Capítulo ocho.
Olivia.
El resto de la semana fue igual que siempre, iba a la casa de Malen, hacíamos tarea y la ayudaba a estudiar.
Algunas veces me quedaba a dormir, lo que termiaba en que Valentín no me dirija la palabra.
Aunque eso ya no me enojaba, simplemente lo ignoraba y ni siquiera lo miraba.
— ¿Hoy va a venir tu novia?—Preguntó Malen, haciendo que levante la vista de mi tarea y miré a Valentín.
Cuando me miró volví a bajar la vista y traté de concentrarme en la tarea de historia.
— Si.—Contestó sin mucho interés.
— No me cierra esa chica.—Habló Malen, la miré con los ojos abiertos y mordi mi lápiz.
Justo a él se lo venía a decir.
— ¿Y a mi que me importa Malen? Es mi novia no tuya.—Dijo algo molesto.
Malen se río.
— No te enojes Valen.—Se burló, después de eso se paró para ir a la cocina a buscar algo para comer.
Seguro estaba haciendo sanguches para nosotras dos, aunque últimamente también le hacía a Valentín.
— Pst... Olivia.—Su voz en voz baja hizo que levantara mi vista para dirigirla a sus ojos.
Y recién me di cuenta de que me estaba mirando a mi, solo esperaba que no lo haya hecho por mucho tiempo porque cuando me concentro pongo una cara re de pelotuda.
Levanté las cejas para que siga hablando. Abrió la boca para hablar y cuando pensé que me iba a saludar soltó:
— ¿Me pasas esa carpeta negra que está arriba de la mesa?
¿Tanto le costaba pararse?
Giré los ojos y me paré de la silla así le alcanzaba su querida carpeta. Me acerqué a él y cuando ya estuve en frente extendí mi mano con la carpeta en ella.
La agarró y sonrió.
— Gracias.—Habló, no le respondí y traté de seguir caminando, pero su mano lo impidió.
Me agarraba la muñeca.
— ¿Qué haces?—Dije mirando su agarre.
— Hola ¿no?—Giré los ojos y mordi mi labio.
— Hola.—Murmure y recién ahi me solto.
No es mas bipolar porque él no quiere.
Cuando me senté otra vez en la silla a seguir haciendo lo mio, Malen salió de la cocina con un plato lleno de sanguches y una jarra de jugo.
— Eaaa.—Grité aplaudiendo, Malen se río y me miró.
— Callate estúpida y ayudame.—Sonreí y me paré para que no se le caigan los vasos al piso.
Se volvió a meter a la cocina y salió con otro plato más chico, que contenía lo mismo, atenta la seguí con la mirada.
Se paró en frente de Valentín y le sonrió.
— Eu Valen.—Dijo haciendo que saque la vista de su celular.
— ¿Qué?
— Toma.—Le dio el plato con sanguches. Valentín sonrió y lo agarró.
Lo dejó en la mesita ratona, se paró y la agarró por los hombros para pasarle la mano por el pelo en forma amistosa.
Abrí los ojos asombra.
— Gracias Malencita.—La molestó, se rieron un poco y después los dos se empujaron.
— Dale estúpido.
Eso si fue raro.
🌻🌻🌻
Después de pasar toda la tarde en la pieza de Malen boludeando y haciendo tarea decidimos ir a mi casa a hacer una pijamada, solo porque estábamos al pedo y no queríamos salir.
— A ver si me dejas lugar para cambiarme Olivia Duarte.—Dijo mi amiga imitando una clase de voz rara.
Giré los ojos, que nombre de mierda que tengo.
— ¿A donde voy entonces?—Pregunté agarrando mi mochila y colgandola en mi hombro.
— Abajo gila.
— Hablame bien estúpida.—Le tiré un muñeco por la cabeza, formó una "o" con sus labios haciendose la indignada.
— Te hablo como quiero pedazo de pelotuda come chori.
— Eh ¿que te pasa con el chori pa?—Active mi modo turro y caminé a ella.
Largó una carcajada y me empujó.
— Dale, andate.—Me empujó hasta la puerta, me reí un poco y salí.
— Me hiciste doler.—Exagere, hizo puchero.
— ¿Me perdonas?
Negué con la cabeza y largue otra carcajada.
Me di vuelta y bajé por las escaleras saltandome escalones. Cuando ya pise el suelo miré a mi alrededor.
Como no había nadie me senté en la mesada y empecé a joder con un muñeco de porcelana que tiene la mamá de Malen, con cuidado de que no se me caiga. Movía mis pies entretenida.
Hasta que escuché unas voces y pasos, levanté mi vista y vi a los dos:
Valentín y su novia.
Me quedé muda cuando reconocí a la chica, Dios no, esto no estaba pasando. Como le podía hacer eso a él. ¿Qué se suponía que debía decir?
Tanto asco me provocaba que tenía que salir de ahi, recordarla con mi ex-novio aquel día me ponía los pelos de punta, necesitaba salir a tomar aire.
Mis manos apretaron el muñeco y la quedé mirando, estaba con una sonrisa y podía ver que Valentin también, él la abrazaba de atrás y le dejaba besitos en el cuello mientras ella reía.
Dios que asco.
Me bajé de la mesada de un salto, traté de salir por la puerta con la cabeza baja, pero creo que el mundo me odia y actúa en mi contra.
Me choque con la puerta; provocando así el mayor ruido posible.
— ¿Quién es ella?—La escuché susurrar, y me tuve que contener para no decirle, "la ex novia del pibe que te curtis todavía estando con Valentin, un gusto".
Valentín se aclaró la garganta.
— Ella es Olivia, la amiga de Malen.—Habló en voz alta, ¿Y que podía hacer?
Mordi mi labio con fuerza.
— Ay hola linda, yo soy la no...—Su voz empezó a disminuir a medida que me iba reconociendo, de un momento a otro su cara se puso pálida.
— Un gusto, me llamo Olivia.—Fingi una sonrisa.—Creo que te conozco.—Hablé con un poco de bronca, mordiendome la lengua para no soltarle todo.
— E-eh no me acuerdo de haberte visto.—Pronunció tartamudeanado.
— ¿Segura?—Pregunté frunciendo el ceño, ella asintió rápidamente abriendo un poco los ojos.
Estaba lista para decirle que si me conocía y que no se haga la tonta, pero Valentin hablo:
— ¿Se conocían?
Mi corazón se partió en mil pedazos, su voz de ingenuidad y sus ojos azules me miraban, con su carita de bebé. No podía decirle ahora, lo iba a hacer mierda.
— No, mala mia.—Dije por último y salí de ahi sin despedirme.
Salí de la casa rápido, caminando con tanta bronca que no podía cargarla sola, un mar de preguntas llenaron mi cabeza y las ganas de tener una idea de que hacer llegaban a mi.
¿Se lo tendría que decir?
En todo el camino a casa me olvidé de algo muy importante y solo cuando llegue pude murmurar recordandolo:
— Mierda, Malen.
🌻🌻🌻
Medio pete pero tengan en cuenta que es de madrugada y tengo sueño.
45 votos y sigo.
Lxs amo.
Comenten perri, me mato de risa.