El moreno apenas pudo abrir los ojos por los fuertes rayos del sol que atacaban su rostro. Poco a poco los abrió sintiendo un leve ardor.
- Agh...Mis ojos...- Tallo sus ojos y miro a su izquierda percatándose que su pareja no estaba. - ¿Amor? - Se sentó sobre la cama, colocándose sus lentes. Acto seguido se levantó para buscar al omega. No sin antes ponerse un bóxer y una bata de baño sin ser atada.
Camino hasta la puerta y salió de la habitación. Bajo hasta la sala y miro a un bello peli-negro en la gran ventana mirando su jardín lleno de nieve, una ligera sonrisa adornaba su bello rostro, con sus manos sostenían una taza de té.
- ¿Bum? - Hablo el alfa mirando al pálido con una sonrisa.
A Bum casi se le cae la taza por el pequeño susto que le dio Yang. Lo miro y después suspiro aliviado.
- Ah...H-Hola...Amor.- No pudo evitar poner la vista en los abdominales de su marido. Las feromonas del más alto lo ponían muy inquieto. Sacudió su cabeza. -¿N-No tienes frio?- Seungbae negó y camino hacia el pálido.- Amor...Deberías ponerte algún abrigo...
El moreno le quito la taza dejándola en la pequeña mesa más cercana. – No lo necesitare... - Cerro las cortinas y volteo al omega estampándolo contra la ventana. No al grado de lastimarlo.
- A-ah~ - Las feromonas de Seungbae inundaban sus fosas nasales, su entrada se dilataba de aquel lubricante natural. El más alto lo despojo de lo único que tenía puesto.
Unas cuantas rondas más no le hacen mal a nadie.
(...)
Ya eran aproximadamente las 8 de la noche, ambos ya estaban vestidos normalmente esperando que trajeran a sus hijos. Esa era la hora que habían acordado traerlos.
- ¿No crees que ya tardaron? - Yoon Bum estaba inquieto por la tardanza que tenían.
- Tranquilo amor... Espera 5 minutos más.- Seungbae lo abrazo y beso su mejilla.
Unos momentos después se escuchó el sonido del timbre, a lo cual ambos fueron corriendo a atender.
Eran no más ni menos que Delfino y la abuela de Bum.
- Hola mi cielo.- Saludo la mayor a su nieto.- Lamentamos mucho la tardanza, el bus tardo demasiado en la parada.
- Demasiado... Además estos traviesos eran muy inquietos.- Hablo el joven Beta con dos pequeños en sus brazos recién dormidos. - No querían quedarse en la carriola. - Miro a la pareja y frunció el ceño. - ¿No me van ayudar? ¡No crean que no son pesados!
- Oh, lo siento.- Seungbae tomo a los pequeños y se los llevo a la habitación en la que dormían.
- Gracias por cuidarlos abuela...- Delfino aclaro su garganta.- Ah. También a ti Delfino.
- El placer es nuestro.- El pálido se hizo a un lado para dejarlos pasar junto a sus otros dos hijos que estaban en la carriola.
Miro el patio y a lo lejos había un faro que alumbraba una esquina de la calle, se percató que había alguien parado debajo de esta, pero no se veía con claridad. Por alguna extraña razón la luz parpadeaba y cuando se estabilizo correctamente la sombra había desaparecido.
Cerró inmediatamente por el miedo.
- ¿Bum? ¿Qué ocurre? - Pregunto Delfino.
- Oh...No nada...- Le sonrió e intento no pensar en aquel suceso.
(...)
- Te encontré... - Sin más aquella sombra se fue.