Se colocó la chamarra de bordados de colores que tanto le había gustado, la hizo Ochako, claramente, ella sabía cual sería su estilo y a pesar de que había visto el inicio de esas prendas, realmente se sorprendió de cuál fue el final.
El concurso de dividiría en cuatro secciones.
-Casual
-Elegante
-Vintage
-Libre
Todos estaban con ropas casuales de adolescentes, pues ese era el tema.
El evento iba a iniciar en unos minutos y ya había gente afuera, sentados en hileras de asientos de terciopelo rojo y al fondo estaban las cámara de noticieros y otras eras de revistas importantes.
Se enteró por medio de una llamada de su madre que su padre había sido invitado el día anterior hasta le habían ofrecido un puesto de juez, por supuesto, él sabía que su hijo participaría y no sería justo el que estuviera de jurado, así que rechazando el lugar y como personas normales, ambos lo verían.
Suspiró y Ochako abrió la puerta del camerino que ocupaban sus amigos y él con una separación para los chicos y las chicas, claro.
—¡Espero que todos estén preparados que pronto empezará todo! —azotó la puerta y se empezó a arreglar el rostro con una ligera capa de maquillaje.
—Cálmate un poco, Uraraka— Kirishima trató de calmar a la castaña, no surtió mucho efecto.
—¡Kirishima! ¡Estoy asustada! ¡Esto podría ser muy importante para mi carrera!
—Ochako-chan, lo mejor que puedes hacer ahora es mantener la calma, tu eres la primera en salir con Tenya-chan.
Tsuyu se acercó y tomo de un hombro a la chica que estaba ahora frente a un espejo de cuerpo completo.
—Vamos, Ochako-san, has estado muy emocionada por esto desde que supiste del concurso —la pelinegra la tomó del otro hombro a su amiga.
—Ochako, todos estamos aquí para apoyarte —Izuku se acercó a la castaña sonriendo y abrazándola del cuello.
—Tu puedes con esto.
Tenya acarició su cabello por detrás haciéndola girar con un leve sonrojo. Kirishima los abrazó a todos como pudo y rieron.
—¡Sí! ¡Demos nuestro mejor esfuerzo!
Uraraka volvió a animarse y levantó su brazo siendo imitada por sus amigos en señal de apoyo.
La puerta se abrió de repente dejando sorprendidos al grupo de amigos, ya todos estaban ahí así que era extraño qye alguien entrara.
Y fue más extraño cuando vieron quien los estaba visitando.
—¡Katsuki!
—¡Kacchan!
—¡Bakugou-kun/-chan/-san!
—¡SÍ, SÍ! ¡Ya sé mi maldito nombre!
—¿C-Cómo pudiste v-venir, Bakugou-kun?
Uraraka estaba nerviosa, hasta que vio en las manos del rubio unos frappuccinos de diferentes sabores.
—¡Claro! ¡Bakugou-san! Tu padre es un diseñador también ¿no es así?—Yaoyorozu preguntó haciendo a todos recordar que sería obvio el porqué lo dejarían pasar tras bambalinas.
—Sí, pero no vine por eso.
El tono calmado y la evasión de contacto visual asustaron a la mayoría.
—Ka-Kacchan, ¿Y t-todo es-eso?
—Son poderes en vasos de plástico, ¡disculpa me olvide comprarte uno! ¡Mierda, Deku!¡Son frapuccinos, imbécil!
—¡Oi, Katsuki! No trates así a Izuku —se acercó a su pareja para darle un sonoro beso en su mejilla y una de las bebidas—¡Wha! ¡Gracias, Katsuki! Y de mi sabor favorito, ¡qué varonil!
Cada uno se acercó al rubio tomando los frapuccinos que eran de sus respectivos sabores favoritos. Ochako dio un sorbo de su bebida de fresa con vainilla y sonrió más.
—¡Okey! ¡Ya me recuperé al cien porciento!
—¡Por supuesto debes hacerlo, cara redonda! ¡Tus vestuario son decentes como para poder estar aquí!
—...
Todos estaban callados por lo dicho por Katsuki y el único que pudo hablar con algo de miedo de la reacción del chico, dijo:
—Ochako, si tienes el apoyo de Kacchan, significa que todo estará bien.
—¿¡Qué quieres decir con eso nerd de mierda!?
Algunos rieron levemente y el pelirrojo besó a su pareja dejándolo abochornado.
Pasaron unos pocos minutos hasta que tocaron la puerta del camerino. Una chica les estaba avisando que todo comenzaría en un minuto y que la diseñadora del grupo tendría que salir para la presentación de los participantes.
Uraraka tomó una capa negra que le habían dado con anticipación para esta parte deo evento. Se la puso y antes de salir, levantó su pulgar de la mano derecha sonriendo nerviosamente dijo:
—Nos vemos en el escenario.