La tarde caía delicadamente como una bailarina delicada cae al escenario luego de su mas grade pieza. con elegancia. las nubes de algodón rosado caían exquisitamente sobre los clásicos edificios de Puerta del Sol, definitivamente Madrid era una ciudad única y hermosa.... bueno mejor dicho toda la Europa unida era mágica... pero si a Felicity le preguntaban cual era la ciudad el amor... ella contestaría sin temor a equivocarse que cualquiera donde estuviera su Fefe.
¿cuanto tiempo han pasado desde que se conocieron? Felicity aun recordaba con dulzura ese día de clases... ella era solo una chiquilla de 12 años desubicada, desgarbada. Aun recordaba su amado México del cual se fue por una mejor calidad de vida en España... la pelirosa solo buscaba algo... paz... jamas busco problemas, pero si que sabia salir de ellos, luchar, luchar hasta el cansancio... pero ya estaba tan cansada de luchar. Y como si Dios, o cualquier otra fuerza omnipotente y omnipresente le hubiera dado las respuestas a su dolor y esa prisión interna.. la conoció
Fefe, una chica menuda, llena de temores, Abel, un muchacho extrovertido, pero inseguro de su propio físico, y Lian lleno de complejos y baja autoestima, recapitulando sus amigos en ese momento parecían un mal chiste cliché de adolescentes emos homosexuales, y tal vez ella con su soledad y problemas internos fue el remate. Pero, demonios... fueron eso que le falto para poder continuar.
-dame tu fuerza... para yo poder continuar-- lloriqueo, la de ojos dorados, tirada en el piso adolorida después de una paliza. Paliza de muchas. uno diría que con tantos golpes la mexicana ya se había acostumbrado a los golpes, y aun así su camisa multicolor seguía sobre su pecho y aunque sienta ese miedo por dentro, tendrá a su Fefe.
La de cabellos claros tendió su mano llena de sangre propia y de tierra. Le daría su poder, su fuerza, su calor y su aliento... así juntas poder continuar. Federica quien aun con lagrimas en los ojos por el dolor físico, tendió su mano sin quitarse su sudadera de la bandera bisexual.
-Felicity... ¿dime que no soy la única dentro... dentro de mi propio cajón?-- la de ojos azulados lloraba sobre el regazo de su novia... si oficialmente su novia, cuantas desgracias desato eso para la rellenita, su padre... la golpeo... y su madre, no siquiera la vio a la cara cuando la hecho de la casa, la casa de su amada fue el único consuelo que le quedo, y tal vez la mejor alternativa para no tomar el arma de su padre y dispararse en la cabeza.
--pero ahora estamos las dos para abrirlo te lo prometo mi amor-- un dulce beso se asentó sobre los rosados labias de la mas baja... consuelo... todo lo que ella podría darle.
Regresando a su presente ahora pudo recordar con nostalgia sus días oscuros hace tres años, y no pudo evitar sonreír, sonreír con nostalgia. Pero aun así sonreír porque, aunque tuvieron los peores encuentros con la cruel intolerancia, su relación salio a flote, sobrellevaron todo y lo seguirían haciendo... siempre juntas, siempre juntas para poder continuar.
Felicity no pudo evitar tomar a su novia de la mano, y antes de que la de cabellos teñidos entendiera lo que su amada quería, la pelirosa beso con propiedad esos labios tan deseables que le pertenecían solo a ella Federica era de ella y a su vez ella era de Federica, transmitió todos esos sentimientos tan puros que quería decirle, que jamas habría tanto tiempo para decirle cuanto la amaba. La beso asta que el oxigeno les hizo falta y la soltó de aquel beso. los murmullos no se hicieron esperar, pero para la de ojos amielados fueron ruido de la calle.
--¿y eso porque?--pregunto, la acalorada Fefe, un poco derretida. Aun no se acostumbraba a que su novia se pusiera cariñosa en publico.
--Nunca había conocido a alguien como tú, eres simplemente perfectas. No me canso de estar a tu lado y de disfrutar de tu compañía, me parece que eso significa que estoy más enamorada de ti de lo que podía llegar a imaginar.--