<[ Narra Ciel ]>
~ (Por favor, ve y corre, ahora!) ~
~ (Vamos... no me hagas esto y... DESPIERTA!!!) ~
- Ah!!! - En ese momento me desperte de forma brusca y repentina; solo podía sentir una presión enorme y abrupta en mi pecho, además de que escuchaba mi respiración la cual estaba mas que agitada. ¿Qué había sido ese sueño? no... esa pesadilla, ¿qué era? o ¿significaba? - E-eso significa a-algo? - Tratando de controlar mi respiración me cuestione a mi mismo.
En eso fui sacado de mis pensamientos debido al ruido del reloj, ya era tarde. Me levante tratando de calmarme luego tome un baño rápido y me vestí, cuando termine salí de mi habitación mientras me dirigía a una pequeña sala. Al entrar me senté en una silla que se encontraba ahí.
- Asi que decidió despertar. Buenos días. - Mientras la puerta se abría escuche la voz de Christa.
- Buenos días. - Respondí en un suspiro algo cansado.
- Se encuentra bien señor? - Me preguntó ya estando frente mio.
- S-si, no te preocupes. - Al momento de responder recibí una mirada algo amenazante y molesta.
- Esta seguro que todo esta bien. - Me cuestiono colocando su cara frente a la mía. - Usted sabe bien que no puedo confiar cuando se trata de estas situaciones debido a que siempre ha sido bueno ocultando cosas. - Cuando escuche eso sentí un pequeño escalofrío recorrer mi espalda.
- Po-por qué te mentiría Christa? - Simplemente pude responder con una pregunta.
- Bien, le creeré esta vez. - Dijo en un suspiro de desconfianza y resignación. - De todos modos tenemos trabajo por cumplir, así que a trabajar. - En ese instante la vi colocando varios documentos en el escritorio que estaba a lado, yo solo me límite a suspirar e ir hacia el escritorio.
Ya pasado un largo (muy) largo tiempo salí de aquella sala. Me encontraba caminando por los pasillos del palacio y por alguna razón una pequeña nostalgia me invadió ya que cuando más avanzaba más recordaba, esos recuerdos de cuando era niño me invadían, momentos, sentimientos, experiencias; todo eso llegaba a mi, ¿por qué? No lo se.
Mientras más avanzaba llegue a cierta parte de este la cual no recordaba; estaba en un pasillo, era largo, tenía muchas puertas no recordaba ninguna de esas habitación, decidí abrir una pero en eso él reloj sonó, yo salí de mis pensamientos y comencé a salir de ahí y dirigirme a la salida.
Cuando salí me estaba dirigiendo al jardín, como ya es nuestra costumbre, cada día y a la misma yo y Sebastian estamos juntos en el jardín. Es como siempre, nada a cambiado, incluso aunque seamos pareja todo es igual que antes, bueno a excepción de una cosa y es...
- Ya llegue. - Le dije a Sebastian en forma de saludo cuando llegaba.
- Al fin, me estaba haciendo viejo. - Me respondió con su típico sarcasmo de siempre mientras me extendía la mano.
- Ja ja como si fuera posible eso. - Respondí para tomar su mano, en eso me jalo hacia él para darme un abrazo y un pequeño beso en la frente.
- Si, tienes razón. - Me dijo acercándome más a él.
- Podrías dejar de hacer eso cada vez que nos vemos. - Reclame dejándome abrazar.
- Pero si te molesta por que lo sigues aceptando ¿eh? - De nuevo hablo con ese sarcasmo. - Yo digo y sabes que eso te gus... Espera tranquilo!!! - No lo deje terminar ya que lo había "atacado" obviamente lo esquivo.
... La llegada o bienvenida, el ya hizo la costumbre de siempre recibirme así y a mi la de atacarle. Aunque en realidad es lindo aquel gesto que tiene conmigo.
- En fin solo quiero descansar, hoy tuve otro día pesado y a primera hora de la mañana. - Suspiré para luego sentarme en el suelo.
- Y esta vez por que cosa fue? - Pregunto siguiendo me y sentándose a mi lado.
- Lo de siempre, papeleo, juntas, organización, etcétera. - Respondí colocando mi cabeza en mis piernas.
- Ya veo debes de estar agotado por tanto trabajo. - Comento en forma de consuelo mientras me daba una palmadas en la espalda.
- Supongo. - Contesté sin ánimos, después de todo era cierto, mi trabajo es agotador. - Y tú? ¿Qué con tu trabajo? - Pregunte levantando mi cabeza.
- Pues para ser sincero... no me importa en lo absoluto, de hecho ni siquiera lo hago o lo dejo a medias. - Me respondió con gran tranquilidad y honestidad que ni yo me lo creo.
- Valla que sincero. - Y era cierto, ni trato de disimular un poco.
- Ah? Pues lamento eso pero es la verdad, nunca completo mi trabajo y cuando lo hago es que algo anda mal en mi, además no me importa. - Sinceramente ya me esperaba esa respuesta de su parte.
- Si, lo se, se muy bien como eres tú y tu trabajo. - Comenté. - A veces me he preguntado como seria yo con ese trabajo, ja, te envidio un poco. - Con una pequeña sonrisa le confesé aquello para luego colocarse mi cabeza en su hombro.
- Estas bien? - Al momento en el que hice eso logre escuchar a Sebastian un poco preocupado, algo no muy común en el a decir verdad.
- Si, estoy bien, es solo que no pude dormir bien. - Respondí con tranquilidad.
- Entiendo... - En eso una de sus alas se extendió de una forma para acercarme más a él y darme cierto "cobijo" algo que me dejo sorprendió un poco. - ...Descansa, trata de dormir ¿bien? - Habló con cierta sonrisa y un tono de voz muy tranquilo.
En eso lo mire y luego me recosté nuevamente en su hombro. A pesar de que ya llevamos cierto tiempo juntos aun me cuesta creerlo, aún me cuesta adaptarme a ciertas situaciones, acciones o circunstancias que tenemos, y aveces cuando toma esa actitud linda y amable me es algo difícil asimilar el por qué lo hace, aún así no me molesta en lo absoluto me agrada.
- Sebastian. - Dije en voz baja.
- Qué sucede? - Me preguntó mientras me volteaba a ver.
- No... Na olvídalo. - Respondí con una risita.
- Esta bien, descansa. - Me dijo con una sonrisa tranquila. En eso solo cerré mis ojos y me quede profundamente dormido.
*
~ Christa!!! Donde estás?! ~
~ Joven Ciel no se acerque es peligroso ~
~ Christa cui... ahhh!!!! ~
~ Joven Ciel!! Ahh!! Yo... Lamento no poder protegerle. ~
*
~ Por favor no me hagas esto, no, por favor no me dejes solo, no lo hagas, te lo ruego, No!!!!! ~
*
<[ Narración normal ]>
- Ahhh!!!! - De un grito Ciel se despertó de golpe levantándose.
- Ciel ¿Estas bien? - Cuestionó Sebastian algo preocupado.
- S-si, n-no te preocupes. - Con la respiración algo agitada Ciel le respondió. - ( E-eso sueño... Christa, el primero, pero... ) - Se dijo a si mismo mientras posicionaba una de sus manos sobre su ojo derecho.
- ¿Estas seguro? - Sebastian volvió a preguntar.
En eso Ciel lo volteo a ver. - S-si... (... el segundo.) ... Tra-tranquilo. - Dijo Ciel con una sonrisa algo nerviosa. - ¿Cua-cuánto dormí? - Ahora era él el que preguntaba.
- Como media hora. - Respondió un poco dudoso.
- Ya veo. - En eso Ciel se acercó a Sebastian para abrazarlo.
Sebastian se sorprendió un poco. - ¿Seguro que estas bien? - Volvió a preguntar al mismo tiempo que correspondía a Ciel.
- Si. - Ciel simplemente contesto, por alguna razón al ver a Sebastian sintió un poco miedo, ¿a qué? ó ¿por qué? Ni el mismo lo sabía. - Sebastian... - Ciel volvió a tomar la palabra.
- ¿Qué ocurre? - Preguntó con cierta preocupación.
- No me dejes. - Respondió, corto y seco, sin rodeos ni nada.
- Eso jamás va a pasar. - Sebastian se vio sorprendido por aquella petición por lo cual al momento de responder se acercó más a Ciel. - En verdad, ¿todo esta bien? - Una vez más intento saber de lo sucedido.
- Si... solo quiero estar así y ya. - Respondió sin decir nada respecto al tema.
- Ok... si tu lo dices. - Sebastian en verdad se encontraba un tanto preocupado debido a la repentina actitud de su acompañante.
Así pasaron un largo tiempo, ninguno parecía ni pretendía soltar al contrario y las razones eran que Ciel sentía cierto miedo y Sebastian cierta preocupación, además por alguna razón ambos sentían que si se separaban nunca más volverían a estar juntos, esa era otra de las razones para no soltarse.
- ¿Estas despierto? - Después de mucho tiempo en aquel silencio Sebastian decidió hablar.
- Si, en ningún momento me dormí. - Ciel respondió
- Entiendo, Ciel... - El mencionado al oír su nombre volteo a ver al otro. - ... Te amo. - Completo su oración.
- Yo también. - Un poco apenado respondió a aquella frase para luego ocultar su rostro.
A los ojos dr Sebastian, le es muy lindo ver a Ciel tomar aquella actitud muy sincera y amable, aunque siguiese preocupado por su anterior actitud eso no le impedía ver ese lado, en verdad le gustaba.
- ¿Cuanto tiempo llevamos aquí? - Ciel preguntó tomando la iniciativa de la conversación.
- No tengo idea. - Sebastian contesto sin interés.
- Creo que debemos irnos, ¿no? - Habló mientras se separaba del contrario.
- ¿Eso crees? - Cuestionó.
- Si... creo que, llevamos mucho tiempo aquí así que, será mejor irnos ya. - Aquella respuesta no termino de convencer a Sebastian.
- ¿Esa es la razón? - Nuevamente cuestionó.
- Si... - Contestó.
- ¿Seguro? - Una vez más lo hizo.
- ... Es solo que, tengo un mal presentimiento. - Esta vez Ciel dio una respuesta la cual convenció un poco a Sebastian.
Suspiro un poco pesado. - Bien... entiendo, vamos. - Al momento de terminar se levantó para luego ayudar a Ciel. - Supongo que... adiós. - Dijo un poco dudoso.
- Si. Adiós. - Respondió, luego de eso se giro un poco y comenzó a caminar.
- Ciel. - Sebastian hablo antes de que el mencionado se fuera.
Al escuchar su nombre se giro para verlo. - ¿Qué sucede? - Pregunto casi al instante.
- En serio ¿todo esta bien? - Este preguntó nuevamente acerca del tema.
- Sebas... - Esto lo susurro muy bajo, luego sonrió un poco. - Si, no tienes que preocuparte, así que, tranquilo, bien? - Respondió con esa sonrisa para tratar de darle tranquilidad al otro.
- Bien... Confío en ti. - Le regreso la sonrisa. - Hasta mañana. - Dijo esta vez para irse de ahí.
- Hasta... mañana. - Se dijo a si mismo para después retomar su camino e irse.
Ya pasado el tiempo Ciel se encontraba en el palacio, estaba en su habitación recostado, aún seguía confundido por aquellos sueños, los de la mañana y los de la tarde en el jardín, ¿tenían algún significado?
- ¿Querrán decir algo? - Se cuestionó a su persona mientras veía el techo. - El... pasillo. - Al momento en que dijo eso se levantó hasta sentarse a la orilla de su cama. Una vez más colocó su mano sobre su ojo derecho. - Christa... - Luego se levantó y salió de su cuarto.
Nuevamente Ciel volvió al pasillo de la mañana. Al momento de llegar quiso entrar y ver las habitaciones que habían ahí, tomó la perilla de una de las puerta y entró.
- La... biblioteca. - Aquella habitación era una pequeña biblioteca la cual se podía ver que estaba algo olvidada. Ciel salió a ahí y se dirigió a otra habitación, así siguió, observando esos cuartos ya olvidados por casi todos.
Después de un tiempo Ciel casi acababa de ver todas las habitaciones, la única que faltaba era la del fondo, cuando se acercó logró reconocerla al instante, por lo cual la abrí en seguida.
- Mi... ¿Cuarto? - Al ver esa habitación por fin entendió el por qué tanta nostalgia. - Este lugar. - Esa zona del palacio era solamente para el cuando joven, en esa parte el se crió y creció. - Esto, lo había olvidado... -
Flash back
- Joven Ciel tenemos que ir con su padre, así que rápido. - Decía Christa mientras esperaba a Ciel.
- Si en un minuto. - Respondió muy alegre mientras buscaba algo. - Listo, vamos Christa. - Dijo con entusiasmo.
- Bien vamos. - Lo tomo de la mano y comenzaron a caminar. - Se siente a gusto en este sitio? - Preguntó dulcemente.
El pequeño solo asintió. - Este lugar es solo para mi, además no molesto a nadie y nadie me molesta. - Respondió con una sonrisa.
- Me alegra saber eso. - Con una sonrisa miraba al menor. - Y por cierto ¿por qué tardó tanto? - Cuestionó fingiendo molestia.
- Ah! Si, podrías agacharte. - Pidió con un ademán, Christa realizó lo pedido. - Esto es para ti, me mejor amiga. - Ciel colocó un broche en el cabello de Christa.
- Joven Ciel, muchas gracias, lo guardaré siempre. - Ciel solo sonrió muy feliz. - Bien ahora si vamos. Nuevamente tomó la mano del menor, en eso una explosión se hizo presente, ambos se separaron.
- Christa!!! ¡¿Dónde estás?! - Gritaba Ciel muy asustado.
- Joven Ciel no se acerque es peligroso. - Pidió Christa tratando de detenerlo. En eso alguien detrás de ella intento golpearla.
- Christa cui... ahhh!!!! - Antes de que pudiese terminar algo filoso arañó su ojo derecho.
- Joven Ciel!! - Al instante reaccionó y empujó a la otra persona. Christa trato de ir con Ciel pero fue detenida por el mismo filo que de igual forma rasguño su ojo derecho. - Ahh!! - Se quejo al momento en el que callo, con la fuerza que le quedaba se acercó a Ciel y lo tomó en brazos. - Lamento no poder protegerle. - Dijo antes de desmayarse.
Fin
- ... la razón del abandono de este lugar. - Menciono algo cansado. - Mejor me voy. - Dijo para luego cumplirlo, se marchó de aquella zona y se fue. Termino yendo a la biblioteca principal.
- Por fin lo encuentro. - Dijo un poco divertida mientras entraba tambien. - ¿Sucede algo? Lo veo un tanto frustrado. - Preguntó acercándose le.
- No, no pasa nada, solo que... recordé algo. - Contestó volviendo a poner su mano sobre su ojo.
- Ya veo. - Christa lo entendió rápidamente. - Supongo que le es difícil olvidar. - Comento sentándose a su lado. - Pero es mejor que lo haga pronto. - Dijo con serenidad.
- Lo se pero... no puedo. - Respondió con cierta tristeza.
- No se preocupe, todo estará bien. - Habló para luego darle un abrazo.
- Si... gracias. - Correspondió con una pequeña sonrisa.
Ya llegada la noche Ciel se encontraba en su habitación recordando una vez más aquellos sueños que tuvo. Aun se sentía un poco confundido respecto a ello.
- ¿En verdad fueron sueños? - Cuestionó a si mismo. - O ¿recuerdos? El primero es de cuando niño, pero si es así... - Pausó. - ... ¿el segundo era? ¿Padre? - Preguntó con cierto miedo. - No, mejor dejo eso en paz. Es hora de dormir. - Esta vez dejo eso de lado y se dirigió a su cama, luego cerro los ojos y se perdió en el mundo de los sueños.
~ Los sueños, algunos lo son, otros recuerdos, una parte pesadillas y por último algo más. ¿Qué será aquello que Ciel soñó? Y ¿Por qué lo hizo? ~
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Bueno hola, lamento haber desaparecido :"v, pero inicio de clases y muchas más cosas tanto personales como escolares, jejej.
Y pues, espero que esto les guste y sigan apoyando esta historia sin sentido (:"v) Gracias en verdad. Y perdón si todo llega de golpe y las incoherencias y cambios de actitud tan repentinos. Pero ya me conocen y así es mi narrativa jajajja.
Los quiero y... Sayonara :D.
V
oy a publicar algo un poco después, pero será otro de datos, jejej.