Stay With Me.

By hyori17

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Después de tanto tiempo, Catalina vuelve a encontrarse con su primer amor, mismo que resultaba imposible debi... More

¡Anunció!
Prólogo
Conocerte.
#01
#02
#03
#04
#05
#6
#07: Fiesta de cumpleaños.
#08 Fiesta de cumpleaños.
#BookTrailer 1
#09
#10
#11
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#13
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#16
#17
#18
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#37
🌻N O T A🌻
#38
#39
#40
#41
#42
#43
#44
#45
#46
Capítulo Final parte I.
Capítulo Final parte II
Epílogo.
💫AGRADECIMIENTOS💫

#14

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By hyori17

Capítulo 14| Fue un error y no volverá a pasar.

Catalina Russell.

"Estas jugando con fuego, Kevin..."

"Me gusta el fuego..."

Estaba como estatua parada frente a las escaleras afirmada en los barandales, sabía que si baja tenía que enfrentarme a Kevin y sé que debía hacerlo y hablar con él una vez por todas por lo que poco a poco estaba surgiendo entre nosotros.

Y debía admitir que ese último beso me había derretido por completo.

Antes de bajar por las escaleras oí mi celular informándome que un nuevo mensaje me ha llegado, rápidamente lo sacó del bolsillo delantero de mi mochila y lo desbloqueo; me encuentro con un mensaje nuevo de Luke.

Luke:

Recuerda que las Grullas de papel se llevan lejos todas tus pesadillas J y ahora puedo decir: Buenos días, Blanquita.

Sonreí para mis adentro.

Catalina:

¡Buenos días, Luke!

Luke:

Queria hacerte una invitación, claro, si es que tienes tiempo.

Comienzo a bajar las escaleras y escucho la puerta principal cerrarse.

Catalina:

¿Y qué lo qué sería?

Luke:

Quiero invitarte a comer, conozco un local de pizza excelente!

La oferta es tentadora.

Catalina:

Te gas ganado un sí, me encantaría!

Luke:

Genial! Estaré esperando por ti en la salida ;)

Catalina:

Perfecto, salgo a las 12:30.

Luke:

Pero quiero pedirte que no le digas nada a mi hermano, ¿vale?

¿Por qué no? Quise preguntarle pero decido responderle:

Catalina:

No le diré nada, no te preocupes.

Al enviar el último mensaje vuelvo a guardar mi celular en mi mochila y termino por bajar las escaleras, me encuentro a Nina de frente con el cesto de ropa.

— Buenos días, mi niña.— Saludó con una sonrisa.— Subiré a dejar esto y bajo a prepararte el desayuno.

Creo que idea mía pero esta mañana veo a Nina mucho más sonriente de lo normal.

— Buenos días.— Le doy un beso en la mejilla, tomándola por sorpresa.— ¿Mi papá ya se fue?

— Se fue apenas hace unos minutos, tiene una citación con su cliente y ya sabes cómo es cuando esta apurado.— Ruedo los ojos.— Se fue sin darle un sorbo a su café.— Se quejó.— Bueno, voy a ir a dejar esto a la habitación de tu padre.

Asiento, ella sube por las escaleras y entonces al doblar al comedor me encuentro de frente con Kevin y Sam a su lado. Y lo que hizo me dejo con una extraña sensación en el pecho, él simplemente paso por mi lado como si yo no existiera, jalando la mano de su hijo. Sam se voltea para despedirse de mí y sin más sale por la puerta.

¿En serio me está ignorando?

Aprieto mis puños y decido ir tras él, abro la puerta y bajo el porche apresurada para alcanzarlo antes de que se atreviera subirse a su auto. Entonces estiré mi mano y atrape su brazo obligando a que se detenga, Sam ya se había subido al auto.

Sus ojos conectaron con los míos.

— Creo que tú y yo tenemos que hablar.— Kevin, gentilmente soltó mi mano y se acomodó la manga de su saco.

— No es el momento ni el lugar para hablar de lo que paso, Catalina.— Su voz suena mucho más ronca de lo normal.

— ¿Y cuándo va a ser el momento, Kevin?— En serio no puedo lograr entender la severidad de su voz con la que me habla.

Él miro a su hijo que yacía en el interior del auto y volvió a poner sus ojos sobre mí.

¿Por qué esta tan serio?

<< Él está arrepentido...>>

Kevin abre la puerta del auto para subirse pero yo la vuelvo a cerrar y me cruzo de brazos esperando alguna maldita explicación del por qué su actitud.

— ¿Qué pasa contigo, eh?— Me miró fijamente.

Kevin mira de reojo a su hijo y Sam estaba concentrado jugando en su iPad.

— Tengo que reunirme con alguien importante en media hora, así que no sigas haciéndome perder el tiempo, Catalina.— Dijo con seriedad.

Así que es una pérdida de tiempo.

— ¿Entonces eso es lo que soy ahora, Kevin? ¿Soy una pérdida de tiempo para ti?, fuiste a mi habitación armarme una escenita de celos o eso es lo que pareció; me besaste y te largaste sin explicarme...

— Aquel beso nunca debió ser, Catalina.— Me interrumpe, la molestia en su voz hace que un pequeño dolor me entre al pecho.— Fue un error y no volverá a pasar.— Repitió, con voz profunda.

Y eso me dolió.

<< ¿Por qué? si sabíamos que esto iba a pasar...>>

Doy un paso atrás, bajando mis brazos a los costados de mi cuerpo haciendo un esfuerzo en no demostrar que lo que había dicho me ha afectado.

<< Más bien, te ha dolido y ahora te sientes enojada...>>

— Tienes razón.— Hablé.— Fue un completo error y espero que no vuelvas hacer semejante estupidez.— Y sin poder evitarlo, sueno molesta.— Ten un buen día, Kevin.

Dicho eso, me doy la vuelta para volver a la casa. Debí haberle puesto un alto del primer momento en que nos besamos pero no lo hice, no lo hice porque en el fondo lo deseaba tanto, deseaba tanto ser besada por él.

<< Ya lo oíste...>>

No volverá a pasar.

❣❣❣

Las primeras clases habían terminado y verle la cara a Nadia y oírla murmurar cosas a mis espaldas me hacían odiarla mucho más, sobre todo después de haberme enterado por Luke que Noah y ella "tuvieron algo".

<< ¿Estas celosa?>>

No, el problema es que él quería intentar algo conmigo y ya se había metido en las bragas de otra y mucho menos ahora sabiendo que se ha involucrado con esa arpía. La muy estúpida no va a tardar en esparcir rumores falsos con tal de que no vuelva acercarme a Noah Lowell.

Cuando termina los veinte minutos de descanso camino nuevamente al salón para mi última clase de la mañana, a lo lejos veo al grupo de amigos de Noah bajando por las escaleras y con ellos iba Lisa, tomada de la mano de ya de manera oficial de su novio. Las cosas entre ellos han surgido demasiado rápido pero se nota lo mucho que se gustan y me alegro por ella, pero comenzaba a molestarme que nuevamente nos ha estado ignorando a Joshua y a mí.

Cuando llego al salón y abro la puerta no encuentro a ninguna de mis compañeras, solo estaba la señora de la limpieza con sus grandes auriculares en sus orejas.

¿En dónde se metieron todas?

Fruncí el ceño y busco el horario que imprimí y pegue en uno de mis cuadernos, entonces confirmo que sí tengo clase con la profesora Gladys.

Decido ir a la sala de profesores para preguntar por ella. Toqué la puerta y un hombre alto con canas blancas es quien me abre.

— Buenos días, ¿la profesora Patty Dawson se encuentra aquí?— Pregunté.

— Espere un momento.— Asiento y junta la puerta, segundos después vuelve abrir.— Ella no ha venido, esta con licencia médica.— Contestó.— Por lo que me informo una de mis colegas es que ella le aviso a la delegada de su salón.

Maldita Nadia.

— Gracias.— Finjo una sonrisa.

Ahora deberé esperar una hora y media para encontrarme con Luke.

Enojada salí a sentarme a las gradas frente a la canchas de Lacrosse. Conecto los auriculares a mi celular y antes de que pudiera escoger la canción oí unos fuertes gritos, alcé la mirada encontrándome a Noah y dos de sus amigos sentados en el césped haciendo estiramiento de piernas y no pude evitar fijarme en el castaño.

<< No lo mires tanto que puede darse cuenta...>>

Y entonces mis mejillas se enrojecieron como nunca al momento en que Noah se dio cuenta que lo estaba mirando. Sus dos amigos también miraron a mi dirección y le sonrieron a su amigo, rápidamente baje la mirada concentrándome en cualquier otra cosa que no sea en él.

<< Vuelve a mirar...>>

Disimuladamente lo hago y suelto una maldición en un susurro al ver como él desde su lugar me está saludando.

Mientras escucho música me pongo a dibujar algo en uno de mis cuadernos, pero ese momento de paz no duro tanto. Ya que alguien me quita uno de los auriculares.

— Eres una mala educada, Russell.— Habló.— ¿No se supone que estas estudiando para educar a niños pequeños?

— ¿Qué?— Esta vez lo miro, su cabello castaño estaba totalmente revuelto, sus mejillas algo sonrojadas y su respiración agitada.

De pronto él tomó mi mano y la sacudió en forma de saludo.

— Esto se le llama responder el saludo a la otra persona.— Me suelta y se sienta a mi lado.

No pude evitar sonreír.

— Lo siento, estaba algo distraída.

<< Muy distraída diría yo...>>

— ¿No deberías estar en clase?— Preguntó.

— Exacto, debería pero Nadia olvido avisarme que la profesora no asistiría hoy.— Resoplé.

"Noah tuvo algo con Nadia".

— Debe odiarte demasiado.— Susurró, pero lo escuché.

— ¿Tú crees?— Lo miré a los ojos.— Supongo que ser la mejor de la clase tiene sus desventajas.—Me encogí de hombros, no quiero soltarle el tema de lo que hubo entre ellos.

Noah se quedó en silencio y yo también, su mirada estaba puesta en sus amigos que habían comenzado a trotar alrededor de la cancha, entonces él se levanta y me tiende su mano.

— Ven conmigo.— Miro su mano.

— ¿A dónde?— Cogió mis cosas y las echó a mi mochila, tomó la mochila y bajo las gradas.— ¿Noah?

— No hagas tantas preguntas y solo ven.— Suelto un suspiro y decido ir con él.

Llego a su lado y nos dirigimos al interior de la cancha, los amigos del castaño se detienen a nuestro lado y cada uno coge sus botellines con agua.

— ¿Vas enseñarle a jugar a la chica?— Le preguntó el moreno, a lo que yo fruncí el ceño.

¿Va enseñarme a...?

— Sí.— Contestó Noah, sus amigos ríen y tomaron sus pertenecías.

¿Hola? aún sigo algo adolorida.

<< No es cierto...>>

— ¿Yo haré que cosa?— Noah sonríe, uno de los chicos me entrega un casco.— Estas demente si piensas que me colocare esto.

— Josh, pásame la hombreras.— El tal Josh sin borrar esa sonrisa, le entre a Noah las hombreas.

Esta demente si cree que jugare a esto.

<< Austin intento hacerlo...>>

Austin quiso enseñarme también pero me negué rotundamente.

— No quiero perderme esto, vamos Will.— Ambos chicos se dieron la vuelta para dirigirse a las graderías.

Miré nuevamente a Noah, él ya se colocó las hombreras. No puedo evitar dar un paso atrás al recordar a mi ex novio, Austin amaba este deporte y estar parada en medio de esta cancha me hacía daño.

— Bien Russell, te ayudare.— Mis ojos vuelven a fijarse en él.

Noah cogió otro par de hombreras para mí.

— No pienso colocarme eso.— Vuelvo a dar un paso atrás.— Ni siquiera sé cómo se juega.

— Si Lisa puedo hacerlo, tú también lo harás excelente.

Así que Lisa ya sabe cómo jugar.

Suspiro.

Noah me ayuda a colocarme las hombreas, luego las coderas y los guantes.

— Debo admitir que el equipo te queda bien.— Su sonrisa se ensanchó, es una sonrisa divertida y quiero borrársela ahora mismo de su rostro.— Ahora el casco.

Él se colocó el casco dejándome ver únicamente sus ojos azules.

— En estos momentos te detesto, Lowell.— Gruñí.

Noah se levantó el casco hasta la frente y dio un paso hacia mi.

— Si me odias como dices.— Inclino su rostro al mío.— No deberías estar mirándome tanto porque mis amigos creen que estas loquita por mi.— Si no fuera por el caso hubiese notado mis mejillas rojas por la vergüenza, él vuelve a bajarse el casco.

— Solo...terminemos con esto.— Resoplé, Noah me da un palo de Lacrosse.

— Ok Russell, el objetivo es solo marcar el mayor número de goles en la portería del equipo contrario.―Explica señalando la portería detrás de mi.— En este caso debes quitarme la pelota a mí, con el stick debes impulsar la pelota.

No entiendo nada, las pocas veces que vi a Austin jugar yo solo me preocupaba de mirarlo a él no al juego.

Que estúpida.

— ¿Cuál es el sitck?―Pregunté confundida, el castaño rueda los ojos y se aleja de mi posicionándose unos cuantos centímetros de mí.―Noah.

—La portería izquierda es mía, la tuya es la derecha así que ya sabes a donde debes meter el gol.―Me miró esperando a que reaccione, realmente no entiendo este juego.—Te daré diez segundos para que corras y logres meter un gol.―El muy idiota debe estar disfrutando esto.

"Si Lisa pudo hacerlo, tú también."

Okay, si Lis pudo hacerlo yo también.

— No creo que...

— ¡Corre!―Di un respingo al oír su grito, nerviosa comencé a correr en dirección a la portería.— ¡Catalina es hacia al otro lado!

¡Mierda!

Me doy la vuelta y sigo corriendo esta vez en la dirección correcta, sostenía el palo de Lacrosse con ambas manos y la pelota adentro, debo parecer que llevo un sartén con un huevo recién frito.

Estaba a punto de llegar a la portería, solo debo lanzar la pelota...solo eso.

De pronto siento un empujón y Noah me arrebata la pelota corriendo a la dirección contraria. Corrí lo más rápido detrás de él y noté como los amigos de este se reían a carcajadas.

Me coloco frente él a unos centímetros de la portería, me asegure en que el castaño no avanzara y lazara la pelota. Pero de pronto hace un extraño movimiento con el stick lanzando la pelota a la portería, de un movimiento rápido de su parte logro golpearme y caí al césped.

Aproveche el momento y finjo que me duele el abdomen, me queje y me siento en el césped, el castaño rápidamente se quita el casco y los guantes y lanza sobre el ceded para arrodillarse a mi lado.

— Catalina.―Me quitó el casco y noto como sus manos tiemblan acercándolas a mi abdomen, aproveche el momento y cogí sus manos con fuerza, reí al ver su rostro lleno de preocupación y de un movimiento rápido Noah me voltea quedando yo encima de él.

Nerviosa hago el mismo movimiento y fue estúpido por que el castaño quedo encima de mí llevando mis brazos sobre mi nuca, sus manos estaban atrapadas en mi muñeca.

Lo mire sorprendida e intente empujarlo.

― Ya quítate.―Me quejé.

—Así que te gusta asustarme, ¿no?―Susurró, bajando su vista hacia mis labios, trago grueso y vuelve a encontrarse con mi mirada.

— Noah, bájate.— Trago grueso, sus ojos azules se desviaron de mis labios para volver a mirarme.— Noah...

Él poco a poco acerca su rostro.

No lo hagas...

<< Ser besada por Kevin y ahora por Noah...uf>>

— ¡Ya bésala, amigo!— Escuchamos gritar a uno de sus amigos, Noah se detiene a tan solo centímetros de mis labios.

Una sonrisa se curva en sus labios, se levanta y me tiende su mano para ayudarme a mí también. Me quito el equipo y lo dejo sobre el césped.

— Estuve a punto de hacerlo.— Lo miré.

— ¿En besarme?— Extendió su mano hasta mi mejilla.— No quiero que lo hagas, no quiero que me beses.

— ¿Por qué no?— Volvió a dar un paso.— ¿Acaso no te das cuentas que lo que siento por ti no es solo atracción?— Me quedo sin aire ante su confesión.— Estoy muriendo de deseo por ti, Russell.— Murmuró.

<< MIERDA...>>

¿Por qué no puedo decirle nada?

¿Por qué de pronto no soy capaz de moverme?

Quería decirle que no era el momento de soltar algo como eso así de repente, de verdad quería hacerlo pero no me salían las palabras de la boca.

— ¿Estas bien?— Preguntó, paso sus dedos por mi mejilla y después unos segundos que se me hicieron eternos logre reaccionar.— ¿Estas segura?— Volví asentir, sin decir una palabra.— Entonces dime algo, por favor.

— La verdad es que no sé qué decirte en estos momentos, Noah.— Me le quedo mirando.— Verte con esa chica y saber que tuviste algo con Nadia...

— ¿Quién te dijo lo de Nadia?— Interrumpió, alejando sus dedos de mi mejilla.

Demonios.

— No importa quién me lo haya dicho, Noah.— Solté.— A ella le gustas y si se entera de que hay algo entre nosotros se encargara de hacerme la vida añicos y lo menos que deseo ahora son problemas.

— ¿Quién te dijo lo de Nadia?— Preguntó, esta vez alzando un poco más la voz.— ¡¿Quién fue, Catalina!?

Fruncí el ceño.

— Ve bajándole a tu tonito, Noah.— Le digo, seriamente. Noah estaba enfurecido.— Yo...mejor me voy, adiós.

Cogí mi mochila y al voltearme me encuentro a Joshua apoyado en las graderías con sus brazos cruzados esperándome.

Lo que faltaba.

Sin voltearme me dirijo hacia mi mejor amigo, él simplemente cogió mi mochila por mí como suele a serlo. Al estar ya fuera de la universidad, Joshua se para delante de mí a punto de abrir su boca pero el alivio viene a mi cuerpo al ver a Luke.

Llevaba puesto una camiseta sin mangas con estampados de grafiti de letras; unos pantalones deportivos color rojo, zapatillas blancas y esta vez venia sin su cubre-bocas.

— Hola, Blanquita.— Saludó.

— Hola.— Sonreí.— Luke, te presento a mi mejor amigo. Él es Joshua, Joshua él es Luke.— Ambos se saludan.— ¿Te molestia que él viniera con nosotros?

— Por supuesto que no, yo invito.

Joshua debe estar preguntándose de donde conozco a Luke.

Fui a buscar mi bicicleta y al volver con ellos, Luke sonríe con emoción.

— ¿Me la prestas?— Asiento, no pareció importarle que tenía un canastito.

— ¿Dónde conoces a este?— Murmuró Joshua, apenas Luke se sube a la bicicleta.

— Su nombre es Luke y es el hermano menor de Noah.— Frunció el ceño.— Es un chico muy agradable, tiene algo especial.

— ¿Cuánto años tiene? Parece de quince.— Se burló.

Ruedo los ojos.

— Tiene diecinueve así que cállate.

❣❣❣

Luke nos trajo a una pizzería no muy lejos de la universidad, era un local rustico muy acogedor. Nosotros ya habíamos pedido nuestra orden que consiste en una pizza familiar clásica, diez nuggets; dos porciones de papas fritas y tres vasos de bebidas.

Minutos después había llegado nuestra orden, Joshua ya parecía agradarle a Luke porque hablaban animadamente de videos juegos a lo que me sentí algo excluida.

La conversación poco a poco se fue dando más divertida, soltábamos un par de chistes a lo que Luke no para de reírse.

— Iré por más salsa de ajo.― Dice Luke y se levanta.

— Y más mayonesa, por favor―Pidió mi amigo, Luke mientras caminaba hacia el puesto de salsa, Joshua comienza a interrogarme acerca de lo que vio allá en la cancha.

Pero de pronto oímos un golpe, ambos nos giramos y vimos al rubio tirado en el suelo con los pocillos de salsa derramados en el suelo.

— ¡Dios mío Luke!―Chillé al darme cuenta que no se movía, Joshua fue más rápido que yo y con ayuda de uno de los clientes giraron al chico.

Joshua apoyó la cabeza del menor en sus piernas, uno de los clientes pidió un vaso con agua. Me arrodille frente al chico y tomé su mano.

— Luke, tranquilo que aquí estoy, mírame.―Pedí, él se encontraba con los ojos abiertos pero desorientado.— Voy a llamar a Noah, ¿okey?

Iba ir por mi celular pero siento sus dedos aferrarse a mi blusa.

— No es necesario, no es la primera vez que me pasa...―Su voz tiembla.— N-no lo llames, solo necesito un minuto.

— ¿Quieren que llame a alguien, señorita?— Nos preguntó una de las cajeras.

— No.— Contestó Luke.

Algunos de los clientes nos seguían observando con preocupación, esperamos a que Luke se sintiera mejor y con ayuda de Joshua lo ayudamos a levantarse.

Pagué la pizza y los tres salimos del local, mi mejor amigo ayudaba a Luke a caminar, pareciera que tenía dificultad para dar un paso.

— Te llevaremos a tu casa.— Dijo Joshua.

— No es necesario, puedo irme en taxi.— Luke no me mira, intente buscar su mirada pero no lo logré.

<< Debe sentirse avergonzado...>>

Sin insistirle llamamos a un taxi, no tardó en llegar así que lo ayudamos a meterse al auto y le indique la dirección.

— Avísame cuando llegues a casa, por favor.—Él simplemente asiente.

Le cerré la puerta y el taxi se puso en marcha, Joshua y yo no nos movimos hasta que el vehículo desapareció de nuestro campo de visión.

— ¿Lo notaste?

— ¿Notar qué?— Pregunté, sin apartar aun la mirada de donde el taxi se había ido.

— Sus manos y brazos, Catalina.— Esta vez lo miro.— Tenia moretones y heridas.

¿Qué?

— Yo no...

— Él dijo que no es la primera vez que le pasa.

— ¿Crees que deba decirle a Noah?

— Es mejor no meternos en sus problemas, Catalina.

¿Por qué no me di cuenta antes?

<< Nunca te das cuenta de nada, niña...>>

  ¡Quiero disculparme nuevamente por tardar en actualizar!

Quiero agradecer a esas personas que me han enviado mensajes tanto en Wattpad como en Intsagram de apoyo y buenos deseos por mi abuelita, lo agradezco de corazón <3

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