Capítulo cinco.
Termina de guardar la última caja y voltea orgullosa al ver el departamento perfectamente ordenado.
Su madre había tenido que mudarse temporalmente a Fotos por un proyecto en la empresa, por lo que se vio obligada a mudarse a un departamento a unos minutos del instituto para que su madre tenga la tranquilidad que no estaría expuesta.
El tiempo pasaba con umás rapidez del que quisnaranja taba en su último año y habían pasado más de dos meses desde aquel sábado que Madison tuvo su primer acercamiento con Derek.
A partir de aquel día ambos chicos comenzaron a volverse más cercanos.
Algunos días Derek solía pasar por ella a su departamento y llevarla al instituto antes de ir a trabajar, recibiendo a la castaña con una sonrisa y un jugo de naranja
Y cuando el día lo permitía pasaban las tardes el el Loft junto a los Hale haciendo sus proyectos.
Incluso había tomando algunas clases de repostería con Peter.
Se podía decir que pasaba más tiempo con ellos que en su propia casa, a tal punto que le habían entregado su propia llave
Las miradas y sonrisas fugaces que el lobo daba a la castaña cada vez que la veía no pasaban desapercibido para Lydia, quien era la única que parecía notar el enamoramiento del castaño hacia su mejor amiga, al igual que Peter.
La insistencia de su sobrino por asegurarse del bienestar y felicidad de la joven era evidente.
Nunca lo había visto así, ni siquiera con Page.
Derek se había convencido a no decirle nada sobre lo que sentía por ella, no quería incomodarla o arruinar la relación que estaban formando. Sabía que ella aún sentía sentimientos por Scott, y a pesar de no ser tan intensos como antes, estos aún estaban presentes y el lo respetaba.
Sabía que era su proceso, y se sentía feliz de poder notar su evolución, de verla volver a ser ella misma, contarle emocionada acerca de sus futuros proyectos y elogios de profesores.
Se sentía orgulloso de ella, de verla salir feliz del trabajo.
Scott había renunciado en la veterinaria y Deaton no tardó en ofrecer el trabajo al ver su dedicación.
—Hasta luego—dice despidiendo a la pequeña que sale con su cachorro de la veterinaria.
Se sienta tras el escritorio revisando en la agenda los pendientes y citas programadas del día siguiente antes de salir, faltaban veinte minutos para su hora de salida, y quería dejar todo listo para mañana.
Termina de guardar sus cosas y toma su abrigo del pequeño closet que tenían, siendo interrumpida por el sonido de la puerta abrirse con brusquedad seguido de un fuerte golpe.
Cierra la puerta y se asoma asustada al no ver a nadie, da unos pasos hacia su escritorio cautelosa, sintiendo la sangre abandonar su cuerpo al ver a Stiles intentando levantar a Derek del suelo.
— Stiles — susurra preocupada al ver al mayor con una herida en su costado y las manos llenas de sangre—¿Que sucedió?—pone seguro a la puerta y se agacha junto al castaño, tomando su cara entre sus manos, se desmayaría en cualquier momento—¿Derek?
—Hola preciosa— susurra con los ojos cerrados, haciendo su mayor esfuerzo por mirarla.
— ¿Stiles?
—No lo se, iba a entrar al Jeep y lo ví ahí sentado, estaba sangrando demasiado—pasa ambas manos por su rostro— No supe a donde más ir.
— Deaton no está—las manos comenzaban a temblarle, no sabía que hace— Ayúdame a llevarlo a la camilla.
Estaba aterrada.
—¿Derek?—acerca su rostro al suyo, acariciando su mejilla—¿Puedes ponerte de pie?
—Lo intentaré.
Con dificultad lo hicieron levantarse, el tener a Madison cerca le había dado una extraordinaria fuerza que logro mantenerlo de pie.
— ¿Y que haremos?
— Se ve muy mal—voltea furiosa hacia su mejor amigo— ¿¡Cómo puedes traer a Derek casi muerto y no saber qué pasó Stilinski!?
Comenzaba a perder la calma.
— Estaba en mi auto—lo recuestan en la camilla metálica que tenían dentro del cuarto—¿Lo llevamos con Melissa?
— No, llámale tenemos que hacer algo ahora su pulso está disminuyendo.
— ¿Eso que significa Melendi?
—¡Significa que está muriendo así que muévete!— Stiles mueve las manos con exageración y sale del lugar, intentando conseguir buena señal.
Sus manos temblaban.
—No puede ser— toma su rostro entre sus manos al verlo palidecer— Derek, no te duermas— mueve sus hombros con fuerza, sintiendo las lágrimas acumularse bajo sus ojos.
Piensa Madison.
— ¡Stiles! — grita al no tener respuestas, con el tiempo escapando entre sus manos.
Pasa ambas manos por su cabello y camina de un lado a otro intentando recordar que hacían en esas situaciones, buscando alguna medicina que pueda ayudarlo a resistir un poco más en lo que llegaba la ayuda.
En ese momento se arrepintió de jamás haber participado en las curaciones de los chicos.
Como un rayo de luz, recordó aquella ocasión cuando a Stiles le dió un ataque de pánico en la fábrica abandonada, recordó las palabras de Lydia y se acercó decidida.
No lo dejaría morir.
Toma sus mejillas con delicadeza y se acerca a el juntando sus labios con los suyos, a los segundos fue correspondida con lentitud.
— Madison — susurra sorprendido al separarse, la sorpresa y adrenalina fue suficiente para ayudarle a reaccionar un poco.
—Derek—toma su rostro entre sus manos— ¿Que debo hacer?
— Es wolfsbane— susurra— Con fuego.
—¿Estas seguro? No sé cómo hacerlo.
—Has visto a Deaton hacerlo muchas veces— toma su mano entre las suyas— confío en ti.
— Yo no.
— ¿Besarme de nuevo ayudaría?
— Tal vez—susurra antes de besarlo de nuevo.
¿Era el momento adecuado para hacerlo?
Probablemente no, pero la cordura desapareció de ella cuando los labios de Derek se movieron bajo los suyos en un beso salvaje que hizo arder su interior.
Se aleja segundos después aún sorprendía de sus acciones y la realidad cae como un bote de agua fría.
— ¡Stiles!—grita de nuevo, escuchando los pasos acelerados acercarse.
—¿Se murió? — lo fulmina con la mirada.
—No, ayúdame—recoge su cabello y toma un encendedor mientras Stiles miraba aterrado la escena.
Estaba a un paso de desmayarse.
— Lamento esto Derek, espero tengas razón porque no sé que más hacer y estoy aterrada, muy nerviosa y probablemente me desmaye como Stiles.
—Descuida—la sangre había cambiado de color.
Comenzaba a oscurecerse.
Mala señal.
Toma las tijeras y corta su playera a la mitad, dejando su torso descubierto, da una mirada rápida a su rostro, recibiendo un asentimiento, como autorización para continuar.
— Bien — Al poner el fuego en su herida Stiles se desmayó tras ella.
Estaba sola.
Sintió los dedos del lobo rodear con fuerza su brazo entre gritos, cortando su circulación por minutos, generando en hormigueo en su cuerpo que debilito sus manos.
No sé aparto hasta ver cómo empezaba a sanar.
— Por favor desmayate, por favor— susurraba para si misma al verlo intentar contener sus gritos.
La herida era profunda.
Minutos después el agarre en su brazo se debilito y se desvaneció frente a ella con una capa de sudor cubriendo su cuerpo.
Se apresura a humedecer una toalla y comenzar a secar su frente, viendo la herida comenzar a sanar con lentitud.
Baja la mirada a sus manos, viendo múltiples moretones comenzar a formarse alrededor de sus muñecas.
—¿Madison?— voltea al escuchar su voz — ¿Que paso aquí?—pregunta Deaton con Scott y los chicos detrás.
Momento indicado para que Stiles comience a reaccionar.
El castaño se levanta rápidamente subiendo la manga de su camisa hasta sus codos, estirando su cuello.
— Estoy listo, vamos Mads hay que hacerlo— se calla al ver a los chicos ahí.
Y a Derek inconsciente.
—¿Me desmayé?
— Como siempre.
—Madison—el mayor camina hacia ella—Dejame curarte eso—Deaton camina hacia ella al ver sus muñecas moradas.
—Estoy bien—da un paso atrás —revisa a Derek por favor.
—¿Que sucedió? — antes de poder tocarlo la mano de Derek lo aparto con fuerza, y sus ojos se abrieron con brusquedad, con la respiración acelerada.
Se sienta con lentitud sobre la camilla y sus ojos fueron desesperados a ella.
—¿Cómo te sientes Derek?—ignora la pregunta del mayor, bajando la mirada a sus brazos, dónde su piel blanca se encontraba amoratada.
La había lastimado.
—Madison...— susurra al ver sus manos.
—Estoy bien— da un paso hacia el, tomando la toalla nuevamente, limpiando su frente— ¿Cómo te sientes?
— Como si un camión me hubiera aplastado — ambos se sonríen por unos segundos.
Por su parte, Scott tenía los ojos la escena que había ante sus ojos
¿De que se había perdido?
—Debo irme—dice Allison para su novio, siendo ignorada por la manada en todo momento hasta que cerró la puerta.
—¿Derek que fue lo que paso?—El mayor intenta apartar a Madison al ver que toda su atención estaba en ella, sin embargo la castaña se mantuvo firme en su lugar.
—No iré a ningún lado—la dureza en su voz logró sorprender a todos, incluso a ella misma—Lo siento —susurra al mayor—Creo que sigo en shock.
— Traeré agua.
Regresa la vista a el, encontrando los ojos de Derek en ella, su cabello estaba despeinado y sus mejilla rosadas, la preocupación seguía siendo evidente en su mirada.
—Lo siento—toma su mano entre las suyas.
— Estaré bien.
—Madison—su mejor amiga toma su cintura y la obliga a soltar la mano del lobo y tomar asiento, aún sin ser capaz de apartar la mirada.
—Derek, necesito saber que paso.
— Fue Khali, estuvo en el departamento — se pone de pie con lentitud — Dijeron que venían por Madison, al parecer tienen una cuenta pendiente con Scott—su vista fué hacia él— y querían llegar a él a través de una persona que le importe.
Vió de reojo a la castaña contener la respiración.
— Le dije que Madison no era nada suyo, ella no tiene nada que ver. Se alteró un poco y las cosas salieron de control hasta que alguien disparó, no sé quién fue, pero acabo con ella. Yo logré escapar y fuí al instituto a buscar a Madison, necesitaba confirmar que este a salvo. Pero se había ido.
— Por eso fuiste al Jeep — asiente.
— No ha pasado nada con Khali para que intenten dañarme.
— No parecía que vengan por ti, sino por Madison. Se notaba que la querían especialmente a ella.
—¿Por qué?
—No lo sé.
— Debemos protegerla—Isaac da un paso al frente.
— Estoy de acuerdo—Termina Scott, conectando con la mirada preocupada de Madison al no saber qué pasaría.
La manada miraba expectantes la escena, con un toque de esperanza porque regresen y vuelvan a estar juntos, a excepción de cierto lobo, quien suplicaba en silencio porque gire hacia el.