Después de varias horas conduciendo ví un cartel en el cual ponía 'Olympia'.
Jamás había venido a esta cuidad, aunque siempre me había llamado la atención pues es realmente hermosa.
Una vez llegué al sitio donde indicaba me bajé del coche, me alejé de toda la zona preciosa para seguir por unos callejones en busca de mi destino, hasta que encontré un edificio el cual parecía estar abandonado, había un cartel roto y sucio en el que ponía 'Eld hotel' el cual era exactamente el nombre que ponía en la hoja.
Inspiré hondo antes de entrar a paso decidido.
Abrí la puerta, escuchando como crujía tenebrosamente, el interior estaba completamente oscuro, aunque podía ver las sombras, era una sala ámplia, con escaleras que se dividían en dos para subir a la segunda planta.
Un fuerte estruendo hizo que me sobresaltara, la puerta se había cerrado.
Decidí no hablar, si los Vulturis estaban aquí eran más que conscientes de que yo había entrado.
Unos pasos silenciosos caminaron vacilantes hacia mí dejando ver varias sombras justo en frente de mí.
-Vaya, vaya, mi querida ___, al final te has presentado.
La voz de Aro sonaba haciendo eco por toda la casa, me miró con interés y una maliciosa sonrisa en el rostro.
Pude divisar a Jane, Alec, Felix, Demetri, Marco y Cayo.
Aunque en la planta de arriba habían más sombras.
-Me alegro de que hayas venido.
-¿Que quieres?
-Tranquila, sin prisas, solo necesito tu ayuda.
-Esta bien, ¿para qué?
-No tan rápido, antes voy a ver si has cumplido.
Me hizo una señal para que me acercara a él, seguramente para revisar que nadie sabe de ésto y que he venido sola.
-¿Me permites?
Alcé mi mano y éste la tomó, me estremecí al contacto con su piel.
-Bien, has cumplido.
Me alejé un paso de él, no quería estar tán cerca.
-Comenzaré.
Se aclaró la garganta y comenzó a mirar varias partes de aquella casa en ruinas.
-Hace muchos años, cuando solo existían vampiros, nada de Lobos, todos los vampiros vivíamos en paz, no teníamos ningún depredador al que atacar ni por el que defendernos...
{Un día, apareció uno de esos lobos, se enfrentó a los vampiros con su fuerte mandíbula y sus afilados dientes, después de acabar con él y pensar que todo había acabado, vino otro, y después otro....
Aquella raza se expandía, por más que intentáramos hacerla desaparecer nos era imposible...y no queda ahí, tiempo después aparecieron los ahora conocidos como Licántropos, y lo peor fué ver que eran más fuertes que los Lobos normales, no era necesaria la luz de la luna para que el cuerpo humano se transformase en lobo, eran más robustos...
Todos los vampiros, unidos por la misma causa, acabar con ellos. }
Hizo una pausa, en sus ojos podía ver el odio y la venganza, lo cual me ponía los pelos de punta, no me gustaba nada a donde estaba llegando esto.
-Entonces, por si fuera poco, un grupo de Vampiros, creado por un maldito traidor pedante (sabelotodo) cometió el mayor error que podía haber cometido...
{Haciendo que la historia de los vampiros ya no fuese igual que era, sí, hizo una alianza con nada más y nada menos que con Licántropos}
Tragué saliva, esperando a que terminase de hablar, mientras sentía el peso de todas las miradas sobre mí.
-Como comprenderás querida, lo mínimo que merecen esos vampiros es la muerte.
Remarcó la última palabra.
-Pero, como soy tán agradecido, estoy dispuesto a darles una oportunidad a esos farsantes.
Sabía más que de sobra a quiénes se refería.
-Aunque no sin recibir algo a cambio, claro. Por esto estás tú aquí.
Aún no entendía que quería a cambio, si lo que quería era acabar con mi existencia aceptaría, sólo por salvar a todos los demás.
-Dejaré a todos los Cullen, incluida tu hermanita, y a tu pequeña hijita, a cambio de que simplemente nos ayudes a acabar con los Licántropos, sí, esa manada de Chuchos con la que convivís.
¿La manada? ¿Jacob?
-Sí, lo sé, en la carta dije que salvaría también a el lobito estúpido ese, pero los tratos están para romperse, ¿no es así?
No, no y no.
No voy a permitir que le hagan nada a Jacob, ni a la manada, esos seres repugnantes no van a acabar con ellos.
-___, piénsalo, son un estorbo, han influido demasiado en la historia de los vampiros y ya es hora de que vuelva la paz a este mundo, sin ellos.
Un silencio reinó la sala, miré fijamente a aquel vampiro antes de hablar.
-La paz en este mundo estaría sin vosotros en él.
Todos parecieron sorprenderse por mi respuesta.
La sonrisa de Aro se desvaneció de su rostro para formarse en un semblante serio y furioso.
-Me parece que así no colaborarás con nosotros.
-Jamás lo haré.
Aro hizo una señal y antes de que pudiera siquiera girarme mi cuerpo calló al suelo, después, no sentí nada más....
[Narra Jacob]
Estos últimos días ___ ha estado demasiado extraña, sé que hay algo que le atormenta y no quiere contar, verla así me preocupa bastante, le pregunto cada día que si está todo bien o le ocurre algo, ella simplemente niega con la cabeza.
-Papi, ¿porqué mamá está triste?
La voz de Liv me sacó de mis pensamientos.
-Solo está preocupada princesa.
-Hoy le he dicho que no se preocupe por mí.
No pude evitar sonreír ante su ternura.
-Te quiero demasiado como para no preocuparse por tí. -Dije besando su frente. -Ahora descansa.
-Te quiero papá.
-Yo más mi princesita.
Besó mi mejilla antes de abrazarme y se acurrucó en la cama, la tapé con la manta visualizando su hermoso rostro angelical, tán parecido al de su madre, son lo más hermoso que he visto en mi vida.
En cuestión de segundos Liv estaba completamente dormida.
Salí de su habitación para entrar en la nuestra.
-
Se ha quedado completamente dormida.
Me tumbé la cama y tomé a ___ de la cintura, estrechándola junto a mí, ella miró mis ojos y sonrió.
Posó una mano en mi mejilla y acarició mi rostro suavemente.
-Nunca olvides que te amo, pase lo que pase. -Dijo con la mirada fija en mí
-Yo te amo más mi vida.
Y no era ninguna mentira, lo que siento por ella es insuperable, jamás he sentido lo que siento por ella...
-___. -La llamé preocupado.
-¿Si?
-Sé que te ocurre algo, estos últimos días has estado realmente extraña... pero no voy a insistirte ni presionarte, si prefieres no hablar de ello lo comprendo, solo espero que no sea malo para ti.
Mantuvo la vista fija en mis ojos, pude ver como se comenzaban a cristalizar, y de un segundo para otro rompió en llanto, acuné su rostro húmedo en mi pecho mientras escuchaba su sollozos.
No me importaba que me dijese lo que demonios le ocurría, solo quería abrazarla, tratar de hacer que se encuentre bien.
-Lo siento... -Susurró.
-No te disculpes cielo.
Se abrazó más a mí, como si tuviera miedo a que me marchase, pero eso jamás iba a pasar.
-No me sueltes. -Pidió en un hilo de voz.
-No pienso hacerlo, jamás.
La estreché aún más junto a mí, apoyando mi cabeza sobre la suya y depositando un beso en ella.
Comencé a dejar leves caricias en su cabello, sentí como al instante se quedó dormida, abrazada a mí...
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Espero que os guste ❣
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