Lo abro cuidadosamente y es un precioso colgante, un llamador de angeles. Es color plata y la cuerda rosa palo. Lo dicho, es precioso. No tengo palabras, no se como agradecerle esto a los dos.
Son increibles y estan en mi vida a pesar de los km que hay, eso no es relevante.
Es inevitable recordar que el rosa palo era el color favorito de Sily. Ella se llamaba Silvia pero yo siempre la llamaba Sily. Y ella usaba multitud de palabras cariñosas para mi. No se muy bien donde estara ahora. Hace tiempo que me dejo y empezo una nueva vida lejos. ¿Sabeis que? Me costo mucho perdonarselo. ¿Como pudo irse sin despedirse de mi?¿Como no me enseño a vivir sin ella? Sily era unica. Nunca utilizo esa palabra a la ligera pero prometo que ella lo era realmente. Tenia un pelo castaño largo precioso y unos ojos que a pesar del color jamas fueron los tipicos ojos marrrones. No voy a decir que la echo de menos porque fue ella la que tomo la decision de irse. Es mas, yo intente que se quedara conmigo y creia que la habia convencido hasta que se fue. Me dejo sola. Ella era lo mejor que tenia. Era mi mente en otro cuerpo y mi cuerpo con otro nombre. Nos pareciamos mucho. Senti tal vacio cuando me decepciono que no volvi a ser yo. Kyle no sabe toda la historia pero si una pequeña parte.
-¿Que pasa? Llevas un rato en silencio mirando el colgante, ¿Te lo pongo?-me pregunta
-Si, ponmelo.- me giro y le doy la espalda para que pueda abrocharmelo- No pasa nada, me he acordado de Sily y me he puesto un poco triste pero ya esta.
Me giro y le doy un beso. Le sonrio. Si alguien se merece mi sonrisa esa persona es el.
Kyle pone la mesa y yo caliento agua para cocer la pasta. Le indico donde estan los cubiertos, los platos, los vasos y las servilletas. Los muebles de mi cocina son de Ikea. Adoro esa tienda porque cuando entras ya no sabes nada del exterior, te aislas completamente. Vas siguiendo las flechas del suelo y es ahi cuando me doy cuenta de que no he crecido tanto ¡Sigo disfrutando de esas tonterias!
Apago el fuego y dejo la pasta en el escurridor mientras cocino la salsa de parmesano que tanto me gusta preparar y degustar. El mientras frie unas alitas de pollo ¡et violá! comida preparada.
Nos tumbamos en el sofa para ver una pelicula que habia visto anunciar unos dias atras. Me cuesta recordar la cadena pero al final doy con ella.
El es el primero en dormirse y sabe que "el que primero se duerme debe un masaje" recuerdo su voz y la mia diciendolo a la vez hace tropecientos años. Me levanto con cuidado y salgo a la calle, ando hasta la playa y me siento en la arena. No pienso en nada o mejor dicho eso es lo que parece. Estoy respirando hondo pero juro que no puedo mas y rompo a llorar.