Me siento igual que un preservativo.
Usado y echado a la basura.
De esa forma me describo cuando abro los ojos la mañana siguiente después de acostarme por segunda vez con Hanna Ross, aunque esa noche prácticamente contó como una tercera y cuarta.
Regresando al tema de ser un condón usado.
Eso soy simbólicamente, Hanna me ha dejado solo y se ha marchado, quien sabe, a mitad de la noche, lo cual me preocuparía, pero dado que vive al lado de mi departamento, es una preocupación menos.
¿Qué ha pasado?
¿Hice algo malo?
¿Hable demás después de hacerlo?
Estuvimos conversando hasta que descubrí que yo seguía hablando solo mientras ella dormía, le cubrí con las sabanas y me tome la libertad de dormirme sin preocupaciones, claramente debí mantenerme despierto.
Ella ha esperado a que este completamente dormido para marcharse, se ha ido y no ha dejado nada, ni una miserable tarjeta.
"Vive al lado, Vincent"
Después de tomar un baño, vestirme y devorar mi desayuno, salgo directo al trabajo, pero me tomo el tiempo de detenerme un minuto en la puerta de Hanna, sin embargo mi puño queda justo a unos escasos centímetros de la madera, no golpeo y me voy arrepintiéndome en todo el camino.
Soy el primero en llegar de los dos, Hanna llega unos diez minutos después.
Tan tardona como siempre, Bruja.
Nuestras miradas se encuentran por un momento, peor enseguida la aparta y va directo a su escritorio.
No puede ignorarme demasiado, tenemos que hablar sobre nuestro acuerdo según el caso.
Toda la mañana me ocupo en mirarla con disimulo, esperando impaciente la hora de almuerzo para interceptarla y hablar con ella, estoy seguro que nuestra conversación durara mucho, así que no quiero arriesgarme en la hora de trabajo y además de llamar la atención de los chismosos en la oficina, también de Harold, nuestro jefe.
Mis planes quedan solo como planes porque recibo una llamada de Oscar Anderson, quedamos en vernos en la cafetería del centro y no me queda más que ir.
—¿Quiere desistir del divorcio?.— Sigo sorprendido después de pronunciar las palabras que Oscar Anderson me acaba de decir.
—Creo.. Que me apresure.
La duda.
Todas las parejas en un proceso de divorcio experimentan esta etapa.
Ya es algo normal en mi carrera, la mejor solución para esto es tratar de que desista de la idea de desistir del divorcio.
—Amo a mi esposa y tuvimos problemas, pero..
¿Problemas?
—La engaño.— Respondo y me reprocho que tome esto muy personal, pero no hay forma de que pierda este caso, además estoy compitiendo con Hanna, no hay forma de que la bruja me gane..—Y ahora Judith Anderson está decidida a quitarle todo.. ¿Está completamente seguro de que quiere echarse para atrás?
Lo hago dudar.
—También la engañe.
Mierda..
Creí que lo había conseguido.
—Piénselo bien, señor Oscar y piense en ella..
—Es en lo único en lo que pienso.
Trago saliva. —¿Aun está enamorado de ella?
—Igual que la primera vez.
—De acuerdo, quiere desistir porque aun la ama, a pesar de la traición, pero .. ¿Ha pensado en ella?
El me observa sin entender.
—En lo que Judith quiere.. ¿Está seguro que quiere volver con usted?
El baja la mirada.
—Creo que quiere reconsiderar su cambio ¿No es así?
— Si, así es.
Cuando regreso me encuentro con la sorpresa de ver a Hanna y Marcus Daniels hablando como buenos amigos.
El hasta se ha acercado a su mesa.
¿Dónde está Harold cuando se le necesita?
Ignoro a la parejita y me dirijo a mi mesa, Dallas se me acerca.
—¿Ya te enteraste?
—Claro que no, he estado fuera ..¿Lo has olvidado?
Kevin se ríe.
—¿Qué ha pasado?
—Marcus invito a Hanna a salir.
Cuando las palabras salen de su boca, mi cuerpo y las facciones de mi cara se tensan tanto que incluso mi amigo deja de sonreír, conociendo a Dallas y vine seguramente esperaban que lo tomara en broma y me riera de Hanna, después de todo, cualquier cosa que nos relacione lo tomaba burla.
Hace una semana quizás me hubiera estado riendo de cómo alguien podría fijarse en la bruja, lo cual es irónico porque yo siempre me he fijado en ella.
Y ahora más que nada.
—Vincent..
Parpadeo.
—Te quedaste callado, creí que te reirías igual que nosotros.
¿Reírme de esta mierda?
De los dos, a quien más miro con molestia es a Kevin, ya que es su hermano quien corteja a Hanna.
—Vi a Harold antes de llegar, seguramente subirá en cualquier momento.
Ambos se lanzan una mirada.
—Hay que trabajar.
Es lo único que se me ocurre para sacar todo el enojo que me ha provocado la noticia.
¿Tanto he demorado en mi reunión con Oscar para que ella pasara de estar entre mis sabanas anoche y ahora este en una cita con Marcus Daniel?
Y sigo sin saber que carajos hice mal anoche.
—¿Así que tendrás una cita con Marcus?
Patético.
Sonaste completamente patético.
Debe ser una de las cosas más idiotas que he hecho y solo Hanna puede ser la responsable de eso.
Ella sonríe feliz y eso es lo que más me fastidia, estamos fuera del edificio y seguramente está esperando a Marcus Daniels, quien vi que regreso mientras yo cruzaba los pasillos, tal vez olvido algo que hacer o solo olvido algo.
Y así cree que él es mejor partido para ella que yo.
¡Ja! No hay punto de comparación.
—No es algo que te interese.
—Pero si me interesa una cosa,.— Me detengo justo a su costado y sus ojos me observan entre una mezcla de confusión y enfado.— ¿No crees que tenemos una conversación pendiente, Hanna?
El color se le va del cuerpo y aparta la mirada, está nerviosa, lo sé.
Digo una idiotez como siempre, pero esta vez lo hago porque no quiero que se intimide, no con esto.
—Por cierto.. ¿Ya le dijiste que nos acostamos?
Sus ojos llenos de rabia me observan, pero solo quiere matarme con los "Rayos laser" de sus ojos, porque no dice nada.
Sonrio satisfecho.— Lo suponía.
—¿Qué quieres decir?
— Que no debe significar mucho si no se lo has dicho.
—¿Eres idiota? No es algo que solo pueda decir y ya.
—¿Por qué no? Nos acostamos..
—Cállate.— Me silencia subiendo su dedo a sus labios.
—Vamos, Hanna.. la pasamos bien.
Ella lo analiza un momento y me quedo viéndola mientras lo hace, mi corazón se acelera.
—¿Realmente vas a salir con Marcus Daniel?
Ya no me muestra ojos de enojo, sino de algo más.
—¿De verdad te gusta, Hanna?
No me responde, no lo hace.
Separo mis labios.—Ha..
—Acepte salir con el ¿No?
Esa no es una respuesta, al menos no para mí.
—Eso no responde mi pregunta, brujta.
Hanna aprieta la mandíbula y niega despacio.— ¿Qué estás haciendo, Vincent?
—¿Qué te parece que hago?
—Montarme una escena de celos, es muy obvio.
Me encojo de hombros.—Supongo que nunca lo sabrás.
Joder, soy un puto mentiroso.
Claro que estoy celoso.
Estoy muriéndome de los putos celos de imaginarme como ella y Marcus salen y con el terror que terminen como ella y yo terminamos anoche, pero como se trata de Marcus Daniels "El perfecto Marcus Daniels", seguramente Hanna si se quedara con él y cuando Marcus despierte la mañana siguiente, vera a la chica más hermosa de este universo dormida a su lado.
—¿Qué quieres de mí, Vincent.?
Respuesta fácil.
—A ti.
Sus ojos se abren y noto el rubor creciendo desde el punto más bajo.
—¿A mí?
—Eso dije.
—¿Por qué me quieres a mí?.—Sonríe arrogante y sé que es exactamente lo que va a decir, es tan fácil leer a Hanna para mi.—¿Tan única he sido que no has podido olvidarme con algunas de tus amiguitas?
—La verdad sí.
Es claro que no se esperaba que lo dijera, ahora ha vuelto a ponerse nerviosa y quiero que lo este.
Tomo aire y solo lo digo.
—Me gustas, Hanna.
Ella parpadea confusa después de escucharla y antes de que una frase cliché como "¿Qué?" brote de sus labios, me aseguro de que lo escuche.
—Sí, es como lo escuchaste, brujita.—Pronuncio mirando sus bellos ojos.—He dicho que me gustas tú ,Hanna Ross.
Hola..
En el siguiente capitulo.
Vincent interrumpirá la cita de Hanna y Marcus.
Nos leemos.
>> Yiemir.