Bad, Bad Bitch » Park JiMin »...

By Khwannie

87.4K 5.5K 1.6K

El nerd la ponía ¿Qué podía hacer? Exacto, obligarlo a rezar entre sus piernas. » Historia heterosexual smut... More

Advertencia💀👻👀
#1
#2
FINAL
EPÍLOGO

Prólogo

14.2K 1K 683
By Khwannie

Lamentablemente los comentarios se perderán de los párrafos gracias a la edición, but, se podrá leer más a gusto sin tantos errores ;___;



Callado, tímido, muy solitario, ropa extremadamente ancha, totalmente fuera de moda; enormes lentes de pasta negra y cabello pulcramente peinado con una horrorosa línea justo en medio de su cabeza.

Un nerd, por supuesto.

Todo lo que nadie quiere en un hombre.

Excepto yo.

¡Park JiMin me ponía, maldición!

Nuevamente le observo desde mi lugar con disimulo, cargando con el cansadísimo trabajo de mantener mi vagina seca y fresca, pero el sólo hecho de que esté sentando a un par de mesas, tan absorto leyendo su enorme libro; simplemente me deja nadando en un río de fluidos. Trato de controlar mi respiración entrecortada, cerrando las piernas para evitar el horrible ardor que sentía en mi zona baja.

— Que lindo— musito cuando lo veo hacer una mueca mientras se ajusta sus lentes.

Sumiso y follable, uhm, sí...

Ay, estoy sufriendo espasmos.

¡Maldita sea, mi vagina idiota!

Suspiro por tercera vez cuando lo veo subrayar una página del libro, parecía totalmente ensimismado en lo que hacía; y es que después de todo JiMin no solía hablar con nadie, por lo que se la pasaba solo en toda la hora del almuerzo.

Frunzo el ceño cuando visualizo a los tres idiotas del instituto caminar hacia él, por lo que mi momento de relajación visual se fue a la mierda apenas comienzan a fastidiarlo. Sin aviso alguno, el libro que leía fue arrancado de sus manos; haciendo que se encoja en su lugar, por lo que las risas no tardaron en llegar.

Todos en el comedor se encontraban expectantes al show; algunos con burla, otros con lástima, pero aún así nadie intervenía.

No hacían ni una mierda.

Bueno, no del todo, algunos sacaron sus teléfonos móviles para grabar la humillación y después subirlo a Youtube.

Jodidos idiotas.

Bufo cuando un bravucón de quinto año levanta su puño contra el rostro compungido del rubio, asustando a mi pequeño corderito. Sin embargo, el golpe nunca llegó, pero sí las escandalosas risas.

Mierda, ya no más.

No dejaría que eso volviese a ocurrir. Las únicas marcas que tendrá serán las de mis chupetones en su cuerpo, amén

— ¿Y tú a dónde vas?— pregunta de inmediato una de las zorras de mi grupo. Las demás posan su mirada en mí con interés y arrogancia, haciendo que yo enarque una ceja.

— Tsk— chasqueo mi lengua, no iba a permitir que metieran sus narices plásticas en mis asuntos— No es tu problema— escupo con hostilidad— Ve a vomitar o algo- le advierto bajo las miradas desaprobatorias del grupo. Si bien me la pasaba con ellas, ni de cerca llegaban a ser mis amigas; pero andar con las niñas ricas del colegio me otorgaba muchos beneficios, entre ellos mi estatus.

"¿Estatus de zorra chupa pijas?"

Blanqueo mis ojos cuando mi consciencia me lo restriega.

¡Anda ya, mejor ponte a idear un plan para ayudar al mocoso!

Al escuchar mi respuesta, el grupito de plásticas niegan con su cabeza, queriendo seguir jodiendo me la paciencia. Sin embargo, las dejo con la palabra en la boca cuando salgo caminando a toda prisa hacia JiMin.

Mi cerebro no tarda en maquinar un plan de zorra arrastrada, pero esto era peor que nada; así que mientras camino a su dirección, acomodo mis pechos y subo un poco mi falda, dejando ver mi piel lechosa; la cual era la envidia de todas las chicas y el deseo de todo hombre dentro del colegio.

Cuando estoy a casi nada de llegar, respiro hondo antes de ir reduciendo la velocidad de mis pasos; comenzando a caminar con más sensualidad para poner en marcha mi plan.

Finalmente me encuentro justo detrás de sus espaldas y por lo que veo ninguno todavía repara en mi presencia, sin embargo desde mi lugar puedo divisar el menudo y tembloroso cuerpo de mi niño acorralado contra la pared.

— Cofcof— sueno mi garganta, haciendo que toda la atención recaiga en mi persona cuando las iracundas miradas me escrutan desde arriba.

De inmediato sonrío coqueta, dejando que mis pechos sean la principal atracción, por lo que casi que al instante obtengo la atención que necesito, dejando a Jimin en segundo plano. Y aunque me sentía totalmente asqueada, cualquier cosa era mejor que quedarme sin hacer nada.

— ¿Se te ofrece algo, preciosa?— uno de ellos pregunta con una sonrisa que, supone él, le hacía ver mas guapo.

Pues no, hijo de puta. Eres horrible y lo demás es cuento.

Mi rostro quiere deformarse en una mueca de profundo asco cuando siento su aliento chocar directamente contra mi rostro, haciendo que mis ojos se desvíen con disimulo hacia JiMin, quien también me observa expectante; quizás preguntándose por qué alguien como yo está interfiriendo.

Sin embargo, su mirada cristalizada sólo me impulsa a seguir.

Vuelvo a sonreír, aunque se notaba a leguas que era forzado.

— Lo siento tanto por interrumpir, oppa— me disculpé con un horrible aegyo que detestaba usar, pero en Corea era un maldito mandato impuesto por la biblia— ¡Pero es que necesito su ayuda, chicos!— puchereo con una leve inclinación de torso. Casi que de inmediato sus miradas recaen sobre mi escote, incluyendo la de JiMin; haciendo que yo sonría por dentro.

Quería decir que tampoco era inmune a mis encantos, coño, jamás me ha noticeado.

Cuando termino de hablar; los tres idiotas se miran entre ellos con enormes sonrisas retorcidas adornando sus labios, seguro pensando que se habían ganado la lotería conmigo.

¡Pufff!

Mi concha sólo palpita por ese perdedor que tienen allí temblando de miedo.

El que parecía ser el líder de los otros dos lame huevos, se acerca a mí con galantería y aunque me producen arcadas respirar su perfume barato; trato de mantener una sonrisa.

Después de todo, de esto dependía que JiMin saliera sano y salvo.

— Bien y, ¿Qué podemos hacer por ti, muñeca?— vuelve a preguntar, llevando su mano hasta mi cabello para luego tomar uno de mis mechones y pegarlo a su nariz. Mi sonrisa tiembla por un momento, quería meterle un puñetazo y dejarlo medio muerto; pero esta vez no podía ser tan impulsiva, el tipo era enorme, además de que se veía fuerte. Ni siquiera con mis enormes tacones era capaz de llegarle, aunque bueno, ya saben lo que dicen; esos orangutanes son manejables.

Relamo mis labios mientras la mueca de JiMin no pasa por alto ante mis ojos ¿qué mierdas le pasa? Trato de salvar su enorme y bello culo.

— Sucede que— giro mi cabeza hacia atrás y observo al grupo de plásticas comiendo su asqueroso pasto verde, digo, su ensalada—, ¿Ven a ese grupo de allá?— señalo con mi barbilla. Pensaba hacer algo de lo cual posiblemente las desnutridas me echarían del grupo en definitiva, pero me importaba un gran y enorme culo.

A los tipos pareció gustarle lo que vieron, ya que silban con expresión de gozo.

— Pues...— continúo mirando de reojo a JiMin, quien aprovechando que la atención de los bravucones estaba puesta sobre mí, se había estado rodando lentamente a otro lugar. De inmediato recoge sus gafas del suelo y trata de ponérselas sin que le temblara el pulso— Las chicas necesitan ayuda con unos materiales que el profesor de arte nos mandó a buscar— prosigo, mintiendo con gran fluidez— Son pesados, pero como ustedes son taaan fuertes— exagero dramáticamente, enroscando un mechón de cabello contra mi dedo y actuando como la zorra bonita que soy— Uh, pensé que podrían ayudarnos— finalizo con un tono de voz tan chillón que hasta a mí me dolió escuchar.

Pude ver al contrario relamer sus labios con anticipación, así como también la evidente emoción de sus dos perros falderos.

— Tú solo dime cuándo y dónde, cariño— acepta con media sonrisa; totalmente concentrado en mi persona.

Perfecto, ahora quítate que apestas.

— Ellas los estarán esperando— concluyo con media sonrisa, volviendo a llevar mi atención hasta la mesa de las populares y dando con la mirada de la nueva del grupo; Lizzy, una hermosa pero hueca extranjera, la cual parecía una total bulimica.

Siempre la he ignorado, pero esta vez la saludo como si fuera mi mejor amiga. La joven rubia queda perpleja, señalandose a sí misma antes de que yo gire mis ojos y asienta, dándole a entender que debía devolverme el saludo; lo cual hizo con euforia, ugh.

— ¿Lo ven?— argumento, devolviendo mi atención hasta ellos; por lo que soltaron unas risitas estúpidas que me sonaron como una jodida gata en celo.

Luego de distraerlos un poco más, finalmente los tipos se esfumaron de mi vista, no sin antes volver a comerme con la mirada, por lo que los despido con una sonrisa en la boca antes de concentrar toda mi atención en el muchacho que tenía casi que al costado, todavía apoyado sobre la pared.

Se veía aliviado por salvarse de la paliza de hoy, sin embargo muy concentrado en lo suyo; ya que su libro estaba vuelto trizas trataba de acomodarlo lo que más podía.

Sin decir una palabra, le observo con curiosidad; y tal parece que todavía no reparaba en mi presencia, puesto que pensó que me había ido con los bravucones.

— Es increíble lo que hace una cara bonita— lo escucho farfullar con un tono de molestia. Sin embargo, oír su voz para mí no era más que música, arte y erotismo; porque por más indignado que esté con todo lo sucedido, nada le quita que lo desee con todas mis fuerzas.

Trato de no sonreír ante su comentario, anhelaba escucharlo un poco más; puesto que jamás lo había oído.

¡Oh, esperen! Las iluminare; la cosa es que JiMin y yo nos llevamos unos cuantos años, por lo que:

No estamos en el mismo salón porque soy una jodida vieja asalta cunas. Bueno, que solo le llevo tres años, joder. No es para tanto, tsk.

Se encontraba tan nervioso y tímido como siempre, recogiendo las partes del libro del suelo, así como también tratando de ordenar su horrible vestimenta. Ladeo mi rostro, pensado con más cuidado su comentario anterior; lo cual me hizo pensar que no era tan retraído como creía.

Uy, el nalgón sacó las garras. Pero no cariño, aún te falta por aprender.

— Uff, gracias por confirmar que te parezco bonita, me has sacado de las casi inexistentes dudas para hacer lo que haré; ya que, ahora mismo ando un maldito charco entre las piernas por tu culpa— confieso con descaro, tomándolo desprevenido cuando se gira hacia mí con el rostro totalmente rojo, sus ojos desmesuradamente grandes y su boquita rosadita y carnosa abriéndose con incredulidad.

Eso es, mete la cola entre tus patas. Bueno, entre tus nalgas.

— ¿D-disculpe?— pregunta cuando finalmente puede salir de su trance. Con genuino nerviosismo se gira completamente hacia mí, ajustándose sus enormes lentes de pasta negra sobre el puente de su nariz; de inmediato puedo notar que se encontraba sudando y temblando un poco, puesto que su respiración se había acelerado también.

No puedo evitar reír con sorna bajo su inquieta mirada, por lo que no pareció gustarle mucho. Sin embargo, yo sólo acomodo mi cabello hacia atrás antes de batir mis pestañas con falsa inocencia.

— Que si estabas disponible para dictar tutorías— replico con un dulce tono, totalmente diferente al anterior— ¿Dije algo malo?— pregunto inclinando mi cabeza, dejando que mis brazos se fueran hacia atrás para jugar con mis manos.

JiMin frunce su ceño confundido, sin embargo, creo que por la vergüenza no dijo nada al respecto. Carraspea y trata de relajarse bajo mi mirada de "comeme el coño ahora" y se relame sus labios con notable incomodidad

— Yo... Y-ya tengo a un estudiante bajo mi tutela— responde por lo bajo, tratando de no mirarme directamente a los ojos. En cambio, yo muerdo mi labio inferior ante su negativa, totalmente fuera de onda.

Puedo advertir su mirada con disimulo, pretendiendo no ser tan obvio cuando sus ojos lo traicionan al posarse sobre mis labios. Chasqueo mi lengua antes de proseguir con mi plan, una simple respuesta negativa no me iba a detener.

— No importa, hablaré con el profesor que te lo asignó; dime su nombre— refuto rápidamente, por lo que él me mira como si estuviera loca, más sin embargo no resiste la intensidad de la mía.

¿Qué crees, niño? Yo hablaba jodidamente en serio.

Le observo dudar por unos minutos, apretando sus labios y ajustando sus lentes cada diez segundos, terminando por lanzar un quejido que no pasa desapercibido.

Que malditamente adorable se ve, necesito tomarle de sus bonitos cachetes y por supuesto meterle la lengua hasta la garganta

— ¿Y bien?— insisto con impaciencia.

Cuando trato de presionarlo; JiMin me devuelve la mirada, vacilando un poco antes de que por fin me mire a los ojos con un extraño brillo.

Vaya, vaya Park JiMin, te ha gustado la cosa.

— El profesor Choi SiWon— musita tembloroso, relamiendo sus carnosos labios antes de suspirar resignado. Algo que me excitó; no te lo wa negar.

Debí verme como el gato de Alicia en el país de las maravillas, porque de repente se asustó al verme sonreír tan brillante ante su respuesta. Eso significaba que si estaba dispuesto a pasar tiempo a mi lado, osea, que no le disgustaba.

JKSKSKSKSKA CTM WEON, MIS
CHILLIDOS INTERNOS NO SON
NORMALES.

Ay, perdón, se me olvidó decir que no soy una jodida coreana, ya ven, no soy una tabla de planchar #sorrynotsorry

— Nos vemos mañana en la salida, cuando terminen las clases— confirmo, no sin antes tocar sus brazos como gesto de confianza, aunque juro que se podían sentir duros.

Ay, mi concha se me paraliza de tan solo pensar en JiMin con algo más duro que sus brazos, ufff.

— Que rico...— digo en español, haciendo que él me observe un poco confundido.

Ser mitad americana me hacía pensar en distintos idiomas la misma mierda, ¿Eh?

Finalmente sólo puede tragar duro antes de proseguir.

— ¿C-cómo sabes que aceptarán cambiar a mi estudiante?— pregunta con su bonito rostro abochornado, al parecer le gustó que lo tocara, ya que no dijo nada al respecto; así que simplemente sonrío subiendo mi delicada mano por la línea de su hombro, apoyándome en esa zona para dejar suaves caricias.

Al verlo tan concentrado en mi mano, me acerco un poco más hasta su rostro, por lo que cuando se da cuenta de la cercanía, juro que se le había escapado un suspiro ahogado.

Tengo mis métodos— respondo con voz lujuriosa, algo que lo hizo jadear de impresión— Nos vemos, cariño— y por supuesto que como mi puteria no tiene límites; le dejo un corto pero húmedo beso en la comisura de sus labios antes de marcharme muy feliz y contenta.

Todo había resultado mejor de lo que esperaba.











Hoola bebes, ya regresé💞 Recuerden que mi cuenta de respaldo y donde se encuentra Stop Oppa, es: VantteS .

Apenas terminen con este fanfic, les recomiendo los otros que tengo en éste perfil😜😜
Que tengan una hermosa noche o día (¿ besos..

Continue Reading

You'll Also Like

5.8K 801 19
¿Alguna vez te haz enamorado? Jeon Jungkook creyó estarlo, creía que amaba con todo su corazón a una persona, pero estaba equivocado, el amor puede...
37.8K 3K 16
Charles, un joven hermoso y brillante, asume el lugar de su padre como prisionero en el castillo de una bestia. Poco a poco, Charles irá dándose cue...
46.2K 2.2K 31
Estas estudiando pero en la universidad y como continua eso...?💠 Conoces a alguien que lo encontraste muy guapo...💠 Es mayor que tu pero eso no le...
14.8K 1.2K 19
【T】【e】【r】【m】【i】【n】【a】【d】【o】 Bang Chan un Alfa dominante encuentra a su destinado Seungmin un omega dominante y temido por su temperamento.... Seung...