[ Capítulo trece ]
Vine a salvar a Derek.
No podía creer que vaya a México.
Había pensado múltiples ocasiones en ir de viaje, conocer las playas, museos, y comer demasiado hasta explotar.
En ninguno de esos panoramas imagino que la razón de su viaje sea rescatar a su novio en las ruinas de una iglesia abandonada de la que nunca antes había escuchado hablar.
Madison había propuesto a la manada no incluir a Allison en esta ocasión ante la relación que tenía con Kate, por lo que Mason y Corey se habían quedado con ella en el departamento de su novio vigilando que no ocurra nada extraño.
En su interior tenía la sospecha que la adolescente estaba involucrada con la desaparición de Derek.
Todos estaban nerviosos, especialmente Madison, quien intentaba mantener la mente ocupada en cosas sin sentido o creando preguntas hipotéticas en su mente, cómo descubrir cuál había Sido el motivo por el que la reuniones de la mamada habían pasado la casa de Scott al loft con los Hale.
El mayor de los Hale no apartaba la mirada de ella, después de ver como los bordes de sus ojos se tornaron rojos, sabía perfectamente lo que vendría; y no sería nada bueno para la manada, menos para su sobrino.
Scott y Madison viajaban en la cabina de la camioneta que habían conseguido, todos alerta por la luna llena, asegurándose de no perder el control, especialmente Liam.
Por su parte, el alfa permanecía tranquilo al tener a su ancla junto a él, Madison en repetidas ocasiones le preguntaba cómo se sentía y si necesitaba algo.
Era grato para el tenerla a su lado, volteaba de reojo a verla, sonriendo al ver su perfil y sus ojos mirar con atención a través de la ventana.
— Estamos llegando—el corazón de la castaño aumento su ritmo al ver los cimientos del lugar.
Gran parte estaba destruida, material de construcción se encontraba esparcido por el suelo, y una extraña energía cubría el lugar, le dió escalofríos de solo imaginar a Derek ahí.
Baja del auto y acomoda su chamarra, preparándose mentalmente para todo, escuchando junto a ella al resto de la manada bajar de la camioneta, susurrando acerca de lo mal que olía.
—Madison—Scott se detiene frente a ella, bloqueando su paso—Necesito que te quedes aquí.
—¿Qué? No, vine para salvar a Derek— se opone rápidamente.
— Liam no está bien—voltea a verlo, el menor tenía la mirada en el suelo y apretaba los puños con fuerza.
— Hay más personas aquí, no puedes pedirme que no haga nada.
—Madison—La toma por los brazos, obligándola a verlo— Nosotros nos encargamos de encontrarlo. No quiero que nada te pase, por favor. Hazme caso y quédate aquí.
— No, no me puedes dar órdenes, no ahora.
— No puedo pensar contigo adentro—Iba a reprochar, pero un grito que reconoció al instante logro hacer temblar sus piernas, voltea a su izquierda hacia una pequeña puerta de madera donde podía escuchar el eco de su voz, sintiendo la necesidad de correr hacia el, pero la mano de Scott la detuvo.
— Iremos nosotros, si vas se complicarán más las cosas, por favor—niega nuevamente— Derek no nos perdonará si algo te pasa.
Dudo unos segundos, pero termino reconociendo que no mentía.
—Bien—El pelinegro deja un corto beso en su frente y da la señal al resto de los chicos.
— Estará bien, tranquila— Malia apoya la mano en su hombro y le regala una sonrisa antes de correr tras el alfa junto a los demás.
Da un paso atrás con el corazón latiendo a mil por hora.
— Peter—toma su mano al verlo pasar junto a ella—Si no tengo noticias de el en veinte minutos entraré.
— No te dejaremos exponerte así.
— No estoy pidiendo permiso—lo suelta —es un aviso.
Gira sobre sus pies y se acerca al menor, dejando a Peter sorprendido de su comportamiento.
Liam estaba sentado en el suelo con las manos en ambos lados de su cabeza, balanceándose con desesperación, gruñendo por lo bajo.
— Hola Liam —se sienta junto a ella, escuchando un rugido de su parte—No voy buena para esto.
—Vete.
—Recuerdo algo que Derek le dijo a Isaac en su primera luna llena, le dijo: en mi familia tenemos un treskel, al que cada luna llena miramos en nuestras manos y preguntamos ¿que cosas no pueden ocultarse?— voltea hacia el—el sol, la luna y la verdad.
—No funciona.
— Cierra tus ojos y pon tus manos al frente.
— Madison, debes irte. Te puedo lastimar.
—No lo haré, porque mi novio está adentro sufriendo, nadie me deja ayudar y si no te ayudo...—su voz se quebró —Si no me dejas ayudarte me sentiré inútil y tú y yo somos más que esto Liam, así que haz lo que digo.
Se endereza y sigue sus instrucciones.
—¿Qué cosas no pueden ocultarse?—pregunta de nuevo.
—El sol, la luna... La verdad—repite sin abrir los ojos, una y otra vez hasta que su respiración se fue normalizando y las garras volvieron a desaparecer.
— Sabía que podías.
—Gracias—susurra volteando hacia ella— Serás una grandiosa Fénix.
— Gracias.
—No somos inútiles después de todo—suelta una risita—Madison, mira—señala tras ella.
Sin dudarlo se levantaron del suelo al ver a Derek caminar con lentitud hacia ellos, con la mano en su costado tapando la herida de su abdomen.
Y no estaba sanando.
—Derek... — lo vió caer de rodillas a unos metros de ella, no tardó en levantarse a tropezones de su lugar y correr hacia el.
—Espera— Liam se apresura a llegar a ellos, viendo a Madison tomar el rostro del mayor y obligarlo a mantenerse despierto.
— Derek, quédate conmigo.
— ¿Que haces aquí Madison?—el terror que sintió al verla fue como un golpe de adrenalina que lo hizo reaccionar.
— Venimos todos, no te iba a dejar.
— Madison...
— Tranquilo Derek estarás bien— sonríe con los ojos cristalizados mientras el lobo la intenta apartar de el.
— Debes irte Madison ¡Ahora!—grita confundiendo a su novia.
—¿Qué?
— Esto es una trampa, solo me uso para obligarte a venir, ¿No lo entiendes? Sabe de ti, te quiere a ti, por eso me busco—toma sus manos entre las suyas— Madison. Debes irte, por favor.
—¡No voy a dejarte!
—¡Deben sacarte de aquí!
—¡No iré a ningún lado sin ti!
—¡Liam sácala de aquí!—grita Derek levantándose con dificultad.
El eco de su voz alertó a los chicos, Stiles compartió una mirada rápida con Lydia y ambos cambiaron de dirrección para correr hacia ellos.
—¡Madison!
Antes de poder reaccionar una mano sujeto su brazo con brusquedad y la alejó de ella, soltando el agarre con Derek, provocando que pierda el equipo al ser movida con gran velocidad y palidece al ver a Kate Argent frente a ella, escaneando su cuerpo de pies a cabeza.
Se endereza con lentitud y aparta el cabello de su rostro.
— Madison Melendi, es todo un honor vernos—la sonrisa en su rostro logro doblar sus piernas, tenía los ojos amarillos y partes del rostro verde, justo como Deaton lo dijo:
Mujer jaguar.
— Sabía que era inteligente pero no pensé tener tanto éxito al primer intento— camina a su alrededor— Sabía que si tomaba a Derek vendrías por el, a causa de la conexión que tenían —pone los ojos en blanco— Supuse también te mantendrían fuera porque no querían que nada te pase, y tú estarías desesperada por encontrarlo. El amor los hace predecibles, que asco.
—Me haces sentir tan importante—responde con sarcasmo.
— Cada vez tomas más valor, Madison, estoy asombrada. Tal vez sea por tu elección de novio, fue un cero a cien pasar a Scott a Derek, quien por cierto—se acerca a susurrar en su oído —besa muy bien.
Odio imaginar esa escena, sintió náuseas de pensar en sus brazos en Derek.
—Lo sé muy bien, lo confirmo cada día — voltea hasta quedar frente a ella, viendo su sonrisa aumentar al no ver sumisión de su parte, en su lugar vió la mirada decidida de la adolescente, sin una gota de miedo.
— En otras circunstancias podríamos ser amigas tu y yo, tan fuertes y brillantes, con gustos muy similares — voltea hacia Derek.
— En otras circunstancias te mataría si llegas siquiera a verlo—dio un paso al frente, cortando su campo de visión.
—Dios es una lastima que me agrades tanto—sonrie.
— No te atrevas a tocarla Argent—dice Derek tras ellas.
— Una vez más terminas expuesta, mi querida Madison, son algo idiotas los hombres.
—¡Apártate de ella!
—¡Madison!—Lydia al ver la escena no tardó en acercarse y juntar sus manos, liberando un fuerte grito que aturdió a todos, provocando que Kate y Madison salgan impulsadas hacia la pared más cercana.
Argent recupera la compostura con rapidez soltando un rugido a la adolescente, mientras Madison suelta un quejido al sentir un ardor en su costado, su intento por levantarse fue inútil al sentir una patada en el vientre que sacó el aire de sus pulmones.
Cae nuevamente al suelo con la vista borrosa, toma su brazo con fuerza quedando frente a ella.
— Lo siento—entierra sus garras en el vientre, tornando sus ojos dorados, provocando un fuerte grito en la castaña al sentir arder su interior.
Los berserkers impedían que sus amigos se acerquen, los miembros de la manada estaban heridos entre sus brazos, aterrados al escuchar la desesperación en aquel grito de dolor.
—Madison, no estás preparada para recibir este poder, ni siquiera lo quieres—aturdida solo pudo voltear a su izquierda, dónde Derek yacía inconsciente a unos metros de ella.
—¡Suéltala!—la voz de Scott se hizo presente, y la irá se apoderó de él al ver sus ojos cafés cristalizados en su dirección, mientras su cuerpo temblaba ante la falta de oxígeno.
—Prometo que no sufrirás tanto—regresa la mirada a ella, sintiendo su ritmo cardíaco disminuir y su pecho arder.
Estaba ganando, y su cuerpo no podía resistir más.
—Pobre Madison, es una pena—nuevamente encaja sus garras con más profundidad, pero está vez no grito, solo sintió una lágrima caer por su mejilla.
No siquiera tenía fuerzas para moverse.
Su vista se volvió borrosa y la dificultad para respirar aumentó.
—No puede ser—se queja al dejar de sentir sus garras en su vientre y sus ojos se abrieron por unos segundos, y a pesar de todo logro reconocer un pelaje negro a su costado, mostrando los dientes a la cazadora.
Poco a poco regresó a su forma humana, pero no en cualquier persona; era Derek.
—Tu estás muerto—pudo percibir el terror en su voz.
— Veras Kate, no estaba muriendo realmente, sólo estaba... evolucionando.
— Sigue siendo demasiado tarde Derek, ella morirá—Mira a Madison provocando un gruñido de parte del lobo—Y yo tendré su poder.
De ahí en adelante todo paso demasiado rápido para Madison.
En cuestión de segundos Kate estaba en el suelo, con una herida en el hombro que logró hacerla caer de rodillas antes de intentar escapar de los cazadores, liderados por Chris que tenían como finalidad acabar con ella.
—Madison— susurra Derek agachándose a su altura, tomando su rostro entre sus manos, aterrado al ver la sangre salir de su boca.
Las costillas habían perforado sus pulmones, y con cada segundo que pasaba solo se llenaban de sangre, el oxígeno abandonaba su cuerpo
Y su tiempo estaba terminando.
— Si no estuviera muriendo haría una escena porque todos están viendo a mi novio desnudo— dice con dificultad, intentando borrar el terror de su novio.
— Quitaré tu dolor, dámelo, yo puedo con el, amor estoy aquí—se aferra a sus brazos con desesperación.
Pero no sintió nada.
— Madison por favor, quedate conmigo.
— Estoy bien, todo está bien—deja un pequeño apretón en su mano—No me duele nada, y ahora sé que tú estás bien—lleva la mano a su mejilla acariciando su rostro con delicadeza, intentando formar una sonrisa que hizo arder sus pulmones— Estoy feliz de verte a salvo.
Hasta que simplemente cesó.
— Madison, no ¡No hagas esto por favor!—escucho el grito de su novio y como abrazo su cuerpo con desesperación.
Escuchaba todo con claridad, el sollozo de Lydia a su izquierda, como se sentaba a su lado y acariciaba su cabello, el llanto de Scott y el consuelo de Liam al mayor.
Las manos de Derek acariciar su cabello mientras lloraba.
Escuchaba todo lo que decían con total claridad, oía cada sonido generado, no comprendía lo que sucedía, hasta que recordó las palabras de Derek.
Estaba muerta.
Su mano no estaba rodeando su cuello, no lo estaba abrazando, no miraba a Derek con una sonrisa, era el quien sostenía su cuerpo inserte entre sus brazos.
Y fue él quien cerro sus ojos.