Everything has changed. (Gay)...

By kathcubilla

254K 14.9K 2.2K

¿Cómo te sentirías al ocultar tu verdadera forma de ser? ¿Tener que actuar todo el tiempo para que las person... More

Everything has changed.
Prólogo.
Capitulo 1: No soy como tú.
Capitulo 2: Eres excitante.
Capitulo 3: Sé tu secreto.
Capitulo 4: Me das asco.
Capitulo 5: Creí que eras mi amigo.
Capitulo 6: Mamá, papá, soy gay.
Capitulo 7: Te quiero, Caleb.
Capitulo 8: Aún así te quiero.
Capitulo 9: Pierce.
Capitulo 10: ¿Qué esperas chico malo?
Capitulo 12: Vamos, no te enojes.
Capitulo 13: ¿Estas bien?
Capitulo 14: Riley, vete.
Capitulo 15: No hagas nada estúpido.
Capitulo 16: Decidí estar con él.
Capitulo 17: Confío en ti, pero no en ellos.
Capitulo 18: Esto nunca existió.
Capitulo 19: Me mudaré a Australia, Caleb.
Capitulo 20: ¿Qué tal si...?
Capitulo 21: ¿Habías imaginado esto?
Capitulo 22: Sé que estás en tus días.
Capitulo 23: Lo prometo, Calebsito.
Capitulo 24: Te quiero, viejo.
Capitulo 25: ¿Amigos?
Capitulo 26: Caminos diferentes.
Epílogo.
Anexo.
Capítulo Extra.

Capitulo 11: Escúchame.

8K 533 88
By kathcubilla

Ha pasado una semana desde que murió Noah, una semana desde que Mason se fue de la casa, una semana que no me paro de la cama no más para darme un baño. Todo esto me tiene muy mal, intenté hablar con Riley porque tal vez él esta mucho peor que yo, pero no me responde los chats. Decidí olvidarme de todo lo que me hace daño, y en ese plan está mi amigo, tengo que olvidarlo y seguir mi vida.

Me levanté de la cama, salí del cuarto y comencé a dar vueltas por toda la casa. Esta gran casa sin Mason no es igual, se fue sin decirme nada y no sé donde pueda estar, ha faltado al colegio y no he tenido comunicación con él.

-Regresa, por favor. Te quiero.  –Le envié un mensaje de texto con mis últimas esperanzas.

Entré en el baño, puse a llenar la tina de baño y esperé a que está se llenara. Al estar al tope, apagué la regadera, me desvestí y entre lentamente. Hundí mi cabeza en el agua, relajándome, queriendo desaparecer en ese preciso momento. 

Salí envuelto en una toalla y vi que el led de mi celular parpadeaba, lo agarre para revisarlo.

-También te quiero, Caleb. Pero no es tan fácil. –Decía el mensaje de Mason. 

Cerré mis ojos y respiré profundamente, no quería perder a Mason, no por culpa de un revolcón. Me arreglé para salir a la práctica de futbol, iba un poco tarde.

-Llega tarde Sr. Bennett –Dijo sarcástico Brent.

-Que observador, Brent. –Dije frunciendo el ceño.

-¿Cuál es mi posición para el juego? –Me preguntó ya más relajado.

Inspeccioné los chicos que habían venido a la práctica, y Riley no estaba. Pensé que si venía a jugar, él podría distraerse aunque sea por unas horas.

-¿Se te olvida que no vas a jugar? –Dije con indiferencia. Me importaba si el equipo lo necesitaba, después de mí y de Riley él era el más rápido y fuerte.

-Pensé que habías cambiado de opinión. –Me dijo.

-No. –Sonreí.

-Te arrepentirás, Bennett. –Dije sonriendo. Este chico es capaz de cualquier cosa.

Hicimos unas cuantas jugadas, tomamos nuevas posiciones y al final salimos temprano. Estaba caminando a los estacionamientos, subí al auto y lo puse en marcha hacia el parque del residencial. Me estacioné y me senté en los columpios a sentir el aire fresco, a despejar mi mente. Miraba mi brazo lleno de cicatrices, dicen que cada cicatriz cuenta una historia y que las cicatrices son marcas de guerra, también he escuchado que las personas con cicatrices en las muñecas son ángeles que sufren mucho, y quieren regresar al cielo. Quizás eso soy, un ángel  herido.

Estaba tan sumergido en mis pensamientos que de pronto tres chicos se abalanzan sobre mí, iban con pasamontañas, dos de ellos me agarran por los brazos impidiéndome moverme y el más alto de todos comienza a golpearme el estómago hasta no poder más, algunos golpes iban a mi cara. El muy idiota me rompió la boca y nariz, por un momento no me golpeo más, entonces me soltaron y estaba tan débil que caí al suelo.

-Párate, y pelea.  –Gritó uno de ellos.

Intenté levantarme pero no pude.

-Te dije que te pararas. –Dijo uno pateándome.

-Ya es suficiente,  lo vas a matar. –Uno de los encapuchados habló. Yo reconocía esa voz. El chico se dirigió al más alto, este al principio no quería ceder por lo cual siguió golpeándome y al ver que ya no podía más y que entrecerraba los ojos se alejó, se fueron corriendo. 

Me dolía todo el cuerpo, tenía que hacer un gran esfuerzo y como pude llegue al auto para dirigirme hacia la casa. Baje del auto y subí adolorido las escaleras, camine por los pasillos hasta llegar a mi cuarto. Me encerré en el baño, me paré frente al espejo y mi cara estaba hinchada e irreconocible, me daba asco. Escupí en el lavabo y lo deje lleno de sangre, me tire unos pasos hacia atrás y pegue mi espalda de la pared, poco a poco caí al suelo. Cubrí mi cara con mis manos y repetía una y otra vez “¿Porqué a mi?”

“¿Por qué carajos me pasa esto a mí? –Grité golpeando el piso. 

Mientras lloraba de la rabia, buscaba desesperadamente en mi bolsillo aquel pequeño metal que me hace sentir mejor, al encontrarlo aparte las pulseras que llevaba para ocultar los viejos cortes, miré mi brazo nuevamente y pasé el metal una y otra y otra vez mientras mis lágrimas seguían cayendo. Al terminar volví a mirar mi brazo.

Se abrió la puerta de mi baño. -¿Caleb? –Dijo Mason asomándose un poco en la puerta.

Con lágrimas le susurré un  “Lo siento”. Luego agarré mis piernas con mis brazos y cubrí mi cara entre mis rodillas repitiendo.

-Lo has vuelto hacer. –Dijo con la voz entrecortada. Entró y se arrodillo a lado mío-  ¿Por qué?

-Sólo quiero que este dolor desaparezca. -Le dije alzando mi rostro destrozado.

-¿Quién te ha hecho esto? –Me preguntó señalando mi ojo morado, mi labio roto, y mi nariz manchada de sangre.

-No lo sé. –Contesté.

Mason tomo mi brazo y comenzó a analizarlo. De pronto sus lágrimas corrían por sus mejillas.

-¿Por qué lloras?  -Le pregunté extrañado.

-Porque cada vez que te cortas es como si me cortaras a mí.. –Dijo. Luego besó cada una de mis cicatrices.

-Escúchame. –Dije mirándolo con dolor- Te necesito, Mason. –Dije apegándolo a mí y abrazándolo. Sentía su respiración en mi hombro.

-No sabes cuánto te he extrañado, Caleb. –Me dijo sin separarse de mí- Pero..

-¿Pero..? –Repetí separándome de él y mirándolo fijamente. Temía que decidiera alejarse nuevamente.

-No quiero sufrir.. –Dijo apartando su mirada de la mía. Limpió algunas lagrimas que le quedaban-  Es mejor dejarlo así.

-No te alejes de mí, ¿no entiendes que te necesito? –Dije aun con lagrimas- No te quiero perder Mason Wells, eres lo mejor que me ha pasado. Tú me haces feliz.

Agarré su mano y la apreté. –Dame una oportunidad. –Dije.

-No lo sé. –Su mirada evitó la mía.

-Prometo que esta vez será diferente, amor. –Dije rascando mi nuca.

-Sólo no te cortes más, ¿de acuerdo? –Dijo acariciando mi mano.

En ese momento supe que no me dejaría, que seguiría conmigo a pesar de todo el daño que le he causado.

-De acuerdo. –Dije rascando mi nuca- Todo mejorará.

Estaba en el piso, Mason se encontraba arrodillado al frente mío. Yo intente levantarme, pero se me hizo imposible no quejarme por el dolor que sentía en el cuerpo, me daba miedo que me hayan roto algo por dentro.

-¿Estás seguro? –Mason frunció el ceño. Después me ayudó a levantarme.

-No, pero necesito creerlo. –Susurré.

No podía estar de pie mucho tiempo, me dolía mucho mi abdomen. Mason me ayudó a curar mis heridas, un poco de agua oxigenada, alcohol y unos cuantos curitas.

-¿Me puedes llevar al hospital? –Dije nervioso. Mi mano cubría mi abdomen y la presionaba contra él.

Él asintió. Me cargo en la espalda hasta llegar al carro, me deposito en el suelo y me subí a su auto. Llegamos al hospital y estábamos sentados en una banca esperando  a que el doctor me llamara.

-¿Caleb Bennett? –Él doctor salió de su consultorio con una libreta.

-Aquí. –Cuando hablé el doctor dirigió su mirada hacia mí.

-Pase adelante. –Dijo.

Caminé hasta dentro del consultorio y me senté en una silla que había frente al escritorio del viejo. Llenaba cierta información sobre mí, como las alergias, donde vivía y todo aquello.

-¿Le duele? –Tocó mi nariz de cierta forma.

Negué con la cabeza.

-Te pondré una compresa fría en el ojo, eso ayudara a que el moretón baje. –Dijo examinando mi ojo- Tu labio está roto, evita morderlos. –Dijo. El doctor había conseguido gasas para limpiar la sangre que provenía de las heridas de mi cara.

-¿Qué hay de mi abdomen? –Dije.

-Te haremos una radiografía. –Se levantó de la silla- Ven conmigo.

Lo seguí hasta un pequeño cuarto donde había maquinas de todos los tamaños, el doctor me dijo que tenía que cambiarme y me dio una bata. Al estar listo me indicó que tenía que pararme frente a la pared, luego acercó una maquina poniéndola justo en frente de mi abdomen, no tenia que moverme.

-Listo. –Cuando sacó las radiografías las puso en un tablero con una luz blanca para observarlas mejor.

-¿Qué me rompí? –Dije de mal modo.

-¿Puedes ver tu costilla? Justo aquí. –Señaló en el tablero- Se ha movido de lugar, no es tan grave. Solo requiere reposo por dos semanas.

-Joder.  –Dije de mala gana. El doctor me miró con el ceño fruncido- Tengo un partido en dos días y..

-No. –Me interrumpió.

-¿No, que? –Pregunté confundido.

El doctor no respondió nada, se dio la vuelta para buscar un par de vendas en la gaveta.

-Sé lo que ibas a preguntar, y no, no puedes jugar en ese partido. –Dijo haciéndome seña para que levantara mi camisa- Tu lesión podría empeorar.

-Como usted diga. –Dije cuando el terminó de colocarme la venda.

-Toma estas pastillas para el dolor. –Me extendió una receta- Y acá tienes una incapacidad.

-Gracias. –Dije saliendo del consultorio.

Al salir Mason se levantó de su silla para ayudarme a caminar, si antes no podía hacerlo bien ahora con vendas mucho menos.

-¿Qué te dijeron? –Pregunto Mason que maneja de regreso a casa.

-Los imbéciles esos me jodieron una costilla. –Le respondí acomodándome en el asiento. Estaba enojado por lo que me había pasado. Ahora no podré jugar en el partido, tendré que poner  Brent en mi lugar y eso es lo que me jode. Humillarme ante él.

-¿Puedes doblar en la siguiente calle? –Le pregunté a Mason.

-¿A dónde quieres ir? –Me respondió. Me miró y luego devolvió la vista al camino.

-Llévame a Walmart. –Contesté sin mirarlo- Necesito comprar un par de cosas.

-Ok. –Dijo- Pero no puedes bajarte, yo compraré lo que necesitas.

-Ugh. –Suspiré- Quiero ir yo, déjame bajarme. –Hice pucheros. Me veía tan estúpido, pero tengo la esperanza que funcione.

-¿Sabes? No puedo tomarte en serio con tu cara así, sólo mírate.  –Dijo burlándose.

Saque mi cabeza y me fije en el espejo del retrovisor, mi cara está hecha un asco, el ojo morado, el labio roto y los pómulos hinchados.

-Me haces bullying. –Dije haciéndome el indefenso.

-Venga, ¿Qué tienes que comprar? –Preguntó apagando el motor del auto.

-Estas pastillas. –Le di la receta que me dio el doctor- Y también necesito una compresa de gel, ¿sabes cuáles son?

-Creo que sí. –Respondió asintiendo.

-Bueno. –Dije con una sonrisa de medio lado.

Mason bajó del auto y entro a la tienda. Me aburría en el carro, comencé a escuchar música, cerré mis ojos y me recosté en el asiento. Los golpecitos de Mason en el vidrio hicieron que despertara, venía con un montón de bolsas.

-¿Qué tanto compraste? –Le pregunté cuando subió al auto.

-Nada importante. –Respondió.

Lo miré, intenté hacerme el serio, pero reí.

-Vamos a casa, necesito descansar. –Mire el reloj. Eran las 10:45pm, y ya tenía sueño.

Por fin llegamos a casa, Mason aparcó el auto y  me ayudó a bajar del auto luego me acompañó hasta mi cuarto. Se fue y bajó las bolsas que habían quedado en el coche, las acomodo en la cocina, todo en su lugar y se dedicó a hacer la cena.

-¿Puedo entrar? –Dijo entreabriendo la puerta. Se asomó con una bandeja de comida.

Asentí.

-¿Qué me traes? –Dije levantándome un poco. Mason puso la bandeja entre mis piernas.

En la bandeja había papa rallada, pancakes, bacon, un sándwich de jamón y queso, un vaso de ponche de frutas y el postre. Había una nota, la abrí y decía lo siguiente.

“Eres lo mejor que me ha pasado, Caleb.”

-Espero te guste. –Contestó sonriendo.

Me acerqué a él aun con todo aquel dolor que sentía en mi cuerpo, le di un pequeño pero dulce beso en los labios. Él se merecía a alguien mejor que yo, pero a pesar de todo está conmigo.

-Que detallista eres. –Dije al separarme de él.

-Todo para que te sientas mejor. –Dijo sonrojado.

-Gracias por soportarme. –Le dije. Comencé a comer, él también comió de lo que me había traído.

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Por favor dejen comentaros)):

¿Tienen preguntas?

¿Les guste mi novela?

¿Que debería cambiar? o ¿que debo agregar?

Gracias a los que leen, votan y comentan.

PD: Ahí les dejo una foto del sexy de Caleb  (Jake Bass) en la tina.

-kathya.

Continue Reading

You'll Also Like

262K 13.4K 69
"𝙀𝙡 𝙖𝙢𝙤𝙧 𝙣𝙪𝙣𝙘𝙖 𝙢𝙪𝙚𝙧𝙚 𝙮 𝙡𝙖 𝙫𝙚𝙧𝙙𝙖𝙙 𝙩𝙞𝙚𝙣𝙚 𝙧𝙖𝙯ó𝙣 𝙥𝙤𝙧 𝙦𝙪𝙚 𝙙𝙚𝙟𝙖𝙣 𝙪𝙣𝙖 𝙝𝙪𝙚𝙡𝙡𝙖" "-𝙔 𝙖𝙡 𝙛𝙞𝙣𝙖𝙡 𝙚�...
40.5K 2K 7
En el bosque prohibido, descubrir a un chico peligroso puede llevarte a un destino inesperado: enamorarte de él. 🍃...
248K 45.2K 51
Todd es el que a diario tiene que sacar la basura. Solo que un día, se encuentra con un chico, vestido totalmente de rosa, y con una bolsa de papel...
121K 6.4K 24
Dereck, es un chico adolescente de 16 años homosexual, con una vida relajada. En la escuela preparatoria lo han dejado de tomar en cuenta gracias a s...