โž€ Yggdrasil | Vikingos

By Lucy_BF

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๐˜๐†๐†๐ƒ๐‘๐€๐’๐ˆ๐‹ || โ La desdicha abunda mรกs que la felicidad. โž Su nombre procedรญa de una de las leyendas... More

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โ” Proemio
๐€๐œ๐ญ๐จ ๐ˆ โ” ๐˜๐ ๐ ๐๐ซ๐š๐ฌ๐ข๐ฅ
โ” ๐ˆ: Hedeby
โ” ๐ˆ๐ˆ: Toda la vida por delante
โ” ๐ˆ๐ˆ๐ˆ: Fiesta de despedida
โ” ๐ˆ๐•: Una guerrera
โ” ๐•: Caminos separados
โ” ๐•๐ˆ: La sangre solo se paga con mรกs sangre
โ” ๐•๐ˆ๐ˆ: Entre la espada y la pared
โ” ๐•๐ˆ๐ˆ๐ˆ: Algo pendiente
โ” ๐ˆ๐—: Memorias y anhelos
โ” ๐—: No lo tomes por costumbre
โ” ๐—๐ˆ: El funeral de una reina
โ” ๐—๐ˆ๐ˆ: Ha sido un error no matarnos
โ” ๐—๐ˆ๐ˆ๐ˆ: Un amor prohibido
โ” ๐—๐ˆ๐•: Tu destino estรก sellado
โ” ๐—๐•: Sesiรณn de entrenamiento
โ” ๐—๐•๐ˆ: Serรก tu perdiciรณn
โ” ๐—๐•๐ˆ๐ˆ: Solsticio de Invierno
โ” ๐—๐•๐ˆ๐ˆ๐ˆ: No es de tu incumbencia
โ” ๐—๐ˆ๐—: Limando asperezas
โ” ๐—๐—: ยฟQuรฉ habrรญas hecho en mi lugar?
โ” ๐—๐—๐ˆ: Pasiรณn desenfrenada
โ” ๐—๐—๐ˆ๐ˆ๐ˆ: El temor de una madre
โ” ๐—๐—๐ˆ๐•: Tus deseos son รณrdenes
โ” ๐—๐—๐•: Como las llamas de una hoguera
โ” ๐—๐—๐•๐ˆ: Mi juego, mis reglas
โ” ๐—๐—๐•๐ˆ๐ˆ: El veneno de la serpiente
โ” ๐—๐—๐•๐ˆ๐ˆ๐ˆ: ยฟPor quรฉ eres tan bueno conmigo?
โ” ๐—๐—๐ˆ๐—: Un simple desliz
โ” ๐—๐—๐—: No te separes de mรญ
โ” ๐—๐—๐—๐ˆ: Malos presagios
โ” ๐—๐—๐—๐ˆ๐ˆ: No merezco tu ayuda
โ” ๐—๐—๐—๐ˆ๐ˆ๐ˆ: Promesa inquebrantable
โ” ๐—๐—๐—๐ˆ๐•: Yo jamรกs te juzgarรญa
โ” ๐—๐—๐—๐•: Susurros del corazรณn
โ” ๐—๐—๐—๐•๐ˆ: Por amor a la fama y por amor a Odรญn
๐€๐œ๐ญ๐จ ๐ˆ๐ˆ โ” ๐•๐š๐ฅ๐ก๐š๐ฅ๐ฅ๐š
โ” ๐—๐—๐—๐•๐ˆ๐ˆ: Donde hubo fuego, cenizas quedan
โ” ๐—๐—๐—๐•๐ˆ๐ˆ๐ˆ: Mรกs enemigos que aliados
โ” ๐—๐—๐—๐ˆ๐—: Una velada festiva
โ” ๐—๐‹: Curiosos gustos los de tu hermano
โ” ๐—๐‹๐ˆ: Cicatrices
โ” ๐—๐‹๐ˆ๐ˆ: Te conozco como la palma de mi mano
โ” ๐—๐‹๐ˆ๐ˆ๐ˆ: Sangre inocente
โ” ๐—๐‹๐ˆ๐•: No te conviene tenerme de enemiga
โ” ๐—๐‹๐•: Besos a medianoche
โ” ๐—๐‹๐•๐ˆ: Te lo prometo
โ” ๐—๐‹๐•๐ˆ๐ˆ: El inicio de una sublevaciรณn
โ” ๐—๐‹๐•๐ˆ๐ˆ๐ˆ: Que los dioses se apiaden de ti
โ” ๐—๐‹๐ˆ๐—: Golpes bajos
โ” ๐‹: Nos acompaรฑarรก toda la vida
โ” ๐‹๐ˆ: Una red de mentiras y engaรฑos
โ” ๐‹๐ˆ๐ˆ: No tienes nada contra mรญ
โ” ๐‹๐ˆ๐ˆ๐ˆ: De disculpas y corazones rotos
โ” ๐‹๐ˆ๐•: Yo no habrรญa fallado
โ” ๐‹๐•: Dolor y pรฉrdida
โ” ๐‹๐•๐ˆ: No me interesa la paz
โ” ๐‹๐•๐ˆ๐ˆ: Un secreto a voces
โ” ๐‹๐•๐ˆ๐ˆ๐ˆ: Yo ya no tengo dioses
โ” ๐‹๐ˆ๐—: Traiciรณn de hermanos
โ” ๐‹๐—: Me lo debes
โ” ๐‹๐—๐ˆ: Hogar, dulce hogar
โ” ๐‹๐—๐ˆ๐ˆ: El principio del fin
โ” ๐‹๐—๐ˆ๐ˆ๐ˆ: La cabaรฑa del bosque
โ” ๐‹๐—๐ˆ๐•: Es tu vida
โ” ๐‹๐—๐•: Visitas inesperadas
โ” ๐‹๐—๐•๐ˆ: Ella no te harรก feliz
โ” ๐‹๐—๐•๐ˆ๐ˆ: El peso de los recuerdos
โ” ๐‹๐—๐•๐ˆ๐ˆ๐ˆ: No puedes matarme
โ” ๐‹๐—๐ˆ๐—: Rumores de guerra
โ” ๐‹๐—๐—: Te he echado de menos
โ” ๐‹๐—๐—๐ˆ: Deseos frustrados
โ” ๐‹๐—๐—๐ˆ๐ˆ: Estรกs jugando con fuego
โ” ๐‹๐—๐—๐ˆ๐ˆ๐ˆ: Mal de amores
โ” ๐‹๐—๐—๐ˆ๐•: Creรญa que รฉramos amigas
โ” ๐‹๐—๐—๐•: Brezo pรบrpura
โ” ๐‹๐—๐—๐•๐ˆ: Ya no estรกs en Inglaterra
โ” ๐‹๐—๐—๐•๐ˆ๐ˆ: Sentimientos que duelen
โ” ๐‹๐—๐—๐•๐ˆ๐ˆ๐ˆ: ยฟQuiรฉn dice que ganarรญas?
โ” ๐‹๐—๐—๐ˆ๐—: Planes y alianzas
โ” ๐‹๐—๐—๐—: No quiero perderle
โ” ๐‹๐—๐—๐—๐ˆ: Corazones enjaulados
โ” ๐‹๐—๐—๐—๐ˆ๐ˆ: Te quiero
โ” ๐‹๐—๐—๐—๐ˆ๐ˆ๐ˆ: La boda secreta
โ” ๐‹๐—๐—๐—๐ˆ๐•: Sangre de mi sangre y huesos de mis huesos
โ” ๐‹๐—๐—๐—๐•: Brisingamen
โ” ๐‹๐—๐—๐—๐•๐ˆ: Un sabio me dijo una vez
โ” ๐‹๐—๐—๐—๐•๐ˆ๐ˆ: Amargas despedidas
โ” ๐‹๐—๐—๐—๐•๐ˆ๐ˆ๐ˆ: Te protegerรก
โ” ๐‹๐—๐—๐—๐ˆ๐—: El canto de las valquirias
โ” ๐—๐‚: Estoy bien
โ” ๐—๐‚๐ˆ: Una decisiรณn arriesgada
โ” ๐—๐‚๐ˆ๐ˆ: Tรบ harรญas lo mismo
โ” ๐—๐‚๐ˆ๐ˆ๐ˆ: Mensajes ocultos
โ” ๐—๐‚๐ˆ๐•: Los nรบmeros no ganan batallas
โ” ๐—๐‚๐•: Una รบltima noche
โ” ๐—๐‚๐•๐ˆ: No quiero matarte
โ” ๐—๐‚๐•๐ˆ๐ˆ: Sangre, sudor y lรกgrimas
โ” ๐—๐‚๐•๐ˆ๐ˆ๐ˆ: Es mi destino
โ” ๐—๐‚๐ˆ๐—: El fin de un reinado
โ” ๐‚: Habrรญa muerto a su lado
โ” ๐‚๐ˆ: El adiรณs
โ” ๐„๐ฉ๐ขฬ๐ฅ๐จ๐ ๐จ
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โ” ๐—๐—๐ˆ๐ˆ: No me arrepiento de nada

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By Lucy_BF

────── CAPÍTULO XXII ──────

NO ME ARREPIENTO DE NADA

────────ᘛ•ᘚ────────

( NO OLVIDES VOTAR Y COMENTAR )

◦✧ ✹ ✧◦

        DRASIL SE MORDISQUEÓ el interior del carrillo, soliviantada. Sus orbes esmeralda escrutaron con sumo detenimiento las inmediaciones del cubículo en el que se encontraban, mientras sus manos jugueteaban frenéticamente la una con la otra. Después de que ella y Ubbe desataran la pasión ardiente que, desde que se conocían, había existido entre ambos, el joven la había conducido a un lugar más privado, lejos de miradas y oídos indiscretos. Había entrelazado su mano con la de la skjaldmö y, luego de asegurarse de que nadie los había visto, la había guiado a través de las laberínticas calles que conformaban Kattegat, concluyendo su trayecto frente a las puertas de un pequeño pajar, donde sabía que nadie les molestaría.

Drasil sintió cómo las mejillas se le arrebolaban al examinar el sitio en el que iban a terminar lo que habían comenzado en aquel oscuro callejón. 

El habitáculo, construido en fría piedra, contaba con dos ventanucos a través de los cuales se colaba la luz de la luna, iluminando parcialmente los montones de paja que había esparcidos por el suelo.

Percibió la inconfundible presencia de Ubbe a su espalda, provocando que sus pulsaciones volvieran a dispararse. Las manos del primogénito de Ragnar y Aslaug recorrieron su estrecha cintura hasta detenerse en su vientre, que se contrajo ante su cálido toque.

Drasil cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás, apoyándola en el hombro de Ubbe. Este no tardó en apartar su exuberante melena, despejando así su cuello. La escudera tuvo que apretar los labios en una fina línea para contener el gemido que amagaba con escabullirse de su garganta, en tanto el Ragnarsson dejaba en su inmaculada piel un camino de besos y suaves mordiscos que no hacían más que incrementar sus ansias de tenerlo dentro de ella.

—No te imaginas la de veces que habré fantaseado con este momento —le susurró Ubbe al oído, haciéndola estremecer—. Con poder tocarte... —Sus dedos ascendieron sinuosamente por el torso de Drasil, acariciando determinadas zonas de su anatomía que consiguieron arrancarle a la castaña varios sonidos placenteros—. Y besarte —musitó, justo antes de que ella girara sobre sus talones para poder tenerlo cara a cara.

Drasil lo agarró por la pechera de su camisa y lo atrajo hacia sí, adhiriendo su cuerpo al del muchacho. Inclinó el rostro en su dirección, poniéndose de puntillas para así quedar a su misma altura, y acercó sus labios a los suyos, ocasionando que estos se rozaran de manera tortuosa.

—Dime que me deseas —bisbiseó ella con voz trémula. Su hálito y el de Ubbe se entremezclaban debido a la cercanía y sus pechos chocaban entre sí por culpa de sus agitadas respiraciones—. Quiero oírlo... —Apartó su boca de la de él, recibiendo un gruñido de su parte—. Dilo —insistió.

Ubbe juntó sus frentes, resollando a causa de la excitación.

—Te deseo —articuló el chico—. No puedo dejar de pensar en ti. Cada día, cada hora, cada segundo... No sé qué me has hecho, pero como siga así voy a acabar volviéndome loco —confesó en un murmullo apenas audible.

Con la satisfacción relampagueando en sus fulgurantes pupilas, Drasil esbozó una sonrisilla mordaz, para después rebasar los escasos centímetros que los separaban y besarlo apasionadamente. Ubbe la correspondió al instante, envolviéndola en sus fuertes brazos.

Sin despegar sus carnosos labios de los del joven, Drasil lo arrastró hacia una de las esquinas, dispuesta a dar el siguiente paso. Ubbe no opuso la menor resistencia: dejó que la hija de La Imbatible tomara el control de la situación mientras él se limitaba a gozar del inmenso placer que le generaban todas y cada una de sus provocaciones. 

Drasil posó las manos en su musculoso torso y le instó con un suave movimiento a que se sentara. El Ragnarsson obedeció, acomodándose en un montoncito de paja. 

La skjaldmö elevó un poco la falda de su vestido y, con un brillo libidinoso centelleando en sus iris verdes, se sentó a horcajadas sobre Ubbe. Este berreó al sentir el peso de Drasil sobre él. La presión que ejercía en su entrepierna, ligeramente abultada, le obligó a comprimir la mandíbula con fuerza, haciendo rechinar sus dientes.

Una nueva sonrisa asomó al semblante de Drasil. Se desabrochó la capa y, sin apartar la mirada de Ubbe, bajó sutilmente las mangas de su vestido, dejando sus hombros al descubierto. 

Igual que un lobo hambriento, el primogénito de Ragnar y Aslaug se abalanzó sobre uno de ellos, besándolo y mordiéndolo con ferocidad. Acto seguido, se tomó la libertad de completar lo que Drasil había empezado. Deslizó la aterciopelada prenda hacia abajo y se tomó unos segundos para poder admirar la desnudez de su busto.

Por todos los dioses... La visión de sus senos, pequeños y torneados, bastó para que la llama que se había prendido en su interior se transformara en un incendio abrasador. Le resultó imposible ignorar una dolorosa erección presionando el forro de sus pantalones, por lo que cerró las manos en dos puños apretados.

Sin ningún atisbo de pudor, Ubbe apresó su pecho izquierdo, masajeándolo, deleitándose ante su suave tacto. No le había pasado desapercibida la forma en que Drasil se había sobrecogido ante aquel gesto, de modo que no lo dudó a la hora de asaltarlo con su boca. Paseó su experimentada lengua por él, deteniéndose en su areola, en torno a la que dibujó pequeños círculos. La castaña gimió imperceptiblemente cuando Ubbe se aventuró a succionar su pezón, haciendo que se convulsionara de placer.

Con el corazón latiéndole con fuerza bajo las costillas, Drasil condujo su mano dominante a la cinturilla del pantalón de Ubbe, que continuaba jugueteando con sus senos. En cuanto sus dedos establecieron contacto con el miembro —ya erecto— del muchacho, el calor le subió a las mejillas y a las orejas.

Lo agarró con firmeza y lo orientó hacia los pliegues de su sexo, que se hallaba extremadamente húmedo. Drasil soltó todo el aire que había estado conteniendo al mismo tiempo que se dejaba caer sobre Ubbe, introduciéndolo en su interior de una única arremetida. El Ragnarsson masculló algo ininteligible, para luego tumbarse en el suelo en señal de sumisión.

La hija de La Imbatible comenzó a moverse con lentitud a la par que Ubbe hundía los dedos en sus nalgas, exhortándola para que no se detuviera. Se forzó a aumentar la velocidad y la rudeza de los empellones en el momento en que la fruición que le proporcionaba aquel vínculo carnal empezó a hacerse insoportable.

Fue ahí, en aquel humilde pajar, tras un incesante vaivén de embistes, donde los dos llegaron a su punto álgido. La primera en alcanzar el apogeo fue Drasil, que dejó escapar un gritito ahogado en tanto un éxtasis eléctrico recorría su espina dorsal y paralizaba sus piernas. Por último, fue Ubbe quien conquistó el orgasmo, cayendo rendido ante aquella explosión sensorial que se había adueñado de todas y cada una de sus terminaciones nerviosas.

Drasil descansó su frente sobre el torso de Ubbe, tratando de recuperar la compostura. Su cuerpo temblaba levemente y una pequeña quemazón había comenzado a abrirse paso en su zona íntima. Apenas un instante después, cuando el ritmo de sus latidos volvió a normalizarse, alzó el rostro hacia su amante, que aún jadeaba.

Ella sonrió, ufana.

Había alcanzado un clímax como hacía tiempo no experimentaba.

Los dedos de Drasil se movían con agilidad y precisión, desenredando los nudos que se habían formado en su larga cabellera y retirando los filamentos de paja que se habían quedado enganchados a algunos mechones. A su lado, Ubbe permanecía recostado en el suelo mientras contemplaba silente cómo ella se acicalaba tras una dura —y placentera— sesión de sexo.

El muchacho hilvanó una sonrisa pícara. Las imágenes de la skjaldmö cabalgando sobre él acudieron a su mente como una tormenta de fuego, despertando de nuevo su libido. Por Odín, había disfrutado tanto con ella... Sin lugar a dudas, el coito había estado a la altura de sus expectativas.

—Estás muy callada —habló Ubbe con voz ronca y cascada—. ¿Te encuentras bien? —consultó, acariciando la espalda de Drasil, que ya había terminado de atusarse el pelo.

—Sí —respondió ella con simpleza.

Sin querer entrar en más detalles, la escudera se puso en pie y cogió su capa, sacudiéndola después. Se la colocó sobre los hombros y la anudó a su cuello.

Ubbe también se levantó, consciente de que no le estaba diciendo la verdad. Avanzó un par de pasos, situándose tras ella, y la tomó de la cintura. Todavía dándole la espalda, Drasil se mordió el labio inferior. 

Que el chico la agarrase así la enloquecía.

—Dras. —Se sorprendió al escucharle pronunciar aquel diminutivo, dado que esa era la primera vez que la llamaba así. La susodicha se volteó hacia él, clavando sus orbes esmeralda en los zafiro de Ubbe—. ¿Qué ocurre? —quiso saber el primogénito de Ragnar y Aslaug.

Drasil suspiró, abatida.

—Es solo que... —comenzó a decir al tiempo que se pasaba una mano por la cara en un mohín nervioso. Le estaba costando bastante encontrar las palabras adecuadas—. Siento que estoy traicionando a Lagertha y a mis compañeras —apostilló con un hilo de voz.

La castaña rehuyó la mirada de Ubbe y la fijó en el suelo. Y es que no había sido hasta ese preciso momento que le había dado por pensar en lo que diría la soberana si llegara a enterarse de lo que había sucedido en aquel pajar. Tragó saliva, tratando de deshacer el molesto nudo que se había aglutinado en su garganta. La sola idea de que aquella noticia pudiera llegar a oídos de Lagertha le ponía el vello de punta.

Ubbe la observó con la comprensión reluciendo en sus iris celestes. Sabía cómo se sentía, puesto que él había experimentado algo similar aquella noche durante el Solsticio de Invierno, cuando Ivar le echó en cara el hecho de que estuviese tan interesado en ella, en una de las hirðkonur de Lagertha, la mujer que había asesinado a sangre fría a su progenitora.

Colocó el dedo índice bajo el mentón de Drasil y lo irguió con delicadeza, obligándola a que lo mirase nuevamente a los ojos.

—¿Te arrepientes de lo que ha pasado esta noche? ¿De lo que hay entre nosotros? —preguntó Ubbe, cuyas facciones se habían crispado en un rictus contrito. No quería presionarla, ni mucho menos agobiarla, pero necesitaba saber qué pensaba ella al respecto.

—Eso es lo peor de todo. —Drasil respiró hondo antes de proseguir—: No me arrepiento de nada —manifestó con rotundidad.

Aquello pareció aliviar al Ragnarsson, que suavizó de manera inconsciente la expresión de su semblante. No pudo resistirse a la tentación de desplazar su mano hacia la mejilla de la muchacha. Su piel era tan cálida y sedosa... Podría estar acariciándola eternamente.

—Pues entonces deja de pensar en los demás y, por una vez, piensa en ti. —Deslizó el pulgar por su pómulo, causándole un nuevo estremecimiento—. Sé que nuestra situación no es fácil, pero... no estoy dispuesto a renunciar a esto. No quiero hacerlo.

Drasil no pudo hacer otra cosa que sonreír, enternecida.

—Yo tampoco quiero —secundó. Al oírlo, Ubbe también sonrió, justo antes de depositar un tierno beso en sus labios—. Pero tendremos que ser discretos a partir de ahora. Al menos hasta que las cosas se calmen —sentenció la skjaldmö, una vez que se hubieron separado.

El primogénito de Ragnar y Aslaug asintió, de acuerdo con ella.

—Lo sé, y no te haces una idea de lo mucho que me va a costar guardar las apariencias —indicó sin separar su frente de la de Drasil. Esta entrelazó las manos detrás de su nuca—. Va a ser una tortura tenerte cerca y no poder tocarte —añadió.

La aludida carcajeó. Para ella también iba a ser complicado fingir que no había nada entre ellos. Pero si no querían que las cosas se torcieran aún más, no les quedaba más remedio que hacerlo. Era cierto que le asustaban las posibles consecuencias que aquello pudiera acarrear, pero llevaba reprimiéndose varios meses y ahora que se había dado cuenta de lo mucho que le gustaba Ubbe no tenía la menor intención de dejarle escapar.

—Tengo que irme —murmuró Drasil, saliendo de su ensimismamiento.

—¿Tan pronto? —Ubbe arrugó la nariz.

La hija de La Imbatible tuvo que hacer un grandísimo esfuerzo para no besarlo de nuevo. 

Supuestamente ella estaba en casa con un fuerte dolor de estómago. O al menos eso era lo que les había dicho a Kaia y a sus amigas, escaqueándose así del banquete que se había celebrado después del sacrificio. De modo que no podía arriesgarse a que su madre regresara a casa antes de lo previsto y no la encontrase allí.

—¿Todavía no me he marchado y ya me estás echando de menos, Ragnarsson? —lo picó ella con diversión.

Con una sonrisa afilada en el rostro, el mencionado la arrinconó contra la pared. Drasil resolló al notar cómo, una vez más, las manos de Ubbe se asentaban en sus caderas. El joven no titubeó a la hora de apretar su anatomía contra la de la escudera, sabedor de lo mucho que aquello la excitaba.

«Maldito seas, Ubbe», farfulló ella para sus adentros.

—Tú también me vas a extrañar —señaló el guerrero, a lo que Drasil lo miró con expectación—. Sobre todo cuando estés esta noche en tu lecho y te acuerdes de lo mucho que has disfrutado conmigo —agasajó.

La castaña rio por lo bajo.

Definitivamente el ego de Ubbe no conocía límites.

—Eso no me quitará el sueño, tranquilo —lo azuzó ella, juguetona.

Tan pronto como terminó de articular aquella frase, los dedos del muchacho se cernieron sobre sus nalgas, apretándolas con fuerza, lo que hizo que Drasil ahogase un gemido.

—Quédate un poco más, por favor —suplicó Ubbe, aproximando sus labios a los de la skjaldmö. Esta se maldijo en su fuero interno; el Ragnarsson podía ser muy persuasivo cuando se lo proponía—. La noche es muy larga y yo aún tengo hambre de ti.

▬▬▬▬⊱≼≽⊰▬▬▬▬

N. de la A.:

¡Hola, corazones!

Weno, weno, weno... capítulo mega tórrido y calenturiento, no os podéis quejar x'D He de confesar que esta es la primera vez que escribo una escena así, tan explícita, y que al principio tenía mis reservas, ya que no quería que quedase burda ni obscena, pero me ha gustado mucho redactarla, qué queréis que os diga jajaja. Creo que ha quedado bastante erótica y muy acorde a cómo son estos dos xD ¿A vosotros qué os ha parecido? ¿Os gustaría que hubiese más escenas del estilo? Ya os adelanto que Drabbe va a ser muy pasional (͡° ͜ʖ ͡°)

¿Y qué me decís de Drasil? ¿Os esperabais su decisión de seguir adelante con Ubbe? Al final no es tan leal a Lagertha como todos pensábamos. Le ha podido más la lujuria y el deseo (¬‿¬) Porque ellos en ningún momento han hablado de amor, ni mucho menos, sino de encuentros casuales. Es cierto que están empezando a sentir cosillas el uno por el otro, pero aún falta un poquito para que entren en la fase de enamoramiento.

Me gustaría haceros una preguntilla (sí, otra más, ya sabéis que me encanta leer vuestras opiniones jajaja). ¿Cuáles son vuestras predicciones para esta pareja? ¿Cómo creéis que será su evolución? Porque, en estos momentos, son un poco como Romeo y Julieta xD Drasil está atada a Lagertha y Ubbe tiene que aguantar al neurótico de Ivar... Ay, es que tengo tanto salseo preparado para los próximos capítulos que me emociono yo sola jajajaja.

En fin, espero que os haya gustado el capítulo. El siguiente será el último antes de que partan a Inglaterra y vendrá con sorpresa incluida, so... Dadle a la estrellita para que me motive y así lo suba cuanto antes.

Besos ^3^

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Incorrect quotes = Citas incorrectas, segรบn Google. Momento random para Mi. *** Son solo momentos random de estรกs cuatro personitas. - Probablemente...
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ยฟcomo podรญa soap enamorarse de su teniente? su mente se vuelve un lรญo y ya no sabe que hacer y lo รบnico que puede hacer es pedir ayuda...pero ghost e...