─Ji hyung, llegaremos tarde─ gritó Daesung desde la primera planta.
Ji tenía su propio sistema que seguir, así había podido sobrevivir, conocía cada rincón de su casa y además que gracias a su hermana y mejor amigo su dezplazamiento era fácil, ya que se habían encargado de colocar cosas que a Ji le podrían indicar en que parte de la casa se encontraba.
─Ya voy, Dae- gritó de igual manera, estaba terminando de arreglarse, aunque no pudiera ver, utilizaba los ojos de Dae para que le describiera la ropa y elegir lo que le quedaba mejor.
Se arregló el cabello y se dispusó a bajar las gradas, claro, con el debido cuidado.
─¿Ya está todo listo?─ preguntó Ji Yong.
Daesung se acercó al mayor para ayudarlo a caminar hacia la salida de su casa.
─Si, ya está todo listo, no te preocupes.
─¿Desayunaremos?─ preguntó Ji cuando escuchó su estómago rugir.
─Claro, cerca del hospital hay una cafetería que sirve comida deliciosa.
Ji asintió con una sonrisa provocando que sus ojos color miel tomaran la forma de medias luna.
El trayecto de su casa al hospital tomó media hora tomando en cuenta el tráfico, Dami iba en el volante mientras que Dae y Ji en la parte trasera del auto.
─¿Estás nervioso?─ preguntó Dae.
─Un poco, no me estoy haciendo tantas ilusiones─ dijo Ji restandole importancia.
─Bien pequeñines, llegamos─ dijo Dami parqueandose en frente del hospital.