Mi Luna Azul

Galing kay UnimaginativeGirl

402K 29.6K 11.6K

El Renacer de Illazki. "El pelaje negro resurgirá entre las cenizas ciñéndose en el delicado cuerpo de una... Higit pa

Mi Luna Azul
Prólogo
Personajes
Capítulo 1: La verdadera historia
Capitulo 2: El lobo gris.
Capítulo 3: Pagar deudas
Capítulo 4: Mi héroe
Capítulo 5: Heridas.
Capítulo 6: Lo peor
Capítulo 7: Enfrentamientos
Capítulo 8: "Nadie se mete contigo"
Capitulo 9: Castigo.
capítulo 10: ¡Han arruinado todo!
capítulo 11: Shh...
Capítulo 12: Ojos negros.
Capítulo 13: Recuerda mi nombre.
Capítulo 14: Venganza.
Capítulo 15: Arrepentimientos.
Capítulo 16: Lo elijo a él.
Capítulo 17: "Lobo hoy, lobo siempre"
Capítulo 18: Te quiero
Capítulo 19: Primer baile: Compañeros.
Capítulo 20: Génesis.
Capitulo 21: Veredicto final.
Capítulo 22:Culpable.
Capítulo 23: Inocente.
Capítulo 24:El soldado renaciente.
Capítulo 25: El monstruo.
Capítulo 26: Accidente.
Capítulo 27: Rendición.
Capitulo 28: Mi Luna Azul.
Capitulo 29: El Niño de rizos dorados.
Capítulo 30: Te pertenezco.
Capítulo 31: Segundo baile: Novios.
Capítulo 32: Fase 1: "No te reconozco"
Capítulo 33: Ignorante.
Capítulo 34: Los Caídos
Capítulo 35: Tic tac.
Capítulo 36: Agua vs Fuego.
Capítulo 37: Estrellas
Capítulo 38: Poder.
Capítulo 40: Lluvia
Capítulo 41: La sorpresa.
Primera parte.
Capítulo 42: Huir.
Capitulo 43: Nuevos encuentros.
Capítulo 44: Egoísmo.
Capítulo 44: Egoísmo.
Capítulo 45: Fase dos: cicatrización.
Capítulo 46: Regreso.
Capítulo 47: Soy Illazki.
Capítulo 48: Recuerdos rotos.
Capítulo 49: Única líder.
Capítulo 50: Guardianes.
Capítulo 51: Mi hijo.
Capitulo 52: Eras tú.
Capitulo 53: Compromiso.
Capítulo 54: Te sigo amando.
Capítulo 55: Tercer baile: Esposos.
Capítulo 56: Boda
Capítulo 57: Magia y Elementos
Capítulo 58: Memorias fracturadas
Capítulo 59: Desesperación
Capítulo 60: Hundido.
Capítulo 61: Volver.
Capítulo 62: Ayúdame.
Capítulo 63: Pilares
Capítulo 64: Quebrarse.
Capítulo 65: Existir.
Capítulo 66: Transformación nula
Capitulo 67: Caída.
Capítulo 67: Caída
Capítulo 67: Caída.
Capitulo 68: Adiós.
Capítulo 69: Luto.
Capítulo 70: Coronación I.
Capítulo 71: ¡Ella o yo!
Capítulo 72: Confesión
Capítulo 73: Reprimir.
Capítulo 74: Está aquí.
Capítulo 75: Traición.
Capítulo 76: Enemigo.
Capítulo 76: Enemigo.
Capítulo 76: Enemigo.
Capítulo 77: Pasado.
Capítulo 78: Es tiempo.
Capítulo 79: Transición.
Capitulo 80: Abismo.
Capítulo 81: Posicionamiento de mando
Dudas.

Capítulo 39: Una nueva oportunidad.

2.8K 215 29
Galing kay UnimaginativeGirl

Capítulo 39:

Su sonrisa parecía que en cualquier momento se desmoronaría.

— ¿Cómo? — musitó.

—No dejaré que pase su tiempo cuidando de más personas, pasó la mitad de su vida cuidándome así que no dañaré lo que resta, es mayor, así que viva su adultez y vejez con tranquilidad.

—Ay cariño, cualquier cosa que pueda servir a mi manada estará bien, estaré deseosa por ayudar— su mirada amorosa me daba nauseas — ¿a quién debo cuidar?

—No es nada, por favor disfruta de tu vida sin responsabilidades nana.

Ahora, la sonrisa que mostró pareció genuina, pero no por mí, sino porque estaba feliz de que no se haría cargo de nadie.

—Eres tan buena persona— dio un paso más y mi cuerpo se heló.

—La has cuidado perfectamente Alice, enseñando y cuidándola como tu hija—alardeaba mi padre mientras reprimía todos los recuerdos de violencia.

—Oh vamos Alfa, no fue absolutamente nada— aparté la mirada sintiendo escalofríos.

—Bien, las dejo para que charlen un poco más, parece que has decidido— sus ojos verdes me reprocharon y los míos pedían ayuda —tengo unos asuntos que atender, con permiso— se acercó para despedirse de la chica rubia con un apretón de manos.

—Hasta luego, Alfa— su sonrisa permaneció hasta que mi padre salió de la sala, para llegar a su fachada que me era familiar, su mirada amarga y sin vida.

Enrolló sus dedos en su cabello rubio y miró con detalle la sala.

—Parece que te ha ido bien— susurró con sorna acercándose — para tratarse de una bastarda como tú, esto—señaló el lugar— es demasiado.

A cada paso que daba mi cuerpo quería alejarse, pero mi mente sabía lo que ocurría cuando huía de ella.

De pronto sus largos de dedos se aferraron a cada lado de mi cabeza y se acercó a mi oreja.

—Primera vez— su aliento y cercanía produciéndome miedo— primera vez que haces algo bien— con su mano izquierda acariciaba mi cabello suelto —mi madre estaría orgullosa de ver la persona en la que te he convertido.

Ahora fue mi turno de tomar coraje y agarrarla de sus hombros alejándola.

—Ahora te atreves a llamarla madre— en su cara no había otra expresión que no fuera la sorpresa —cuando anteriormente despotricabas su nombre, maldiciéndolo y odiándolo.

Unas cuantas hebras de mi cabello aún seguían atadas en su mano así que aprovechó y lo jaló haciéndome una mueca de dolor.

—Unos pocos meses y te atreves a elevarme la voz.

—Ella es mi única nana, tu solo eres un borrón en mi infan...—su mano se cerró con más furia.

—Cállate, quiero que nunca olvides algo, tu madre era una...

—Luna— hablaron en la entrada deteniendo cualquier insulto por parte de la persona frente a mí.

—Te has confundido— soltó una risilla nerviosa mientras acariciaba mi cabeza —ella no es una Luna.

—No— dijo con firmeza Sara— ella es una futura Luna— sus "caricias" se detuvieron y me miro una y otra vez.

—N-no, eso...

— ¿Cuál es la sorpresa? Si se dio un gran festín en la manada Agua— Sara la miraba con más y más desconfianza —O quizá... ¿no fue requerida?

Esto la dejó sin habla y en un silencio profundo.

—Creo que— se aclaró la garganta y cepillo su vestido como si hubiese suciedad —será mejor que me vaya, con permiso... Luna.

Dio una reverencia, su cara cada vez era más pálida y pronto salió de la sala tambaleándose un poco.

— ¿Está bien? —preguntó Sara a lo que yo asentí — ¿Quién se cree que es? si tan solo supiera que usted es...

—Aidan— le sonreí interrumpiéndola.

—Aidan— confirmó y me sonrió de vuelta.

—Tengo que, despedirla si no mi padre...

—Trent ya ha ido.

—Bien, yo iré a tomar aire— di un ligero paso antes de que la mano de Sara me detuviera.

—Hay miedo en su mirada ¿Qué fue lo que sucedió con ella? —miré a sus profundos ojos marrones cansados y preocupados y me obligué a sonreír.

—Todo está bien— con sutileza me deshice de su agarre —tengo que ir.

—Puedo cuidarlo, a Ilikai, como agradecimiento por Aurora.

Tomé una bocanada de iré para luego suspirar.

—Sara...

—Por favor, no es algo que me cueste.

—Tengo que solicitarlo con mi pa... el Alfa— di un paso hacia ella y descansé mi mano en su hombro —gracias Sara, por todo, ahora me voy, dígale al Alfa que no me llame imprudente a mis espaldas, nos vemos.

— ¡Con cuidado!

Caminé lo más lejos que pude, los pinos alrededor y el reconfortante silencio de las aldeas asustadas. Me acerqué y me apoyé en un hermoso y alto pino, tomé un largo respiro y reí como nunca lo había hecho antes, hasta que mi estómago doliera, sentí los recuerdos llegar de manera dolorosa y mi cuerpo fue envuelto en escalofríos para luego llorar, por mi infancia, por los golpes y por las palabras hirientes.

Acariciaba mi frágil cuerpo tratando de protegerlo, pero ya era inútil, mi infancia se esfumó y me permití llorar un poco más.

Cuando sentí que ya era suficiente se escuchó un crack de las hojas secas y me viré para luego ver el cuerpo de un soldado de la manada fuego, su cuerpo era delgado y su mirada era asustadiza.

— ¿S-se encuentra bien? — tartamudeó y yo limpié la humedad en mis mejillas.

—Sí, ya me iba— el soldado me miró con detenimiento para casi luego tirarse al suelo inclinándose.

—L-Luna, ¿e-está herida? ¿E-en qué puedo ayudarle?

—Estoy bien, estoy bien— lo tomé del hombro y el joven se estremeció.

—Informaré a mis superiores— dijo, manteniendo su mirada en el suelo.

—Tranquilo, solo vine a recorrer la manada— me miró de reojo y luego volvió a inclinar su mirada —es más, me dirijo a la manada Agua, no te preocupes, sigue haciendo tu trabajo, estoy bien— le repetí —los recuerdos son dolorosos, eso es todo.

—Pero no olvide que los recuerdos son solo recuerdos, no hay que dejar que nos lastimen, simplemente necesitamos crear mejores y olvidar.

Eso me hizo sonreí

—Hay que crear mejores— musité asintiendo.

—Y-yo puedo llevarla, solo le informaré a mis superiores, espere aquí.

—No... ¿cuál es tu nombre?

—Arael.

—Arael, lindo nombre, por favor, solo me iré caminando, estaré bien.

—B-bien, pero si le llega a pasar algo, me despedirán, y le prometí a mi padre...

—Está bien, está bien, antes de que muera te quitaré de culpas— reí, pero eso solo lo hizo encogerse más— estaba jugando, no te preocupes, todo estará bien.

Me alejé y caminé por un largo rato, había un puesto de jugos y ahí estaban, las pulseras de granos de café, me acerqué y acaricié algunas, pronto el olor perforó el ambiente.

Para que no dude de ti...

—Son perfectas para un regalo, ¿tiene Compañero...? Luna— habló una señora de avanzada edad y rápido dio una ligera reverencia —vaya, el Alfa Jev también vino a comprar una pulsera, anda Luna, tome una.

—No, no, solo estaba viendo.

—Tómela, es un regalo— negué y ella la puso en mi mano — será un buen regalo para él.

—Gracias— musité y me fui.

Caminé por largos minutos, ya era medio día cuando llegué a la laguna que me había llevado Jev cuando atacaron a la pequeña aldea, donde se presentó la fase uno de la maldición.

Todos mis sentidos se activaron y mi piel se erizó, alguien me había seguido.

Miré hacia atrás, pero solo las hojas de los pinos se movían, pasé saliva y limpié mi frente y volví a ver el lago, mis ojos captaron movimiento a mi izquierda y por fin pude ver quien era, el pelaje blanco del lobo resaltaba entre toda la vegetación, los rayos de sol le daba un aspecto brillante a todo su licántropo.

Una vez más se perdió en el boscaje y luego apareció el chico de ojos color celestes y preciosos hoyuelos.

Vestía unos pantalones oscuros y una camiseta blanca, su cabello estaba arreglado y tenía un reloj en su mano en derecha.

—Aidan.

—Jev.

Suspiró.

—Lo siento— sonreí con mofa —me equivoqué, lo sé yo no quise en ningún momento decir lo que dije.

— ¿Estás seguro? Jev, me mirabas con furia y parecía como si fueras a lanzar un golpe en cualquier segundo, y como si eso no fuera suficiente me heriste con palabras Jev, eres mi Compañero, pero me lastimaste. Ni una rosa, ni una pulsera ni mucho menos unas cuantas palabras podrán cambiar lo que hiciste.

—Tienes razón, nada de eso puedo cambiar mis errores, pero dame una oportunidad de recompensar lo que hice y dije.

—Sucedió lo mismo con Nicole— ahora fue su turno de girar su rostro y suspirar.

— ¿De nuevo con ella?

— ¡Si de nuevo con ella! — lo miré —en ocasiones, me pregunto si de verdad estuvo bien que aceptáramos ser compañeros tan deprisa, quizá teníamos que conocernos mejor, qui...

—Quizá nada Aidan, te quiero mucho, sé que me he equivocado, sé que te he lastimado, pero...

—Ahora dices que me quieres pero ayer me cuestionabas si de verdad soy tu Compañera ¿a qué estamos jugando?

—No sabía nada de ti, saliste corriendo y no pude alcanzarte, la aldea estaba reducida en llamas, era todo un maldito caos y no podía sentirte, ni si quiera por la conexión de compañeros, habías creado la barrera y eso me asustó, corrí por todo el lugar pero mi madre me detuvo, después llovió y los Alfas estaban más que felices pero no estabas tú, dime Aidan, me estaba volviendo loco.

El recuerdo de la lluvia y los elementos arremolinándose a mí alrededor me producen escalofríos.

—Estuvimos toda la tarde, noche y madrugaba buscándote, pensé que te había ocurrido algo o que los solitarios te habían lastimando, hasta que de pronto nos dijeron que ya estabas en casa, fuimos hasta ahí, y efectivamente estabas en la entrada, sucia, totalmente empapada y murmurabas el nombre de Ethan, como si él fuera la única persona en tu mente, por una parte estaba aliviado de que estuvieras bien, pero por otra estaba enojado ¿en dónde diablos habías estado? —podía sentir sus emociones desbordándose, su corazón latiendo desesperado — estaba herido y dije muchas estupideces, los chicos estaban furiosos por mi comportamiento y antes había pasado lo de Nicole y no estaban muy felices, nos dijimos cosas horribles y peleamos unos contra otros.

—No lo sabía.

Se acercó.

—Cuando fui a tu cuarto y despertaste me sentí molesto y no pude controlar lo que dije, cuando te fuiste y me arrepentí y maldije todo lo que pude, no obstante no me atreví a buscarte, y dejé una rosa como disculpa, sé que no es suficiente, pero no tenía cara para verte de nuevo, hasta que un soldado de tu manada informó que te había visto partir a la manada Agua, así que te seguí, solo quería cuidarte, no esperé que sintieras mi presencia.

—Tus inseguridades y desconfianzas son terribles, aunque no entiendo por qué las tienes —sus ojos celestes me miraron y después de unos segundos apartó la mirada — ¿te han dicho algo sobre mí?

—No.

—No me mientas y mírame a los ojos.

—Nicole... solo dijo unas cuantas estupideces de ti y de Ethan, no le creí, pero después murmurabas su nombre estando inconsciente y dudé de ti y yo...—miró detrás de mi y se perdió durante unos segundos— parece confuso.

—Nicole, tu ex novia— asentí repetidas veces — ¿crees todo lo que venga de ella?

—No es lo que quise decir, solo que...

No dijo más y eso me molestó.

— ¿Solo que Jev?

—Parecía muy real— su susurro fue llevado lejos —ahora que lo pienso suena estúpido.

—Me pides que no dude de ti, pero tu si tienes el derecho de desconfiar, que igualitario ¿no?

Su rostro poco a poco se contrajo, sus ojos comenzaron a enrojecer y derramó su primera lágrima, esa reacción me sorprendió y me dolió.

Tú sufrías, yo sufrí.

—No quiero volver a lastimarte— sollozó débilmente —no lo volveré hacer, me sentí la basura más grande cuando lloraste, siendo que te prometí que nadie te haría llorar, por favor, no lo volveré hacer— llevé ambas manos inconscientemente a su cara enrojecida por el llanto, limpié con total suavidad sus lágrimas, mis pulgares acariciando con dulzura sus mejillas, él cerró sus ojos aun cuando su cuerpo temblaba.

—Sonríe Jev— el acató sin problemas, una débil sonrisa enmarcó sus labios y aparecieron una de las cosas que más me gustaban de él, sus hoyuelos.

Acaricié sus hoyuelos perdiéndome en ellos.

—Una oportunidad— musité —si vuelves a dudar de mí, a dejarme sola y lastimarme con tus palabras, no te perdonaré.

—No lo haré— y de improviso me tomó de la cintura y me elevó unos cuantos centímetros — ¡no lo haré! — dio unas cuantas volteretas y reímos juntos, besé la punta de su nariz.

—Aún sigo molesta contigo, bájame— negó y yo me removí hasta que algo cayó de mi bolsillo.

Jev miró abajo y después me miró sus ojos destellaban mientras que sus labios se comprimían para evitar trazar una sonrisa burlona.

—No pienses de más— esta vez sí me bajó, aun manteniéndome cerca —me la han regalado.

—Sí, claro— rio.

—Te lo digo bien, me la ha regalado la señora del puesto.

— ¿Y qué hacías ahí?

—P-pasaba por ahí— miró sus uñas aun sonriendo.

—Yo también tengo una...

—Bien, ten.

—Que fría eres— estiró su mano y tamboreó sus dedos.

—Juro que si vuelves a ser un tonto yo misma romperé esta pulsera— rápido la puse en su muñeca, él hizo lo mismo con la que traía en su mano —esa pulsera me trae malos recuerdos.

—Prometí cambiar, así que olvida todo ¿bien?

—No lo olvido, pero trataré— tomé su mano —vamos, necesito ver a los chicos.

—No creo que sea necesario.

—En todo tu discurso hubo algunas palabras que se me quedaron grabadas: nos dijimos cosas horribles y peleamos unos contra otros.

—Aidan...

—No los quiero peleados suficiente tuvimos mis primeros días aquí, así que quiero que sean igual de unidos como eran, hoy y siempre.

Contacté a todos los chicos durante el camino, Iker me respondió con un triste y deprimente ok mientras que Scott con algo más formal Estaré ahí. Y Ashaia con un sticker feo.

Cuando bajamos vi por la ventana a los tres chicos platicando amenamente, pero todo cambió cuando vieron a Jev detrás de mí.

Sus sonrisas se fugaron y el silencio se formó.

—Bien chicos...

— ¿Lo perdonaste? — susurró Iker débilmente.

—Todos podemos equivocarnos.

— ¿Equivocarnos Aidan? — Reprochó Scott —elevar la voz diciendo palabras hirientes ¿es solo una equivocación? — Scott era una persona callada, sensata e inteligente, casi nunca se metía en líos a menos que los tres chicos restantes lo arrastraran, era un chico fiel y siempre me cuidada, pero nunca me había regañado antes.

—Scott...

—Me equivoqué chicos, lo sé, yo no debí creerle a Nicole, y debí de confiar en ella, no lo hice y admito mi error, me ha dado una segunda oportunidad, y no pienso desaprovecharla, ayer, no solo la lastimé a ella si no a ustedes también, así que vengo también a pedirles una disculpa.

—Nosotros no somos Aidan— habló Ashaia.

—Chicos— llegó Liszt con algunos vasos de agua fresca —nosotros no somos nadie para juzgar a Aidan y a Jev, si Aidan lo perdona, ustedes deben confiar en su decisión y respetarla, aunque se vuelva a equivocar tienen que apoyarla, Jev se ve arrepentido, denle una oportunidad.

Los tres chicos se cruzaron de brazos mirándome con sus ojos acusadores, parecía como si estuviera enfrente de mi padre tres veces.

—Chicos...

— ¡Bien! — dijo de pronto Iker después de unos cuantos segundos de sopesar las palabras de Liszt.

—Ni mis nudillos rotos Aidan— respondió malhumorado Ashaia.

Scott seguía de brazos cruzados, mirándome con sospecha, para después avanzar unos pasos y pegarme con su dedo en la frente.

—Tu decisión Aidan —entrelazó sus dedos con los de su Compañera a lado.

—Gracias Liszt—ella asintió con una sonrisa.

Pasamos un rato platicando y bebiendo hasta que el agudo grito de una mujer me asustó.

— ¡Iker!

Todos nos giramos a ver, en la entrada estaba una chica de cabello corto rojo y lentes delgados y redondos sacudiendo sus manos con euforia.

— ¿Valentina? —murmuré a la par que mi hermano se ponía de pie.

—Ahora vengo— una radiante sonrisa decoraba el rostro juvenil del chico, sorprendida miré a Jev.

— ¿Desde cuándo se conocen?

—La chica preguntaba mucho de ti, así que fue con nosotros y a Iker le cayó muy bien.

— Eso es raro en Iker, ¿Por qué...Kelian? —detrás de la pequeña Valentina apareció el alto cuerpo de Kelian.

—Hermano— Liszt se puso de pie y yo estaba más confundida que antes.

— ¿Kelian y Valentina se llevan bien?

—Claro, ella comió conmigo desde que empezaste a faltar, y se llevan perfectamente.

Miré a todos los chicos y después miré a los otros en la entrada.

—Han ocurrido bastantes cosas en mi ausencia, pero Iker se ve bastante feliz.

Todos dirigimos nuestras miradas a ellos, y todo lo que había dicho quedó en el olvido, Iker no parecía contento, solo estaba de brazos cruzados dándole unas miradas de desaprobación a Kelian.

—Me encanta lo feliz que se ve, pareciera que en cualquier momento morderá a Kelian.

Rio Ashaia.

—Kelian también parece interesado en Valentina, se ven mejor juntos.

Jadeé.

—Iker puede ser más cariñoso y amable y...

La risa de Ashaia me detuvo.

— ¿Estamos hablando del mismo Iker? — Cuestionó el chico de ojos cafés entre risas — ¿Iker amable? Cuando podrás ver algo como...— lo miré maliciosamente —I-Iker es perfecto— corrigió rápidamente.

—Bien, es suficiente chicas, no es decisión de ninguna de ustedes si no de Valentina.

Scott nos regañó.

Ambas apartamos la mirada, jugué un rato con mis dedos y después hablé.

—Iré a saludar a Valentina— me puse de pie y vi hacia los tres chicos, justo antes de que Iker diera el primer golpe.

— ¡Iker! — gritó la chica.

No jugaba cuando decía esas palabras, tú sonreíste y las pisoteaste, atente a las consecuencias.

Ipagpatuloy ang Pagbabasa

Magugustuhan mo rin

1.4M 93.2K 39
Camily Jones tuvo problemas con su transformación, pues su loba se apareció un año después de lo que debería, por lo cual todos la toman como alguien...
11.4M 815K 189
Oliver es el joven heredero del trono, desesperado por no encontrar a su pareja eterna, decide casarse con otra mujer loba, todo cambia cuando su pad...
1.4M 105K 54
Inicio: 29/01/16 Fin: 3/07/17
6.2K 1.5K 10
narra tn reencarne en crepúsculo y para colmo en Isabella swan . dios me odias ? pero no importa yo no estaré atrás de un hombre que se da aires de...