Valentina estaba muy lastimada, las dudas de José Miguel la habían herido en lo más profundo de su ser, quería que sus hijos tuvieran el cariño que a ella le falto siendo una niña, a pesar de que su nana y su tía la había llenado de amor, el vacío por la ausencia de sus padres aún seguía existiendo pero su esposo parecía no comprenderlo.
Valentina: mamá si estuvieras aquí conmigo sabrías que decirme, nana tú también tendrías sabias palabras para aliviar mi dolor.
Aunque Valentina no podía verlas, su presencia estaba allí acompañándola todo el tiempo, ambas eran importantes para ella por eso había llamado así a su pequeña hija.
Valentina seguía llorando aferrándose a aquella muñeca como en varias ocasiones lo había hecho en la hacienda cuando existía su cuarto de niña.
José Miguel recibió a los gemelos, ellos preguntaron por su madre y al no saber de ella se pusieron muy ansiosos.
Leonor: Guillermo y yo iremos de día de campo mañana, nos gustaría que tu, valentina y mis nietos nos acompañaran.
José Miguel: No lo sé mamá.
Leonor: pasa algo entre tú y Valentina? Donde esta ella?
José miguel: no lo sé.
Leonor: si estas molesto por lo que pasó con mis nietos en la escuela, déjame decirte que...
José Miguel: esto es un asunto que nos concierne a mi esposa y a mí, te pido por favor que no te metas.
Leonor: pero hijo, es que tienes que saber que...
José Miguel: mamá, te lo suplico, no intervengas.
Leonor: como quieras, sólo te pido que pienses con cabeza fría y no te dejes llevar por las apariencias.
Analia: de Verdad hiciste esto?
Martina: si! Es que hubieras visto la cara de Jose Miguel, creyó que yo era una víctima de su esposa, ella tendrá mucho dinero, pero yo me quedaré con su esposo.
Analia: eres una maldita!
Martina: no! Solo quiero llevar a cabo mis sueños, yo lo vi primero, por lo tanto es mío.
Analia: tuyo? Te escuchas? Las personas no le pertenecen a nadie, no son objetos.
Martina: me choca cuando te pones de santurrona, porque mejor no te metes a un convento?
Analia: no me creo una santa, pero se perfectamente cuando algo está mal, sólo te advierto que el día que José Miguel descubra tus negras intensiones y sepa la clase de víbora que eres te va a despreciar.
Martina: eso nunca va a pasar.
Analia: la vida te va devolver todo el daño que estás haciendo.
Martina: ya cállate!
José Miguel se encerró en el despacho a trabajar mientras sus hijos tomaban una pequeña siesta; Valentina fue al panteón a visitar a sus padres y a su nana.
Valentina: A veces la vida es injusta, porque tuvieron que irse? No saben lo mucho que los extraño, sus abrazos, sus consejos sus muestras de afecto.
"Papá, porque José Miguel se comporta así?, mamá sé que tu hubieras hecho lo mismo que yo, nana que debo hacer? Siento tanto dolor y rabia al mismo tiempo"
Valentina pasó un par de horas hablándole a sus seres queridos, había llorado lo suficiente y estaba harta de las mentiras, así que decidió buscar a Gabriela.
Gabriela vivía en San Pedro de las peñas, Valentina dejó su caballo fuera de su casa y al ver que no había respuesta a su llamado decidió caminar un poco, pero no se percató que alguien la estaba siguiendo, estaba tan metida en sus pensamientos que ni siquiera sabía a donde dirigirse mientras su amiga llegaba.
José Miguel fue a las caballerizas con la esperanza de encontrarla, llevaba varias horas sin saber de ella y se estaba preocupando, la tarde estaba por caer.
Valentina se quedó fuera de la casa de su amiga esperándola.
Gabriela: Valentina!! Pero que haces aquí?
Horacio traía en brazos dormida a su hija.
Horacio: Como estas Valentina?
Valentina asintió sin decir nada, Gabriela supo de inmediato que no estaba bien y la abrazó.
Entraron a la casa y Horacio fue a dejar a su hija al cuarto mientras las amigas charlaban.
Gabriela: estuviste llorando verdad?
Valentina: me siento muy mal.
Gabriela: tranquila, dime que pasó?
Valentina le contó detalladamente su fuerte discusión con José Miguel...
Gabriela: es que es inaudito! Como va a creerle a esa mujer?
Valentina: José Miguel está seguro que volví a ser mujer prepotente y altanera que era cuando llegué a San Pedro de las peñas.
Gabriela: pues está muy equivocado, si quieres hablo con él y le cuento lo que paso.
Valentina: no Gabi! No lo hagas, necesito que me ayudes a probar que no soy lo que él cree.
Gabriela: pues mira, creo que hay algo que puede servirnos, pero aún no lo tengo conmigo.
Valentina: de que hablas?
Gabriela: de las cámaras de seguridad que están instaladas en toda la escuela, por supuesto en el aula de nuestros hijos.
Valentina: tú crees que haya algo?
Gabriela: bueno, pues le pedí al docente de sistemas que revisara las grabaciones y sacara la parte exacta donde la bruja esa ataca a tu hija.
El rostro de Valentina se alegró un poco, era una pequeña esperanza.
Gabriela: cite mañana a reunión a la anterior directora quien fue la que recomendó a Martina, al alcalde, y por supuesto al gobernador y al psicólogo para discutir lo ocurrido, necesito que tu estés presente, como la madre que defiende a sus hijos y exige respeto.
Valentina: entonces ahí estaré.
Gabriela: debes ser cuidadosa al llegar Martina no sabe de esta reunión.
Valentina: Gabi, que tienes en mente?
Gabriela: llevo una carta donde solicito un seguimiento disciplinario a esta mujer, aunque realmente me encantaría que fuera transferida a otra escuela.
Valentina: sería lo mejor.
Valentina se quedó a cenar con Gabriela y su familia, mientras José Miguel desesperado busco a su esposa por toda la hacienda sin tener suerte.
Isabella despertó para cenar y al ver a Valentina la abrazó muy fuerte.
Isabella: me encanta cuando vienes de visita tia, cuando traes a mis primos?
Valentina: muy pronto.
Horacio: hija, porque no vas a ponerte la pijama y lavarte los dientes, así voy a leerte un cuento, mañana debes despertarte muy temprano para ir a la escuela.
Isabella: no! No quiero regresar!
Valentina y Gabriela se miraron una a la otra mientras Horacio confundido intentaba comprender que le pasaba a su hija que se veía asustada.
Horario: porque no quieres ir?
Isabella: La miss Martina es mala, ella no quiere a los niños.
Horacio: a ver, porque dices eso? Te he enseñado que no se debe hablar mal de las personas.
Gabriela: solo escúchala.
Isabella: papito, esa señora rompió el dibujo que Cecilia Benita le hizo a mis tios y Cuando José Federico la defendió, le gritó y todos mis compañeros le gritamos bruja, y se llevó a mis primos para castigarlos.
Horacio: eso es cierto?
Valentina: desgraciadamente sí.
Gabriela puso al tanto a Horacio sobre la situación y le pidió no comentar nada con José Miguel, los 3 acordaron no enviar a sus hijos al kínder al día siguiente.
Pese a que Ni valentina ni José Miguel habían regresado, Leonor decidió acompañar a la cama a sus nietos.
Valentina llegó más calmada a la hacienda, la persona que la siguió solo pudo seguirla hasta la entrada a la hacienda, ya que esta era tan segura que ningún auto podía entrar sin autorización.
Al entrar a las habitaciones de sus hijos los observó dormidos, cuando se acercó a la de Cecilia Benita, la arropó y se acostó a su lado acariciando su cabello.
Valentina: no tuve a mi madre para que me defendiera, pero tú me tienes a mí y a tu hermano que hoy demostró cuanto te quiere, mi princesa mientras yo viva nadie va a lastimarte.
José Miguel regresó a la hacienda y se cruzó con Iluminada en la sala.
José Miguel: has sabido algo de Valentina?
Iluminada: pos, hace un rato llegó, debe estar en su cuarto.
José Miguel corrió a buscarla...