[ Capítulo diez ]
Apaga el auto y se apoya en el respaldo del asiento, viendo el edificio de departamentos del castaño, observa la hora en el reloj de su muñeca y tras un suspiro toma su mochila y sale del coche.
Con las manos en los bolsillos caminó hacia el ascensor y presiono el botón de su piso, tomándose un momento para cerrar los ojos y relajarse. Estaba en semana de exámenes y a pesar del apoyo de Derek para estudiar, el cansancio estaba acabando con ella.
Las puertas se abren frente a ella, viendo como primer plano a su novio, su vista se enfoca en ella y su rostro se suaviza al ver a la castaña sujetar la mochila sobre sus hombros.
—Hola, no sabía que me estabas esperando —sale del ascensor directo a sus brazos, esconde el rostro en su cuello, sintiendo los brazos del castaño rodear su espalda con delicadeza.
—Vi tu auto por la ventana, quería salir a recibirte pero fuiste más rápida —deja un beso en su frente y deshace el abrazo—¿Tienes hambre?
—La verdad es que si —toma su mochila y camina con ella hacia el loft, agradeciendo la tranquilidad del lugar.
Peter deja un beso en su mejilla a modo de saludo y sale del departamento, terminando de ajustar el saco negro, era habitual ver a Madison en el departamento, llevaba más de dos meses saliendo con Derek, y la pareja solía pasar algunas tardes tomando café, la castaña hacia sus tareas y el lobo trabajaba en sus proyectos de la empresa.
Deja la chamarra sobre el sillón y de reojo pudo ver a Derek en la cocina mirar su brazo con el ceño fruncido y susurrar algo inaudible para ella, no era la primera vez que lo veía así.
Y a pesar de la sonrisa fingida en su rostro mientras comía con ella, supo que las cosas que no estaban bien.
Llevaba más de una semana distraído, dos días atrás había escuchado una conversación suya con Peter donde le comentaba acerca del cambio en el color de sus ojos y como su fuerza estaba disminuyendo.
Era como si el gen de hombre lobo estuviera desapareciendo de su cuerpo con cada día que pasaba.
Desde ese momento comenzó a investigar, paso toda la noche buscando alguna razón para ese cambio, pregunto a Deaton sin obtener éxito, incluso pensó en preguntarle a Chris Argent, le debía un favor a Scott y estaba dispuesta a usarlo, le preocupaba el bienestar de su novio y quería ayudarlo a mejorar.
Tras una larga plática en la que el mayor se mostró sorprendido por el interés de Madison en Derek, se mostró honesto sobre su inexperiencia y le recomendó buscar a Satomi.
Y ahí estaba, dos días después en su auto esperando el momento indicado para hacer su intervención.
— ¿Crees que nos ayude? — pregunta su mejor amiga a su costado, dejando de tomar su café.
— No lo sé, pero debo intentarlo.
— Deberíamos considerarlo un poco, creo que sería muy sospechoso verte.
— Derek no tiene tiempo— fueron sus últimas palabras antes de bajar del auto, y dar por finalizada la conversación.
Suelta su cabello y se acerca al campo sin desviar la mirada del adolescente, quien terminaba de colocarse la camiseta del equipo.
— Hola, tú debes ser Brett — Se detiene frente a el con una sonrisa seductora.
—Si, lo dice mi camiseta—Lydia pone los ojos en blanco.
— Oh es cierto — suelta una risita —yo pregunté por tí en los salones y por la descripción que me dieron puedo deducir que eres tú, no siempre veo a un chico rubio tan atractivo.
Se acerca a ella con lentitud analizandola de arriba a abajo.
— Linda, puedo percibir el olor a un lobo en ti, ¿Por qué no me dices de una vez lo que buscas?
—Directo—chasquea la lengua sin dejar d verlo —Eso me agrada.
Ladea la cabeza con los brazos cruzados, expectante a su respuesta.
— Necesito ver a Satomi.
— No.
— Necesito hablar con ella, es importante.
— No recibe visitas — regresa a la cancha.
— Estoy en representación de Scott McCall— Se detiene a unos pasos de distancia volteando hacia ella, intentando recordar el lugar donde había visto a la castaña— Estaré en el departamento de mi novio, Derek Hale — sus ojos se agradaron al escuchar su nombre — Ella lo conoce a la perfección, los espero ahí.
Da un asentimiento a Lydia y regresan al auto.
—¿Crees que funcione?
— Tiene que serlo, necesito respuestas Lydia, le debe un favor a Scott, y lo voy a cobrar.
—¿Scott sabrá que estás usando su nombre?
—No me interesa— enciende el auto —Me interesa Derek.
— Madison Melendi, la cercanía a la muerte te cambio, que sensual luces, tan decidida.
— Vamos Lydia— observa el retrovisor y sale del estacionamiento en dirección al loft—De lo contrario mi novio golpeará al tuyo.
[...]
Stiles caminaba de un lado a otro intranquilo, repitiendo una y otra vez lo mala idea que había sido enviar a su novia y a Madison a seducir a un hombre lobo adolescente para obtener información.
Mientras Derek veía cada paso que daba, en total silencio con los brazos cruzados, imaginando con cuántos golpes podría hacer que se calle y dejé de moverse.
— Stiles, me vuelves loco. Quedate quieto.
—No puedo hacerlo— voltea hacia el castaño—¿Aún tienes fuerza o también se fue?—pone la palma de su mano a Derek.
Mala idea.
El lobo impacta su puño con la mano de Stiles provocando que suelte un “grito” de dolor y de media vuelta, hubiera caído al suelo si no se hubiera alcanzado a sujetar de la mesa que estaba tras él junto a la ventana.
—¿¡Que le haces a mi novio!?—Pregunta Lydia desde la entrada, corriendo hacia el castaño, quien hacia gestos exagerados de dolor mientras Derek se mostraba tranquilo en su lugar, intentando contener la risa.
Voltea hacia el mayor con una mirada de advertencia.
No era la primera vez que esto sucedía.
Madison cierra la puerta tras ella y voltea hacia su novio, dando un guiño como saludo, pasando el gesto desapercibido para el resto de la manada.
Ella y Derek habían decidido mantener en privado su relación para sus amigos, a excepción de Lydia y Peter, quienes se alegraron de la noticia y mostraron su apoyo, respetando su decisión.
Por fin alguien haría desaparecer a Derek el amargado.
— ¿Y bien? ¿Funcionó?—pregunta Scott sentado junto a Allison.
— Eso espero, sabe que estamos aquí.
— Solo queda esperar.
— Aunque no dudo que nos maten cuando vean que Alisson es una cazadora—interrumpe Lydia sonriendo sarcásticamente en su dirección, acariciando la espalda de su novio.
Aún odiaba a la pelinegra por lo que le hizo a su amiga.
Sabía que el principal causante era Scott por no darle el respeto que merecía su relación, pero eso no quitaba que ella haya tenido que ver.
—Lydia...—comienza Scott.
Derek se acerca a su novia, susurrando para ella lo feliz que estaba por verla, recibiendo una sonrisa que iluminó su rostro.
— ¿Como te sientes?
— Estaré bien, tranquila.
— Cada vez que te escucho decir eso algo malo pasa—regresa la mirada al frente —me voy a volver a loca.
Antes de poder responder la puerta se abrió, dejando a la vista a Brett y otro chico al cual no recordaba haber visto antes, asomarse al interior, revisando que no haya ninguna amenaza y sea seguro para su manada.
Satomi cruza la entrada sin perder su presencia imponente.
—Gracias por venir — El alfa da un paso al frente, liderando la situación.
—No he venido por ustedes—el silencio se adueñó del lugar y la vergüenza en el adolescente se hizo presente—He venido por ellos—señala a Madison y Derek.
No tardaron en voltear a verlos, inquietando a la adolescente al verse envuelta en esto, ya había estado en una situación similar meses atrás, y no tenía interés alguno el repetirlo.
—¿De que está hablando?—pregunta interesado Stiles, tomando la mano de su novia.
— Me refiero a lo que está por suceder—ambos chicos sienten sus músculos tensarse al escuchar sus palabras—Kate Argent esta viva, y quiere a Derek. No dudará en aprovechar su situación.
— ¿Que es lo que está pasandole? —Madison da un paso al frente.
— Me temo que desconozco el motivo del cambio, nunca me había enterado de una situación similar — junta sus manos — ¿Me puedes repetir que es lo que sucede?
— Parece que no tengo más el don de la mordida, mi cuerpo tarda en sanar, mi fuerza disminuyó... y no tengo la audición ni olfato de antes.
—Entiendo—asiente lentamente—Lamento no poder ayudarles como esperaban, no poseo esa información. Sin embargo les diré que ella quiere a Derek, desconozco el motivo. Pero vendrá por el, deben cuidarse. Y aún más deben cuidar en quien confían, hay muchas traiciones últimamente—termina mirando a Alisson.
—Eso ya lo sabemos—interrumpe Lydia.
Madison no pudo evitar sonreír de lado, amaba a su mejor amiga.
— Creo que es todo lo que puedo hacer por ustedes en esto momento, lo Siento ¿Algo las en lo que pueda ayudar?
— ¿Cuando estará aquí?
— Al paso que ha estado, en dos días.
— ¿Kate es mujer lobo?
— Mi querida Madison, cuando un lobo muerde a una persona, está no te transforma automáticamente en lobo, si no que refleja una parte de ti. Lydia—la señala— es una banshe por su personalidad, fuerte e inteligente. Scott y Derek lobos por su audacia, El noguitsuné eligió a Stiles por su inteligencia—se acerca y toma las manos de la castaña entre las suyas—Como tú serás un poderoso fénix cuando te transformes, por tu fuerza interior, porque a pesar de estar destruida resurges de las cenizas—la chica se tensa automáticamente—Deaton y yo lo sabemos, no debes preocuparte.
— ¿Qué?
— Te vimos un día que dormías, cuando Khali te atacó, un pequeño tatuaje se veía en tu piel—Derek se posiciona junto a ella—hay una leyenda dónde narra que una manada será bendecida con un fenix, una chica con grandes dones, mayor velocidad que la de un hombre lobo, se podría decir que tan rápida como un vampiro, con ojos rojos y gran fuerza.
— ¿Que pasa si no me transformó? No quiero ser pesimista, pero estoy bien así—se señala a si misma— humana completamente.
— No tendrás elección.
—¿Por qué no?
— Simplemente no puedes alterar el curso de tu destino, Madison, puede esperar, pero terminarás al mismo lugar que cuando empezaste—Termina dejando en silencio a todos en el departamento.
— Es hora—anuncia Brett, Satomi asiente y con una mirada rápida se despide de todos, dejando a la manada en silencio.
Nadie sabía que decir.
Dos miembros de la manada estaban en riesgo.
Madison siempre informo que no tenia interés en convertirse en un ser sobrenaturales, apoyaba y amaba a sus amigos, sin embargo sabía que ese mundo no era para ella.
Ya corría suficiente riesgo por ser miembro de la manada.
Y ahora, por las palabras de Satomi sabía que no podría decidir, sucedería tarde o temprano.
Mientras tanto la ausencia de las habilidades de Derek seguía siendo un misterio.