que desperdicio—Dice Aro para volver la vista al frente para hacer una seña a un hombre de la guardia.
—¡No!—Grito con fuerza, sintiendo como ese grito lleno de dolor desgarraba mi garganta y mi corazón estrujarse con fuerza.
Tenía que salvarlo.